LA LIGA DE SONORA
(1944-1949)
Recopilación
y Edición General por
Manuel de Jesús Sortillón
Valenzuela
Tomada del
Libro: “El Béisbol en Sonora” de Don Miguel S. Durazo
Don Miguel S.
Durazo Saluda a un Jugador de Filadelfia (1940)
UNA
SEMBLANZA DE Don Miguel S. Durazo |
Uno de los
primeros analistas del béisbol sonorense fue Don Miguel S. Durazo. Forjada su niñez en los minerales de La
Colorada y Cananea, con solo los conocimientos de la Escuela Primaria que en
las postrimerías del Porfirismo se impartía en esos lugares, influenciado por
el medio rebelde que por aquellos tiempos privaba en los centros de trabajo,
se embarcó desde muy pequeño en obras de mayor proporción a su capacidad de
joven adolescente y fue así como, en 1914, lo vimos varias veces desfilar por
las calles de El Ronquillo como Secretario de la Unión Minera de Cananea,
puesto que por desempañarlo con dignidad, le acarreó no pocos dolores de
cabeza y hasta persecuciones. Durante la niñez de Durazo, se formó en Cananea
el más poderoso y agresivo team de pelota de que se tiene conocimiento en el
Noroeste de la República, y fue en el Estadio de la Empacadora donde a los
palos de cuatro esquinas de Chick Arnold, las formidables curvas del brazo maravilloso de
Marcos Rendón y las atrapadas de Bob Whaling, donde se creó en su mente un intenso fanatismo
por el Rey de los Deportes. Este fanatismo lo llevó consigo por Los Ángeles
California, Chicago, San Luis Mo.,
y otros puntos de Estados Unidos donde vivió cuando en pos de mejores
horizontes lo obligaron a emigrar nuestras querellas revolucionarias. En las
grandes urbes norteamericanas aprovechó cuanta oportunidad se le presentaba
por ver los juegos de las Grandes Ligas y como buen aficionado aprendió
muchos detalles del juego que se escapan a la generalidad del público. Posteriormente
jugó pelota de altura en Nogales Arizona con los “Internacionales” comandados
por Homobono Márquez Jr,
después con los “Cuervos” de Nogales bajo el mando del decano del béisbol
sonorense Don Jesús Siqueiros, cuyo equipo se batió
con la flor y nata del suroeste de los Estados Unidos. En esta situación cuajó
en Durazo el aficionado conocedor, que a la teoría, aunaba su larga práctica
y experiencia adquirida formando parte de un team agresivo y de un
acoplamiento maravilloso cuyas hazañas aún perduran entre los cincuentones de
la frontera. El espíritu fuerte de Durazo concibió esta obra y sin ser
escritor, se embarcó en la empresa solamente por establecer la VERDAD cuando
vio que en un libro editado en la ciudad de Veracruz se asentaba que aquella
ciudad era la cuna del béisbol. El párrafo que a cualquiera le hubiera pasado
desapercibido, fue suficiente para que se pusiera a investigar y ya puesta la
máquina en marcha, no terminó hasta no haber formado este libro, que más que
una réplica es una historia. El autor merece el aplauso por la circunstancia
explicada, además de la amenidad que producirán sus páginas a los lectores
del momento. Estoy seguro que esta obrita crecerá de valor conforme vaya
transcurriendo el tiempo, pues las generaciones futuras, ante la inquietud
que se siente por descifrar el pasado, encontrarán aquí una etapa deportiva
de más de medio siglo ya plasmada en letras de molde. “DOS
PALABRAS”, escrito a manera de prólogo por BLAS FLORES en el Libro: “El Béisbol
en Sonora” de Don Miguel S. Durazo |
ANTECEDENTES
La
organización con gran éxito en Hermosillo del Juego de Grandes Ligas entre
Filadelfia y Pittsburg por el mes de marzo de 1940, animó a ciertos empresarios a intentar la
consolidación de una Liga de Béisbol profesional para Sonora dos años más
tarde. Con este objetivo en mente, el profesor Francisco López Palafox y el
conocido hombre de negocios Fernando M. Ortiz iniciaron una campaña para convencer
a hombres de empresa de las diferentes plazas el interesante proyecto. Sus
esfuerzos rindieron frutos y durante el verano de 1942 se integró la Primera
Temporada de Béisbol de la Liga de Sonora con cuatro equipos: Hermosillo,
Empalme, Cananea y Obregón.
A pesar del
entusiasmo, finalmente el proyecto tuvo que cancelarse transcurridas las dos
primeras series por motivos extradeportivos. Por aquellos tiempos la Segunda
Guerra Mundial entraba en su fase más peligrosa y México se vio involucrado en
esta revuelta internacional. El Gobernador del Estado General Anselmo Macías
Valenzuela, solicitó la ayuda del pueblo sonorense en aquella ocasión para una
causa patriótica: se comprometió a regalarle a la nación un avión bombardero
para integrar la Escuadra 201 que tiempo después participaría en innumerables
batallas en el Pacífico. Este compromiso obligó a que todos los esfuerzos
económicos fueran destinados para tal
fin y el béisbol tendría que quedar relegado para mejor ocasión.
Para 1944
las cosas serían diferentes, llega al Gobierno de Sonora el General Abelardo L.
Rodríguez un año antes, personaje que siempre mostró gran disposición para el
proyecto deportivo aprobando de inmediato la iniciativa, y en 1945 se daría
otro gran salto para el desarrollo del béisbol en Sonora con la conformación de
la Liga de la Costa del Pacífico, intento más ambicioso que traspasaría las
fronteras de la entidad. En una reunión
celebrada en el auditorio de la Casa del Pueblo se levantó el acta con el
primer proyecto de Estatutos para la Liga de Sonora. Asistieron los Diputados
Juan J. León (Arizpe), Rafael Corella (Magdalena),
Manuel Torres Jr. (Ures),
Vicente Padilla (Guaymas), Manuel Puebla, Fernando M.
Ortiz, Ignacio E. Romero, Manuel C. Lucero, Miguel S. Durazo, Ing. Juan Cantúa,
Humberto Larios y otros más miembros de la novena de Hermosillo. La aventura
comenzaba…
PRIMERA TEMPORADA (1944)
Hermosillo
Campeón
La primera
Liga de Béisbol de Sonora nació al calor del inmenso cariño que los sonorenses
sentimos por el Rey de los Deportes. Tuvo un éxito clamoroso deportivamente
hablando, porque se obtuvieron los fines que se perseguían y porque se
presentaron juegos dignos de los grandes circuitos. A manera de ejemplo,
podemos mencionar que se empató el récord nacional de innings
jugados en un solo juego estableciéndose otro en la siguiente forma: en el
partido de inauguración de la Liga aquel 25 de Junio de 1944 entre Guaymas y Empalme, jugándose en el puerto sonorense y en el
campo “Hidalgo”, el encuentro llegó a 19 entradas que era el récord nacional.
El pitcher de Empalme fue Demetrio “Dany” Valenzuela,
hermano de nuestro gran “Cochihuila”, que lanzó las
19 entradas estableciendo un récord muy difícil de igualar aunque tuvo la
desgracia de perder el desafío. Y ya que se trata de hacer honor a quien honor
merece, muy justo es mencionar también el nombre de otro lanzador: José
Estrada, a quien cariñosamente se le conoció como “el Cubano”, (que nada tiene
que ver con Cuba), cuando lanzó 18 de los 19 innings
que se jugaron sustituyendo a Juan Meza, que salió en la primera entrada por
lastimadura de un dedo. Esta primera edición fue ganada por el equipo de
Hermosillo en una competencia organizada para 4 equipos: Carbó
(que jugaba en la capital de Sonora), Guaymas,
Empalme y Hermosillo. Al final del rol de juegos Hermosillo tenía 16 ganados
por 7 perdidos, mientras que Carbó había concluido
con 16 ganados por 8 perdidos; una derrota de los “queliteros”
visitando a Empalme produciría un empate en el primer sitio y todo se habría de
decidir en una serie extra; los
capitalinos no querían eso, de tal forma que estaban obligados a ganar.
En un
terreno lleno de lodo durante el mes de agosto por haber ocurrido fuertes
lluvias, el juego tuvo verificativo en la ciudad rielera abriendo por los de
casa “Danny” Valenzuela, el de las 19 entradas,
contra “El Güero Torres” de Hermosillo. Empalme anotó una en el tercero y dos
en el quinto, mientras que Hermosillo se quitó la blanqueada con una carrera en
la cuarta. Ganando los Rieleros 3 por 1, en la parte
alta del octavo los “Queliteros” anotan dos para
empatar sensacionalmente el encuentro, que finalmente se va a entradas extras. En
el treceavo Hermosillo logra pisar la goma a salvo para adelantarse en el
marcador y acariciar el campeonato, pero faltaban los tres outs
más difíciles. “El Güero” Torres se sostenía aún en el montículo y quería la
victoria. Después de un out, otorga una base por bolas y un pelotazo, por lo
que se ponen en bases la carrera del empate y la del gane. El manejador
Francisco López no lo piensa dos veces y trae del jardín izquierdo a Plácido Nevárez, su as en el pitcheo, mientras
que Torres se va al jardín a sustituirlo. Plácido toma al bateador en cuenta de
una bola sin strikes, y después de lanzar una pelota
mala se anota tres strikes en fila para el segundo
out; el siguiente bateador también es ponchado ahora con tres lanzamientos y
Hermosillo se lleva el encuentro y con ello el Primer Campeonato de la Liga de
Sonora. Los fanáticos que viajaron desde Hermosillo no se lanzan al diamante a
felicitar a Nevárez… no… allá en el fondo… en el
jardín izquierdo está el héroe de esta jornada, el gran “Güerito” Torres. Lo
levantan en hombros, lo pasean frente a las tribunas, las manos echan humo de
tanto aplaudir al “Güerito”… ¡Un momento de locura!. Carbó quedaría en segundo lugar de la tabla de posiciones,
mientras que Empalme marcaría 13 ganados por 9 perdidos en la tercera
posición; el sótano hacía mucho tiempo
que era propiedad de los Ostioneros de Guaymas concluyendo el torneo con 3 ganados y 19 perdidos…
(Probablemente
con fecha de 1944)
SEGUNDA TEMPORADA (1945)
“Arriba Guaymas”
Después del
éxito alcanzando en la primera edición de la Liga de Sonora donde Hermosillo se
coronó campeón aquel 27 de Agosto de 1944, el 18 de febrero de 1945 dio
comienzo la segunda edición de esta contienda participando los equipos de Ostioneros de Guaymas, Rieleros de Empalme, Queliteros
de Hermosillo, Vaqueros de Carbó y Yaquis de Obregón. En aquella primera serie, Empalme visitó
a Hermosillo en una entrevista que fue favorable a los capitalinos; el domingo
por la mañana Torres venció a Morris con marcador de
6-4; por la tarde Plácido Nevares victimó a Doroteo Valenzuela 3-1. La
inauguración corrió a cargo del Presidente Municipal en aquel entonces, señor
Francisco L. Carreón.
Para la
organización de esta nueva contienda, se reunieron el día 23 de Enero de 1945
los representantes de los equipos y directivos en el antiguo Hotel Moderno de
esta capital, a saber: Sr. Manuel Puebla (Presidente de la Liga y Representante
del C. Gobernador Abelardo L. Rodríguez), Sr. Florencio Zaragoza (Guaymas), Dip. Manuel Torres Jr. (Carbó), J. de Saracho (Ciudad Obregón), Ciro Arce (Empalme), Fernando M.
Ortiz (Hermosillo), Israel González (Alto Comisionado), Francisco L. Carreón (Presidente del Comité Hermosillo), Ramón Román
(Club Anáhuac), Ignacio E. Romero (Tesorero de la
Liga) y Miguel S. Durazo (Pro-Secretario del Comité), entre otras. Se levantó
el acta correspondiente y se exigió a los equipos un depósito de $1000 pesos
como garantía, suma que se perdería si algún equipo se retiraba.
El Sr.
Fernando M. Ortiz elaboró el roll de juegos, que
serían de 32 para cada equipo, dos por semana para concluir el 01 de julio.
Quedaría Campeón el máximo ganador. El torneo resultó sumamente emocionante;
ahora Guaymas daría la pelea ocupando los primeros
puestos, mientras que Hermosillo quedó fuera de los honores de Campeón aunque
con un equipo muy sobresaliente. Sorprende que una población tan pequeña como Guaymas haya tenido entradas tan fuertes en taquilla, en
donde se recaudaron $18000 pesos en dos juegos, por ejemplo, lo que demuestra
el espíritu y la afición de los porteños así como el cariño que le tienen ricos
y pobres al Rey de los Deportes. Sucedió que al terminar el roll
de juegos, en el standing Guaymas
aparecía en primer lugar con medio juego de ventaja sobre Empalme debido a un
juego que estaba pendiente entre ambos; los Rieleros
exigieron la celebración del partido en discordia, pues si lo ganaban empataban
con los Ostioneros en el total de juegos ganados y
perdidos. Hermosillo por su parte también podría entrar en un triple empate de
suceder lo anterior, pues le quedaba una serie de dos juegos pendiente con Carbó; de ganarlos podría aspirar a una ronda final por el
Campeonato pues los tres equipos quedarían con el mismo número de victorias y
derrotas. Pero no sucedió así; los Queliteros
dividieron honores con los Vaqueros y solo quedaba entre Guaymas
y Empalme la definición del Campeonato.
El partido
debía celebrarse en Empalme, pero el encuentro tuvo lugar en el Estadio
Abelardo L. Rodríguez de Guaymas pues el campo de los
Rieleros no estaba en buenas condiciones; Empalme
jugó entonces como home-team aquel encuentro durante la
mañana del 08 de Julio de 1945. Juan Rivera fue el juez principal abriendo por
los Ostioneros el cubano Julio Alfonso, mientras que
por los vecinos lanzaría “el Damy” Valenzuela. Cantado
el “Play Ball”, los Ostioneros
rápidamente pisan la goma dos veces en su primera oportunidad al bat: después
de ser retirado Verdugo (del 6 al 3), Morillón se
embasa en error del tercera base Barreras; Correa sigue con rola hacia el short
Flores, y sin tener oportunidad de forzar en segunda intenta el out en primera,
pero desafortunadamente el tiro es muy alto quedando corredores en segunda y
tercera. Julio Alfonso alarga el inning con un
sencillo por encima del segunda base anotando ambos
corredores. Guaymas por su parte, haría la segunda en
el cuarto inning cuando Alfonso empieza elevando al
jardín derecho; Puyans sigue con hit robándose la
segunda; Robles es ponchado pero a continuación Mexía conecta doblete productor.
En el sexto el club ostionero hace su cuarta y última
anotación cuando Correa abre con hit doble por el jardín derecho; rápidamente
intenta el robo de tercera y Barreras, el dueño del cojín, no puede sujetar la
pelota permitiendo que el atrevido jugador llegue a la goma con la carrera que
a la postre sería la de la diferencia.
En el cuarto
capítulo Empalme se hace presente en el marcador: Camacho roletea
difícil hacia la zona del pitcher y en mal tiro de Julio Alfonso logra llegar a salvo a segunda base. Flores sigue con rola al
short stop siendo retirado en primera, pero el corredor avanza; Romero continúa
con rola a tercera para el segundo out pero Camacho logra llegar a la
registradora. En el sexto hace dos más embasando a dos corredores, uno con hit
y otro en error del cuadro Guaymense, anotando después con bola ocupada y por
doblete productor de Pérez. En su última
oportunidad el equipo de Empalme pudo alcanzar el empate: empieza embasando a
su primer bateador con hit de Romero; Ibarra es ponchado y a continuación el
temerario Romero se lanza al robo siendo out en
magnífico tiro de “Gato” Martínez; un elevado de Villasana al segunda
base hace concluir un brillante duelo de pitcheo
entre Julio Alfonso y Valenzuela con
juego completo para ambos.
TERCERA TEMPORADA (1946)
Guaymas
Bicampeón
Todo Sonora
quiso participar en esta tercera edición de la Liga; la cantidad de equipos se
duplicó y se mantuvo el interés por todas partes. Sin embargo, esta temporada
de 1946 que inició a mediados de marzo y concluyó a finales de septiembre,
sería recordada como de las más problemáticas por el apasionamiento que reinaba
entre jugadores, aficionados y directivos de las siguientes novenas: Mineros de
Cananea, Internacionales de Nogales, Santos de Santa Ana, Vaqueros de Carbó, Naranjeros de Hermosillo, Ostioneros
de Guaymas, Rieleros de
Empalme y Trigueros de Ciudad Obregón. Nuevamente el equipo de Guaymas se llevó la corona por segundo año consecutivo
terminando con récord de 54 victorias por 27 derrotas; Hermosillo tuvo que
conformarse con el segundo lugar a 6 juegos de distancia, quedando el resto en
las siguientes posiciones (con ganados y perdidos): 3) Cananea, 43-35; 4)
Empalme 40-38; 5) Nogales 40-42; 6) Carbó 37-45; 7)
Santa Ana 28-49 y 8) Ciudad Obregón 27-48. La escuadra de Guaymas
contaba con: Alfredo Jiménez, Luz Esquivel, Ramón
Correa (Manejador), Aurelio Espiricueta, Jesús
Estrada, Pedro R. Morillón, Julio Alfonso, Alberto
Verdugo, Guillermo González, Cirilo González, Ramón
Betancourt, Antonio Navarro, Joaquín Robles, Gerardo Calderón y Florencio
García.
Uno de los
conflictos más serios sucedió en Nogales el día domingo 07 de julio de 1946 en
un partido vespertino contra el equipo de Cananea. Con el partido empatado a 4
carreras en la parte baja de la entrada número once, el jugador nogalense Celaya se coloca en segunda base; a continuación
Aguilar batea rola al pitcher y éste lanza la bola a tercera con la intención
de sacar out al corredor que en forma temeraria buscaba una base extra. El juez
“Nelo” Guerra declara seif
la jugada y acto seguido el Capitán del equipo visitante, Alfonso de la
Fuente, se lanza furioso contra el ampayer invadiendo el campo de juego gran cantidad de
espectadores en defensa del citado Juez. Al final, los jugadores de Cananea
molestos por la apreciación abandonan el campo declarándose inmediatamente el “forfeit”, llevándose la victoria el equipo de casa. Esta
fue la gota que derramó el vaso, y con una enérgica actitud el Gobernador del
Estado General Abelardo L. Rodríguez retira el apoyo a la Liga cancelando el
permiso para utilizar los Estadios de béisbol en un carta publicada el día 9 de
Julio; sin embargo, el General ALR otorga el perdón tres días después,
condicionando la reapertura a que los diferentes clubes de pelota “tomen aquellas medidas prudentes y
necesarias para garantizar el orden y la disciplina en todos los aspectos del
deporte”.
Cananea
abrió la temporada en Hermosillo el día sábado 16 de marzo con victoria de 3
por 2; al día siguiente domingo por la mañana, los capitalinos empatan la serie
beneficiados por la regla del “forfeit”. Sucedió que en
la parte baja de la novena entrada
Cananea ganaba 2-1; al bat Naranjeros y “Gilillo” Villarreal se embasa por
bolas malas lanzadas por Flores; Salazar
conecta hit al jardín derecho en jugada de “hit and run” llegando Villarreal con el
empate; Salazar queda en segunda. El cuarto bat Turner
batea rola al short stop Bustamante quien dobla a tercera marcando “seif” el juez Manuel Matuz.
El equipo norteño se molesta y abandona el campo pues el
tercera base y manager De la Fuente defiende la jugada convencido de que fue
“out”. Finalmente, por la tarde Naranjeros gana el último de la serie
El Sin Hit del “Zurdo” Salvador Rodríguez
El día 03 de
agosto de 1946 será una fecha que todo buen aficionado al rey de los deportes
guardará en su memoria como un recuerdo imperecedero de algo grande y asombroso
que presenciamos en nuestro campo máximo; algo que solamente habíamos leído en
periódicos de Yanquilandia y que los cronistas
deportivos de aquel país, tan duchos en reseñar los juegos de baseball, nos
relatan con todo género de lujo. Esta memorable tarde la tuvimos aquí en la
hermosa Ciudad de los Naranjos, en la legendaria Pitic
una tarde calurosa como todas las de este mes, y más grande porque los
muchachos de Santa Ana, los famosos “Santos”, venían capitaneados por Pancho
López, el discutido Pancho que tantos triunfos dio a las diferentes novenas que
estuvieron bajo su dirección. El juego dio principio a la hora anunciada, tres
de la tarde; Manuel Mátuz sería el Umpire en jefe y canta las baterías: Campa, Catcher, Rodríguez, Pitcher por Santa Ana. Alejo Bay, Cátcher y Zulueta, pitcher por Hermosillo.
Las entradas se sucedían una tras otra rápidamente ante la expectación del
público que llenaba las graderías del Estadio de la Casa del Pueblo; fue un
duelo a muerte entre el zurdo Rodríguez y el cubano Zulueta
quien cargó con la derrota, no obstante que su equipo le jugó sin cometer ni un
solo pecado. Claro, como que estaban jugando con los “Santos”.
Nada de esto
hizo acobardarse al zurdo Rodríguez que esta vez venía en plan de coloso. El
zurdo retiró en orden los innings primero, tercero,
sexto, séptimo y octavo, recetando seis ponches como sigue: Pichelito Ortiz
(2), Bay (2), Manito Román (1), Zulueta (1),
despachando el encuentro en 27 veces oficiales al bat. Zulueta
por su parte despachó en orden los innings primero,
segundo, tercero y noveno, recentando cuatro ponches como sigue: Bernal (1),
Sosa (2), Rodríguez (1) despachando el encuentro en 27 veces oficiales al bat. Santa
Ana dejó 7 hombres en bases; Hermosillo a 5. Actuaron como Umpires:
Manuel Matuz en home y Cruz
en las bases. Rodríguez obsequió cinco bases por bolas y Zulueta
tres. Solamente “Paletas” González le llegó a Rodríguez a tercera base y esto
por errores del tercera base y primera en tiros malos.
Tres hombres le llegaron a la segunda almohadilla: Ocampo por robo, Bay y Zulueta.
Las carreras
las hizo Santa Ana en la sexta entrada de la forma siguiente: Rodríguez abrió
con hit al jardín derecho; Miguel Arvizu lo forzó en
segunda en intento de sacrificio; Miguelito sale al robo de la segunda base
consumándolo bateando Bernal que fue ponchado para el segundo out; Ventura
Morales conecta de hit entre el jardín central y derecho anotando Miguelito y
pasando Morales a la segunda en el tiro que se hizo al pentágono; Martínez liga
sencillo al jardín izquierdo y Ventura Morales anota la segunda carrera,
mientras que Campa fue puesto fuera para el último out en rola al short stop. Zepeda conectó extrabase por
parte de los Santos que fue doblete.
LINE UP HISTÓRICO: SANTA ANA: Arvizu (ss, 3-1,1ca), Bernal (2b,
3-0), Morales (rf, 3-1, 1ca), Martínez (3b, 3-1),
Campa (ca, 4-2), Villa (lf,
4-0), Sosa (1b, 4-0), Zepeda (cf,
4-1), Rodríguez (p, 3-1). HERMOSILLO: Ortiz (cf,
4-0), Valdez (2b,4-0), Turner
(1b, 4-0), Ocampo (ss, 2-0), Collazo (rf, 4-0), Bay (ca, 3-0), Román (lf, 2-0), González (3b, 2-0), Zulueta
(p, 2-0). Asistencia: 2000 aficionados. Duración del juego: 1 hora 45 minutos,
“Estadio de la Casa del Pueblo”.
CUARTA TEMPORADA (1947)
Para “Internacionales”
de Nogales el Título
En esta edición del año 1947, los “Cheritos”
de Carbó y los “Ostioneros”
de Guaymas abandonaron el circuito conformándose la
Liga con las novenas de Nogales, Santa Ana, Hermosillo, Empalme, Ciudad Obregón
y Cananea. Como en las anteriores ediciones, nuevamente los problemas
económicos proliferaron en todos los frentes; en Hermosillo anteriormente la
dirección y sostenimiento del Club capitalino había estado a cargo de Jorge
Gutiérrez “El Chórchola”, quien con muy buen juicio y
sentido común no accedió a las pretensiones de los jugadores que cada vez se
manifestaban más exigentes pidiendo salarios estratosféricos. Terminó por
abandonar el oficio y los mismos elementos no tuvieron más remedio que
organizarse en Cooperativa, formando la sociedad peloteros como Humberto
Larios, Pedro “El Pichelito” Ortiz, “Negro” Cota, “Llorón” Ocampo y Francisco
Sosa, a quienes debemos reconocer que supieron organizar las cosas y sostener
el béisbol en la capital de Sonora.
Los “Belloteros” o
“Internacionales” de Nogales jugando un béisbol de altos vuelos, se alzarían
con el Campeonato dirigidos hábilmente
por el cubano Virgilio Arteaga, el “Tigre de Regla”, quien además
completó el triunfo llevándose el título de bateo con un sólido 0.356. Algunos
jugadores del team campéon fueron Aurelio Espiricueta,
Jesús Estrada, Jesús Mu Núñez, Guillermo Grajeda, Jesús Astiazarán,
Ricardo Carrillo, Jesús Amaro, Ramón Betancourt, Manuel Escalante,
Cirilo González, Cornelio Leal, Guillermo Ortiz,
Alejandro Romero y Chapo Salas.
Manuel Echeverría (1913-1981)
En segundo lugar encontramos a los Yaquis
trigueros de Ciudad Obregón dirigidos por Ismael Montalvo “El Oso”, quien supo
sacar del sótano donde había vegetado el equipo por espacio de dos temporadas.
A los Ferrocarrileros de Empalme los dirigió Zenón Ochoa que también fue
pitcher abridor; Alfonso de la Fuente se encargó de los Mineros de Cananea,
Juan Guerrero lo hizo para los Santos de Santa Ana de Don Arnoldo y Humberto
Larios ocupó el cargo principal con los Queliteros de
Hermosillo. Para esta temporada vuelve a lanzar en el verano el héroe de mil
batallas Manuel Echeverría, el hombre toda voluntad, todo amor propio que
defiende a su equipo con verdadero cariño: los Ferrocarrileros de Empalme. El
Gran Ciclón se coronó como Pitcher Campeón lanzando para una efectividad
asombrosa de 2.169, habiendo propinado 6 blanqueadas en 35 apariciones en la
caja de los disparos. Uno de los partidos más memorables que se recuerdan de la
Liga de Sonora ocurrió aquella mañana del 18 de Mayo de 1947 cuando Manuel fue
partícipe en el juego de 20 entradas que se verificó en Empalme,
correspondiéndole el triunfo por marcador de
QUINTA TEMPORADA (1948)
Ciudad Obregón
el Mejor
Desde el año
de 1946 los aficionados de Navojoa trabajaban con
ardor y empeño porque su pueblo ingresara a
El día 27 de
marzo de 1948 Obregón y Navojoa entran al campo para
el juego inaugural. Desde este momento, el Estadio “Revolución” es el
teatro de una lucha tenaz, un lucha
caballeresca y noble. Allí tenemos reunidos desde los más altos representativos
del comercio, la banca y la industria, hasta los más humildes labriegos, gente
del pueblo que se confunde con la gente bien; puede decirse que todo Navojoa está allí; no hay distingos, no hay rangos, no hay
jerarquías, todos gritan, todos aplauden, todos quieren y piden el triunfo de
su novena y mientras tanto los Yaquis, los
representativos de la otra tribu sonorense, se presentan con otro poderoso
conjunto que hace pensar muy seriamente a los Mayos.
Toca en
suerte a un muchacho nativo del lugar abrir el fuego contra las huestes
invasoras, este es: Manuel Echeverría, el joven que desde su infancia supo
darle a su pueblo muchos laureles, muchos triunfos que están todavía grabados
en la mente de todos los navojoenses. En la lista del
equipo Mayo figuraron ese año: Manuel Echeverría (pitcher y manejador),
Humberto Angulo, “El Gringo” Alfredo Lares, José Uzcanga, Francisco Alcaraz, Luis
Castro “El Texano”, Ramón Martínez “El Pisi”, Manuel Escalante “El
Changuito”, Hilario Espinosa “Farina”, Gaspar Valdez,
J. Refugio Alvarez, Jesús Leyva,
Francisco Esquer, Víctor Manuel Chávez, Julio Alfonso
(Cubano); después son registrados: Raúl Castro, Valente Cruz, Juan Venegas,
Jesús Mora, Rubén Flores, Lino Romero, Miguel “Pilo” Gaspar, Chávez Becerra y
Rosendo del Río “Lolis del Río”.
Por su parte
Obregón registra en su lista: Laureano Camacho “Kiriki”
(catcher y manejador), Alberto Esqueda
“Beto” Rodríguez (líder en ponches de
Equipo “Yaquis de Ciudad Obregón”, Campeón en la V Liga de Verano
de Sonora
Fotografía
Proporcionada por Francisco “Borrego” Tapia (Abajo en la extrema derecha del
observador)
Un grito
ensordecedor invade el espacio y Leal canta el primer strike;
arrecia la gritería y aquel hermoso espectáculo que observamos en las graderías
se convierte en un manicomio;
las apuestas se cruzan a la par y hasta hay quien se atreva a “dar tronchado” todo
a Navojoa naturalmente, como que parece
que van en “caballo de hacienda”. La bola rápida de Manuel cruza el pentágono echando
humo y en la segunda mitad de la primera entrada los mayos ponen seis carreras
en el pizarrón, lo que hace pensar que el juego está en el refrigerador; nada
de eso, los Yaquis dan pueba
de su bravura, no se amilanan y atacan con brillo como dicen las gentes grandes
del baseball; “jamás es tarde”, los juegos se pierden hasta poner fuera al
último hombre y es tanto el coraje de los hijos del Bacatete,
que logran anotarle cuatro carreras a Echeverría en la segunda entrada; el
juego sigue su curso y los Yaquis siguen atacando con
denuedo hasta conseguir otras seis anotaciones en la quinta para en esta forma
llevarse el primer juego de la serie de la temporada, y que Manuel reciba así su
primera derrota lanzando todo el partido. El relevista José María Arvizu detuvo a los cañones Mayos blanqueándolos en 8
entradas un tercio, después de que “Músico” Estrada solo retiró dos outs en la primera. SUMARIO DEL JUEGO INAUGURAL: ROBOS:
Camacho; JONRONES: Julio Alfonso (1); TRIPLES: Camacho y Castro; DOBLE PLAYS:
Barreras a Martínez a Montalvo; Castro a R. Castro a Alcaraz. CARRERAS
PRODUCIDAS: Camacho (2), Olivas (2), Martínez (2), Galaz,
Arvizu (2), Julio Alfonso (3), Esquer
y Echeverría (2); CARRERAS LIMPIAS: a Estrada 6 en 2/3; Arvizu
6 en 8 1/3. Echeverría 13 en 9 entradas. PONCHES: Arvizu
(2), Echeverría (10); BASES POR BOLAS: Estrada (1), Arvizu
(6), Echeverría (2). Dejados en bases: Obregón (6), Navojoa
(13). Pitcher vencedor: Arvizu; derrotado: Manuel
Echeverría. DURACIÓN: 2:20 horas; Umpires: G. Leal en
home y A. Díaz en bases. Anotador Oficial: J. T.
Coronado.
A los dos
meses de iniciada la temporada, y después de innumerables problemas que tenía
que afrontar como responsable de la Liga de Sonora, hubo una persona que me
anunció algo desagradable: “Miguel… la
novena de Cananea se les sale de la Liga; andan mal de centavos y como tú debes
de comprender, su situación es crítica”. Esa persona era Pancho López quien
había hecho un viaje al Mineral de Cananea por aquellos días y se dio cuenta exacta de la situación del
conjunto. Los directivos del club habían sido abandonados a su suerte de parte
del Sindicato de la Sección 65.
Nunca dudé
de la veracidad de lo que me decía Francisco, porque éste no tenía porqué
mentir; más no dejé de creerlo porque también nosotros en Hermosillo sabíamos
que algunos de los jugadores de aquel mineral habían empeñado sus casas unos,
sus automóviles otros y los demás tenían letras firmadas en el banco para poder
sostener al equipo; pero cuando acabé de darme cuenta exacta de esta situación
fue cuando Cananea tuvo que vender su serie a Navojoa.
Con esta base hice un viaje a Nogales pretextando que iba a terminar de
arreglar los asuntos de Ciudad Obregón-Nogales, pero no era tal. Arpoveché que Cananea jugaba en Nogales y en esta población
pude platicar ampliamente con Alfonso de la Fuente, Francisco Bustamante,
Armando Rodríguez y otros jugadores más asegurándome ello seguir en la justa
diciéndome que con la serie que habían vendido a Navojoa
habían cubierto sus compromisos; con este motivo, se me volvió el alma al
cuerpo y me regresé con la creencia firme que todo seguiría viento en popa.
Pero… ¡oh desilusión!... Al día siguiente me hablan por teléfono
desde Cananea; era Alfonso de la Fuente quien a quema ropa me dijo: “Miguel… siento decirte que siempre nos retiramos
de la Liga”… No hallé que que pensar en aquel
momento; me quedé sin respiración… fuera de mi mismo… Un momento después
contesté: “bueno… está bién… confirmame esto que me
acabas de decir por escrito”. Al día siguiente tenía la confirmación en mis
manos. El club de Cananea estaba en el sótano de la Liga desde hace mucho
tiempo y eso influyó en las entradas. El Sindicato retiró su ayuda la cual
consistía en que cada minero aportaba $6.00 pesos al mes descontados por
nómina. Convoqué con la rapidez que el caso requería para tener una junta
extraordinaria y no quise celebrar dicha reunión en esta ciudad; escogí la
población de Santa Ana y nos reunimos la noche del sábado 28 de mayo de 1948 en
la “Terraza de los Fresnos”. Asistieron
los señores Don Manuel Osete, Enrique Vázquez Bou y Manuel Espinoza por
Nogales; Fernando M. Ortiz y Humberto Larios por Hermosillo; Guillermo Caldelas J. por Navojoa; Arnoldo
Moreno F. por Santa Ana, faltando la representación de Obregón del señor Octavio Ibarra Balderrama
y por supuesto, Cananea que ya estaba ausente. Asistió también el Tesorero de
la Liga Sr. Ignacio E. Romero así como el Dr. Felipe Arreola
representando al Semanario “Nogales Deportivo”. La asamblea se prolongó
demasiado y se decidió por mayoría de los miembros continuarla en Nogales al
día siguiente para dar tiempo a la llegada del Sr. Ibarra de Obregón. Nos
reunimos en el Banco de Nogales, SA, llegándose al acuerdo de que Cananea y
Hermosillo salían de la Liga en esta temporada. Los representantes de Hermosillo
argumentaban que no les convenía continuar por dos vueltas más exigiendo que la
temporada concluyera en la segunda semana del próximo mes de Julio; de esta
forma continuarían los siguientes equipos: Nogales, Santa Ana, Obregón y Navojoa.
Los
jugadores de Hermosillo: Francisco Sosa, Armando Cota, David Ocampo, Ventura
Morales, Refugio Bernal y Mario Ariosa pasarían a los
Santos de Santa Ana, y éstos transferían a Ciudad Obregón a los jugadores José
Ayala y Pedro González así como al pitcher Antonio Ray
Briones para Nogales. Se acordó un nuevo roll de
juegos con dos vueltas; el ganador de cada vuelta se enfrentaría en una serie
final a 7 juegos. En la primera vuelta ganó Obregón mientras que los
“Contrabandistas” se llevaron la segunda. El campeonato debía jugarse empezando
los cuatro primeros juegos en Nogales y los tres restantes en Obregón. En caso
de empate, el último desafío se celebraría en Hermosillo. Sin embargo nada de
esto sucedió, por motivo de que los
fronterizos no quisieron verificar ni un solo juego en Nogales, ya que su
manejador y sostenedor señor Don Manuel Osete fue
soezmente insultado por un fanático del lugar y castigaron de ese modo a la
afición. Entonces la serie se cortó a tres juegos, uno el sábado 14 de Agosto y
los dos restantes al día siguiente, aunque el tercer juego no sería necesario
pues Obregón ganó dos de manera consecutiva alcanzando
de este modo el gallardete. El primer partido fue una victoria de 4 por 1 con
lanzamientos de Ramón Román que aceptó 8 hits, otorgó
7 bases por bolas con 5 ponches; el pitcher perdedor fue Valdez con relevos de
López y Rodríguez. El segundo desafío fue una victoria de 9 por 4 con triunfo
para Santos siendo Rodríguez el derrotado. Cuatro carreras en el primer inning, dos en el quinto, una en el sexto y dos en la
novena le dieron a Obregón su primer título en el béisbol de Sonora. El line up de Obregón en aquel último juego fue: González (ss), López (3b), Martínez (2b), Camacho (ca), Olivas (1b), Ayala (cf),
Betancourt (lf), Francisco Tapia (rf),
Flores (rf), Santos (p), Arvizu
(p). Por Nogales: Amaro (2b), Martínez (ss), Mayer (3b), Arteaga (1b), Carrillo (rf),
Gómez (ca), Leal (cf), Cota
(lf), Romero (lf),
Rodríguez (p), López (p), Acosta (p).
SEXTA TEMPORADA (1949)
El Adiós sin
Campeón
El día 26 de
febrero se celebró una junta muy importante en la ciudad de Hermosillo para
definir el destino de esta temporada; se nombró como Presidente al C.
Arquitecto Don José López Moctezuma por instrucciones
del Gobernador Lic. Horacio Sobarzo (Interino).
Asistieron como delegados de Empalme: Manuel Camacho y Juan M. Gaspar; Cananea:
Alfonso de la Fuente; Hermosillo: Humberto Larios; Navojoa:
Clemente Alvarez;
Santa Ana: Bernardo Pettet y José Márquez
Flores; Nogales: José Martínez R., Ernesto R. Félix, Angel
García y Alberto R. Meyes. Según las deliberaciones,
el señor Manuel Camacho afirmaba que la Liga se había desviado por completo del
camino que se había trazado, pues desde la IV temporada empezaron las
contrataciones de profesionales ocasionando pérdidas económicas. Los
representantes de Navojoa, Nogales y Santa Ana,
deseosos de ver jugadores de cartel, insistían en la contratación de peloteros
de paga por lo que Camacho vuelve a salir derrotado. El señor José Martínez R.,
Presidente de la Sociedad Deportiva Nogalense, es
quien lleva la palabra y dirigiéndose a los asambleístas pide que el número de
profesionales sea cuatro, pues según él, los aficionados nogalenses
les están exigiendo mejor calidad de pelota siendo este motivo que tienen para
contratar más profesionales. El arquitecto López Moctezuma
se une al comentario de Camacho, pues afirma que la Liga de Sonora fue creada
con el fin de estimular a los jóvenes guiándolos por el buen camino del deporte
y que Sonora siga siendo el granero más grande de la República en producción de
peloteros; Alfonso de la Fuente, de Cananea, se une a Camacho pues en forma
amplia y detallada explica que si el año pasado fracasaron fue por los famosos
profesionales que se extasían pidiendo sueldos y más sueldos.
Después de
algún tiempo de deliberaciones, Camacho decide llevarse a Empalme y no
participar en la contienda siendo secundado por Hermosillo; esta temporada
quedaría integrada con los equipos de Nogales, Cananea, Santa Ana y Navojoa. Camacho concluye su intervención con una
advertencia: “esta bién…
ustedes ganaron… pero la Liga no llegará a su fin porque van a fracasar
rotundamente”.
El 26 de
marzo ha quedado grabado en la mente de todos los buenos aficionados que
tuvimos la suerte de asistir a Santa Ana, donde tuvo lugar un evento
deportivo-social jamás visto en nuestro suelo. El Comité Organizador de la
Inauguración de la VI Temporada en la ciudad de Santa Ana echó la casa por la
ventana invitando en elegantes esquelas a los aficionados del Estado, autoridades
civiles y militares y a lo más granado de los deportistas del Estado de
Arizona; el comité estuvo integrado por:
Prof. Alfonso Marín Retiff, José Márquez
Flores, Bernardo Pettet, Fernando Aragón, Ernesto
Rentaría Silva, y secundados por las guapas señoritas miembros del Club
“Orquídea”; para amenizar la ocasión fueron invitadas las “Majoretes”
de la High School de
Nogales Arizona, así como a la bien organizada banda del mismo plantel
presentando el bailable de “La Raspa”, entre otras, que gustó mucho. Como invitados de honor asistieron
el C. Gobernador de Sonora Lic. Horacio Sobarzo y Mr. Ben Sweyg,
Cónsul Americano en Nogales; les dio la bienvenida el Sr. Don Arnoldo Moreno F., comerciante en gran escala
y Presidente Municipal de Santa Ana. Se aprovechó la oportunidad para el acto
protocolario de ponerle el nombre “Roberto Moreno” al Estadio de Béisbol de
Santa Ana, a fin de preservar la memoria de este ilustre personaje que siempre
procuró el bien de esta comunidad. Fue encargado de presentar una semblanza de
Don Roberto el señor profesor Alfonso Marín Retiff,
Director de la Escuela Secundaria de la localidad.
En la
tribuna central estaba lo más granado de la sociedad de Santa Ana, Hermosillo y
Nogales, rodeando a la muy respetable señora Doña Rosa Faeber
Viuda de Moreno y teniendo a su lado a sus hijos Arnoldo, Roberto, Sergio,
Señora Aída Moreno de Dávila y la señorita Elvira Moreno, que vienen a ser los
anfitriones de tan magno acontecimiento social y deportivo. Para terminar con
tan solemne inauguración de nuestra Liga, se sirve una suculenta barbacoa
estilo Sonora acompañada con una deliciosa salsa de chile verde y rociada con
la famosa ambarina: nuestra “High Life”.
Por la tarde, siendo las dos y media en punto, el Lic. Sobarzo
Gobernador Interino del Estado, y en compañía de los señores Puebla, Durazo, Galaz, Vázquez y otras personalidades, se encaminan al
fondo del parque en donde se encuentra el pizarrón, y a los acordes marciales
de la banda de guerra del honorable cuerpo de Bomberos de Nogales Sonora, el C.
Gobernador iza nuestra querida enseña Patria mientras en las tribunas la música
hiere los aires con nuestro canto de guerra: El Himno Nacional Mexicano.
Después la comitiva se encamina al centro del diamante y ya en el cerro de los
disparos el Lic. Sobarzo lanza la primera bola que viene
a ser una curva: “la panzona”, que quiebra en el mero centro para un magnífico
“estraick”; batea el señor Miguel F. Vázquez y la
recibe Don Arnoldo. El viejo Lupe Leal y Jesús Astrain
son los hombres vestidos de azul que cubren este evento; Leal está tras el home y canta las baterías: por Nogales Manuel “Negro”
Morales, pitcher; Caliquín Gómez, cátcher.
Por Santa Ana Gustavo “Chato” Bello, pitcher; Laureano Camacho, cátcher. Se escucha después el primer grito cuando Leal
levanta la mano derecha y dice… “estraick”…
En las
graderías reina el optimismo de parte de los santanenses
no obstante que los “belloteros” traen en sus filas a bateadores de la talla de
Carrillón, Arteaga, Kico
Martínez, Lorenzo Ortiz, Cabezón Uriarte y otros más
que contestan a cualquier hora. Por su parte, el “Negro” Morales tiene que
vérselas con hombres tan temibles como Laureano Camacho, “Sordo” Solano,
Guachito Fuentes, Ventura Morales, “Periquín” González y Walter O’Graham que les pegan por donde quieran. Hay que ver la
algaraza que se arma en los tendidos, las porras belloteras animan a sus
muchachos, arman camorra, pero una camorra constructiva, alegre, guasona, nada
de insultos; parecía que todos habíamos egresado de la Universidad. Poco les
dura el gusto a los guasones nogalenses porque los
“Santos” (vaya nombrecito), se confabulan con Satanás y en un santiamén le
encuentran la bola al “Negro” que hace esfuerzos inauditos por sostenerse en el
centro del diamante; solo consigue permanecer siete entradas para ser relevado
por “Chupas” Encinas admitiendo entre los dos la friolera de trece imparables.
Los Belloteros reciben así su primera blanqueada de la temporada y de 8
carreras a 0, con victoria para el abridor Gustavo “Chato” Bello.
Pero el
domingo por la mañana, día siguiente, los famosos Santos se encuentran con
Satanás personificado en el “Manito” Román, quien es el encargado de vengar a
sus compañeros de la afrenta del día anterior. La anotación fue de
Estando la
serie empatada, los radioescuchas de Nogales se vienen más prontos que apurados
a ayudar a sus consentidos armando una porra de todos los diablos; pero para el
juego de la tarde, es “Indian” Torres quien se
encarga de mandar al centro del diamante a un muchacho desconocido pero que
trae etiqueta de “importado” y que responde al nombre de Jesús Barbosa, a quien
los contrabandistas lo tratan de fea manera teniendo que salir rápido a las
regaderas porque no pudo con el paquete. Torres sale en su auxilio pero también
pasó “las de Caín” teniendo que dejar su puesto a otro producto de la Liga de
Sonora, Walter O’Graham, que lo vimos más cuajado, más
completo. Walter conserva la delantera que dejó su manejador y gana Santa Ana
con anotación de
Ahora
pasemos a otro lugar en donde también se está inaugurando la sexta temporada
del circuito: Cananea. Allí, los “cascados” del “Chivito” de la Fuente hacen
los honores a los Mayos que vienen comandados por un lobo del diamante: Zenon Ochoa. Por su parte, los cananenses
están otra vez comandados por el eterno chivito
que no le hace mella el correr de los años; cuenta nuestro buen amigo
con un staff de pitcheo bastante bueno figurando
entre ellos otro eterno, Manuel Echeverría, Tony
Ponce, y otro veterano más “Barbitas” Acuña, amén del novato Raúl Romero que
está enseñando gran forma y voluntad. El Presidente Municipal, C. Jesús Juvera, pone en vertiginosa carrera en acción nuestra Liga
haciendo él mismo el primer disparo, no sin antes haber izado nuestra enseña
Patria a los acordes del Himno Nacional. El primer lanzamiento es recibido por
otro no menos veterano: José Tapia, quien hace un somero recordatorio de
aquellos días felices que pasábamos en el terreno baldío que había frente a la
Iglesia del lugar, en la Mesa del Green. Con una
novena coja por completo, los mineros hacen frente a los trigueros del Mayo
quienes mandan a su “as” Julio Alfonso al centro del diamante; por su parte, los “tuzos” mandan a Echeverría quien aguanta toda la ruta
siendo recibido por el “Gordo” Bay fuera de entrenamiento. Todo pintaba color
de rosa para los surianos quienes al batear la primera mitad del noveno inning tienen un marcador de
Para el
segundo encuentro, los Mineros mandan al centro del diamante al pochito Tony Ponce, quien no las
atrae todas consigo y tiene que abandonar el juego siendo sustituido por el novato
Raúl Romero, recibiendo éste igualmente una andanada de garrotazos de todos
tamaños y calibres para acumular un total entre los dos de 21 hits y perder el encuentro
Por la tarde
los Mineros mandan al centro del diamante al “Barbitas” Acuña, héroe de mil
batallas y quien en repetidas ocasiones fue la sensación en nuestro Estado,
pero el rodar de los años se encarga de anular a las más fuertes constituciones
y una de sus víctimas es el mismo “Barbitas”, que comienza a declinar su
estrella; solo consigue sostenerse unas cuantas entradas para dejar su puesto
al novato Raúl Romero quien no da “pie con la bola” para que entre el siempre voluntarioso Manuel
Echeverría, recibiendo entre los tres una soberana paliza y permitir que los
arroceros se apunten una victoria de
El Alto
Comisionado Mario de la Fuente puso su mejor esfuerzo para lograr el éxito en
esta campaña; en un escrito dirigido a los dueños de los equipo y jugadores
escribió: “Por tener vívido interés para
que la próxima temporada sea todo un éxito deportivo y que los hombres de
negocios que integran los Comités de Nogales, Cananea, Santa Ana y Navojoa no sufran pérdidas como hasta la fecha lo han
venido haciendo cada temporada, y por el cariño que le tengo al beisbol de Sonora, me permito dirigir la presente en forma
enteramente constructiva a todas las personas que componen nuestro medio beisbolístico.
Siendo un aficionado de hueso colorado, me dirijo a la afición de
nuestro Estado para pedirle su
colaboración desinteresada en pro del beisbol de la
Liga de Sonora. Esta colaboración puede consistir en su asistencia a todosl los juegos que se verifiquen en las respectivas
ciudades que forman la Liga alentando con nutridos aplausos tanto a los
jugadores de casa como a los visitantes…. Por último, quiero recordar a los
cuatro comités de la Liga de Sonora que cuiden los ingresos y egresos durante
1949 para que al finalizar la temporada no sufran pérdidas innecesarias
obligándolos tarde o temprano a desamparar nuestro beisbol
por resultar siempre incosteable”.
Pero toda
intención quedó truncada; el día 13 de Junio de 1949 será la fecha que nos deja
muy malos recuerdos porque fue en este día cuando nos reunimos en La Casa del
Pueblo los señores Dr. Alfonso Durán Vázquez (Presidente de la Liga), Mario de
la Fuente (Alto Comisionado), Alfonso de la Fuente (Representante de Cananea),
Alberto R. Meyes (Nogales), Don Arnoldo Moreno F. y
el Prof.. José Márquez Flores (Santa Ana), Miguel S.
Durazo (Secretario de la Liga con la representación de Navojoa),
quienes discutieron ampliamente y con grandes deseos de seguir adelante
abordando todos los aspectos de los diferentes problemas y buscándole una vez
más la cuadratura al círculo con el fin de no dejar morir nuestra Liga.
Pero todo
fue inútil, desgraciadamente hubo factores
en verdad difíciles que se interpusieron en el camino y sobre todo un
enemigo muy poderoso: el Dr. Eduardo
Quijano Pitman, Presidente de la Liga Mexicana. El
Dr. Pitman, tanto por teléfono como por carta, exigía
la presentación de muchos peloteros estrellas de la Liga de Sonora para que se
incorporaran a los clubes de la Liga Mexicana a donde supuestamente pertenecían sus contratos.
Laureano
Camacho, cátcher de Santa Ana, fue el primero que
abandonó al equipo para incorporarse al club de Torreón aceptando por supuesto
un mejor salario; a cada momento el Dr. Quijano mandaba cartas con ofertas
muy tentadoras a Claudio Solano y a
otros más. Don Arnoldo Moreno F. muy indignado se dirigió al mencionado Doctor
exigiendo que respetara nuestro beisbol , cosa que con la mayor de las hipocresías el famoso galeno
contestaba que por ningún motivo molestaría a sus jugadores, pero por debajo de
cuerda seguía su obra maldita. Moreno se dirigió personalmente con el Dr. Pitman con caballerosidad y decencia haciéndole ver los
muchos trastornos que nos estaba acarreando, pero lejos de comprender lo
nefasto de su actitud, arreció contra nuestra Liga. La profesía
de Manuel Camacho lamentablemente se cumplió.