Miércoles 02 de febrero de 1949

LLAMADO A LA PONDERACIÓN Y A LA VERDAD EN LOS PROBLEMAS

DEL ESTADO DE SONORA

(Por Don Ignacio Soto)

Pruebas gráficas irrefutables; mienten quienes en forma gratuita vienen atacando a Ignacio Soto. Hace un mes que apareció en la prensa capitalina un mensaje dirigido al Señor Presidente de la República Don Miguel Alemán, por la representación federal de Sonora, en el que se me hacen imputaciones dolosas que como mexicano y sonorense primero, y como candidato al Gobierno del Estado después, desmiento categóricamente... La primera impugnación que se lanza contra mí es la de mi nacionalidad, que ellos llaman DUDOSA. Me resisto a creer que un ciudadano digno pueda lanzar al público un "SE AFIRMA" sin tener las pruebas de tan grave cargo. Aún cuando no me niegan el que haya nacido en México, doy a conocer mi acta de nacimiento, prueba fehaciente de que nací en México en el pueblo de Babispe, Sonora, el 12 de mayo de 1890. Además, consciente de que me pertenezco a mi país, en cualquier tiempo y lugar, mientras viví en el extranjero tuve el cuidado de ocurrir a nuestro Consulado a registrarme, según puede verse en constancia extendida por el consulado Mexicano en Douglas, Arizona, de fecha 2 de noviembre de 1917, cuya copia aparece reproducida en esta página y que textualmente dice que estoy matriculado en ese Consulado según consta en el Libro respectivo de Matrículas; publico copia de mi pasaporte autorizado por el senador y Licenciado Antonio Canale (uno de los firmantes del escrito agresor), quien fungía como Secretario de Gobierno de Sonora... Cuando el Lic. Canale inició su camplaña política para Senador, me suplicó aceptar la Presidencia de su Comité, cosa que hice gustoso, habiéndole además ayudado con dinero. No creo que hubiera aceptado mi participación si hubiera sospechado siquiera que mi nacionalidad era dudosa. Se publican también copias fotostáticas de los tres únicos Consulados Americanos en el Estado de Sonora: en Nogales, Agua Prieta y Guaymas, que certifican que sin interrupción he sido siempre ciudadano mexicano. Por último, cuando la integridad del territorio nacional se vio amenazada en 1915 con motivo de la invasión del General Pershing al Estado de Chihuahua, me presenté a ofrecer mis servicios abandonando familia e intereses. Véase copia fotostática de la carta del señor Don Francisco S. Elías, revolucionario destacado, ExGobernador de Sonora y exSecretario de Agricultura... En la constancia del Consulado Mexicano que figura en esta misma página, segundo párrafo, aparece que mi señora y yo presentamos a los tres hijos que mis atacantes mencionan en su carta, Ignacio Armando, Luis Carlos y Héctor Raúl, para su registro, de acuerdo con el artículo 763 del Reglamento Consular vigente "PARA QUE QUEDEN MATRICULADOS COMO MEXICANOS"..."... Con orgullo puedo decir que después de sus estudios en Estados Unidos todos ellos vinieron a trabajar a México. Cabe preguntar aquí a aquellos señores: si tantos compatriotas, si tantos mexicanos que por causas idénticas a las que entonces me asistían a mí y que tienen hijos fuera del país, ¿pueden ser por esa sola razón considerados malos mexicanos?. Dicen mis retractores que tengo muchas relaciones con negociantes y capitalistas del Estado de Arizona. A este respecto debo aclarar que todas mis actividades comerciales e industriales se han desarrollado en el lado mexicano y que nunca tuve participación o interés alguno en empresa o propiedad de Estados Unidos.

Hay más: cuando organicé las compañías de servicios públicos de Agua Prieta y Nogales, tuve que liberar la más desigual lucha contra las poderosas compañías de servicios públicos americanos que no se resignaban a perder el negocio.

Mi constante afán fue el de independizar del lado americano hasta donde fuera posible la vida de esos pueblos del lado mexicano, y así, aparte de los servicios públicos que me propuse establecer en los pueblos fronterizos, organicé en Agua Prieta el primer Banco, facilitando un servicio que anteriormente dependía en forma exclusiva del lado americano. En Nogales hice otro tanto estableciendo el Banco de Nogales... ¿qué no es esto hacer Patria?. Se me acusa de que no soy alemanista; publico una carta del señor General José Pérez Tejada que fue Presidente del Comité Estatal Alemanista en Sonora y que por sí sola desvanece este cargo, quedando patente, como a orgullo lo tengo, que fui uno de los primeros alemanistas que hubo en Sonora y sigo siéndolo. Dice además la representación POPULAR federal sonorense que no estoy identificado con la ideología del programa de gobierno del señor Presidente Alemán, programa que se ha significado como uno de los más constructivos de todos los tiempos, ya que ha enfocado su atención al máximo desarrollo de la industria, considerándola como básica para el engrandecimiento del país. Acaso el desconocimiento que tienen estos señores de la vida sonorense ha sido causa de que ignoren que la fábrica de cemento que construí en Hermosillo es una de las principales fuentes de trabajo, y mereció grandes elogios del señor Presidente de la República en su visita a esta Entidad, elogios que me han servido de estímulo y me han dado ánimo para continuar al frente de la empresa en cuya prosperidad radica el bienestar de varios miles de trabajadores. ¿Ignoran también estos señores los esfuerzos que actualmente vengo realizando con el valioso estímulo y apoyo del señor Presidente para desarrollar y poner en producción los grandes depósitos de carbón mineral y de fierro que tenemos en Sonora, y que serán la base para una importante industria siderúrgica que tanta falta hace para el engrandecimiento económico de la costa occidental de México?. Otro de los cargos que me hacen consiste en el dicho de que soy de extracción patronal por el solo hecho de que me encuentre al frente de una empresa como la arriba citada. Yo quiero decir a estos señores y decirlo con orgullo, que a los 14 años de edad tuve que empezar a ganarme la vida; que empecé a trabajar en la Agencia de Minería de Moctezuma recibiendo $10.00 por seis meses de trabajo; que después conseguí empleo de dependiente con un sueldo de $10.00 al mes; que posteriormente presté mis servicios como Ayudante de la Escuela de Moctezuma con un sueldo de $25.00 pesos mensuales. Después, a los 16 años me fui a trabajar con una Compañía Minera a las minas de Promontorio al Sur de Moctezuma, como Tenedor de Libros e Intérprete, pues en las noches había aprendido inglés ya que visité los Estados Unidos por primera vez a los 19 años de edad y también había estudiado de noche un curso de contabilidad y negocios por correspondencia (International Correspondence School, Scranton, Pa.) Yo no creo posible que después de una trayectoria tan dura pueda olvidarse la extracción original que deja tan hondas impresiones, cualquiera que sea la situación que se disfrute posteriormente.Cuando se han sentido tan vivamente los efectos del salario insuficiente, no puede uno nunca dejar de sentirse estrechamente ligado a la noble lucha tendiente a que el esfuerzo de los obreros y campesinos sea retribuido en forma humana y justa.

Otro de los cargos que la citada representación sonorense me hace en el referido mensaje es la IMPOPULARIDAD, y para tener en ese aspecto la prueba evidente que desmienta este dicho me propuse visitar algunas de las poblaciones de mi Estado, siendo la última en mi recorrido hasta la fecha la ciudad de Nogales, en donde recibí la más alta demostración de simpatía y ello vino a afianzar mi convencimiento de que cuento con el respaldo de las mayorías. Véanse las gráficas de mis visitas a Sahuaripa y Nogales en fechas muy recientes. Se me tacha de ser antirrevolucionario y de que he amasado fortunas explotando al pueblo y estos cargos no los desvaneceré yo, sino los millares de sonorenses de arraigo que son mis simpatizadores y que me conocen de siempre en diversas actuaciones como revolucionario civil prestadas en distintas épocas a mi país en acción de lucha ciudadana y honrada, actuación probablemente más sincera que la de cualquiera de los firmantes del llamado al señor Presidente. La calumniosa versión que la representación Federal de Sonora da en el mensaje tantas veces citado de que soy un candidato de imposición es una gravísima ofensa lanzada contra el Gobierno de Sonora que tan libremente ha dejado siempre ejercer el voto sin poner taxativa alguna al derecho ciudadano de libertad de expresión, como lo prueba su ponderada actitud ante los continuos ataques de los periódicos mencionados en el mensaje dirigido al Primer Magistrado. Es también una grave ofensa a la viril ciudadanía sonorense que a su debido tiempo contestará con hechos y en forma contundente. El que yo cultive amistad con los funcionarios de la actual administración no justifica el cargo de imposición que se me hace, ya que también los señores Diputado y General Francisco Martínez Peralta, y Senador Antonio Canale, aspirantes también al Gobierno de Sonora son amigos del señor General Don Abelardo L. Rodríguez y han recibido de él favores innumerables. Además, quienes lanzan ataques desde una cómoda distancia no tienen ningún derecho para mezclar en estas cuestiones directa o indirectamente el nombre del señor General A. L. Rodríguez, cuya gran obra a favor de Sonora esta por encima de todo debate político. ¿Qué pruebas, pues?... ¿en qué fincan sus conceptos de que mi candidatura al Gobierno de Sonora es de imposición?, ¿Tienen los señores representantes federales constancia que justifique sus palabras?. Ninguno de los cargos que hacen los señores Senadores y Dipuados Sonorenses resiste el mero análisis; todos esos cargos se desvanecen ante los documentos y los hechos y para que ellos se den cuenta del error en que están los invito a que vengan a Sonora; a que pongan en acción su fuerza política si la tienen, a que movilicen a sus elementos; a que prueben que soy impopular y que no tengo arraigo en las fuerzas vivas de Sonora; los invito a que vengan a hacer política sana, a levantar simpatías con acciones que respondan al cariño que cada cual sienta por Sonora, y no a formular cargos que se desvanecen fácilmente porque no están respaldados ni por la verdad ni por la justicia. Los documentos que aquí se exhiben constituyen prueba definitiva e irrefutable de que estoy en pleno ejercicio de todos mis derechos como ciudadano mexicano y como ciudadano sonorense. Nadie que obre de buena fe podrá poner en duda tales hechos, y quien me ataque en el futuro insistiendo en aspectos que hoy quedan liquidados MIENTE A SABIENDAS.