“Tienes
que estar ahí, a las 04:30PM, de regreso hasta aquel año mágico de 1981, para
ver la larga cola de automóviles esperando a que abrieran las puertas del
estacionamiento del Estadio y ver a Valenzuela iniciar su partido tres horas
después; tienes que encender la radio en esa tarde para escuchar el feliz
sonido del mariachi y la “Balada de Fernando” sonando por todos lados… yo sé de
eso porque yo estuve ahí” …
Steve Bisheff,
Columnista del Orange County Register
Capítulo I
FERNANDO Y LA MAGIA DEL BEISBOL
Los deportes forman parte muy
importante en el acontecer cotidiano de todas las ciudades del mundo, y en
nuestra región, el béisbol es practicado en cada rincón de la entidad y en
todas las edades ya sea como aficionados y también en su carácter profesional.
En el invierno, es tradicional esperar la nueva temporada con la ilusión de
tener un campeón en la ciudad cuando cada año en el mes de octubre se inaugura
la Liga Mexicana del Pacífico; en el verano, en el mes de abril aparece la Liga
Mexicana, donde participan ciertas ciudades del norte, centro y sur del país
manteniendo vivo el interés de la afición por el “Rey de los Deportes”. Desde
las primeras décadas del siglo pasado hasta nuestros días, la práctica de este
deporte se ha consolidado en el gusto del público ya sea en las tribunas, en el
campo, en los escritorios de la Administración de los equipos, y por supuesto,
en los medios de comunicación que alaban las grandezas de los héroes deportivos
y aquellos hechos de interés ocurridos en los diversos campos de pelota del
mundo; muchos dicen que en México, fue Sonora el lugar donde por primera vez
rodó una pelota en un campo de 4 bases.
Al paso del tiempo, infinidad de
jugadores han salido de los campos sonorenses comenzando desde las ligas de
aficionados en épocas infantiles y juveniles hasta hacer realidad el sueño
dorado de todo pelotero: jugar en Las Grandes Ligas, esto es, la liga
profesional de máxima calidad en el mundo asentada en Los Estados Unidos. Uno de esos muchachos que puso muy en alto el
nombre de Sonora en las Ligas Mayores fue Fernando Valenzuela Anguamea, un
joven brillante que con la pelota en su mano izquierda lanzada desde el
montículo del pitcher lograba despertar la admiración incluso de Jefes de
Estado, de jóvenes y adultos de todo el mundo, de cronistas de radio y
televisión de varias partes del planeta que de pronto se interesaron en saber
más de aquel humilde jovencito que cautivaría a millones de aficionados.
Pocas veces en la historia del béisbol
ha ocurrido un caso tan excepcional. Un jugador que apenas pisaba los 20 años
de edad de repente se enfrentó a los mejores peloteros de Grandes Ligas y de
forma fascinante lograba dominarlos, mostrando en la loma de los lanzadores un
desempeño que lo transformó de la noche a la mañana en ídolo nacional, y por
supuesto, de todos los sonorenses.
Primera Victoria en Valenzuela en GL
(El Imparcial, 10 de Abril de 1981)
¿Cómo
empieza la historia?
Vayamos al año de 1960 y pongamos
nuestra mirada en un pueblito pequeño localizado entre Obregón y Navojoa, casi
sobre la carretera que une a estas dos ciudades y que lleva por nombre
Etchohuaquila, nombre con el que se identifica también a una planta desértica
tipo cactácea que abunda en la región. La pequeña comunidad de trabajadores
agrícolas se ubica a 30 kilómetros hacia el sur de Obregón, o bien a 40
kilómetros hacia el norte de Navojoa medidos por la carretera. Con más
precisión, el poblado se encuentra muy cerca hacia el oeste de Fundición,
Comisaría que se localiza sobre la Carretera Federal de Cuatro Carriles, eje
caminero central de Sonora. El poblado pertenece al municipio de Navojoa aunque
curiosamente se encuentra más cercano a Obregón.
El martes 01 de Noviembre el llanto de
un niño empezó a viajar por el ambiente; era el hijo número doce de una familia
de muy escasos recursos económicos creada por el señor Avelino Valenzuela y
doña Hermenegilda Anguamea; se dice que ambos provienen de la fuerte raza Mayo
que vive en esta árida tierra del valle costero de Sonora desde épocas
milenarias. En nuestro Estado, al hijo menor se le conoce como “el zocoyote” y por lo regular es el
consentido de la familia cuando da los
primeros pasos.
Los llanos de Etchohuaquila, como el
de todos los pueblos de la región, se llenan de jóvenes divirtiéndose con el
beisbol que es el pasatiempo preferido de Sonora; y principalmente en aquellos
años 60’s, cuando Fernandito crecía bajo los vientos cálidos del Valle, era
tradición diaria llevar un buen palo de madera y una pelota hecha con tirones
de tela vieja pacientemente cosida haciendo la esfera perfecta. Siempre había
suficientes niños para “acompletarse” y hacer el juego; Fernandito era el más
pequeño y seguramente se entretenía tirando piedras al monte mientras sus
hermanos jugaban un buen partido por las tardes, cuando el sol lo permitía.
En la Costa del Pacífico existe
beisbol profesional desde 1945 en una liga que mantiene vivo el gusto por el
Rey de los Deportes; los “Yaquis” de Ciudad Obregón y los “Mayos” de Navojoa
siempre han sido furiosos rivales y Etchohuaquila entera es de los Mayos. Cada
año la historia se repite; hay un campeón eufórico y un subcampeón afligido por
la derrota, y como siempre, los locutores de radio le imprimen ese sello
característico en las narraciones beisboleras. Regresemos la vista hacia aquel
año de 1973,
precisamente cuando Fernando recién cumplía los 12
años en plena adolescencia, cuando creemos descubre la magia del beisbol. En
esa ocasión los Yaquis quedan campeones venciendo en la serie final a los Mayos
4 juegos a 1 para desconsuelo del pueblo; la serie por el campeonato consiste
en 7 partidos a ganar 4. Muy atentos por la radio todos escuchaban las
incidencias del quinto partido, que sería el último de la serie celebrado en Navojoa; en Obregón
habían sido los primeros dos:
“…
Estamos transmitiendo desde la Perla del Mayo este emocionante encuentro;
Navojoa solo ha ganado un partido mientras que Obregón ya lleva tres; será el
último juego en Navojoa y de ganar los mayos la serie podría trasladarse a la
casa de los Yaquis… pero estamos seguros que Obregón quiere terminar todo aquí…
hay una entrada regular en el estadio donde se observan muchos aficionados que
hicieron el viaje desde la antigua Cajeme… no hay mucha confianza del público
de Navojoa con la novena pero todo puede suceder… el reto es difícil… El equipo
de casa tiene que ganar tres partidos en fila si quiere ser campeón y debe
comenzar venciendo en este duelo. Lanzará Dyer Miller por los Mayos, el
excelente derecho norteamericano de gran velocidad teniendo como rival a otro
igualmente poderoso serpentinero, el también norteamericano Dick Troedson…”
Fernando seguramente estaba atento a
la radio… nervioso se comía las uñas esperando el milagro…
“…
hay dos outs en la pizarra; Miller lanza y…. strike tres… ponche para Matt
Alexander… primer out de esta parte alta de la tercera entrada… A batear
viene Tony Scott… Miller se impulsa y
manda sobre el pentágono… sale un pequeño globo al short stop y fácilmente cae
el segundo out en manos del parador en corto Rodolfo Hernández… A continuación
viene el difícil Derrell Thomas, norteamericano material de Grandes Ligas
precisamente proveniente de los Padres de San Diego que este año recibió la
gran oportunidad; bateó para los “frailes” apenas un 0.230 la temporada pasada
pero estamos seguros que brillará en el mejor beisbol
del mundo… Miller lanza… segunda bola; dos bolas con dos strikes… dos outs en
la pizarra, no hay gente en los senderos… el pitcher toma un poco de brea y la
deja caer sobre la loma… se pone de acuerdo con el cátcher... acepta hasta la
tercera señal… inicia sus movimientos… viene sobre la goma… y…. está saliendo
tremendo batazo por el jardín derecho la pelota sigue… sigue… sigue… y… de un
bote choca contra la barda… el corredor va por primera… sigue por segunda… y
llega parado a la colchoneta… es el primer hit que acepta Miller… un doblete de
Thomas”.
El jovencito Fernando no se despegaba
de la radio…
“…
viene al bat Jim Campanis, cátcher de los Yaquis… Miller se prepara… se
impulsa… lanza y… está saliendo un elevado al short stop… le baila un poco
Hernández… y… pierde la esférica en los reflectores… hay error en la jugada… mientras tanto Thomas llega a la registradora
con la primera carrera; el inteligente jugador moreno no dejó de correr
habiendo dos outs en la pizarra y out seguro…
Obregón toma la delantera en el partido con una carrera que será sucia…
pero que cuenta al fin.”
Fernando se molesta y mira la radio
poniendo la barbilla descansando en las manos que están sobre la mesa; desconsolado expresa:
“…
mmm… van a perder…”
El juego avanza y las carreras no
llegan; es la última entrada; las manos sudan, la angustia está al máximo:
“…
es la novena entrada, dos outs… los Yaquis a un paso de alcanzar la gloria de
un campeonato… Jorge Orta y Ward han sido retirados; Jack Pierce está en
primera base por boleto gratis; el zurdo Troedson quiere completar la
blanqueada… un jonrón y Navojoa gana; un out y Obregón es campeón… Presenta el
pitcher… al bat se encuentra Chris Ward… Troedson lanza y… sale una rola por
primera base… Campanis toma la pelota y pisa el cojín… esto se acabó…señores…
la locura para Obregón… ¡los Yaquis son Campeones!... Hemos sido testigos de un
juego histórico; el pitcher Dyer Miller de Navojoa solo permite un hit en 8
entradas y un tercio y termina perdiendo el juego… es algo increíble… esto va
para la historia del beisbol de la Liga de Mexicana del Pacífico. Obregón gana
el juego con un solo hit y Troedson lanza una blanqueada sensacional para el triunfo de los valerosos Yaquis”.
La esperanza murió; la radio se apaga
y todos se aprestan a dormir… Fernando busca una cobija y le pide “campito” a
su hermano en el catre donde diariamente duermen; un nudo en la garganta le estorba al niño de
12 años… Mañana será otro día… y empieza su sueño… “algún día seré pitcher de los Mayos”.
Yaquis de Obregón, Campeón en la Liga
Mexicana del Pacífico venciendo en la final a los Mayos (1972-1973)
Los
Comienzos
Para una persona que usa mayormente el
brazo izquierdo en todas sus actividades ciertamente el béisbol no le proporciona muchas
oportunidades para intervenir en el campo; un “zurdo” no puede jugar de
cátcher, ni de tercera base, ni de short stop o segunda base ya que se les
dificulta tirar a primera para sacar los outs cuando siempre el corredor
avanzará de derecha a izquierda; hay algunos beisbolistas zurdos que aprenden a
tirar con la derecha a fin de corregir eso, pero no es el caso de Fernando, un
zurdo total. Seguramente sus amiguitos le asignaron una posición poco riesgosa
reservada para los gorditos o a los técnicamente deficientes: el jardín
derecho.
Sin embargo, el inquieto Fernando no
podía quedarse tan al margen del juego… quería más acción… así es que optó por
pedir oportunidad en el sitio que siempre estará disponible para todos,
derechos o izquierdos: la loma de lanzar.
¿Me
prestas el guante?,
le pide Fernando a su compañerito rival en un juego esos de tantos que se
pactan en el llano, donde por las tardes el sol inclemente, la tierra seca
llena de choyas, matorros espinosos y lagartijas decoran el escenario; el viento también participa con los remolinos
vertiginosos que no son pretexto para interrumpir un buen partido de beisbol…
hay que esperar que pasen y “playball”…
-
Es derecho… le
contesta al tiempo que se lo tira a corta distancia.
-
Ya se… no le’a hace... responde
Fernando al tiempo que se lo acomoda y arranca al jardín.
En el campo, Fernando voltea al cielo…
agarra una piedra y la tira para el monte enfadado esperando el batazo que no
le llega.
En el juego, los jardineros se ven
asoleados de tanto batazo y por fin el jovencito de 13 años se anima y lanza un
grito desesperado:
-¡Yo
picheoooo!,
De pronto todos aceptan el
ofrecimiento; total más o menos carreras el partido ya se perdió.
-
Dale la bola a Fernando a ver que pasa, Sugiere el primera base al abatido lanzador.
-Ta’bueno
pues… vente!,
le gritan desde el cuadro y rápidamente el jovencito arranca emocionado; de ser
un espectador más de repente se convierte en el centro de la acción en el
improvisado diamante. Silenciosamente los outs empezaron a caer y por fin el
equipo de Fernando tomaría turno al bat.
Los lanzadores zurdos suelen ser
difíciles para batearles si acomodan bien la pelota; la trayectoria que sigue
la bola es diferente a la que los bateadores están acostumbrados por la mayor
cantidad de lanzadores derechos que hay… eso lo dijo Ted Williams, el inmenso
jugador de los Medias Rojas de Boston de mediados del siglo pasado. Fernando
descubrió eso y empezó a sacarle provecho; destacó en los juegos llaneros y
hasta le consiguieron un guante para zurdos, el que va en la mano derecha. El
tiempo pasó; sus avances en la loma poco a poco se fueron dando a tal grado de
que representó a su tierra en un torneo
de estrellas en Ciudad Obregón ya sobre los 17 años resultando ser el Jugador
Más Valioso; su brazo empezaba a pulirse y despertó la atención de muchos
entrenadores y por supuesto de algunos dueños de equipos, quienes generalmente
tienen buscadores que les informan de los talentos que van saliendo de los
llanos y que pueden ser apartados para años futuros.
Valenzuela (15 o 16 años)
Tuzos de Guanajuato era un modesto
equipo de béisbol adscrito a la antigua Liga Central de México por allá en el
año de 1978; fue el primer equipo profesional que firmó a Fernando y que le
ofreció su primer sueldo: $250 dólares, muy buenos para comenzar una aventura
que lo llevaría por senderos inimaginables en el Rey de los Deportes. Sentado en el autobús, seguramente avanzó
ante sus ojos aquel llano arreglado como campo de beisbol que nunca ha tenido
pasto, y recordó con melancolía la vez que le tocó cuidar el jardín derecho,
cuando sintió ese zumbido en el oído que los peloteros escuchan cuando ocurre
“el llamado del Diamante”.
Don Avelino consolaba a la madre de
Fernando:
-
Es lo que quiere hacer el muchacho… que le vamos a hacer?.
Todo va a salir bien… ya no llores… Dios lo cuidará… .
Pero, ¿Qué madre se consuela al ver
partir a su hijo dejando la incertidumbre de que quizás jamás pueda volver a
verlo?...
-
Ay Avelino… parece que no sabes… hay muchos peligros por allá… si se va estoy
seguro que ya no lo volveremos a ver…
le contesta Doña Hermenegilda secándose las lágrimas, esa agüita que se
confundía con lo mojado del delantal que seca los trastos.
De Navojoa a Guanajuato hay unos 1400
kilómetros; seguramente el viaje debió exigirle a Fernando unos dos días
sentado en el autobús hasta entrevistarse con el dueño de los Tuzos por allá en
el año de 1978. Este club participaba en la entonces Liga Central que tenía equipos en los Estados de Tamaulipas (4
novenas), Veracruz (1), San Luis Potosí (1), Zacatecas (2), Jalisco(3)
y Guanajuato (1). De buenas a primeras, nuestro Fernando empieza a conocer la
República Mexicana saturada de montañas y valles, de cañadas y ríos turbulentos
en tormentas y chaparrones que son lo común en el verano sobre la región media
del país.
El beisbol profesional en el verano
nunca ha funcionado en Sonora; por allá en los años 80´s se intentó conformar un circuito costero pero
fracasó; jamás se ha intentado de nuevo. El Beisbol de las Grandes Ligas
acapara por completo a la afición sonorense que por cierto es muy exigente y
gusta poco de ver novatos en un diamante; sin embargo, existe una liga
semiprofesional de muy buena calidad denominada “Liga Norte de Sonora”, que ha
sido semillero de muchos jugadores brillantes y donde al parecer Fernando
también incursionó alguna vez en 1977 o 78. Valenzuela no tiene más remedio que
aventurarse a la Liga Central a fin de desarrollar sus habilidades en la loma
de pitcheo en aquel año en que cumpliría la mayoría de edad.
A pesar de su juventud, Fernando tiene
buenos números al terminar la temporada; el equipo batea poco y logra un récord
de 5 ganados con 6 perdidos pero con un excelente promedio de carreras limpias
admitidas de 2.23; esto significa que por cada juego de 9 entradas aceptará
menos de 3 carreras en promedio, estadística considerada como muy sobresaliente
ya que con tres carreras su equipo podía ganar un juego. El año pasado (2006)
en Grandes Ligas, Johan Santana alcanzó un promedio de 2.77 para ser el
mejor con los Mellizos de Minnesota.
Para 1979 Valenzuela es contratado por
los Angeles de Puebla aunque es enviado en calidad de préstamo al Leones de
Yucatán, un equipo que hacía su ingreso por primera vez en la Liga Mexicana que
estaba en proceso de expansión; ese año la Liga Central desapareció por lo que
a Fernando le tocó esa última edición de un circuito que se mantuvo por dos
décadas. Como en todo equipo nuevo, las victorias no llegan muy seguido pues regularmente se forma con jugadores ya
veteranos o muy novatos; Fernando alcanza un récord de 10 ganados y 12 perdidos
pero con un excelente promedio de carreras limpias de 2.49 que impresionó a
muchos buscadores de talentos.
En aquel entonces la Liga Mexicana
contaba con equipos en los siguientes Estados: México (2), Veracruz,
Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila y Jalisco. Es así como Fernando terminó por
conocer prácticamente todos los rincones de la República Mexicana por medio del
béisbol; los continuos y largos viajes le dieron oportunidad de manejar un
turismo inevitable. Es ahí en Yucatán donde también conoce a dos personas que
serían de gran importancia en su vida poco tiempo después: el buscador de
talentos para los Dodgers de Los Angeles de las Ligas Mayores Mike Brito, y
Linda Burgos, la novia que se convertiría en su esposa tres años después.
En una ocasión cuando Valenzuela
lanzaba para los Tuzos de Guanajuato en 1978, el buscador Mike Brito se
presentó a un juego en Silao, comunidad del centro de la República Mexicana.
Mike llevaba la encomienda de investigar al prospecto Alí Uzcanga, un excelente
parador en corto de aquel entonces, pero se quedó asombrado con la actuación de
Fernando; en esa ocasión ponchó a 12 bateadores en una excelente demostración
sobre la loma de los disparos. Brito se lo llevó anotado… ¡iba por plata y
encontró oro!. Para 1979 Valenzuela hizo su aparición
en el estadio de los Leones de Yucatán, equipo para el que jugó de abridor por
toda la temporada; había llegado ya a la mayoría de edad y Mike le siguió la
huella al zurdo sonorense. Convencido de su talento, el 6 de Julio de este año
lo firma para Dodgers después de tener una temporada con 10 victorias por 12
derrotas y un excelente 2.49 de efectividad con 141 ponches. El Presidente de
esta organización, Al Campanis, voló hasta Yucatán para ver lanzar a aquel
jovencito y de inmediato quedó también convencido que era material para Grandes
Ligas.
El contrato fue por $120,000 dólares,
$20,000 para Fernando y el resto para el club dueño de su contrato; la cantidad
para él fue mínima pero no importaba: había emprendido el camino hacia los
grandes salarios, y por supuesto, jamás regresaría a vivir a Echohuaquila… su
mamá tuvo razón. Se dice que los Yanquis de Nueva York también andaban tras sus
servicios pero Brito les ganó la carrera; Jaime Pérez Avella era el directivo
de los Angeles de Puebla y acordó con Brito el traspaso de Fernando; tiempo
después, Valenzuela se quejó de que solo llegaron a su bolsillo la mitad del
dinero mencionado.
Linda Burgos era una joven maestra de
Mérida que trabó amistad con Fernando; llegaron al noviazgo durante la campaña
en que Valenzuela jugó para los Leones y aunque los continuos viajes del
sonorense por los estadios de México los separaban, poco a poco el cariño entre
ambos llegaría lejos; en un futuro no muy lejano formarían una bonita pareja, y
por supuesto, la relación ayudó bastante a combatir la soledad de un jovencito
que estaba enfrentando retos de gente grande. Al firmar contrato para los
Dodgers de los Angeles, Valenzuela se despedía de Mérida y de Linda; sus
números en la Liga Mexicana fueron suficientes para llevar al muchacho a otros
espacios de la pelota profesional… al sueño dorado… ¡Estados Unidos!.
Decidido a todo, llega al equipo
Dodgers Lodi en la Liga de California en una corta estancia de tres juegos:
gana uno y pierde dos aunque con un minúsculo 1.13 en carreras limpias
admitidas. Al año siguiente, los Dodgers envían al mexicano a la Liga de Texas con
los Misioneros de San Antonio; termina la campaña con 13 ganados y 10 perdidos
y un porcentaje de carreras limpias de 3.10 ocupando el tercer puesto; sin
embargo, fue líder en la liga con la mayor cantidad de ponches: 162. El equipo
estaba bajo la dirección de Donald Evertt LeJohn (Ducky, fallecido en 2005). El
team quedó en tercer lugar del torneo con 69 ganados y 62 perdidos y por supuesto, nuestro Valenzuela sigue de
turista conociendo las ciudades de Amarillo, Midland, Shrevenport, El Paso y
por supuesto San Antonio, todos en el Estado de Texas donde empezó a tener
seguidores en el ambiente latino.
Es oportuno mencionar que uno de los
peloteros que más ayudó a Valenzuela en la técnica de lanzar fue Robert “Bobby”
Castillo, pelotero de origen latino que años antes jugaba en 1975 para Sarasota
en La Florida, sucursal de los Reales de Kansas City de la Liga Americana; su
posición en aquel entonces era la tercera base pero los expertos no le vieron
mucho futuro. Al año siguiente este joven emigró entonces al equipo de los
Broncos de Reynosa de la Liga Mexicana y se dedicó a otra posición que también
jugaba de colegial: la de pitcher. En
este club mexicano logró un récord de 5-5 pero con un minúsculo promedio de carreras
limpias: 1.75.
Para 1976 Castillo pasó a los Sultanes
del Monterrey ganando 19 juegos con un promedio de carreras limpias de 2.22;
esto fue suficiente para despertar el interés de los Dodgers de Los Angeles
quienes procedieron a contratarlo llegando a ser para el año de 1980 el mejor lanzador
de relevo del club con 8 ganados, 6 perdidos y 5 rescates. “Babo” Castillo
basaba su pitcheo en una pelota sumamente difícil de lanzar: el “tirabuzón” o
“screwball”, aprendiéndolo de un estupendo pitcher mexicano que también
llegaría a Grandes Ligas: Enrique Romo. Años más tarde, Castillo declaraba: “lo miraba todo el tiempo… lo estudiaba…
aprendí mirándolo”. Romo jugaba con el México de donde pasó a Seattle en
1976 y después a Pittsburg en Grandes Ligas retirándose en 1982. El hermano de
Vicente Romo, otro monstruo del pitcheo, ganó 44 juegos y perdió 33 con 52
salvados en las Ligas Mayores. A petición de los directivos de Dodgers,
Castillo recibió la encomienda de enseñarle a Fernando Valenzuela “el tirabuzón”,
un lanzamiento que le estaba dando buenos resultados. Fernando no podría
sostenerse en Grandes Ligas teniendo una velocidad en sus disparos nada
impresionante y requería de otro recurso apropiado para un perfil zurdo y que
combinara con el valor que siempre ha exhibido en el montículo.
Uno de los mayores exponentes de este
tipo de lanzamiento fue Carl Hubbell, quien ganó 253 juegos y perdió 154 con un
PCLA de 2.98 jugando de 1928 a 1943 siempre con los Gigantes de Nueva York en
la Liga Nacional. Su mejor año fue en 1936 cuando ganó 26 y perdió 6 con un
PCLA de 2.31. Se hizo famoso en 1934 cuando ponchó consecutivamente a Baby
Ruth, Lou Gehrig y Jimmie Foxx en el juego de Estrellas. Fue electo al salón de
la fama en 1947. El jovencito deseoso de aprender siguió los pasos de su
maestro al pié de la letra logrando controlar a la perfección un lanzamiento
que viaja en contra de lo normal. El manager de los Dodgers en 1981, Tom
LaSorda, declaró alguna vez: “Bobby le
enseñó a Valenzuela a lanzar el tirabuzón; ahora Valenzuela lo hace mejor que
Bobby”.
Valenzuela con el San Antonio, 1980.
Capítulo II
VALENZUELA EN 1980
En el mes de Septiembre de 1980 al
terminar la Liga de Texas, Fernando recibe una noticia sorprendente; debe
reportar con los Dodgers de los Angeles quienes tenían serie en Atlanta…
¡inesperadamente las Ligas Mayores estaban abriéndole las puertas!. El corazón latió fuerte en el sonorense; tomó las
maletas, el viaje ya no sería en camión, ahora Fernando estaba conquistando las
nubes… estaba materialmente en las nubes, era el 15 de septiembre de 1980.
El primer estadio de Grandes Ligas que
pisó el zurdo mexicano fue el Fulton de Atlanta; había pocos espectadores que
serían testigos de ese día histórico para el beisbol mexicano: solo 8025 personas.
Atlanta estaba en cuarto lugar en la división oeste ya lejos de la competencia,
pero Dodgers tenía fuerte pelea con los Astros de Houston en la lucha por el
banderín y por eso llamaron a Valenzuela, a fin de reforzar el staff de pitcheo
y descansar a la rotación que para septiembre ya está agotada en un circuito
tan largo. Solo faltaban 18 días para terminar la temporada y prácticamente
faltaba un juego en cada día.
Ese primer partido de la serie con
Atlanta fue pésimo para Dodgers que perdieron por blanqueada 9 por 0 en un
excelente triunfo del lanzador derecho de Bravos Thomas Winton Boggs que cubrió
toda la ruta; por los Dodgers abrió el zurdo Burt Hooton, estelar del equipo.
El tercera base Bob Horner disparó jonrón productor de dos carreras sumando los
Bravos tres anotaciones en la misma primera entrada; para la tercera ya ganaban
5 a 0 cuando en ese inning pisan la goma dos veces dejando la loma el zurdo
Hooton para ser reemplazado por Joe Beckwith. Valenzuela no se perdía momento
alguno del juego; estaba disfrutándolo como nadie desde el “bullpen”…
¿debutaría?, ¿sabrían en Sonora que él estaba ahí?... quien sabe. Esperaba su
momento; su corazón seguía latiendo. Por un momento recordó todo su peregrinar
desde que salió de Sonora… los Tuzos de Guanajuato, los Leones de Yucatán,
California, los Misioneros de San Antonio… y ahora Los Dodgers, el equipo
tradicional de todos los tiempos… ¡era un sueño!... y todavía no cumplía los 19
años.
El teléfono sonó y Valenzuela volteó
rápido… el corazón latió más fuerte… era la sexta entrada en su parte alta y
LaSorda grita al bullpen… “Que caliente
Fernando… es momento para probarlo”. Le temblaron las piernas… su debut se
estaba cocinando… tomó el guante y una pelota que empezó a frotar como es su
costumbre. Los primeros lanzamientos salieron tímidos en aquel jovencito que
nadie miraba, el bullpen está demasiado lejos del diamante… ¿cómo no
emocionarse?... ¿alguien puede imaginar que las Grandes Ligas están de repente
enfrente de ti por primera vez y permanecer estoico, sin sentir los nervios, la
angustia del primer día?. En una entrevista Valenzuela muchos años después
manifestó: “guardo especial cariño por
aquel primer día que me dieron la oportunidad de lanzar en Grandes Ligas”.
Los Dodgers fueron retirados en la
parte alta del sexto sin anotar carreras: Derrel Thomas roleteó a primera,
Davalillo sustituyendo al pitcher Beckwith fue ponchado, el primer bat Dave
Lopes sacó hit sencillo al igual que Jay Johnstone, pero la entrada terminó
cuando Dusty Baker elevó al short stop. Fernando volteó al campo; miró que los
jardineros se retiraban a la caseta y respiró profundo… tomó algo de agua… se
santiguó, volteó al cielo por primera vez… y sale de la caseta dándose valor.
Los compañeros le gritan: … ¡suerte
muchacho… el juego es tuyo!
Los primeros lanzamientos del
entrenamiento previo a la entrada eran recibidos por Mike Scioscia, quien
también vivía su campaña de novato; se acercó a Fernando… le entregó la bola…
una palmadita… y a lanzar… Valenzuela bajó un poco de la loma y enfrentó al
primer bateador: Bruce Benedict, también catcher en su segunda campaña dentro
del beisbol mayor. Benedict fue el primer out de Fernando en Grandes Ligas: un
elevado al jardín central custodiado por Rudy Law… ¡el cascarón estaba roto… un
nuevo ligamayorista había nacido!...
Curiosamente el siguiente bateador fue
el mexicano de Guadalajara Luis Gómez, parador en corto de los Bravos que fue
dominado en rola a tercera para el segundo out. Gómez no se distinguió por ser
buen bateador aunque su defensiva fue muy respetable. Finalmente el pitcher
Boggs termina el inning siendo dominado por Fernando con otra rola al tercera
base. Esa fue su primera entrada retirada en la Gran Carpa aquel memorable día
15 de septiembre de 1980, fecha del tradicional “Grito de Independencia”.
En la siguiente entrada Valenzuela
permite dos anotaciones que fueron consideradas como sucias, es decir,
inmerecidas y por eso no cuentan en el cálculo del porcentaje de carreras
limpias admitidas. Las cosas sucedieron así: Jerry Royster fue ponchado (el
primero en Grandes Ligas para Fernando), Hubbard se embasó en error del tercera
base Ron Cey; bateando ahora Gary Matthews, el juez principal decreta un “balk”
a Valenzuela al hacer un movimiento ilegal en la loma, por lo que Hubbard se
instala en segunda base; quizás algo de nervios en el zurdo que le hizo perder
la concentración. Mathews conecta sencillo arriba del short stop (el primero
contra Fernando en Grandes Ligas) pasando Hubbard a tercera base. El siguiente bateador
Bob Horner roletea al cuadro y en error de Derrel Thomas anota Hubbard pasando
Matthews hasta tercera. Seguidamente Chris Chambiliss eleva al jardín derecho
permitiendo que Matthews anote la segunda carrera de la entrada en “pisa y
corre”; el inning termina cuando el cuarto bat Dale Murphy eleva al central.
Para el octavo inning Fernando es reemplazado por Jack Perconte en su turno al
bat.
El short stop Derrel Thomas era un
viejo conocido de Fernando; era el mismo que en aquella fría noche de Enero los
Mayos de Navojoa caían vencidos 1 por 0 para perder el campeonato en el último
juego de la temporada de 1972-73, Thomas anotó esa carrera para los Yaquis de
Obregón después de haber conectado un doblete, el único hit del partido que
recibió el pitcher Dyer Miller. En esa ocasión Jim Campanis conecta un elevado
al short stop que pierde increíblemente Rodolfo Hernández anotando Derrell la
valiosa carrera; otro hecho interesante es que Campanis era hijo de Al
Campanis, el Gerente General de los Dodgers en aquel tiempo y quien autorizó el
contrato para Valenzuela, el mismo muchachito de 12 años que miraba la radio
desconsolado por la derrota de los Mayos de Navojoa. Thomas y Fernando fueron
excelentes amigos en el equipo; fue
transferido en 1984 a Montreal y luego a California para despedirse ese
año después de 15 temporadas en la Gran Carpa; actualmente tiene 56 años
(2007).
Al siguiente día los Dodgers vuelven a
perder ahora 2 por 1 y Fernando fue un espectador más en el estadio… no
participó. El miércoles 17 de Septiembre el equipo inicia en casa una serie de
dos juegos ante los Padres de San Diego; después de un largo viaje sin
descanso, los jugadores saltan al terreno para llevarse una victoria de 2
carreras por 1 con excelente labor en el montículo de Don Sutton, su victoria 12 a cambio de 4 reveses; fue
ayudado por “Babo” Castillo y Fernando
continuó en la banca.
El jueves 18 inicia por los Dodgers
Bob Welch sumando otra victoria a su récord al ganar los de casa 7 por 3; Welch
suma su victoria 13 y Castillo su quinto juego salvado; Valenzuela seguía
calentando el pino en un estadio con 30,000 aficionados; jamás había visto algo
igual.
La oportunidad por fin llegó el
viernes 19 y nada menos que ante los Rojos de Cincinnati; la “gran máquina
roja” estaba ante sus ojos; aquellos grandes peloteros que hicieron época en la
década de los 70´s, de los que tanto leyó y admiró en periódicos y revistas,
ahora los tenía como rivales y compañeros de Grandes Ligas; el sueño iba
creciendo. El público ahora era mucho mayor: 46,609 aficionados; prácticamente
una población equivalente a la ciudad de Navojoa estaba en el Estadio… era el
monstruo de mil cabezas… ¿podría lanzar ante tanta multitud?... No se cansaba
de mirar… gente por todas partes llenaba el estadio… el ruido era increíble… es
el beisbol en su máxima expresión… ahí quería estar Fernando… y ahí estaba a
sus 19 años apenas.
Abrió el partido Jerry Reuss ante una
fila de grandes bateadores como Griffey,
Concepción, Foster, Bench, Driessen, Knight, Oester… sí… ¡era la gran Máquina
Roja!. Reuss aceptó una carrera en el primer inning y
7 en el segundo; antes del primer tercio del partido Dodgers ya perdía 8-0; era
el momento oportuno para que Valenzuela hiciera su debut en casa. Generalmente
a los lanzadores reservistas se les utiliza en esta clase de juegos para
descansar a los relevistas importantes. Tom Lasorda hizo lo adecuado; después
de medio componer el juego a 8 por 5 al finalizar la tercera entrada, vemos a
Fernando Valenzuela calentar en el bullpen para entrar a lanzar en el cuarto
capítulo. La emoción al máximo; por primera vez se presentaría en la loma de
Los Angeles; el primer bateador: Dave Concepción, a quien domina en rola al
short stop para el primer out. Seguidamente viene George Foster y es retirado
en elevado al cátcher para el segundo out; viene al bat el inmenso Johnny
Bench, el popular receptor quizás el más
completo de todos los tiempos en el beisbol de Grandes Ligas y Fernando lo
enfrenta con singular valentía… “David contra Golliat”. Afortunadamente las
cosas salieron brillantes para el muchacho de Etchohuaquila: Bench es ponchado
ante el alarido indescriptible del fanático de Los Angeles; el mexicano ha
ponchado al inmenso Bench que había pegado sencillo en el primer inning y
jonrón con casa llena en el segundo episodio sobre el estelar Jerry Reuss, y
ahora, un jovencito de menos de 19 años lo retiraba por la vía de los strikes.
Todo el mundo pregunta maravillado… ¿quién es… the one who is?... Fernando
caminó al dogout y sus compañeros estaban felices… ansiosos por felicitarlo.
Fue un debut de estrella para un lanzador pues estaba retirando al tercero,
cuarto y quinto en el orden al bat del equipo más grande de la década de los
setentas en la Liga Nacional.
En el quinto la gente empieza a mirar
con más detenimiento a este jovencito; el partido toma un interés adicional.
Dan Driessen se para en la caja de bateo e intenta tocar la pelota aprovechando
su rapidez; Valenzuela recoge la bola y manda “un riflazo” a primera; cayó el
cuarto out en fila… la gente aplaude frenéticamente. Sigue Ray Knight y el
encanto se rompe… la pelota sale hacia el césped del jardín izquierdo para un
sencillo y se coloca un hombre en primera base… los fanáticos de los rojos
también se escuchan aplaudiendo a Knight. Pero Fernando se crece y retira por
la vía del ponche a Ron Oester así como al pitcher Pete LaCoss desatando otra
andanada de aplausos; la gente quería saber más de ese novato; ¿quién es?...
¿the one who is?.
Ya más asentado en la loma, en el
sexto Valenzuela sigue su camino y poncha al primer bat Dave Collins… es el
cuarto. Sigue Ken Griffey, quien hábilmente le encuentra la bola al zurdo
sonorense y la pelota se va de hit al jardín central; hay hombre en primera.
Finalmente el parador en corto Dave
Concepción es obligado a una rola fácil al pitcher, Valenzuela manda a segunda
base Dave Lopes quien remata para el primera Garvey en un brillante doble play
que acapara la atención del respetable. Fernando ha colgado tres ceros
magistrales en su debut en el Estadio de
los orgullosos Dodgers y ya para el séptimo es reemplazado por un bateador
emergente.
En esa década de los 80’s Fernando
sería el pitcher más trabajador y más famoso lanzando en ese diamante.
Cincinnati se llevó este partido 10 a 7, pero queda para la historia como el
primer juego donde participaría Fernando Valenzuela en Los Angeles. Los más de
46,000 fanáticos se llevarían una tarea: ¿quién era Fernando Valenzuela?
Al día siguiente el zurdo de
Etchohuaquila no salió a la loma y los Dodgers continúan perdiendo ahora 10 a 2
con excelente pitcheo de otro de los inmortales del béisbol: Tom Seaver; al
abridor de los Dodgers Burt Hooton le hacen 7 carreras en la primera entrada.
El domingo de nueva cuenta los Dodgers caen con marcador ahora de 7 por 2
siendo barridos en la serie ante más de 50,000 aficionados; esta ocasión
también es oportuna para una nueva aparición de Valenzuela. Perdiendo Los
Angeles 2 por 1 en la novena, Fernando entra a lanzar y el primer bat Mejías
conecta un doblete; Ken Griffey roletea al short para el primer out avanzando
corredor a tercera. A continuación Dave Concepción conecta una línea al tercera
base para el segundo out y Cey rápidamente pisa la almohadilla consumando un
doble play milagroso, lo cual permite mantener en ceros el casillero de
Cincinnati; nuevamente Fernando salía entre aplausos y el jovencito de Sonora
seguía cautivando. El partido fue ganado por los Rojos en la entrada número
once haciendo 5 carreras, llevándose el descalabro el relevista zurdo
norteamericano Steve Howe. La máquina roja todavía funcionaba bien.
Los Dodgers habían perdido 5 de sus
últimos 7 juegos; eso no era muy bueno para un equipo peleando el liderato. La
siguiente serie sería contra los Bravos de Atlanta en casa… y el lunes 22 de
septiembre volvieron a perder 7 a 2 con derrota para Don Sutton; Valenzuela se
quedó en el bullpen de nueva cuenta. El martes 23 de septiembre el jovencito
tampoco jugó y los Dodgers cortaron su mala racha: por fin ganan 4 a 2 con
excelentes lanzamientos de Bob Welch.
El miércoles 24 de Septiembre Fernando
vuelve a la loma; Jerry Reuss explota en la séptima ante los Gigantes de San
Francisco en casa. Por aquellos años San Francisco no tenía un equipo
competitivo y ya estaba descartado del primer lugar en la división. El partido
estaba empatado a 4 carreras en la séptima cuando el abridor Jerry Reuss se
mete en problemas: después de ponchar a Herndon, Darrell Evans conecta doblete por el jardín derecho
y Jack Clark es pasado intencionalmente; LaSorda decide probar a Fernando y lo
trae a la loma para enfrentarlo con Wohlford; éste se sale con la mejor parte
recibiendo la base por bolas para que las almohadillas se congestionen y al bat
viene Rich Murray, hermano de Eddie Murray, este último excelente pelotero de
los Orioles de Baltimore en aquel entonces. Fernando domina a Murray en rola a
tercera base siendo Evans forzado en home para el primer out; la casa sigue
repleta de Gigantes pero Fernando termina la entrada cuando Strain batea por
Sularz y es dominado en elevado al primera base.
Nuevamente en la caseta brincan de alegría y Fernando es esperado para el
abrazo… Reuss en primera fila por supuesto.
Valenzuela cierra la octava ponchando a Pettini, domina en rola a Sadek
y retira con ponche al lanzador Tom Griffin; el jovencito seguía impresionando
a los más de 35,000 fanáticos que asistieron aquel día al Estadio. Finalmente
Los Angeles gana el partido en la entrada número doce cuando Manny Mota conecta
el hit de la victoria anotando Garvey la de la diferencia en un sensacional
encuentro de 3 horas 44 minutos de duración.
El jueves 25 de septiembre Gigantes
gana 3 a 2 a Los Angeles a pesar del gran juego lanzado por Hooton; Fernando
descansó en el bullpen. Al día siguiente los Dodgers hacen maletas y viajan a
San Diego para abrir una serie de tres partidos; ese viernes Los Angeles caen 3
a 2 ante los lanzamientos de Larry Mura y salvamento del legendario Rollie
Fingers; Valenzuela estaba atónito admirando a este superestrella desde el
callejón de entrenamiento; otro partido se les iba de entre los dedos ante unos
15,000 aficionados.
El sábado 27 de septiembre Valenzuela
logra su primer juego salvado. El partido llega a la octava entrada ganando Los
Angeles 6 a 1 con excelentes lanzamientos de Don Sutton, quien ya no sale para
la octava siendo reemplazado por Howe; este zurdo permite dos carreras, saca un
out y deja corredores en primera y segunda cuando es reemplazado por Stanhouse
quien domina a Tenace pero permite hit
de Salazar para la tercera anotación de la entrada y LaSorda no lo piensa mucho
y “jala” por su “as” Valenzuela. El zurdo viene al rescate con hombres en
primera y segunda y dos outs; enfrenta primeramente a Barry Evans y le otorga la
base por bolas para que las almohadillas se congestionen; Paul Dade sustituye a
Lucas con el madero y es obligado a roletear al short stop siendo forzado Evans
en segunda para concluir la entrada. El manager Jerry Coleman se quedó
extrañado: ¿the one who is?... ¿y ese quién es?.
La última
entrada es retirada fácilmente por Valenzuela: Gene Richards es out de
tercera a primera, Smith se embasa en error de Lopes, Mumphrey es out de short
a primera y el inmortal Dave Winfield es dominado por el jovencito de 19 años
en rola a primera base. Valenzuela logra así su primer juego salvado en Grandes
Ligas y Don Sutton debió haberlo abrazado muy efusivamente… fue el gran
beneficiado; era en aquel entonces un
veterano 16 años mayor que Valenzuela y con una antigüedad de 14 en Ligas
Mayores con etiqueta de superestrella, y ese jovencito logró preservarle el
triunfo. Al año siguiente Sutton dejaría a los Dodgers y eso propició la
entrada de Fernando al cuerpo de abridores.
Al día siguiente domingo 28 de
Septiembre, San Diego se lleva la serie derrotando a los Dodgers 7 a 5. Ganando
Los Angeles 5 a 3 en la octava, entra al relevo Steve Howe reemplazando a
Castillo; ya habían lanzado el abridor Welch y los relevistas Suttclife y
Beckwith. Después de ponchar a Mumphrey, Howe permite doblete a Winfield,
sencillo de Bass (reemplazado por Dade) y Salazar entrando la cuarta de San
Diego; Stimac recibe la base por bolas y las almohadillas se congestionan,
momento en que el nervioso LaSorda no permite más cosas a Howe y viene con
Stanhouse para lanzarle a Perkins, que entra en sustitución de Tenace con el
madero. Stanhouse otorga una base por bolas muy dolorosa que permite a
Dade la anotación del empate ante la algarabía de los aficionados aquella tarde
soleada. Con la casa llena, LaSorda
decide jugársela con Valenzuela y el zurdo domina a Evans en fly a segunda base
que Lopes pierde precisamente por el sol, entrando Salazar con la tercera
carrera del inning y la del desempate. Todavía el peligroso Gene Richards
conecta de hit a Fernando por el prado izquierdo anotando Stimac la cuarta de
la entrada, aunque el mismo Richards es puesto out tras intento de robo en
segunda base momentos después. La victoria se les va de las manos a los
Dodgers, un triunfo que después necesitarían angustiosamente y Fernando
nuevamente es víctima de errores. Al terminar este juego, Los Angeles estaba a
dos juegos del líder Astros de Houston y LaSorda tiraba la gorra al piso…
aprendería la lección de intentar primero con Valenzuela.
El lunes hubo descanso; había tiempo
para meditar. Después de 17 juegos seguidos desde el 11 de septiembre para Los
Angeles, en el standing de la zona oeste de la Liga Nacional Astros iba en
primer sitio y Dodgers lo perseguía a dos juegos de distancia; San
Valenzuela, 1980
Francisco era la siguiente escala para
el equipo en la última semana de competencia. Ese martes 30 de septiembre
Valenzuela conquista su primer victoria en la Gran
Carpa en labores de relevo; las acciones estuvieron así:
Ganando San Francisco 3 a 1 en la
novena entrada, Dodgers logra dos anotaciones para mandar el juego a
extrainnings. Jerry Reuss había iniciado y Stanhouse lanzó la séptima y octava.
LaSorda puso a Valenzuela en el noveno… la prueba de fuego para el zurdo sonorense.
Empieza con Darrell Evans y logra dominarlo en fly al central; Jack Clark
recibe la base por bolas al igual que Venable; dos hombres en base… un hit y el
partido está perdido… LaSorda permaneció estoico…
sabía que el muchacho podía y lo demostró con creces: Murray fue ponchado y
Sularz también. Un gran abrazo recibió el muchacho de sus compañeros al llegar
a la caseta. Hit de Hatcher y Frías con jonrón de Guerrero en la parte alta de
la décima dieron ventaja a Los Angeles 6 por 3; faltaba la parte baja y
Fernando no estaba dispuesto a perder: ponchó a Strain y a Bill North y dominó
al panameño Rennie Stennett en rola a segunda para llevarse su primera victoria
en Ligas Mayores. Ahora LaSorda estaba convencido de quién era su pitcher
estelar en los momentos difíciles; ese día Houston le ganó a Atlanta y el
standing no se movió.
El día primero de octubre Dodgers
vence a San Francisco 8 a 4 con lanzamientos de Hooton y “Babo” Castillo;
Valenzuela no jugó. Finalmente, el último partido de la serie lo pierde Dodgers
3 a 2, una dolorosa derrota que los aleja 3 juegos del
primer lugar pues Houston seguía ganándole juegos a Atlanta. La última serie
sería contra los mismos Astros en Los Angeles; Dodgers tenía que ganar la serie
para empatar el standing y obligar a un juego que definiría al campeón de la
división; difícil pero no imposible.
El viernes 03 de octubre Dodgers y
Fernando Valenzuela logran la victoria en 10 peleados episodios; perdiendo Los
Angeles en la novena frente a Ken Forsch 2 a 1, Fernando entra en la parte alta
relevando al abridor Don Sutton que se mantuvo durante ocho capítulos.
Valenzuela domina a Forsch en línea a segunda, poncha a Rafael Landestoy;
Cabell y Puhl le conectan hit sencillos pero
finalmente domina a Cruz en rola al short stop. En la parte baja de la novena,
Ron Cey produce la del empate con sencillo después de que Rich Monday se
embasara con hit sencillo y Dusty Baker alcanzara primera en error de
Landestoy. La décima es retirada por Valenzuela con ponche a Cedeño, línea de
Bergman a segunda y ponche a Ashby. La carrera del gane fue producto de
oportuno cuadrangular de Joe Ferguson sobre el perdedor Forsch, que
sorprendentemente salió a lanzar ese décimo capítulo. La asistencia al parque
fue de 49162 espectadores y aquel jovencito de 19 años se llevaba su segunda
victoria de la temporada.
Pitcheo magistral de Jerry Reuss que
lanzó el juego completo permitió a Dodgers llevarse la victoria el sábado 04 de
octubre con marcador de 2 por 1; jonrón de Steve Garvey fue la diferencia. Al
día siguiente, Los Angeles iba por el milagro: ganar el tercer juego seguido a
los líderes… y el milagro se hizo…
Dodgers se lleva el triunfo 4 por 3. Inició el partido Burt Hooton pero
salió en la segunda permitiendo dos carreras, siguió Castillo durante cuatro
episodios permitiendo una y a continuación entra Valenzuela en el sexto. Retira
a Howe en elevado al centro; poncha a Ashby y Reynolds es out en primera sin
asistencia; en la siguiente entrada Sambito eleva a tercera en terreno de foul:
Puhl recibe base por bolas y se roba segunda; Cabell eleva al derecho y Morgan
al centro para concluir la entrada… los aplausos a su máxima expresión para el
muchachito de Etchohuaquila. En la octava Fernando sale por un bateador
emergente.
Todo quedó preparado para el juego de
desempate que se celebraría en Los Angeles el 6 de octubre… las Ligas Mayores
en pleno se detuvieron para gozar de este partido, el único que se celebraba,
raro y obligado por la circunstancia de que el casillero de victorias y derrotas
eran iguales para Astros y Dodgers: 92 ganados por 70 perdidos. El duelo sería
Goltz contra Joe Niekro, excelente lanzador que acumulaba 19 victorias por 12
derrotas en la temporada. Para desconsuelo de los 51,127 espectadores Houston
hace dos en la primera, dos en la tercera y 3 en la cuarta para acabar con el
sueño de Los Angeles que tuvieron que lamentar tan triste derrota de 7-1
después de ligar tres triunfos al hilo. Valenzuela entró en la sexta ponchando
a Cruz, domina a Cedeño en elevado al central y Howe es out en línea a tercera.
En el séptimo Ashby eleva al izquierdo, Reynolds conecta de hit, Niekro se
sacrifica con toque al pitcher pero Puhl eleva al centro para eliminar el
problema. Sería el último out para Fernando en la temporada y los Dodgers se
retirarían a esperar el largo invierno para las acciones de 1981 que serían
inolvidables. Valenzuela tenía sentimientos encontrados ya que estaba feliz por
su llegada a las Grandes Ligas aunque
triste porque el equipo sería espectador en la postemporada.
El joven sonorense termina su participación
dejando un grato sabor de boca: no permitió carrera limpia en 17 entradas y
2/3; recibió 8 hits, otorgó 5 bases por bolas, ponchó a 16, salvó un juego y
ganó dos en los 10 partidos que
intervino. El público empezó a conocer a
Fernando… y LaSorda también.
Filadelfia finalmente doblegaría a
Houston 3 juegos a 2 en la serie que comenzaría al día siguiente y también se
lleva la serie mundial sobre los Reales de Kansas City en 6 emocionantes
partidos.
DE REGRESO A CASA
Fernando ya había debutado desde 1978
con los Mayos en una esporádica participación de relevista aquel martes 10 de
octubre, ocasión donde Navojoa cae ante Obregón 5 por 1 en el partido inaugural
celebrado en el Valle del Yaqui. Pero ahora, más hecho y con experiencia de
Ligas Mayores tenía su lugar asegurado en el equipo y venía a refrendar su
incipiente fama como relevista de los Dodgers. El sueño de Fernando se hace
realidad: lanzar de abridor para sus queridos Mayos.
Rápidamente se pone el uniforme y se
sube a la loma en su propio terreno el día 16 de Octubre en contra de los
Naranjeros y Héctor Espino en la primera serie del torneo; el resultado
simplemente fantástico: lanza una blanqueada de 2 por 0 aceptando 3 hits con 12
ponches y 2 bases por bolas conduciendo a Navojoa a su primera serie ganada de
la temporada 1980-81. Permitió dos sencillos de Héctor Espino, uno de Carlos
Ríos y ningún corredor pasó de segunda base; el lanzador derrotado fue Luis
Fernando Guzmán. Fernando Camargo conectó un cuadrangular solitario y la otra
carrera fue impulsada con elevado de sacrificio de Carlos Soto. El momento más
difícil para Fernando en este juego ocurrió en la novena cuando después de un
out Altar Greene recibe pasaporte; Espino disparó su segundo sencillo pero
Valenzuela obligó después a Rod Allen a batear una línea al short stop que se
convirtió en doble play terminando el juego de manera dramática; el jovencito
de casi 20 años lograba así su primer triunfo en la Liga Mexicana del Pacífico
diez días después de haberse presentado en el partido de desempate Dodgers
contra Houston en las Grandes Ligas.
La siguiente apertura de Valenzuela no
fue menos admirable aunque pierde el partido: el 22 de octubre lanza contra los
Yaquis de Obregón por quienes abrió Frank Dipino, siendo este último el ganador
en una victoria de 3 a 1 manteniéndose en el montículo durante 7 entradas y un
tercio para 6 hits y 7 ponchados; lo relevó José Antonio Limón. Pero Valenzuela
aún con la derrota lució más impresionante: ponchó a 12 yaquis, 8 de ellos en
tres entradas aceptando 8 hits terminando Mark Miggins sin problemas. Fernando
ponchó a los tres del primer inning pero abriendo el segundo Don Whitting le
disparó un cuadrangular de 400 pies por el jardín central al primer lanzamiento.
El partido se fue 1-0 hasta la octava, cuando Yaquis fabrica dos carreras
impulsadas por Bobadilla y Rigoberto Robles. DiPino llegaría a jugar en Grandes
Ligas con los Astros de Houston de 1982 a 1986, pasando después a Cachorros de
Chicago y Cardenales de San Luis terminando con Reales de Kansas City.
Fernando llevaba 24 ponchados en dos
aperturas; la tercera salida fue el día 26 de octubre contra los Aguilas de
Mexicali en Navojoa alcanzando la victoria con marcador de 2 por 1; en esta
ocasión ponchó a 14 llegando a 38 en la campaña permitiendo 6 hits, siendo el
derrotado Will McEnaney que toleró 9 imparables con 6 abanicados. Fernando
permite la única carrera en la novena entrada siendo producida por Carlos “El
Chaflán” López. Para Navojoa, Kevin Bass produjo la primera en la quinta y
Carlos Soto la de la diferencia en la séptima. McEnaney había jugado en Grandes
Ligas para los Rojos de Cincinnati, Expos, Piratas y Cardenales de 1974 a 1979.
Es oportuno mencionar también que Kevin Bass llegaría a Grandes Ligas en 1992
jugando varias temporadas hasta 1995 principalmente con Houston y San
Francisco; esta Liga era una verdadera prueba de fuego para el jovencito de
Etchohuaquila y la estaba superando con altas calificaciones.
En el día de su cumpleaños, 01 de
Noviembre, Fernando festeja con una excelente apertura al ganar nuevamente un
partido muy cerrado de 2 carreras a 1 contra los Venados de Mazatlán en el
puerto sinaloense. Ponchó a 13 llegando a 51 en la temporada; diseminó 6 hits
con dos bases por bolas, una de las cuales le ocasionó la carrera. En la
tercera entrada comienza Lupe Valle recibiendo pasaporte; Alvarez es dominado
en rola al pitcher avanzando Valle; Villela conecta hit dentro del cuadro y con
otro del mismo tamaño de David Villagómez Venados anota su única rayita. Mayos
empata en la séptima cuando después de dos outs, Kevin Paris, Alfonso
Paredes y Ken Boddin ligan sencillos. Ya
en la novena después de un out, Paredes conecta doblete, Boddin sigue con un “texas leaguer” quedando hombres en
primera y tercera. Acto seguido, Joel Pérez toca en temeraria jugada de
“squeeze play” anotando Paredes la de la diferencia. Alfredo Ortiz lanzó por
los Venados en su intento de conseguir su triunfo 101 de la Liga cargando con
su primera derrota de la temporada a cambio de 3 victorias, cubriendo toda la
ruta para 11 hits y 3 ponches.
Valenzuela termina el juego pasando ciertos apuros en la parte baja de
la novena entrada cuando Ramiro Guzmán se embasó en infield hit; Jeff Leonard
recibió la base por bolas; Cage es
ponchado para el primer out sin intentar el Manager Pilo Gaspar el obligado
toque; Ringleman sí intenta el toque pero es ponchado también; el siguiente
bateador Jesús Sommers se embasa en error del short stop llenándose las
almohadillas pero Valenzuela termina el encuentro sacando el tercer ponche del
inning al dominar a Guadalupe Valle.
Ya en el Manuel “Ciclón” Echeverría,
Fernando vuelve a la loma el día 6 de Noviembre con otra victoria ahora de 6
por 3 lanzando 8 entradas sobre los Algodoneros de Guasave; continuó con su
recital de ponches al otorgar 10 chocolates alcanzando los 61 abanicados en 43
entradas lanzadas en la temporada. Permitió una carrera sucia en el primer
inning y dos cuadrangulares en la novena salidos de los bats de Mark Funderbunk
y Willie Norwood. Mark Miggins se hizo cargo de los últimos dos outs.
Valenzuela retiró a 20 bateadores en orden después de la primera entrada.
El lanzador sensación de los Mayos se
enfrenta en su siguiente apertura a los Tomateros de Culiacán el día 12 de
noviembre también en Navojoa; después de 9 entradas sin permitir anotación,
poncha a 8 tomateros y acepta 4 hits con 4 bases por bolas. Mark Miggins
continúa la labor hasta la entrada número once cuando los mayos logran la única
carrera del partido sobre el lanzador Tom Turber en pésimo relevo a Salomé
Barojas; con dos outs y casa llena, Kevin Bass recibe el boleto gratis de
Turber dejando tendidos en el terreno a los visitantes de la capital
sinaloense. Barojas llegó a lanzar en Grandes Ligas entre 1982 y 1985 con
Medias Blancas de Chicago y Seattle con un breve retorno en 1988 con
Filadelfia. Ganó 18 y perdió 21 en la Gran Carpa con 3.95 en carreras limpias
admitidas.
En Guaymas, Fernando también mostró
sus cualidades en la loma. El día 19 de Noviembre venció a los Marineros con
score de 6 por 1 lanzando las nueve entradas para 4 hits, 1 carrera, 2
pasaportes, 9 ponches y 2 wild pitch; la derrota fue para el experimentado
serpentinero George Brunett que fue relevado por Abraham Rivera, exmayo por
cierto. La única carrera de Guaymas empezó con hit de Figueroa, después pasó a
segunda y en wild pitch de Valenzuela llega a tercera; de igual forma, otro
lanzamiento descontrolado y Figueroa termina finalmente en la registradora.
Brunet lanzó en Grandes Ligas para 9 equipos desde 1956 a 1971; murió el 25 de
octubre de 1991 a la edad de 56 años en Poza Rica, Veracruz.
Ya en Navojoa, nuevamente Valenzuela
vence a Tomateros al iniciar la segunda vuelta aquel día 28 de Noviembre en su
propio patio. En esta ocasión ponchó a 12 enemigos teniendo de rival en el
montículo a Fernando Arroyo quien lanzó 6 entradas; le siguió Sid Monge para el
resto aceptando 3 carreras y siendo el perdedor. Valenzuela lanzó todo el juego
regalando 5 bases por bolas y 8 hits con una carrera producto de cuadrangular
salido del bat de Gary Gray en la segunda entrada. Perdiendo entonces Navojoa 1
por 0 en el cierre de la séptima, “Paquín” inicia con hit, Joel Pérez y Kevin
Bass lo secundan llenando las almohadillas. Fernando Villaescuza forzó a
Estrada en la goma en un intento de “Squeeze play”, pero Kelly Paris conecta
doblete para producir dos; la última fue producto de cuadrangular de Mike
Soubras. El lanzador zurdo Sid Monge estuvo en Grandes Ligas desde 1975 a 1984
con California, Cleveland, Filadelfia, San Diego y Detroit; ese año de 1980
había salvado 14 juegos para los Indios de Cleveland en la Liga Americana.
El miércoles 03 de diciembre Fernando
hace su presentación por vez primera como abridor en Hermosillo lanzando un
estupendo partido, aunque su equipo no pudo hacerle carreras al abridor
naranjero Reggie Patterson en una especie de venganza de aquella blanqueada
propinada por el zurdo de Etchohuaquila en Navojoa a comienzos de la temporada
en el mes de octubre. Patterson aceptó
solo dos imparables en las nueve entradas: de Fernando Villaescuza en la
primera y Fernando Camargo en la séptima, completando su labor con 5 bases y 3
ponches. Valenzuela por su parte aceptó 9 imparables ponchando a tres y
regalando una base por bolas. Alejandro Treviño conecta imparable en la segunda
entrada, avanza a segunda en fly de sacrificio de Nelson Barrera, pasando a
tercera en otro fly profundo de Altar Greene para que con sencillo de Sergio
Robles entrara la carrera. En la cuarta, Espino inicia con hit, Treviño es out
en rola a segunda, Nelson Barrera conecta triple impulsando a Espino, Altar
Greene es ponchado pero Sergio Robles nuevamente produce con sencillo la
tercera anotación. Seguidamente Ray Torres batea un triple y en la jugada
Robles es puesto out en home en gran tiro de Fernando Camargo al short stop
Kelly Paris y éste a Paquín Estrada. De ahí en adelante Valenzuela no permitió
más libertades pero el daño ya estaba hecho.
Conviene anotar el comentario de que Alejandro Treviño sería receptor
por un tiempo de Fernando Valenzuela cuando ambos jugaron para Dodgers de Los
Angeles en 1986 y 1987.
Después de una salida desafortunada
visitando a los Yaquis de Obregón el día 10 de diciembre, que a la postre ganan
los Mayos 7 a 6, Valenzuela sube a la loma contra los Aguilas de Mexicali y
logra una victoria de 5 por 2 en el segundo juego del día 14 de diciembre,
aceptando 6 hits, otorgando 3 pasaportes y 4 bases por bolas. Perdió el desafío
Will McEnaney.
Valenzuela, Hermosillo (Dic 03 de
1980)
De regreso a Navojoa, los mayos
superaron a los Marineros de Guaymas con anotación de 5 por 0 en una excelente
blanqueada de Fernando Valenzuela el día 18 de diciembre; el zurdo sonorense
ponchó a 7 y dio una base por bolas en toda la ruta venciendo en gran duelo a
José Peña que lanzó para 7 hits y las 5 carreras. En la cuarta Mayos hace dos
carreras con base a Jim Obradovich, doble de José Cardenal que avanzó a tercera
y anotó en wild pitch; en la séptima tres más con doble de Paquín Estrada que
produjo una, triple de Fernando Villaescusa y rola productora de Kevin Bass.
El 28 de diciembre Naranjeros de
Hermosillo se enfrenta a Navojoa en doble cartelera siendo derrotado por
Fernando Valenzuela en el primer partido con marcador de 5 por 1 con pitcheo de
tres hits; Fernando lanzó las primeras 5 entradas en fila india hasta que Ray
Torres abrió la sexta con sencillo después de una seguidilla de 13 outs en
línea para el zurdo sonorense. Luis Fernando Guzmán fue el pitcher abridor por
Hermosillo y en la cuarta permite dos anotaciones con bases por bolas a Von
Joshua, Jim Obradovich y José Cardenal; Fernando Camargo sigue con sencillo
impulsando las dos. En la quinta, cuando Guzmán permite hit de Villaescusa, y
tras error del tercera base Nelson Barrera a toque de
Kevin Bass, Joshua sigue con doble
impulsando dos y Obradovich se trae la tercera con sencillo ya con dos outs.
Valenzuela solo había aceptado un hit hasta el octavo; en la novena, con dos
outs, Altar Greene dispara doblete y Héctor Espino con sencillo se trae al
plato la única anotación. Este mismo día por la noche después de 15 entradas,
los Naranjeros se llevaron el triunfo 2 por 1 con sencillo productor de Nelson
Barrera bateando de emergente por Chico Rodríguez; Sergio Robles anotaría la
carrera desde segunda tras un error del tercera base
Joel Pérez. Hermosillo terminaría llevándose la serie celebrada en el valle del
Mayo y la victoria de Fernando sería el único triunfo para los de casa.
Para el 2 de Enero de 1981 el zurdo de
Etchohuaquila comienza el año con otra victoria sobre Aguilas de Mexicali con
marcador de 4 carreras a 1, lanzando todo el partido con 8 ponches y regalando
solo 2 pasaportes. El exmayo Randy Niemann fue el derrotado en esa ocasión lanzando toda la ruta para 9 hits, 8 ponches
y 4 bases por bolas.
El 8 de Enero, nuevamente Valenzuela
pierde otro desafío en contra de los Yaquis de Obregón en una serie clásica más
celebrada en Navojoa; su oponente fue el derecho Arturo González que recetó una
blanqueada de 3 a 0 a los del Valle del Mayo aislando 3 hits, ponchando a 6 y
retirando en línea a 22 bateadores. Con esta victoria Obregón tomaría el primer
lugar en la tabla de posiciones y según el sistema seguido en esta competencia,
los Mayos de Navojoa quedarían fuera de los juegos de postemporada por no haber
alcanzado los puntos suficientes; con este juego Valenzuela daba por terminada
su participación en la Liga que fue catalogada como sensacional al ganar 11 y
perder 5 desafíos apenas a los 20 años de edad.
Entrenamientos Primaverales de 1981
Muy entusiasmado, Fernando llega a los
entrenamientos de los Dodgers en Florida; después de los fuertes ejercicios de
preparación, en Grandes Ligas se organizan una serie de partidos de
pretemporada entre equipos tanto de la Liga Nacional como de la Americana en la
famosa “Liga de la Toronja”. Fernando fue probado como pitcher abridor dadas
sus referencias y el escaso pero impresionante currículo que había levantado en
las Ligas del año anterior.
El día 17 de marzo en un juego de
entrenamiento celebrado en Vero Beach en contra de los Rangers de Texas, se
combinó con Burt Hooton que fue el abridor en un triunfo de Dodgers 2 por
0. Permitió solo un hit desde la séptima
hasta concluir el partido. El 26 de
marzo, Fernando abre un juego en contra de los Astros de Houston en Vero Beach,
Florida lanzando 5 entradas sin permitir anotación, llevando a los Dodgers a un
triunfo de 7 por 0; permitió cuatro hits y fue relevado por Bobby Castillo y
Steve Howe.
El manager Tom LaSorda se convencía
cada vez más de que estaba viendo el nacimiento de un gran lanzador en el
equipo de los Dodgers; en alguna ocasión comentó: “… ahora sé lo que sintió Walter Alston cuando tuvo a Sandy Koufax”.
En 1966, año en que se retiró tras una lesión, el también
zurdo Sandy Koufax ganó 27 juegos y perdió 9 con 1.73 en carreras
limpias admitidas, terminando las 9 entradas en 27 juegos por segundo año de
manera consecutiva. En 1963 alcanzó 11 blanqueadas con 306 ponches y 25 ganados
por 5 perdidos con 1.88 en efectividad. Fue elegido como miembro del Salón de
la Fama de Grandes Ligas en 1972. Ningún otro zurdo había despertado tanto
interés como Fernando Valenzuela después de Koufax en el equipo de los
Dodgers. Alston fue manager de los
Dodgers de 1954 a 1976 habiendo fallecido en octubre de 1984, y tuvo la
oportunidad de ver “la magia de Valenzuela”.
Capítulo III
TODOS LOS HONORES EN 1981
El año de 1981 comenzaba como todos;
entrenamientos primaverales en el mes de marzo y la inauguración en abril;
Fernando ya tenía un puesto asegurado en la rotación de abridores pues realizó
una excelente pretemporada y lo iban a probar iniciando juegos. Después de su
gran actuación como relevista en septiembre de 1980, tras la derrota ante los
Astros de Houston, los Dodgers de los Angeles
tenían a Burt Hooton, Jerry Reuss, Bob Welch, Fernando Valenzuela y Dave
Goltz en el cuerpo de abridores. El excelente pitcher derecho Don Sutton dejaba
al equipo para irse precisamente con los Astros siendo reemplazado por Fernando
en el staff; la juventud del muchacho de 20 años creaba incertidumbres… ¿era lo
correcto?... Tom LaSorda asumía la responsabilidad.
El día jueves 9 de abril de 1981 se
inauguró la temporada; un día antes de comenzar el encuentro surgió un problema
inesperado para el manejador LaSorda, pues de pronto Reuss sufre un tirón en
uno de sus músculos y Hooton aún no estaba totalmente listo; los abridores
programados para el primero y segundo juego estaban imposibilitados para lanzar
este partido contra los Astros de Houston, los campeones de la División después
de aquel día dramático de desempate en octubre. Ese día miércoles 8 de octubre
vemos a Valenzuela pasando la bola en el entrenamiento de bateo cuando LaSorda
lo cita a la oficina y le comunica que abrirá el partido inaugural. El
jovencito acepta el reto y LaSorda debió tener pesadillas esa noche.
Antes de lanzar, un pitcher debe hacer
movimientos de estiramiento de piernas, brazos, espalda, cuello, manos, y
demás. Después toma la pelota y empieza a lanzarla suavemente aumentando la
velocidad en forma gradual; algunos lanzan con una distancia más larga que la
normal y después se acercan para
calentar a la distancia reglamentaria. Esta rutina dura media hora
aproximadamente. El estadio lucía en todo su esplendor… lleno completo…50,511
personas fue la asistencia a la inauguración, una cantidad equivalente a la
ciudad de Guaymas en aquellos años. El jovencito sería el centro de la
atracción; robusto, de baja altura y pelo largo, contrastaba con la figura de
los lanzadores Welch, Hooton o Reuss, norteamericanos corpulentos de sangre
anglosajona; Fernando en cambio, mexicano del Valle del Mayo de Sonora… de
Etchohuaquila… de un pueblo que nunca ha pasado de 1000 habitantes;
indudablemente que fue un momento muy especial para quienes hemos tenido la
costumbre de seguir al beisbol de Grandes Ligas, sobre todo porque generalmente
el partido inaugural se lo dan al mejor lanzador y jamás nunca a un mexicano lo
habían distinguido con eso.
Jerry Reuss (1981)
Después de la ceremonia de rigor, el
zurdo camina al diamante; el público aplaude… está ansioso de ver pelota… hace
medio año que no disfruta de las incidencias del Rey de los Deportes. Va contra
los campeones del año pasado… contra los verdugos de los Dodgers el año pasado.
Se canta el play ball…
Houston entra al terreno con Puhl
(rf), Reynolds (ss), Cedeño (cf), Cruz (lf), Howe (3b), Roberts (1b), Thon
(2b), Pujols (ca), Joe Niekro (p). Los Angeles con: Lopes (2b), Landreaux (cf),
Baker (lf), Garvey (1b), Cey (3b), Guerrero (rf), Scioscia (ca), Russell (ss),
Valenzuela (p).
El primer bateador, Terry Puhl es
retirado con rola al short; Reynolds conecta de hit; Cedeño muere en rola a
segunda y Cruz eleva al izquierdo… primera entrada en orden y el público
ovaciona al muchacho. En la segunda, Howe recibe la base por bolas, Roberts
eleva al centro y Howe pasa a segunda; Thon es out en rola a segunda (Howe pasa
a tercera), y Pujols es out en primer a sin asistencia… Fernando recibe la
segunda gran ovación.
En la tercera entrada Niekro recibe
base por bolas; Puhl sigue con rola a primera para doble play y la entrada
termina con rola de Reynolds a segunda… Valenzuela sigue en plan grande. La
cuarta es retirada en perfecto orden por Fernando, la quinta en 4 con un hit de
Pujols, pero en la sexta las cosas se complican un poco. Después de retirar a
Puhl en elevado de foul al cátcher, Reynolds consigue su segundo hit del
partido; Cedeño conecta doblete por el izquierdo quedando hombres en tercera
y segunda con un out… ¿se
derrumbaría el muchacho?... ¿el público empezó a vivir la emoción del beisbol
en su máxima expresión… LaSorda confiaba en el jovencito… si lo hizo una vez,
lo puede hacer dos. Valenzuela enfrenta ahora a Cruz quien logra ser retirado
en una línea al short stop; ya con dos outs Sciosia y Fernando se concentran en
Howe quien es dominado de pitcher a primera… la ovación en el Estadio es
indescriptible.
La séptima es retirada en perfecto
orden así como el octavo episodio ante la algarabía del público. Dodgers ganaba
ya 2 por 0; un triple de Garvey y elevado de sacrificio de Cey en la cuarta
había hecho la primera y un doblete de Pedro Guerrero con Garvey en segunda
embasado por hit en el sexto hacían la diferencia. La novena se iba a disfrutar
al máximo; Cedeño toma su turno al bat, era el tercero en el orden; ¿se iba a
dejar que un muchacho lo retirara una vez más?; el año anterior bateó para
0.306 y fue el líder del equipo. Fernando se impone y logra que el dominicano
eleve de foul al tercera base Cey para el primer out; a Cruz lo domina en rola
a tercera; Howe conecta sencillo al centro pero Fernando cierra magistralmente
su labor con un inolvidable ponche a Dave Roberts para que la alegría invada
por completo al Estadio; Fernando saluda con su gorra y la historia queda
escrita… Primera blanqueada de Valenzuela en el juego inaugural… Esta vez
LaSorda no se equivocó…
Todos los periódicos deportivos resaltaron
la noticia; ni el mismo Fernando imaginó siquiera la conmoción que causó su
blanqueada en el mundo del beisbol; los sonorenses disfrutamos al máximo esta
joya de pitcheo realizada por un paisano en el mejor beisbol del mundo.
¿Fue una casualidad?; es el primer
partido de la temporada… todos están aún en búsqueda de su mejor nivel… ¿podría
repetirse?
El lunes 14 de abril Dodgers visita a
San Francisco para iniciar una serie de tres juegos; a Fernando le tocó lanzar
el segundo partido; Dodgers no había perdido aún en la temporada y Valenzuela
podría continuar la buena racha. Se dieron cita en el Estadio “de los
Candelabros” poco más de 23 mil fanáticos y el joven sonorense enfrentó el
desafío con valor. Su contrincante fue nada menos que el zurdo Vida Blue, el
mismo que de niño Fernando seguramente admiró con los Atléticos de Oakland a
principios de los años 70’s.
Y Fernando no defraudó a la
fanaticada; continuó su racha de ceros en su temporada de novato blanqueando a
los Gigantes hasta la entrada número 8, en la que Herndon batea un doblete
después de dos outs; a continuación Cabell liga un sencillo al izquierdo
anotando después Herndon la única carrera de San Francisco; Valenzuela aceptaba
así la primera carrera limpia en Grandes Ligas. El partido terminó 7 a 1. Los
aficionados al beisbol empezaban a paladear el nacimiento de una estrella; y se
grabaron muy bien el nombre: Fernando Valenzuela. Muchos norteamericanos
confundían el apellido Valenzuela con el país de Venezuela, y así lo llegaron a
nombrar, Fernando Venezuela. Las entrevistas no se hicieron esperar pero el
sonorense no hablaba inglés; necesitó del auxilio del comentarista en español
de los Dodgers, Jaime Jarrín, para ser el interlocutor para las cadenas de
habla inglesa; se mantuvo durante todo el año colaborando con el asediado
Fernando.
Fernando y Tom La Sorda (1981)
El zurdo de Etchohuaquila continuó con
su racha ganadora: el día 18 de abril en el estadio Jack Murphy de San Diego,
ante 19,775 espectadores, blanqueó a los Padres 2 por 0 aceptando 5 hits. En su
primer turno al bat en el tercer inning, Valenzuela conecta su primer hit en
Grandes Ligas contra el pitcher Rick Wise; por supuesto, la pelota le fue
entregada en la tradicional ceremonia. En el primer episodio, Ozzie Smith fue atrapado
por Fernando en intento de robo, una excelente habilidad que desarrolló también
con el tiempo el zurdo sonorense. En este partido, Valenzuela ponchó a 10
bateadores por segunda vez consecutiva.
Los Dodgers viajan después a Houston y
el miércoles 22 de Abril Fernando blanquea
1 por 0, creando una verdadera conmoción en el ambiente beisbolero…
¿alguien va a parar a Fernando?; acepta 7 hits y poncha a 11 por primera vez en
su carrera. Su rival fue Don Sutton, el mismo con quien Fernando lanzó de compañero
el año anterior. La carrera fue anotada por Pedro Guerrero después de conectar
doblete, avanzar a tercera en pisa y
corre y pisar la registradora con sencillo de… Fernando Valenzuela…. ¡la única
carrera del partido fue impulsada por el zurdo de Sonora!... Más reflectores
empezaban a perseguir al nuevo astro de Grandes Ligas.
El siguiente reto: contra los Gigantes
de San Francisco en Los Angeles. Casí 49,500 espectadores presenciaron otra
joya de pitcheo de Fernando Valenzuela el día lunes 27 de abril de 1981 en el
Dodger Stadium; otra blanqueada aparece en los periódicos del siguiente día:
5-0 teniendo al pitcher Tom Griffin de rival. En este juego Fernando conecta
tres hits y produce una de las carreras; noche redonda para el jovencito de
Sonora. Al terminar el mes llevaba 5
ganados, 0 perdidos y cuatro blanqueadas en su haber acumulando 28 entradas sin
permitir anotación. México entero brincaba de gusto y el beisbol se puso de
moda.
El día 03 de mayo Fernando enfrenta a
los Expos de Montreal; ahora nuestro Fernando conocía Canadá dentro de su
peregrinar deportivo. Un total de 46,405 espectadores en el Estadio Olímpico
fueron a constatar la grandeza del nuevo ídolo del beisbol… tampoco salieron
defraudados. El pitcher rival fue Bill Gullickson y el desafío se fue empatado
a una carrera hasta la décima entrada; Dodgers ganaba 1-0 pero Montreal anotó
la del empate hasta el octavo; de este modo Fernando acumuló una serie de 35
innings sin permitir anotación. La carrera fue producida por Spier impulsando a
Cromartie que había conectado hit, siendo avanzado a segunda con toque de
sacrificio. Dodgers anotó la carrera en la primera entrada con sencillo de
Landreaux después de base por bolas a Lopes y robo de segunda; en la parte alta
de la décima pisan el plato 5 veces para ganar, salvando el juego Steve Howe.
Dodgers visita ahora Nueva York y las
sorpresas continúan; Fernando lanza otra blanqueada de 1 por 0 el día viernes 8
de mayo poniendo de cabeza al beisbol de las Grandes Ligas; nuevamente poncha a
11 bateadores en un recital de pitcheo sensacional y en la catedral misma del
beisbol del Este de los Estados Unidos. Todo México no lo puede creer: 5
blanqueadas y 7 victorias consecutivas iniciando temporada. Cada día que pasaba
la pregunta era la misma: ¿Cuándo iba a perder?
Dodgers regresa a casa para una serie
de tres juegos contra Montreal; a Fernando le toca lanzar el tercer partido y
se anota sensacionalmente el octavo triunfo en fila 3 por 2 el día jueves 14 de
mayo ante una asistencia de 53,906 espectadores, más alta que el día de la
inauguración. Ganando Dodgers 2 por 1 en la novena entrada, André Dawson le
conecta el segundo cuadrangular del juego a Fernando estando a un solo out de
terminar el encuentro; el primero se lo pegó Spier en la tercera. Sin embargo,
el primer bateador de la novena, Pedro Guerrero, le conecta oportuno
cuadrangular a Steve Ratzer quien relevó a Gullickson, dejando en el terreno a
los sorprendidos Expos que habían sido doblegados por segunda vez por el joven
zurdo mexicano.
Pero el día de la primera derrota
tenía que llegar y esa cayó en manos de los Filis de
Filadelfia en el Estadio de los Dodgers el lunes 18 de mayo. Mike Schmidt le
conecta cuadrangular en el primer inning y en el tercero abre con base a Pete
Rose y Mike Schmidt, hits consecutivos de Moreland y Mathews hacen dos y fly de
sacrificio de Madox produce la tercera de la entrada. Los Angeles estuvieron
silenciados pues Marty Bystrom lanza una blanqueada que rompería la cadena de
victorias histórica para el zurdo de Sonora. En esa ocasión Fernando lanza 7
entradas para 3 hits, 4 carreras, 2 bases por bolas y 6 ponches; Stewart fue su
relevo.
.
Pero la “Fernandomanía” estaba en su
máximo punto. El sábado 23 de mayo de 1981, Valenzuela enfrentó a los Rojos de
Cincinnati en el River Front, un juego diurno; su contrincante fue otro pitcher
latino: Mario Soto. Fernando mantuvo a raya a los Rojos hasta la entrada número
5 donde le hacen tres carreras: Oester y O’barry ligan hit sencillos sin out;
Mario Soto toca rumbo al pitcher pero una serie de errores incluyendo uno de
Valenzuela, permiten la anotación de los tres corredores en una rara secuencia;
el partido iba 3 a 2 a favor de Rojos. Dodgers hace dos carreras en la parte
alta del sexto yéndose arriba 4 a 3; pero en la parte baja del séptimo los
Rojos logran el empate con un fly de sacrificio de Griffey y en el noveno se
van adelante 5-4 con una carrera producida por Vail en rola a tercera, teniendo
Fernando la casa llena sin out. Valenzuela corrió con suerte pues en el noveno
Dodgers empata sensacionalmente con cuadrangular de Johnstone y sale sin
decisión. De cualquier modo Los Dodgers ganan el partido en la décima anotando
4 carreras llevándose el veredicto el relevista Dave Stewart.
El jueves 28 de mayo en Atlanta
Valenzuela recibe una paliza; el partido termina 9 a 4 y Fernando explota por
primera vez en su carrera lanzando apenas tres entradas y dos tercios. Después
de un out, a Valenzuela le conectan de hit Murphy y Chambliss; Hubbard recibe
la base por bolas; Benedict liga sencillo productor; Ramírez forzó a Chambliss
en home (segundo out); Perry liga sencillo productor de dos; Linares sigue con
hit productor también y Fernando termina su labor en el montículo golpeando a
Pocoroba, entrando al relevo Forster dando una base por bolas con la casa llena
para otra carrera más; todavía Murphy conecta de hit anotándose las últimas dos
de la entrada para Bravos acumulando las 7, todas a la cuenta de Fernando.
El lunes 01 de junio Valenzuela
enfrenta de nuevo a los Bravos de Atlanta en casa. Ya más relajado con algunos
días de descanso después de dos meses de ardua labor, retoma la forma manteniendo sin anotaciones a
Bravos hasta la séptima entrada, cuando permite dos carreras producidas por
Chambliss y Nahorodny con sencillos; pero Dodgers haría 5 carreras en el
partido y la novena victoria se acumula a la cuenta a cambio de dos derrotas;
continuaba siendo la sensación del año.
Cinco días después, Fernando enfrenta
ahora a los Cachorros de Chicago por primera vez en su historia con una salida
desafortunada en juego diurno; acepta una carrera en la segunda entrada y
explota en la cuarta cuando Jerry Morales le abre con triple; Cruz recibe base
por bolas; Lezcano produce con hit sencillo; Davis conecta de hit produciendo
otra; Tyson conecta jonrón productor de tres; Iván de Jesús recibe base por
bolas y hasta ahí llega el zurdo; lo releva Castillo permitiendo un doblete que
hizo anotar a De Jesús la sexta del inning. ¿Valenzuela estaba fatigado?...
algo había de eso. Dodgers pierde 11 a 5 finalmente.
El 11 de junio Dodgers visita al Cardenales de San Luis en el Estadio Busch; Valenzuela
recibe su cuarta derrota del año con un marcador adverso de 2 por 1. Después de
dos outs en la primera entrada, Hernández recibe la base por bolas y Hendrick
conecta jonrón dentro del parque produciendo las únicas dos carreras de los
Cardenales. Los Angeles anota una en el sexto producida por Dusty Baker y es
todo lo que permitió el abridor Silvio Martínez con excelente relevo de Bruce
Sutter. Valenzuela salió en el séptimo lanzando Howe el octavo episodio.
Al día siguiente se interrumpen las
acciones en Grandes Ligas, pues el Sindicato de Peloteros de las Grandes Ligas
se declara en huelga provocando un receso de dos meses; la temporada se
reinicia el 10 de agosto con una serie contra Cincinnati en Los Angeles.
Fernando lanza el segundo de la serie y se va sin decisión después de dejar el
partido en la quinta perdiendo 3 por 2. Finalmente los Rojos ganan 7 por 6.
El domingo 16 de Agosto los Dodgers
reciben a los Bravos y Fernando lanza 5 episodios en otro partido sin decisión;
le anotan dos carreras en la segunda con sencillo de Murphy y jonrón de
Chambliss; en la tercera Horner conecta sencillo y Murphy le vuela la barda
para otras dos carreras; en la quinta Horner se lleva la barda para acumular
cinco anotaciones. Valenzuela sale por un bateador designado en el quinto.
Finalmente los Dodgers ganan 6 a 5 con
victoria para Tom Niedenfuer, su primera en Grandes Ligas.
Valenzuela por fin logra su décima
victoria de visita el día 22 de Agosto en el Estadio Bush en contra de
Cardenales con el marcador ajustado de 3 a 2. Las únicas dos anotaciones de San
Luis se produjeron en la segunda entrada cuando Herr conecta de hit estando
Tenace y Ramsey en tercera y segunda. Fernando sale en la novena habiendo
retirado a Hernández y a Hendrick; Lezcano recibe la base por bolas y LaSorda
va por el mexicano cediéndole la loma a Stewart quien poncha a Iorg para el
último out del partido. Por San Luis lanzó Ken Forsch.
Las blanqueadas regresan al brazo de
Valenzuela el 27 de agosto en una victoria de los Dodgers 6 por 0 en casa
contra Cachorros de Chicago; el zurdo mexicano recibe 4 hits otorga 2 bases por
bolas y poncha a 10 ante una asistencia de 48,191 espectadores. El cuarto bat
Bobby Bonds se lleva 3 chocolates y el zurdo de Etchohuaquila conecta dos hits
produciendo una carrera en una noche de venganza, pues a principios del mes de
junio fue apaleado por los mismos Cachorros explotando en la cuarta entrada.
El 01 de septiembre Los Dodgers
enfrentan a los Piratas de Pittsburg en un maratónico partido que se alargó
hasta la entrada número 14; Valenzuela lanzó 10 episodios dejando el juego empatado
a una carrera; la carrera de los Piratas fue producida por Bill Madlock quien
conectó un doblete estando Foli en segunda. En la doceava ambos equipos
anotaron una carrera continuando con el empate hasta la catorceava cuando
después de doblete de Landreaux, Ron Cey disparó sencillo productor. En este
juego Fernando se fue sin decisión.
Cinco días después, el día 6 de
septiembre Valenzuela lanza una blanqueada más ahora contra los Cardenales de
San Luis en una victoria de 5 por 0 con un brillante pitcheo de solo 4 hits, 8
ponches y 1 base por bolas. El zurdo había encontrado de nuevo su paso.
El 12 de septiembre en Cincinnati,
Fernando enfrenta de nuevo a los Rojos. Fue un emocionante partido que se
prolongó hasta la entrada número once perdiendo Los Angeles 5 por 4. Aceptó 4
carreras, otorgó 5 bases por bolas con 4 ponches, algo inusual en él,
explotando en la séptima. Su rival fue nada menos que Tom Seaver. Los rojos le
hicieron una carrera en el tercero, otra en el quinto y dos más en el séptimo. En
este inning, ganando Dodgers 4 a 2, le abrió Griffey con doblete, retiró a Dave
Concepción en rola al short stop pasando Griffey a tercera, Foster recibió base
por bolas y fue todo para el mexicano. Tom Niedenfuer entra al relevo y retira
en rola a segunda a Bench anotando Griffey, Knight conecta sencillo y anota
Foster empatando el partido; Oester sigue con triple anotando Knight la tercera
de la entrada para que explote Niedenfuer entrando Stewart al relevo, retirando
rápidamente a Nolan con rola a primera. Curiosamente Fernando nunca tuvo mucha
suerte con los relevistas que pocas veces le salvaron juegos. El partido se
empató dramáticamente en la novena con doblete productor de Pedro Guerrero,
pero los Dodgers pierden en la onceava con elevado de sacrificio de Concepción
teniendo la casa llena sin out. Tanto Seaver como Valenzuela salieron sin
decisión en el duelo.
Valenzuela vuelve por sus fueros otra vez y el
17 de septiembre vence a los Bravos de Atlanta en Los Angeles 2 por 0. Fue una
blanqueada de 3 hits, 2 bases por bolas y 6 ponches produciendo una de las
carreras en la sexta entrada con un sencillo sobre el abridor Mahler, ya con
dos outs; fue la victoria número 13 para el gran pitcher sonorense. En este
momento, Los Angeles estaba a 2 juegos de distancia de los líderes Astros de
Houston.
Cinco días después, el martes 22 de
septiembre ante 28,046 aficionados, Fernando enfrenta a los Gigantes de San
Francisco en el Estadio de los Candelabros, un parque que siempre se le
dificultó. Lanza 6 entradas, acepta 7 hits,
4 carreras con 3 bases por bolas y 6 ponches dejando el partido en la
séptima por un
bateador desgnado y Dodgers perdiendo 4 a 2;
el partido termina finalmente 5 a 2 siendo la quinta derrota para Valenzuela.
La siguiente apertura sería en Houston
el día domingo 27 de septiembre; Dodgers estaba a 5 juegos de los Astros y
debajo de San Francisco y Cincinnati; esta segunda parte de la temporada
después de la huelga no pintaba bien para los pupilos de Tom LaSorda. Un día
antes, Nolan Ryan les había lanzado un sin hit ni carrera en una formidable
demostración del “expresso” de Texas ante 32,115 aficionados. El partido lo
pierde Valenzuela 4 por 1 en un juego también muy emocionante ante 41,686
espectadores teniendo como rival al excelente Don Sutton. Fernando aceptó una
carrera de los Astros en la tercera cuando Thon abre con sencillo, Sutton toca
en sacrificio, Thon se roba tercera y anota en fly de sacrificio de Puhl. En la
séptima se le viene el mundo encima al zurdo mexicano aceptando tres
anotaciones: Cruz recibe base por bolas, Cedeño conecta doblete, Howe sencillo
productor y es out en segunda, Pujols sencillo productor, Thon sencillo al
centro, Sutton forzó a Pujols en tercera, Puhl sencillo productor y Puhl es out
en segunda. Valenzuela es relevado por Niedenfuer pero el daño ya estaba hecho;
sexta derrota para Fernando por 13 victorias.
El día 01 de octubre en Los Angeles,
Fernando pierde dramáticamente un juego por la mínima anotación de 1 por 0 ante
los Padres de San Diego en soberbia actuación del pitcher hawaiano Fred
Kuhaulua. Lanzó para 8 entradas con 5 hits, 2 bases por bolas y 7 ponches, pero
su ofensiva no pudo suministrarle carreras; fue el último partido de la
temporada para el novato que sorprendió a todo el mundo. De cualquier modo, la
carrera fue sucia y eso ayudó al promedio de Valenzuela que terminó la campaña
con un Porcentaje de Carreras Limpias de 2.48 anotaciones por encuentro;
participó en 25 juegos, completó 11, lanzó 192 entradas y un tercio y ponchó a 180
con 8 blanqueadas para ser el mejor en todos estos departamentos.
Debido a los problemas generados con
la huelga, las autoridades de Grandes Ligas acordaron que el líder de la
división antes del paro se enfrentaría al líder existente en la misma división
después de la huelga. En la primera parte los Dodgers quedaron medio juego
arriba de los Rojos de Cincinnati; en la segunda parte, los Astros de Houston
quedaron 1.5 juegos arriba de los mismos Rojos, de tal forma que Dodgers y
Astros nuevamente se verían las caras para sacar al líder divisional, algo como
ocurrió en año anterior.
La serie comenzó el 6 de octubre en
Houston con una victoria de los Astros 3 por 1 y estupenda labor en el
montículo del estrella Nolan Ryan que solo aceptó dos
hits, teniendo como rival al zurdo mexicano Fernando Valenzuela que aguantó el
duelo hasta la octava. La carrera de Houston cayó en la sexta después de dos
outs cuando Puhl conectó hit, Gardner recibe la base por bolas y Tony Scott
produce con sencillo. Dodgers por su parte empata en el séptimo con soberbio
cuadrangular de Steve Garvey. Fernando sale por un bateador designado en la
novena entrada y Stewart entra en su relevo recibiendo cuadrangular de Ashby
con uno en bases para la felicidad de los 44,836 aficionados que se dieron cita
en el Astrodome de Houston.
Al día siguiente miércoles 7 de
octubre, nuevamente los Astros superan a Dodgers en un sensacional duelo de 1
por 0 con victoria para Joe Sambito en un partido que se decidió hasta la
entrada número 11; el abridor fue Joe Niekro que se mantuvo por espacio de 8
entradas sin permitir anotación. Inició por los Dodgers Jerry Reuss que
blanqueó durante 9 innings con 7 hits, 3
bases y 4 ponches. Sencillo de Walling con la casa llena fue el batazo final
que adelantó a Houston en la serie 2 por 0 ante 42,398 aficionados.
La serie se traslada a Los Angeles el
día viernes 9 de octubre y Dodgers se lleva el veredicto 6 a 1 con victoria
para Burt Hooton. El siguiente desafío es responsabilidad de Valenzuela
teniendo como rival en el montículo a Vernon Ruhle, y el jovencito mexicano no
defrauda a la afición lanzando un soberbio partido de solo 4 hits aquel sábado
10 de octubre. Los Angeles empata la serie en un cerrado duelo de pitcheo con
marcador de 2 por 1; la carrera de Houston cayó en un noveno inning por demás
tenebroso: después de un out, Puhl conecta doblete; Phil Gardner es out en rola
a segunda pero Tony Scott conecta sencillo mandando a Puhl a la registradora
rompiéndose así la cadena de 16 ceros de Fernando en la serie; finalmente Cruz
eleva al catcher y la alegría vuelve a los aficionados de Los Angeles. Jonrón
de Guerrero en la quinta y hit productor de Russell en la séptima daban la
precaria ventaja a Dodgers 2 por 0 hasta llegar esa cardiaca novena entrada que
fue presenciada por 55,983 aficionados. La hazaña del año pasado podía
repetirse: ganarle tres juegos al hilo a Houston.
Todo se definiría en este quinto
partido celebrado el día domingo 11 de octubre; el “as” de Houston Nolan Ryan
se enfrentaría a Jerry Reuss y Los Angeles hace el milagro; vence a los Astros
por tercera vez consecutiva con marcador de 4 a 0 en una magnífica y oportuna
blanqueada de Reuss ante 55979 aficionados. La escena está lista para el
siguiente paso: la serie por el campeonato contra los Expos de Montreal que
habían vencido en la serie divisional a los Filis de
Filadelfia en cinco juegos también.
La Serie por el Campeonato
El martes 13 de octubre Los Angeles
empieza la serie por el título con una victoria de Burt Hooton 5 por 1 sobre
Gullickson y los Expos de Montreal; relevaron Bob Welch y Steve Howe. Al día
siguiente, Montreal vence a Valenzuela y los Dodgers 3 por 0 ante 53,463
aficionados siendo Ray Burris el autor
de la blanqueada. Doblete de Cromartie y sencillo de Raines produjeron carrera
para Expos en la segunda y en la sexta otra más con error de Baker.
Con la serie empatada, el equipo de
Los Angeles viaja a Canadá y el día viernes 16 de octubre los Expos toman la
delantera 2 por 1 en la serie; Steve
Rogers lanza las nueve entradas permite una carrera y su equipo le ayuda con
cuatro para acercarse al campeonato; Jerry Reuss se lleva la derrota lanzando 7
entradas siendo relevado por el novato Alejandro Peña. Al día siguiente, sábado
17 de octubre, un total de 54,499 aficionados se dieron cita para asistir a la
probable coronación de los Expos; pero el milagro estuvo de parte de los
Dodgers que ganaron el juego 7 por 1. El partido iba empatado a 1 carrera hasta
la octava entrada en excelente duelo de pitcheo entre Burt Hooton y Bill
Gullickson; en el octavo Steve Garvey conecta jonrón con Baker embasado con
sencillo y Dodgers toma la delantera en el juego 3 a 1 ante el desconsuelo de
los fanáticos; otras 4 carreras en el noveno apoyan al pitcheo del relevista
Steve Howe para que todo quedara listo y se verificara el juego por el
campeonato.
El juego sería el domingo 18 de
octubre, pero fue pospuesto por lluvia para el día siguiente; LaSorda planeó la
serie de tal forma que Valenzuela lanzara dos partidos; el segundo en Los Angeles y el último en Montreal de ser
necesario… y así sucedió… Nuevamente el duelo sería contra Burris; ambos
serpentineros aceptan una carrera, Fernando en el primer inning cuando Raines
abre con doblete, Scott se sacrifica y en rola para doble play de Dawson anota
Raines. Burris por su parte acepta su carrera en la quinta producida por
Valenzuela en rola a segunda; Monday y
Guerrero habían conectado hits sencillos sin out. Y así se fueron hasta el
noveno. En un afán de utilizar lo mejor de su pitcheo, el manager de los Filis
Jim Fanning decide remover a Burris trayendo a Rogers para que lanzara la
novena entrada; el derecho retira a Garvey en elevado a segunda y a Cey en
elevado al izquierdo; el siguiente bat Rich Monday conecta dramático cuadrangular
poniendo adelante 2 por 1 a Los Dodgers y a Fernando. Quedaba la novena entrada: empieza dominando a
Scott en rola a primera; Dawson eleva al jardín derecho; Gary Carter consigue
la base por bolas y Lance Parrish hace lo mismo. Dos hombres en base, uno en
posición anotadora a tiro de hit; la emoción en su punto más alto en el
partido… LaSorda visita a Fernando al montículo… no hay más para el zurdo… luce
cansado… y el robusto manejador decide traer del “calentadero” a Bob Welch, un
movimiento que resultó acertado pues Jerry White es out en rola a segunda
concluyendo la esperanza de los Expos; Montreal jamás estuvo tan cerca de un
campeonato; actualmente la franquicia es de los Senadores de Washington desde
2003 y ahíl ya no hay beisbol de Grandes Ligas, lugar al que llegó por primera
vez en 1969. Jim Fanning manejó solo a los Expos y había entrado en sustitución
de Dick Williams el 8 de septiembre.
El festejo de los Dodgers no se hace
esperar; Fernando Valenzuela, el jovencito de 20 años de Etchohuaquila ocupa
los encabezados de los periódicos de la Unión Americana: ha vencido a los Expos
en el juego final. Ahora la meta final: Ganar La Serie Mundial contra los
Yankees de Nueva York… ¿algo mejor para soñar?. Los
Angeles está en fiesta continuada… las emociones corren a raudales y Fernando
es el Rey del Beisbol en toda California para orgullo de México y de los
indocumentados.
La Serie Mundial de 1981
El clásico anual comienza en Nueva
York el día martes 20 de octubre: Jerry Reuss contra Ron Guidry. Un total de
56,470 aficionados son testigos de la primera victoria de los Yankees 5 por 3.
Guidry había tenido una estupenda temporada ganando 11 y perdiendo 5 con 2.76
en carreras limpias admitidas y era el pitcher estrella de Nueva York. Al día siguiente los Dodgers son blanqueados
por Tommy John, el zurdo biónico que ganó 9 y perdió 8 con 2.63 en CLA; su
rival fue Burt Hooton que lanzó estupendo partido pero sus compañeros no
cooperaron pisando el plato.
El viaje fue largo y en silencio de
Nueva York a Los Angeles. En el patio de los Californianos,
de sol y palmeras contra el frígido invierno que ya se asomaba en Nueva York,
habría más oportunidades para los Dodgers que nuevamente necesitaban de su
varita mágica de Sonora: Fernando Valenzuela. Tocaba el turno al zurdo
sonorense soportar la presión de un juego de vida o muerte; una derrota los
pondría contra la pared; una victoria los ponía en la pelea. Su rival sería el otro zurdo sensación de la Liga Americana de casi 23
años: Dave Righetti. Ganó 8 y perdió 4 con un promedio de efectividad de 2.01 en la temporada.
Una impresionante entrada de 56,236
aficionados se dieron cita para presenciar este
encuentro histórico entre dos novatos que brillaron con luz propia aquel año de 1981. Fue el viernes 23 de
octubre. Fernando comienza otorgando base por bolas a Willie Randolph, y tras
un out, regala pasaporte a Dave Winfield
para poner a tiro de hit la primera de los Yankees. Pero el zurdo se crece y
domina a Piniella en rola al short para doble play y el estadio se cae de la
emoción y la alegría.
Los Angeles atacó rápido a Righetti y
fabrica dos carreras en la parte baja de la primera; después de dos outs y con
hombres en primera y tercera, Ron Cey descargó un oportuno cuadrangular que
ponía adelante a Los Angeles 3 a 0. Pero la alegría duró poco cuando Yankees
fabrica dos anotaciones en la parte alta de la segunda: Watson abre con jonrón
la entrada, el cátcher Cerone conecta sencillo, el mexicano Aurelio Rodríguez
eleva al derecho y Melbourne produce con sencillo la segunda de Nueva York;
Righetti se sacrifica para el segundo out, Randolph vuelve a recibir boleto
gratis pero Mumphrey es retirado con rola al pitcher para terminar esta
dramática entrada.
En la tercera Yankees vuelve a atacar
y Fernando se tambalea. Después de ponche a Winfield, Piniella conecta
sencillo, Watson eleva a segunda pero Cerone se vuela la barda para modificar
el marcador 4 por 3 a favor de Yankees. LaSorda voltea al bullpen… pero confía
en su estrella y no se convence todavía de mover al zurdito del Valle del Mayo…
es su año… es su temporada.
En la parte baja de la tercera Los
Angeles amenaza: Garvey comienza con sencillo y Cey recibe la base por bolas;
el manager Gene Michael no resiste más y manda al relevo al derecho George
Frazier quien retira en perfecto orden a Guerrero, Monday y Scioscia que bateó
por Yeaguer. Curiosamente, Michael cambia a su pitcher y LaSorda cambia a su
catcher… el movimiento de LaSorda tiene algún sentido: Fernando no se llevaba
con Yeaguer como con Scioscia y eso mejoró su trabajo en la loma… el partido
comenzaba para esta batería.
En la quinta los Dodgers logran dos
valiosas carreras: Garvey conecta sencillo y Cey recibe base por bolas. Pedro
Guerrero pone a brincar al Estadio con tremendo doblete empatando el partido a
cuatro… Fernando era el más feliz en la caseta; seguidamente Rich Monday es
pasado intencionalmente llenándose las almohadillas; en este momento sale
Frazier y entra el zurdo Rudy May. El siguiente bat Mike Scioscia batea rola
para segunda productora de un vistoso doble play para Yankees pero Cey anota la
del despegue: Los Angeles 5, Nueva York 4.
El octavo episodio sería uno de los más difíciles para Fernando en su
vida deportiva. Empieza la entrada con hit sencillo el
gran tercera base mexicano Aurelio Rodríguez (ya finado, septiembre 23 de
2000), Milbourne lo secunda con otro sencillo al jardín derecho. Todo el mundo
voltea al bullpen… ¿sacará LaSorda a Fernando?... al bat viene Bobby Murcer de
emergente por May, que también es zurdo. No hay out. LaSorda se mueve nervioso;
tiene un ejército de lanzadores a su disposición. Decide darle un bateador más
a Valenzuela… al fin de cuentas la
jugada es de toque de sacrificio para avanzar corredores… LaSorda lo sabía… y
Murcer no es bueno para tocar… es bateador largo… y sucedió. En el intento de
sacrificio Murcer batea para doble play de tercera-segunda-primera,
enloqueciendo a los espectadores y al numeroso público mexicano que se mantenía
pegado al televisor en todo el país. Finalmente Randolph batea una rola a
tercera forzando a Rodríguez para el milagroso tercer out; el abrazo más
emocionante recibió el zurdo de Etchohuaquila al bajar las escaleras del dogout
por parte de sus compañeros. La novena entrada resultó de rutina para Fernando
retirando a Mumphrey, Winfield y Piniella, este último con un sonoro ponche que
fue coreado toda la noche… una noche inolvidable para la historia del beisbol
mexicano.
Al día siguiente, sábado 24 de
octubre, Dodgers vence a Yankees 8 por 7 con victoria en relevo para Steve
Howe, otro novato sensación con Los Angeles. Para el
domingo, ya los Dodgers tomarían la ventaja en la serie 3 juegos a 2 con una
victoria de Jerry Reuss sobre Ron Guidry 2 carreras a 1; ganando Yankees 1 por
0 en la séptima, Guerrero y Yeaguer conectan sendos cuadrangulares para una
victoria de escándalo.
Ahora a volar hacia Nueva York para
completar el milagro; Hooton contra John. Ni los Yankees podrían parar a esos
crecidos Dodgers; el espíritu de campeón lo traían consigo… se les veía desde
lejos y con un zurdito mexicano de talismán, un as bajo la manga que
inteligentemente LaSorda guardó para el último juego, un séptimo juego que ya
no fue necesario pues ante 56,513 espectadores Los Angeles obtiene la Serie
Mundial apaleando a Yankees 9 a 2 con estupenda labor de Hooton y Howe en el
montículo ; todos respiramos tranquilos… ya no sería necesario que Fernando nos
hiciera sufrir en la loma de los disparos.
Festejando el Campeonato (Octubre 28
de 1981)
Los
Honores
Tras la conclusión de la Serie Mundial
se otorgan los reconocimientos a lo más destacado en Grandes Ligas; el 11 de
noviembre de 1981, Fernando Valenzuela se convierte en el Primer Novato en
todos los tiempos en alcanzar el premio Cy Young, galardón que se otorga al
mejor pitcher tanto en La Liga Nacional como en la Liga Americana; superó en la
votación de los cronistas calificados a Tom Seaver con números de 70 a 67;
Seaver tuvo un desempeño excelente con los Rojos de Cincinnati ese año al
acumular 14 victorias por solo 2 derrotas en 23 juegos iniciados con un
porcentaje de Carreras Limpias de 2.54, 87 ponches, 1661/3 de innings lanzados,
6 juegos completos y una blanqueada. Fernando por su parte tuvo récord de 13
ganados y 7 perdidos en 25 aperturas, 11 juegos completos, 8 blanqueadas,
1921/3 de entradas lanzadas con 180 ponches y un promedio de carreras limpias
admitidas de 2.48. El 2 de diciembre de este mismo año 1981, Fernando fue
premiado también como “El Novato del
Año” superando al jardinero de los Expos
de Montreal Tim Raines, que tuvo 0.304 en porcentaje de bateo y se robó 71
bases. Por si fuera poco, Valenzuela obtuvo también el “Bat de Plata” por su
desempeño en la caja de bateo para un lanzador: 0.250 con 7 producidas y 6
sacrificios.
Valenzuela en el Pacífico
Después de las presentaciones
públicas, elogios al por mayor y hasta una serie de comerciales de televisión
en California, Valenzuela decide venir al Pacífico a lanzar para los Mayos. Gran
expectación causó entre los aficionados deseosos de ver lanzar el niño prodigio
del Beisbol Mayor. Fernando sube a la
loma por primera vez en la temporada 1981-82 lanzando 5 entradas en contra de
los Venados de Mazatlán llevándose el triunfo 8 por 1 ante más de 8 mil
aficionados que se congregaron en el Estadio Manuel “Ciclón” Echeverría.
Admitió 3 imparables, ponchó a 5 y no admitió carreras; fue relevado por Kelvin
Hagen con derrota para Herminio Domínguez.
El 21 de diciembre, de nueva cuenta
sube a la loma ahora contra los Potros de Tijuana ahí mismo en Navojoa ante
otro lleno en el Estadio local. En 6 entradas recibió 6 hits con 6 ponches
regalando una base y aceptando dos carreras; lo relevó Pablo Estrada para tres
hits siendo el pitcher triunfador. Un toque de hit de Marco Antonio Leal con
las bases llenas en la novena entrada impulsó a Willie Norwood con la carrera
del gane perdiendo Porfirio Salomón. Valenzuela lanzó las primeras 5 entradas
sin permitir anotación hasta la sexta cuando aceptó sencillo de Albert Hall y
cuadrangular de Johnny Alvarez.
Cinco días después, el 26 de diciembre
Fernando pierde el partido ante los Aguilas de Mexicali 4 carreras por 1 ante
otro lleno a reventar en el Manuel “Ciclón” Echeverría. Lanzó 5 entradas para 4
hits, 7 ponches y 7 bases por bolas admitiendo tres carreras de las cuales dos
de ellas fueron limpias; lo relevó Mario Núñez y terminó Sid Monge. Ganó Freddy
Martínez con relevo de Wright. En el quinto, un doblete de Alí Uzcanga después
de bases por bolas a Kuski, Cervantes y Jesse Baez por parte de Valenzuela
permitieron dos anotaciones; la primera también fue producida por Uzcanga en el
cuarto episodio.
Después de la boda celebrada en Mérida
Yucatán el día 28 de diciembre de 1981, Valenzuela retorna a Navojoa y el día
03 de Enero enfrenta a los Naranjeros de Hermosillo en el “Ciclón” Echeverría
perdiendo el juego 4 por 1. Maximino León con ocho episodios y Carlos Ibarra en
el resto lanzaron por Hermosillo mientras que Valenzuela se sostuvo todo el
encuentro ponchando a 11 y regalando 5 bases por bolas con 4 hits. Ray Torres
impulsó la primera carrera en el mismo primer inning; Jerry Hairstone produjo
la segunda en el tercero y el mismo Hairstone anota la tercera en el sexto
después de doblete y un error del inicialista Fernando Camargo; la última cayó
en el octavo impulsada por Ray Torres con doblete, anotando Treviño que se
embasó en error del mismo Valenzuela. Derek Bryant conectó cuadrangular para
Navojoa en el primer episodio para ser la única carrera que admitió el pitcheo
naranjero.
Pero Valenzuela se sacó la espina; el
día 8 de Enero lanza un juego sin hit ni carrera en contra de los Tomateros de
Culiacán en una victoria de 1 por 0 ante la algarabía de los aficionados que
nuevamente abarrotaron el estadio de Navojoa. Fernando ponchó a 6 y otorgó una
base por bolas siendo Acosta el derrotado. La carrera fue impulsada por
Fernando Camargo con fly de sacrificio en la segunda entrada de un juego
pactado a 7 capítulos.
El último partido de la temporada
regular para Valenzuela con los Mayos fue el día 13 de enero cuando los guió a
un triunfo de 2 por 0 en contra de los Marineros de Guaymas en el estadio
Manuel Ciclón Echeverría. Aceptó cuatro hits, ponchó a 9 y regaló cuatro bases
por bolas llegando a 15 entradas sin permitir anotación. Las carreras entraron
en la sexta por conducto de José Bojórquez y Juan Treviño, donde se combinaron
errores del shorstop Guadalupe Valle y un wild pitch de Bob Fallon, lanzador
derrotado que mantuvo el duelo en contra de Valenzuela al tú por tú.
Pero Navojoa no pudo alcanzar el pase
a los juegos de postemporada, quedando finalistas los Yaquis de Obregón,
Naranjeros de Hermosillo, Potros de Tijuana y Aguilas de Mexicali. Como
refuerzo, Valenzuela acepta integrar la novena de Obregón y rápidamente se sube
a la loma el día 18 de Enero en el cuarto juego. Teniendo como rival al derecho
Carlos Ibarra, el zurdo de Etchohuaquila lanzó por espacio de 6 entradas y 2
tercios sin permitir anotación en el triunfo de los Yaquis 1 por 0 sobre
Hermosillo en el Estadio Tomás Oroz Gaytán, victoria que permitió empatar la
semifinal a 2 juegos por bando. Valenzuela dejó el partido en el séptimo con
dos outs y la casa llena, entrando al relevo Bob Gibson para no permitir
mayores libertades al cuadro naranja. Fernando ponchó a 5 en los primeros tres
episodios y a 7 en total con 3 bases por bolas y tres hits. En la primera
entrada empezó con base por bolas a Tolleson quien avanzó en toque de Joe Bruno, ponchó a Jerry Hairstone y dominó a Alvin
Moore para salir sin daños. En la cuarta inicia Bruno con hit; es avanzado por
Hairstone en toque de sacrificio y se roba la antesala quedándose congelado ahí
cuando Moore es dominado en elevado corto al central y Espino entrega el tercer
out en rola al short stop. Finalmente en la séptima las cosas se le complicaron
al brillante lanzador mexicano: empieza la entrada con base a Hairstone; Moore
intenta un toque de sacrificio que sale de infield hit quedando hombre en
primera y segunda sin out. A continuación viene a batear Héctor Espino y
sorprendentemente el manager Tom Harmon ordena el toque al “bambino” de
Chihuahua. Espino saca una rola indefensa hacia el pitcher quien
inteligentemente dobla a tercera para sacar a Hairstone. A continuación Ray
Torres recibe su tercer ponche del juego para el segundo out pero Chico
Rodríguez toma la inicial por bolas malas. Es entonces que el manager Jim
Williams jala por Gibson quien logra un relevo escalofriante: lanza tres bolas
malas a Mario Mendoza y luego le pasa tres sonoros strikes para un ponche de
alarido. La carrera del gane fue impulsada por John Dave Hilton tras un
sencillo y robo de base de Darryl Sconnier con dos outs. Valenzuela se lleva la
victoria en un juego de grandes emociones y mucho nerviosismo; el mismo Fernando
comentaría después del juego: “ni en la
serie mundial he sentido tanto nerviosismo como hoy antes de este juego;
teníamos que ganar para empatar la serie… era mucha responsabilidad”.
Pero Obregón cae finalmente en la
serie y Hermosillo pasa a la final llevándose el campeonato al vencer a los
Aguilas de Mexicali a finales de Enero de 1982; los Naranjeros ganan el pase
para representar a México en la Serie del Caribe que se celebraría en
Hermosillo a principios del mes de febrero. Nuevamente Valenzuela es invitado
como refuerzo enfundándose el número 34 en la franela naranjera. Le toca abrir
el primer partido ante los Leones de Ponce de Puerto Rico llevando a Hermosillo
a una victoria aplastante de 14 por 0; Fernando mantuvo sin hit ni carrera al
equipo de la Isla Caribeña hasta la entrada número 8 en la que le conectaron un
doblete y un sencillo, terminando el juego Marty Decker con un relevo
excelente. El primer hit se lo conectó Candy Maldonado, actualmente
comentarista de partidos de béisbol por televisión; en esta ocasión Valenzuela
se mantuvo por 7 innings y 1 tercio. Nuevamente se sube a la loma el último día
de la competencia el martes 09 de febrero y lanza 5 entradas sin permitir
anotaciones antes de que Tony Peña enviara la pelota detrás de la barda en el
sexto; la séptima fue retirada en orden por el valioso zurdo y para la octava
fue reemplazado por Ernesto Escárcega. Al salir Valenzuela dejó el partido
empatado a una carrera, aceptó 8 hits y ponchó a 7. Escárrega por su parte no
pudo con el compromiso aceptando 3 anotaciones que finalmente le darían la
derrota a México 7 a 2, ocupando así el último lugar de la competencia junto
con Dominicana.
Valenzuela y su bat de plata (1981)
En el mes de enero y parte de febrero,
Valenzuela consiguió una seguidilla de 341/3 entradas sin permitir anotación
antes del cuadrangular de Tony Peña de Dominicana: 1 1/3 con Hermosillo cuando
caminó las nueve entradas el 3 de Enero, 7 entradas ante Culiacán el 8 de
Enero; 7 entradas ante Marineros de Guaymas el 13 de Enero; 6 2/3 el 18 de
enero contra Hermosillo en Obregón, 71/3 entradas contra Puerto Rico el 4 de
febrero y 5 entradas el día 9 de febrero ante Dominicana. La cantidad de entradas sin anotación equivalen
a casi 4 blanqueadas consecutivas … simplemente
fantástico.
Aquella Serie del Caribe de 1982 en
Hermosillo
CAPITULO IV
FERNANDO Y LA DÉCADA DE LOS AÑOS 80’s
El año de 1982 sería muy importante
para Valenzuela; era el año de la consagración; el año en el que había que
demostrar que lo sucedido no fue casualidad; que el joven era una real promesa
del beisbol. Pero por mientras empezaba la nueva temporada, había que arreglar
el salario. Sucedió que durante 1981 el contrato de Fernando se pactó en
$42,500 dólares; su representante Tony Demarco pide la estratosférica suma de
un millón de dólares para 1982, lo cual causó indignación en los escritorios de
los Dodgers. Después de varios días de negociación, que se comieron algunos más
de la pretemporada, el arreglo se hizo por $300,000 billetes norteamericanos y
Valenzuela reportó al campo de entrenamiento en Vero Beach, Florida para el 24
de marzo, dos semanas antes del juego inaugural; es por ese motivo que no fue
elegido para lanzar el primer partido de la temporada siendo programado hasta
el cuarto encuentro contra San Diego. Tocando este punto salarial, se ventiló
también que Valenzuela solo había recibido $10,000 dólares de los $20,000 que
le correspondían por su transacción de los Angeles de Puebla de Pérez Avella a
los Dodgers de Los Angeles.
Para comenzar el año, el sábado 10 de
abril de 1982 Valenzuela lanza 6 sólidas entradas sin permitir anotación y los
Dodgers vencen a los Padres de San Diego 6 por 0 siendo relevado por Dave
Stewart (2 entradas) y Dave Goltz (1); aceptó 5 hits y ponchó a 4 ante 46,700
aficionados en Los Angeles que vieron por primera vez en la temporada al
mexicano más consentido de California. En ese año el zurdo de Etchouaquila de
21 años logró 19 victorias a cambio de 13 reveses con un promedio de carreras limpias
de 2.87 en un total de 37 juegos iniciados, de los cuales en 18 ocasiones
cubrió la ruta completa de las 9 entradas, algo sencillamente fabuloso. Lanzó
285 episodios, obtuvo 4 blanqueadas y conviene aclarar que de esas 13 derrotas
en 5 de ellas perdió por una carrera y hubo aparte una blanqueada de 2-0 en
contra.
Este año fue su primera aparición en
un juego de estrellas; sucedió aquel martes 13 de julio de 1982 obteniendo el
triunfo la Liga Nacional 4 por 1 en el Estadio Olímpico de Montreal. Lanzó en
el octavo: retiró a Winfield en rola a tercera; otorgó base por bolas a Murray;
Yount forzó en segunda a Murray quedando quieto en primera; otorgó base por
bolas a McRae, momento en el que es relevado por Minton quien retira a Parrish
para el tercer out.
Valenzuela no pudo ganar los 20 juegos
a pesar de que tuvo dos oportunidades para lograrlo pero no corrió con suerte;
el miércoles 29 de septiembre lanza 7 innings y permite solo dos carreras pero
el juego se va a entradas extras con empate a dos perdiendo Los Angeles en 12
capítulos 4 por 3; Atlanta iba de líder y Dodgers estaba en segundo lugar a dos
juegos. El último partido de la temporada lo lanzó Valenzuela el domingo 03 de
octubre durante 6 entradas para 9 ponches y 5 bases por bolas, pero Dodgers
pierde 5 por 3 y Valenzuela se va sin decisión. Los Angeles quedan un juego
abajo del líder Atlanta que se enfrenta a Cardenales por el título de la Liga
sin lograr ganar un juego de la serie final.
Un Duelo con Tom Seaver
Uno de los mejores lanzadores en
Grandes Ligas de todos los tiempos lo es sin duda el derecho de Fresno
California, George Thomas Seaver, electo al Salón de la Fama de Cooperstown en
1992 y retirado en 1986; ganó 311 perdió
205 con un sorprendente 2.86 en carreras limpias admitidas en su estancia en el
mejor beisbol del mundo. Una de esas 205 derrotas fue contra Valenzuela el día
10 de agosto de 1982 en el estadio de Los Angeles. El partido concluyó con el
abultado marcador de 11 por 3, aunque Seaver sostuvo buen duelo con Fernando en
las primeras 6 entradas. Cincinnati anotó en el primer capítulo cuando Lawless
conectó doblete; Milner es retirado en rola al pitcher, Concepción se poncha
pero Johnny Bench conecta sencillo para enviar a la goma la primera rayita
roja. Seaver también tiene problemas en el primer inning y cede una carrera a
los de casa con cuadrangular de Rich Monday para que el partido se empate a 1
carrera. El “Gran Tom” permitiría una en la tercera y dos más en la quinta
saliendo en el séptimo con 6 anotaciones, 5 de ellas limpias; fue relevado por
Joe Price y Harris.
Después del último out en el primer
inning, Fernando retira en línea a 15 rojos antes de permitir el segundo hit de
la noche salido del bat de Dave Concepción, aunque la entrada finaliza
retirando a Johnny Bench con rola a tercera. Después de un hit de Cedeño al
jardín derecho en la séptima, las cosas se complican para Fernando en la
octava. Rafael Landestoy abre con sencillo, Lawless eleva al central para el
primer out, John Milner sigue con sencillo al derecho y la casa se llena con
base por bolas a Dave Concepción viniendo al bat el siempre peligroso Johnny
Bench. El valiente sonorense enfrenta al superastro de la receptoría miembro
del Salón de la Fama desde 1989, y le receta un oportuno “chocolate”. Al bat
sigue César Cedeño y choca la bola con rumbo al short stop, pero
desafortunadamente Bill Russell no puede
hacer la jugada permitiendo dos anotaciones sucias; Dan Driessen termina la
entrada en elevado al jardín. Fernando termina el juego retirando la novena en
tres hombres para una brillante victoria, la número 15 por 8 derrotas sobre el
inmenso Tom Seaver y ante más de 50,000 aficionados. Al bat, conectó un hit y
anotó una carrera. Seaver se retiró de la Gran Carpa el 19 de septiembre de
1986 llevándose tres premios Cy Young en los años de 1969, 1973 y 1975 jugando
por espacio de 20 años en Grandes Ligas con los Mets de Nueva York, Rojos de
Cincinnati, Medias Blancas de Chicago y terminando con los Medias Rojas de
Boston.
Una blanqueada sobre Pittsburg
El 20 de agosto de 1982, Valenzuela
logra un juego de dos hits en contra de los Piratas en el “Estadio de los Tres
Ríos” ganando el juego por anotación mínima de 1 por 0 en gran duelo con el
zurdo Larry McWilliams. Dale Berra le conectó hit en la primera entrada y
Johnny Ray en el quinto otorgando 3 bases por bolas sin permitir mas cosas. El
zurdo sonorense logró 6 ponches del sexto al octavo y 9 en total; la carrera de
los Dodgers se anotó en el segundo inning con oportuno cuadrangular de Ron Cey.
Un Juego Dramático en San Francisco
El día domingo 3 de octubre Valenzuela
lanza el último partido de la temporada en contra de los Gigantes de San
Francisco en el parque de “Los Cadelabros”. Sucedió que Atlanta iba de líder
con un juego de ventaja sobre los mismos Dodgers en la tradicional División
Oeste de la Liga Nacional. La estadística decía 89 ganados y 73 perdidos para
Atlanta y 88-73 para Dodgers, quienes con una victoria combinada con una
derrota de Atlanta tendrían oportunidad de un partido de desempate para decidir
el título de la División, como sucedió en aquella ocasión dos años atrás. Pero
la suerte no favoreció esta vez a los Dodgers y ambas escuadras cayeron
derrotadas ganando Atlanta su Título Divisional, aunque perdió en tres juegos
ante Cardenales de San Luis que nuevamente serían Campeones Mundiales venciendo
a los Cerveceros de Milwaukee.
En este domingo negro para Dodgers,
Valenzuela lanzó 6 entradas permitiendo dos carreras, ponchó a 9 y otorgó 5
bases por bolas. Fernando empezó fuerte la primera entrada sacando los tres
outs por la vía de los strikes otorgando una base por bolas, pero en la segunda
las cosas se complicaron: Darrell Evans conecta sencillo y Jeff Leonard doblete
para colocar hombres en tercera y segunda sin out; para colmo, Bob Brenly
recibe base por bolas y las almohadillas se congestionen de Gigantes ante la
algarabía de los más de 47547 asistentes al parque. Johnny Lemaster recibe otro
boleto gratis de Fernando y la primera carrera entra “de caballito” para San
Francisco. A continuación el pitcher Bill Laskey es dominado por Valenzuela
en rola al short stop para un valioso
doble play, permitiendo anotar de todas formas a Leonard la segunda carrera de
San Francisco; Fernando termina esa entrada de “nervios saltarines” ponchando a
Venable. En la tercera, Valenzuela retira a Morgan con elevado al short stop y
a Clark con ponche, pero otorga bases a Reggie Smith y a Evans, ponchando
finalmente a Jeff Leonard para sacar la entrada ileso.
La cuarta, quinta y sexta entradas son
retiradas por el zurdo de Etchohuaquila en riguroso orden saliendo por un
bateador designado en la séptima. Jonrón de Ron Cey en la segunda entrada
después de sencillo de Garvey tenía el juego empatado a dos. En esa séptima entrada,
Dodgers llena las bases con un out, pero Greg Minton retira a Bill Russell con
ponche y al mexicano Jorge “Charolito” Orta que entró de emergente por
Valenzuela para mantener el partido empatado a dos. En la parte baja de esa
entrada, Niedenfuer deja el partido con dos hombres en bases y dos outs para
que Joe Morgan conecte un dramático cuadrangular sobre los lanzamientos del
relevista Terry Forster para enterrar
definitivamente a los Dodgers y al pitcheo valiente y brillante de Valenzuela
durante 6 peleadas entradas… así es el béisbol. De todas formas, este año de
1982 Fernando ratificó su calidad de gran pelotero bigleaguer, acallando muchas
voces que vaticinaban una corta vida al fenómeno del tirabuzón; los años
siguientes serían testigos de grandes hazañas de este mexicano inmortal de los
diamantes.
Los
Años de 1983 a 1991
Para 1983 Fernando sigue haciendo
historia; el 19 de Febrero gana el arbitraje salarial convirtiéndose en el
primer jugador de Grandes Ligas que logra un contrato de $1 millón de dólares;
Tony De Marco era su representante y muy bien capitalizó los logros de
Valenzuela en el montículo; Dodgers ofrecía $750,000 dólares pero los jueces
dijeron otra cosa. Ese año gana 15 y pierde 10 juegos con un porcentaje de
carreras limpias de 3.75; los Dodgers
quedan en primer lugar en la división oeste a 3 juegos de distancia de los
Bravos de Atlanta. Filadelfia es el líder de la otra división y ambos equipos
se enfrentan en la serie final por el campeonato. Filis gana el primero en Los
Angeles 1 a 0 con excelente trabajo en la loma de Steve Carlton; el segundo es
una victoria de Valenzuela 4 carreras a 1 lanzando durante 8 episodios; permite
un jonrón de Gary Mathews en el primer inning. Filadelfia gana el tercer juego
7 por 2 en casa y termina la serie con otro triunfo con el mismo marcador para
llevarse el campeonato. Esta vez no hubo milagros.
Al año siguiente de 1984, Fernando
tiene una temporada contrastante; gana 12 y pierde 17 aunque con un excelente
promedio de carreras limpias de 3.03, de los mejores en la Liga; además otorga
106 bases por bolas para ser líder a cambio de 240 ponches, este último el
mayor número de su carrera de tres años. Dodgers termina en cuarto lugar a 13
juegos de San Diego que resulta ser el Campeón de la Liga ganando la serie ante
Cachorros de Chicago. En esta ocasión Fernando lanza solo 2 blanqueadas en los
34 juegos que comenzó con 12 juegos completos sin perder un turno en la
rotación de abridores, algo que siempre se le reconoció. Fernando fue invitado
a lanzar por la Liga Nacional en el juego de estrellas que se celebró en San
Francisco el día 10 de Julio. Se mantuvo por dos entradas; al abrir la tercera
Thornton y Whitaker conectan sencillos
pero Rod Carew batea para doble play con rola a primera base, Garvey pisa la
almohadilla y tira a home para sacar a Thornton en una emocionante jugada;
termina la entrada Ripken con rola a tercera. En la cuarta Fernando hace una
excelente demostración con ponche a Dave Winfield, Reggie Jackson y George
Brett, un hecho que fue muy
comentado por la prensa.
Carlton
y Fernando Valenzuela
El día 16 de mayo de 1984 los Dodgers
se enfrentan en el tercer partido de la serie
a los Filis de Filadelfia; tocó el turno que se
vieran las caras dos de los más famosos lanzadores zurdos de la década de los
años 80: Steve Carlton y Fernando Valenzuela. El equipo Angelino había perdido
dos juegos y buscaba el del honor; ambos serpentineros no llevaban récord
positivo: Carlton tenía una victoria por dos derrotas mientras que Fernando gozaba
de números negativos también: tres victorias a cambio de 4 reveses. Las
primeras tres entradas fueron retiradas por Valenzuela sin carreras con 4
ponches, una base por bolas y un hit conectado por Maddox estos dos últimos en
el primer inning. Pero la cuarta estuvo fatal: inició Mike Schmidt con
sencillo, Lezcano elevó al central, Wilson se embasa en error de Valenzuela y
en mal tiro a primera llegan ambos a segunda y tercera respectivamente;
Matuszek eleva al izquierdo para el segundo out pero el siguiente bateador
Virgil es golpeado por Fernando llenándose las almohadillas de filis. Iván de
Jesús recibe la base por bolas entrando Schmidt con la primera carrera
empatándose el encuentro; en el inning anterior Baylor produce con sencillo
después de un doblete de Reynolds. Así las cosas el siguiente en turno es Steve
Carlton, y para sorpresa de Valenzuela, le pesca un lanzamiento y lo deposita
tras la barda para un cuadrangular con casa llena. El inning termina con ponche
a Juan Samuel. Todavía en la séptima Filadelfia hace dos más producidas con
sencillo de Maddox después de un incogible de Carlton y doblete de Samuel.
Valenzuela pierde el quinto partido del año aunque solo dos carreras fueron
limpias de las siete anotadas por el equipo visitante, ponchando a 7 y
otorgando 2 bases por bolas. Carlton conectó 13 jonrones en sus 24 años en la
pelota grande.
Pero Fernando se vengaría con mucho
estilo de aquel jonrón del “Gesticulador”. El día 23 de mayo de 1984 los
Dodgers se enfrentan en el segundo partido de la serie a los Filis llevándose
la única victoria de tres encuentros con marcador de 1 por 0, lanzando Fernando
Valenzuela estupenda blanqueada en
contra de su oponente jonronero; acepta 3 hits, uno de los cuales es de Steve,
y poncha a 15 contrarios aunque otorga 6 bases por bolas. Esos ponches
estuvieron así: 2 en la primera (Samuel y Schmidt), 3 en la tercera (De Jesús,
Carlton y Samuel), 2 en el cuarto (Lezcano y Wilson), 3 en el quinto (Matuszek,
Virgil y De Jesús), 1 en el sexto (Schmidt), 2 en el séptimo (Matuszek y
Virgil) y 2 en el octavo (Wockenfuss y Samuel). La carrera fue anotada por Mike
Sciosia que conectó doblete en el quinto capítulo, producida también por
Fernando con una rola al short stop… cosas del beisbol. En la novena con un
out, Valenzuela otorga dos bases por bolas pero retira a Wilson en línea al
segunda base y a Matuszek en elevado al
centro para concluir su obra maestra.
En el año de 1985 Valenzuela hace un
excelente regreso ganando 17 y perdiendo 10,
blanquea en cinco juegos y alcanza un porcentaje de carreras limpias de
2.45 que fue el mejor de su carrera; este puede ser considerado como el año
donde exhibió madurez sobre la loma funcionando como un verdadero y consolidado
jugador de Grandes Ligas. Su equipo termina en primer lugar de su división a
5.5 juegos de ventaja de su más cercano competidor, Rojos de Cincinnati de Pete
Rose. Dodgers se enfrenta con los Cardenales de San Luis por el título de la
Liga Nacional quedándose en manos de estos últimos 4 juegos a 2. El día miércoles
09 de octubre Valenzuela abre la serie divisional por los Dodgers ganando 4 carreras a 1 en un duelo contra
John Tudor; sale en la séptima al permitir la única carrera del encuentro para
San Luis, recibiendo enorme ayuda de Niedenfuer para juego salvado; acepta 7
hits, 2 bases por bolas y 6 ponches. Al día siguiente Los Angeles vence de
nueva cuenta a Cardenales 8 a 2 con excelente trabajo en la loma de Orel
Hershiser, aunque las buenas noticias se acabaron de repente. La serie se
traslada a San Luis y ahí las cosas no caminan bien para los Dodgers. Pierden
el tercer juego 4 carreras a 2, el cuarto 12 a 2 y el quinto 3 a 2 de forma
dramática, cuando un cuadrangular de Ozzie Smith en la parte baja de la novena
entrada sobre Niedenfuer deja en el terreno a Los Angeles. En este partido
Fernando lanzó 8 capítulos permitiendo 2 carreras, 4 hits, 8 bases por bolas y
7 ponches. Finalmente en Los Angeles, de forma sorprendente, los Cardenales le
dan la vuelta al marcador en la novena entrada cuando Dodgers ganaba 5 por 4
con un oportuno cuadrangular de Jack Clark ya con dos outs; otra vez el
relevista Niedenfuer caminaría cabizbajo a la caseta soportando con valentía
ese par de fatídicos toletazos.
Este año de nueva cuenta Fernando es
invitado a participar en el juego de estrellas; lanzó la séptima entrada
teniendo la siguiente actuación: otorga la base por bolas a Jim Rice quien
avanzó a segunda en wild pitch; Ward fue dominado en línea a primera; Mattingly
elevó al central y Molitor se ponchó estando Rice en tercera.
Si hemos de buscar el mejor año de
Valenzuela, dejando por un lado 1981, 1986 sin lugar a dudas es el más
completo. Ganó 21 juegos, perdió 11, tuvo 3 blanqueadas, un promedio de
carreras limpias de 3.14, ponchó a 242 (el más alto de su carrera), regaló 85
bases por bolas en 269 1/3 de entradas lanzadas con 34 juegos iniciados y 20
completos para ser el mejor de Grandes Ligas en este último departamento. Sin
embargo, lamentablemente su equipo no carburó quedando en penúltimo sitio en su
división solo delante de los Bravos de Atlanta a 23 juegos del primer lugar.
Curiosamente otro zurdo mexicano daba el estirón definitivo de superestrella al
alcanzar también 20 victorias: Teodoro Higuera. Este pelotero oriundo de Los
Mochis Sinaloa ganó 20 juegos perdiendo 11 con los Cerveceros de Milwaukee;
lanzó durante 248 1/3 entradas, completó 15 juegos, ponchó a 207 con 74 bases
por bolas y 4 blanqueadas concluyendo con un porcentaje de carreras limpias
excelente de 2.79. Al igual que Fernando, el zurdo Teodoro Higuera perteneció a
un equipo con poco rendimiento quedando los Cerveceros de Milwaukee a 15 juegos
de distancia de los Medias Rojas de Boston al caer el último out.
Fernando abrió el partido inaugural
por primera vez desde aquel afortunado 1981 ganando el juego 2 carreras a 1
sobre su rival Eric Show. Contrario a lo que se acostumbra en este tipo de
partidos, aquel lunes 7 de abril de 1986 el brazo de hierro de Valenzuela
terminó el juego buscando una blanqueada, sin embargo, en la novena entrada los
Padres de San Diego le hacen una carrera con hits sencillos de McReynolds y su
excompañero Garvey sin out; seguidamente John Kruk debuta en Grandes Ligas
corriendo por Garvey y en intento de robo queda out en segunda; Martínez es
ponchado pero Templeton conecta de hit para estropearle las cosas, anotando
McReynolds que estaba en tercera. Finalmente Bruce Bochy es retirado en rola al
pitcher concluyendo el partido ante 49,444 asistentes al Estadio.
En el mes de mayo Fernando brilló como
nunca. Derrotó a los Cardenales 3 carreras por 0 el día 3, el 20 de mayo a los
Expos de Montreal con anotación de 4 por 0 aceptando solo 2 hits y cuatro días
después, el 24 de mayo, otra blanqueada ahora sobre los Filis de Filadelfia con
marcador de 2 carreras a 0 aceptando de nuevo solo dos hits. El sábado 6 de
septiembre en Filadelfia, Fernando logra 14 ponches en una victoria de 3 por 2;
acepta 6 hits y otorga 2 bases por bolas además de que participó con dos
sencillos en sus 3 turnos al bat.
La victoria 20 fue sobre los líderes
Astros de Houston 9-2 en un partido de 2 hits cubriendo como siempre la ruta
completa ponchando a 5 y otorgando 3 bases por bolas; fue el día lunes 22 de
septiembre; 5 días después cae derrotado ante Vida Blue 8 por 3 pero el sábado
siguiente, 4 de octubre, gana el partido 21 ante los Gigantes de San Francisco
2 carreras a 1 lanzando las 9 entradas, aceptando 5 hits, con una base por
bolas y 7 ponches en el Estadio de Los Angeles. Para redondear la temporada,
ganó en esa ocasión el Guante de Oro de la Liga Nacional, premio que se le
otorga al mejor filder como lanzador, es decir, el que menos errores cometió al
momento de manejar una pelota bateada sobre la loma de los disparos.
Valenzuela asistió como era costumbre
en los últimos años al juego de Estrellas tocándole el turno al Astrodome de
Houston el día 15 de julio; ahí poncha a 5 de manera consecutiva empatando una
vieja marca de Carl Hubell: a Mattingly, Ripken y Barfield en el cuarto inning;
a Whitaker y Teo Higuera en el quinto mientras que el tercer out fue una rola a
primera de Puckett. Ese juego ha sido considerado histórico por esa marca que
Fernando no pudo romper y que data desde 1934; de cualquier modo fue un buen
empate donde otro mexicano se vio involucrado. De todas formas la Liga
Americana gana el juego 3 a 2. A pesar de tan buenos números, Valenzuela no
pudo ganar el Cy Young, galardón que le fue entregado a Mike Scott de los
Astros de Houston en cerrada votación.
La siguiente temporada de 1987 fue muy
difícil para Valenzuela aunque gozaba de un contrato por tres años y 5.5
millones de dólares. Su brazo empezó a dar muestras de cansancio y la pelota ya
no viajaba lo suficientemente rápido al pentágono. Ese año fue líder en
lanzamientos de wild pitch, esto es, de pelotas descontroladas fuera de las
manos del receptor totalizando 14; también fue el que más bases por bolas
regaló con 124 por 190 ponches, una relación bastante pobre cuando lo
aconsejable es 1 base por 2 ponches. Los bateadores se dieron cuenta de que
Valenzuela tendía mucho al descontrol; esperaban los dos strikes para sacar el
bat y en muchas ocasiones se iban a la cuenta máxima que lo hacía muy
vulnerable a los batazos grandes. Esta temporada fue líder también en hits
recibidos con 254 en 251 entradas y aceptó 25 cuadrangulares, la cifra mayor en
su caminar por Grandes Ligas; su porcentaje en carreras limpias subió a un 3.98
y ganó 14 juegos a cambio de otras 14 derrotas; de todas formas se las ingenió
para ser líder en juegos completos con 12 y solo consiguió una blanqueada ante
los Piratas de Pittsburg el 16 de julio en Los Angeles. De cualquier forma los
Dodgers estuvieron fatales quedando nuevamente rezagados a 17 juegos de los
Gigantes de San Francisco; esta vez Fernando no fue invitado al juego de estrellas.
En 1988 los Dodgers regresan a los
primeros lugares en el standing, tanto que quedan Campeones en la Liga Nacional
y en la Serie Mundial. El estupendo lanzador Orel Hershiser alcanza su
maduración y gana 23 juegos, pierde 8 y redondea la temporada con un porcentaje
de carreras limpias sorprendente de 2.26. Por supuesto que ganó el Cy Young y
todos los premios asignados al mejor lanzador. Fernando quedaría rezagado como
líder del pitcheo en la organización Angelina resignándose a mirar desde la
caseta los juegos de postemporada; su hombro entraba en rehabilitación después
de tanto trabajo en la loma en años más malos que buenos para los Dodgers, y
ahora que estaba el equipo funcionando él no podía gozar las carreras que
impulsaba Kirk Gibson, la nueva adquisición. Este año, Fernando perdería por
primera vez un turno en la loma de pitcheo acumulando 255 aperturas
consecutivas durante 7 años y medio.
El último juego que lanzó Valenzuela
antes de entrar en rehabilitación fue el 30 de julio de 1988 en una derrota
ante Houston 14 a 6. Fernando explotó en el quinto después de dos outs
permitiendo hit a Ramírez y jonrón de su compatriota Alejandro Treviño.
Desesperados, los Dodgers envían a Pedro Guerrero a los Cardenales a cambio de
John Tudor y dan de alta también al viejo conocido Don Sutton ya en su año de
retiro; Tudor gana 4 y pierde 3 mientras que Sutton gana 3 y pierde 6 siendo de
alguna ayuda para los Dodgers. Fernando queda en lista de incapacitados por el
resto de la temporada después de haber ganado 5 con 8 perdidos en 22 juegos que
comenzó, cubriendo la ruta de los 9 innings en tres ocasiones. Su porcentaje de
carreras limpias fue igual de malo que el año anterior: 4.24. De cualquier
forma, Valenzuela siempre estuvo alentando a sus compañeros en la caseta
durante los juegos de postemporada, y por supuesto, se hizo acreedor al anillo
de serie mundial que los Dodgers ganaron en contra de los Atléticos de Oakland
4 juegos a 1.
El año de 1989 era toda una incógnita
para los Dodgers; ¿podrá recuperar Fernando su anterior forma?... Había una
opinión generalizada de que el zurdo de oro de la década de los 80 ya no sería
el mismo… y así fue. Después de 5 derrotas y varios juegos sin decisión, pasó
el mes de abril, mayo y hasta el 7 de junio es cuando Fernando logra su primera
victoria 5 por 4 de visita ante los Bravos de Atlanta lanzando 6 innings y un
tercio con 9 hits, las 4 carreras, 2 ponches, 4 bases por bolas y un
cuadrangular. En junio 13 Valenzuela logra otra victoria ahora sobre los Astros
3 carreras a 1 ganando el duelo a Mike Scott;
el 18 suma otro triunfo a costillas de los Bravos de Atlanta 5 por 3 en
7 1/3 de entradas aceptando 6 hits, uno de ellos cuadrangular con 1 base y 3
ponches. El 24 de junio pasa sobre los Rojos de Cincinnati 10 a 3 lanzando 6
episodios y las 3 carreras. La siguiente victoria la logra un mes después sobre
Pittsburg lanzando 7 entradas con 6 bases por bolas y 2 ponches. .. pero había una verdad en el ambiente… ya no era el mismo
Fernando.
La temporada terminó para él con récord
de 10 ganados y 13 perdidos con un porcentaje de carreras limpias de 3.43 que
después de todo no está tan mal, aunque la relación de ponches y bases seguía
poco agradable: 98 pasaportes por 116 ponches en 196 y 2/3 de entradas; las
blanqueadas ya habían quedado atrás. Finalmente el equipo quedó a 14 juegos del
primer lugar muy lejos de los días de gloria del año anterior.
Valenzuela llegaba animoso en 1990 al
décimo año con los Dodgers de Los Angeles y con el mismo manejador: Tom
LaSorda. Igual que el año anterior, tarda para ganar su primer partido; recibe
un revés ante San Diego y ante San Francisco por idéntico marcador de 3 a 1
aunque lanzando en buena forma. El 21 de de abril estuvo a punto de ganar el
primero pero Astros hace dos carreras en la novena ganando el juego 6 por 5
saliendo sin decisión. Fernando
sorprende a todos el día 27 de abril y recordando viejos tiempos lanza una
blanqueada contra los Cachorros de Chicago en una victoria de 5 por 0 en la ciudad
de Los Angeles; permitió 4 hits sin otorgar bases por bolas y ponchó a 5.
Valenzuela llegaba con récord de 5
ganados y 6 perdidos al Estadio de Los Dodgers el 29 de junio de 1990; por
televisión había visto lanzar a su excompañero Dave Stewart un partido sin hit
ni carrera jugando para los Atléticos de Oakland y deseó imitarlo… “voy a
lanzar uno también”, se dijo. Las cosas se fueron dando poco a poco y cumplió
su vaticinio en una victoria de 6 por 0 sobre los Cardenales de San Luis que no
andaban muy bien por cierto; quedaron en el sótano ese año de la División Este.
En el mejor partido de su carrera, Fernando llegó a la novena ansioso; había
otorgado 2 bases por bolas con 6 ponches lanzando ante 38,583 espectadores
aquel día viernes de verano. Enfrenta primero a Joe Coleman y lo domina con
ponche; Willie McGee recibe base por bolas; luego viene su amigo y excompañero
Pedro Guerrero; de su bat sale una peligrosa línea que llevaba etiqueta de hit
al prado central, pero Fernando logra desviarla de tal forma que le queda a las
manos de Alfredo Griffin quien rápidamente pisa la base para completar en
primera una doble matanza increíble. Así termina el único partido Sin Hit Ni
Carrera en las Ligas Mayores lanzado por el sonorense en otro momento histórico
para el beisbol mexicano. Fue el tercer latino en lograr la hazaña; el primero
había sido Juan Marichal en 1963 y el puertorriqueño Juan Nieves en 1987.
Finalmente, este año Valenzuela
termina la temporada con récord de 13 ganados y 13 perdidos pero con un
porcentaje muy elevado de carreras limpias de 4.59, paradójicamente, en la
temporada que se sublima con un partido sin hit ni carrera. Pero así estuvo de
contrastante su comportamiento en la loma… ganaba un partido, perdía otro,
lanzaba bien pero se iba sin decisión y ya no tenía la fuerza para sostener su
propio juego hasta el final. Ese año sin embargo, se las ingenia para lograr 2
juegos completos, uno por blanqueada y el sin hit, cuando en otros años pudo
hacerlo hasta en 20 ocasiones. Fue líder en dobletes recibidos y en carreras
limpias aceptadas, algo nada bueno para un equipo. Los Dodgers quedaron a 5
juegos del primer lugar a pesar de una buena racha de victorias de final de
temporada; los Rojos de Cincinnati ganarían la División, el Campeonato de la
Liga Nacional y de paso también la Serie Mundial.
Aquel año difícil de 1990 para
Valenzuela estaba llegando a su fin. Los Angeles abrían una serie de dos
partidos contra los Padres de San Diego en casa y a Fernando le tocó abrir el
primero aquel miércoles 19 de septiembre. Su récord en ese momento era de 13
ganados y 12 perdidos con un porcentaje de carreras limpias que no andaba nada bien; superaba las 4.5 carreras por partido. Los
Dodgers estaban a 4.5 juegos de Cincinnati en el segundo lugar del Standing
seguidos por San Francisco que ocupaba el tercer lugar a 7.5 juegos. Su
lanzador oponente era el también zurdo Derek Lilliquist con una campaña peor
que Valenzuela: 3 ganados y 10 perdidos.
Fernando permitió hit al primer
bateador Roberts, pero logró sacar a Alomar en fly al centro y aunque otorgó
base por bolas a Jack Clark, retiró a Carter y a Benito Santiago en elevados al
jardín. En el segundo capítulo retira a Templeton y a Jackson en rolas al
cuadro pero permite hit a Abner quien sale del partido por lesión; Fernando domina
al pitcher Lilliquist en línea al central para concluir el inning. En el
tercero se ve muy bien; domina a Roberts en rola al short stop y poncha a
Alomar y Clark para salir airoso de la entrada. En la cuarta Carter conecta
sencillo al izquierdo; Santiago fuerza a Carter en segunda con rola a tercera;
Templeton es retirado en línea a tercera base, Jackson conecta de hit pero
Jerald Clark es dominado en rola a tercera para que saliera ileso. Pero la
quinta entrada sería su calvario: el pitcher Lilliquist abre la entrada con sencillo; Roberts conecta
otro imparable; Alomar eleva al short stop para el primer out pero Jack Clark
conecta de hit al izquierdo llenándose las almohadillas; Carter sigue con un
imparable al central produciendo dos carreras avanzando hasta segunda en el
tiro al pentágono; Santiago eleva al izquierdo para el segundo out; Templeton
sigue con otro hit al izquierdo anotando Clark y Carter. El siguiente bateador
Darrin Jackson recibe la base por bolas y sería el último en la cuenta para Fernando,
entrando al relevo Darren Holmes. Aunque Padres anota tres carreras en la
entrada, los Dodgers seguían ganando 4 por 3 de tal forma que Valenzuela sale
sin decisión dejando el montículo con un tímido aplauso de los 27,000
asistentes al parque, espectadores que sin quererlo, estaban asistiendo al
último partido de Valenzuela con los Dodgers. Un jonrón con casa llena de
Benito Santiago en la sexta y otro de Pagliarulo con uno en bases en la séptima
dan la victoria finalmente a San Diego 9 por 4. En aquel
año, el lanzador estrella de Los Angeles era Ramón Martínez, un derecho
dominicano que ganó 20 juegos por 6 derrotas con 2.92 de Carreras Limpias
Admitidas.
Por lo sufrido en la loma,
evidentemente Fernando sabía que las cosas no andaban bien; era un poco más de
10 años con el equipo y lo conocían bastante; los pasillos guardaron silencio
al verlo salir cuando el juego apenas llegaba a la mitad; LaSorda lo miró de
reojo… el sí sabía que estaba viendo los últimos días de Fernando en su equipo;
debió sentir nostalgia… como no hacerlo; ya no había admiradores, la
Fernandomanía era un recuerdo. El próximo juego será otra prueba; para brazos
jóvenes y viejos, septiembre es la parte más difícil de la cuesta que empezó en
abril, y solo los fuertes de corazón pueden aguantar el recorrido como lo hizo
Valenzuela una y otra vez, pero el instrumento para lanzar mostraba signos de
agotamiento.
La siguiente fue una excelente salida
el lunes 24 de septiembre en Houston, Texas. Salió en la séptima por un
bateador emergente dejando el partido perdido 3 carreras a 2 lanzando para 9
hits, una base por bolas y un ponche. El juego se alarga hasta el onceavo
inning ganando Dodgers 7 por 5, de tal forma que ahora corre con suerte y
tampoco tiene que ver en el conteo de victoria o derrota. Los Angeles aún seguía a 4.5 del primer lugar
Cincinnati.
La última vez que Fernando se pone el
uniforme de los Dodgers para defender los colores azulados del equipo fue el
domingo 30 de septiembre en la ciudad de San Francisco; se enfrentó a Rick
Reuschel y le tocó perder su juego número 13
con marcador de 8 por 2. Valenzuela solo llegó hasta la cuarta entrada y
desde el primer Inning tuvo problemas. Butler toca y se embasa en batazo
contado como imparable; Thompson liga sencillo al derecho y Butler se va hasta
tercera; Thompson se roba la segunda y en mal tiro de Scioscia anota Butler y
Thompson llega a tercera; Jack Clark recibe la base por bolas; Williams forzó a
Clark en segunda y se embasa en bola ocupada anotando Thompson. Kevin Bass
eleva al izquierdo y después de un wild pitch, Valenzuela poncha a Decker para
terminar la entrada. En la segunda Litton batea una rola al
primera base; Benjamín eleva al derecho y Reuschel es ponchado.
En la tercera entrada nuevamente Fernando se mete en problemas: Butler conecta
de hit sobre el shortstop y se roba segunda; Thompson se embasa en toque de hit
por tercera base pasando Butler a tercera; Thompson se roba segunda; Clark
recibe la base por bolas para llenar la casa; Williams se embasa en error del
tercera base Harris anotando Butler y Thompson llegando Clark hasta tercera;
Kevin Bass también se embasa en error de Scioscia anotando Clark; Decker
conecta hit al derecho anotando Williams. El siguiente bateador, Litton es
ponchado, Benjamín eleva a tercera y Reuschel conecta rola a tercera para
concluir esta horripilante demostración de pésima defensiva de Dodgers.
En la cuarta Butler sigue la fiesta
con hit y Thompson se lleva la barda para dos carreras más; los siguientes
bateadores Clark, Williams y Bass son retirados en jugadas sobre el cuadro. En
la quinta entrada Valenzuela sale a batear y es dominado en elevado al
shortstop, sin embargo, el manager LaSorda cambia de opinión y Holmes viene al
relevo; el partido estaba en la bolsa para San Francisco 8 carreras por 0 y
Valenzuela sale después de aceptar 7 hits, 8 carreras una de ellas sucia,
otorgó 2 bases por bolas con 3 ponches. Un total de 46,932 aficionados fueron
testigos del adiós de Fernando con los Dodgers aunque nadie lo supo hasta el
año siguiente. El 28 de marzo de 1991, unos días antes de iniciar la temporada,
Valenzuela lanza en Monterrey un excelente partido de exhibición en contra de
los Cerveceros de Milwaukee llevándose la victoria. Pero no fue suficiente pues
los Directivos de Dodgers ya tenían una decisión… salía del equipo. El manager
Tom LaSorda fue elegido para comunicarle a Valenzuela la noticia después de
haber mostrado malos resultados en la pretemporada. Otro pelotero llevaría el
número 34 de los Dodgers, el que durante poco más de 10 años cargó con orgullo
el zurdo sonorense.
Todos advertimos que el astro del
pitcheo salía decepcionado de la organización por la que luchó incansablemente
sobre la loma infinidad de ocasiones, quizás por el poco tacto en la forma como
enfrentaron su despido pues esperaron hasta el final de la pretemporada para
decidirlo, lo cual evitó que lograra acomodarse en algún otro club. Tom La
Sorda fue el encargado de darle la desagradable noticia. Pero nada es para
siempre y el día llegó, aunque Fernando demostraría que el beisbol aún seguía
corriendo fuerte por sus venas en los años por venir.
CAPITULO
V:
BUSCANDO
EL REGRESO
Todavía era un joven de 30 años y para
muchos un veterano fuera ya de Grandes Ligas; Fernando, competitivo en alto
nivel, no se dio por vencido. Buscó acomodo en otro club ese año de 1991 y tuvo
su oportunidad con los Angelinos de California en la Liga Americana, firmando
como agente libre el día 20 de mayo. El 7 de junio debuta enfrentando a los
Tigres de Detroit y a 49,977 espectadores que querían saber como estaba el
superastro de los años 80´s. Su rival en el montículo fue Frank Tanana y le
tocó perder por anotación de 5 a 0.
Valenzuela pudo manejar bien el juego hasta la cuarta aunque en la
primera le hacen una carrera sucia: acepta un doblete de Phillips, sencillo de
Whitaker, Trammell eleva a segunda, Fielder es ponchado pero Incaviglia logra
embasarse en error de Sojo entrando la primera para los Tigres. La quinta
entrada resulta bastante rara: inicia ponchando a Shelby y Allanson pero
Phillips y Whitaker le conectan jonrón espalda con espalda terminando la
entrada con elevado de Trammell al jardín. En el sexto Valenzuela no saca out:
Fielder inicia con doblete e Incaviglia sigue con sencillo, momento en que es
removido por el manager Doug Rader.
Fernando recibe otra apertura ahora
contra Milwaukee y enfrentando a su compatriota Teodoro Higuera aquel día 12 de
Junio de 1991 en Anaheim; las cosas se ponen peor: solo lanza una entrada y dos
tercios aceptando 5 carreras limpias, 3 bases por bolas y un cuadrangular
además de un wild pitch. Higuera gana el juego 8 por 0 lanzando durante 6
entradas para 4 hits y 10 ponches con dos bases por bolas.
Ya no habría otra oportunidad en
Anaheim y Fernando fue dado de baja del equipo mayor asignándole un club de
Ligas Menores días después, aunque finalmente fue dado de baja definitivamente
el 10 de septiembre de 1991.Pero el beisbol era su pasión; el estadio y la loma
de los disparos son su vida; si no era Grandes Ligas tendrá que ser alguna
otra.
El asunto era jugar; es entonces
cuando la Liga Mexicana le abre las puertas de nuevo a ese brazo zurdo, y
gustoso Valenzuela empaca maletas y regresa al país que lo vio crecer 13 años
antes. El contrato quedó en manos ahora de los Charros de Jalisco.
Para 1992 lo vemos enfundado en el
uniforme del tequila y las canciones rancheras; ahí sus números fueron de 10
ganados por 9 perdidos y un porcentaje de carreras limpias de 3.86, nada malo
por cierto. Sus primeros 3 partidos fueron sendas derrotas de 11-4, 13-0 y
17-1; hasta el sexto juego empezó a ganar y compuso el paso de tal modo que
para finalizar la campaña estaba en mejor forma… había encontrado el pentágono
de nuevo y se sintió listo para Grandes Ligas otra vez. Los Orioles de
Baltimore se fijaron en él y obtuvo un contrato modesto el 27 de febrero de
1993.
El Ansiado Regreso
Después de una pretemporada muy
trabajadora, su primer partido en la segunda etapa de Grandes Ligas fue en labores de relevo lanzando una entrada
el día 9 de abril en Seattle en una derrota de Baltimore 6 por 0. La primera
salida sin embargo no fue muy agradable para Fernando: explotó en la segunda
entrada después de sacar un out en un juego contra los Rangers de Texas. Aceptó
5 hits, 7 carreras, 2 bases por bolas, 1 ponche y un cuadrangular. Fue el 13 de
abril en Arlington, Texas teniendo de rival a Kenny Rogers; Texas terminó
ganando el juego 8 por 3. El 26 de abril nuevamente sube a la loma ahora contra
los Medias Blancas y solo dura 4 entradas para 6 hits, 4 carreras, 2 bases, un
ponche y otro cuadrangular. Chicago gana el juego 7 a 0 con estupenda labor de
Wilson Alvarez.
La tercera oportunidad viene el día 01
de mayo en Baltimore, cuando lanza 7 sólidas entradas aceptando 4 hits y tres carreras
que se anotaron en la primera entrada en contra de los Reales de Kansas City.
Orioles pierde 5 por 4 pero Fernando sale sin decisión. En esa entrada McRae
conecta triple; Brooks eleva al short; Brett un sencillo productor; McReynolds
recibe la base; Joyner eleva al izquierdo, McFarlane doblete productor de dos y
Hiatt es retirado en elevado al derecho para concluir la entrada. El manager
Johnny Oates enmudeció en la caseta; ¿tenía algún caso seguir aguantando a
Fernando?. De
ahí en adelante el zurdo de Sonora empieza a acumular entradas en blanco hasta
llegar a la séptima dejando el partido empatado y sin decisión en el resultado;
esa fue su primera buena actuación en esta segunda etapa como pelotero de
Grandes Ligas.
Fernando
con Orioles (1993)
El día 7 de mayo enfrenta ahora a
Toronto y lanza 8 entradas para 2 carreras, 6 hits, 2 bases y 3 ponches con un
cuadrangular de Joe Carter; Oates estaba más que satisfecho con Fernando aunque
todavía no ganaba un partido después de un mes de actividad. El 12 de mayo en
Baltimore, Valenzuela enfrenta a los Medias Rojas de Boston y nuevamente
recorre una larga distancia llegando hasta la novena entrada siendo relevado
después de un out. Permite 2 carreras que a la postre significaron su tercera
derrota pues Orioles se fue en blanco en ese casillero con excelente pitcheo de
Danny Darwin que fue removido en la octava. Permitió 7 hits, 1 base y 5 ponches
con un jonrón de Fletcher en la misma primera entrada y siendo el primer
bateador del juego. Pero Oates seguía convenciéndose de la valentía de
Fernando.
Por fin obtiene el primer triunfo
lanzando 8 entradas sin permitir anotación; fue un partido suspendido por
lluvia el martes 18 de mayo celebrado en Baltimore ante 43,710 espectadores y
contra los Indios de Cleveland. Los aficionados y Oates salieron complacidos
con la actuación del mexicano; por fin Valenzuela demostraba que estaba de
regreso. El juego terminó 7 por 0. Después de estas buenas demostraciones en la
loma, Fernando cae nuevamente en un bache y pierde ante Milwaukee 9-1 y con
California 8-4; pero vuelve a la senda de la victoria en Oakland ganando el
juego 5 a 2 permitiendo 2 carreras en 6 1/3 de entrada el 02 de junio.
Uno de los duelos más interesantes que
tuvo este año fue contra los Medias Rojas y Roger Clemens en el Fenway Park
aquel domingo 13 de junio y ante 33536 espectadores. Fernando recibe 4 carreras
en la primera entrada y todo parecía que se desmoronaba para el sonorense;
pero, como siempre, Fernando tomó las cosas con calma y de ahí en adelante
pintó de blanco a los Medias Rojas hasta salir en la octava; Baltimore pierde 4
a 2 pero Fernando demuestra su calidad de Grandes Ligas; en la séptima se
lució: inició retirando a Peña en rola al shortstop, Rivera fue ponchado,
Hatcher recibe base por bolas pero es puesto out en estupendo revire de
Fernando a primera base, jugada en la que siempre se le reconoció su
inteligencia para atrapar ladrones. Clemens
no salió para la novena lanzando un juego de 9 ponches y una base por
bolas.
Con poco bateo los equipos no pueden
ayudar a los lanzadores con victorias; el 19 de junio lanza muy buen juego en
Cleveland pero pierde 3 por 0; parecía que la única forma de ganar sería
blanqueando. El viernes 25 de junio Fernando se enfrenta a los Yankees en Baltimore
pero sufre un traspiés muy severo; explota en la
cuarta entrada permitiendo 6 carreras con 2 jonrones; su rival fue aquel
lanzador de Jim Abbot de brazo inválido por cierto.
El 30 de junio en el Estadio de
Baltimore y ante 46,409 aficionados, Valenzuela logra un partido sin
anotaciones en una victoria de 6 por 0 sobre los Blue Jays de Toronto teniendo
de rival a su excompañero Dave Stewart; admite 6 hits sin bases por bolas y con
2 ponches cubriendo toda la ruta. Oates seguía satisfecho con el zurdo mexicano
que debió sentirse feliz; era su tercera victoria a cambio de 7 reveses.
En la siguiente salida el día 5 de
julio en Kansas City pintó de blanco a los Reales durante 6 entradas y 2
tercios, aunque finalmente Orioles pierde 7 a 1. Solo admite 3 hits con 4 bases
y 3 ponches; en ese momento era uno de los más consistentes lanzadores de los
Orioles. Y continuando con su buena racha el 10 de julio derrota a Chicago 6
por 0 blanqueando durante 8 entradas, recibiendo el relevo de Williamson;
permitió 2 hits con 4 bases y 3 ponches ante 45,368 aficionados de casa …
¿alguien puede pedir más?. Para ese entonces Baltimore estaba a 1.5 juegos de
Toronto y aún tenía oportunidades.
El día 18 de julio en Baltimore contra
Minnesota y ante 46208 aficionados, Fernando logra su quinta victoria 7 por 2;
en la segunda entrada permite esas dos anotaciones quedando la seguidilla de
innings sin carreras en 24 y 2/3; fue un partido completo de 6 hits, 2 bases y
2 ponches. Las sorpresas continúan y Fernando lanza otro juego completo el 23
de julio en Minnesota ganando 5 por 1 permitiendo 6 hits, 1 base y dos ponches.
Se va sin decisión en Toronto el día miércoles 28 de Julio ante 50523
aficionados que ven como el zurdo permite 4 carreras en 7 entradas y 2/3; el
partido se decide en la parte baja de la décima cuando Tony Fernández se embasa
en error de Carl Ripken estando la casa llena, anotando la del gane Paul
Molitor embasado por bolas malas.
De pronto las cosas no pintaron muy
bien; sale sin decisión el día 2 de Agosto explotando en la sexta aceptando 5
carreras; el día 7 explota en la cuarta ante los Indios de Cleveland aceptando
4 carreras y el día 12 solo saca dos outs, corriendo con suerte pues no tuvo
decisión en los encuentros. Fernando compone
el paso y el día 17 de Agosto en Seattle lanza hasta la octava entrada
permitiendo a los Marineros solo una carrera en la cuarta, manteniendo una
victoria de Orioles de 3 carreras a 1.
En el octavo recibe dobles consecutivos de Turang y Griffey que a la
postre llegaron al pentágono saliendo finalmente sin decisión en un partido
desafortunado. Toronto gana el encuentro 5 por 3. La siguiente apertura sería
en Baltimore ante Texas el día 23 y Fernando solo lanza 1 entrada y 2 tercios
aceptando 7 carreras para su octava derrota; el día 28 en Texas nuevamente
explota temprano en la segunda admitiendo otras 5 carreras. Parecía que el
zurdo iba rumbo al colapso de nuevo.
El 3 de septiembre en Oakland,
Valenzuela sale en el quinto episodio aceptando 4 carreras en un juego que
ganan los Orioles 5 por 4 en trece entradas; nuevamente se salva de una
derrota. El día 8 en Baltimore acepta 3 carreras en 61/3 con una base y 4
ponches pero nuevamente se va sin veredicto. En Boston el zurdo mexicano se
reivindica y sorprende con un juego completo llevándose la victoria 11 por 3 el
día martes 14 de septiembre, llevando como rival en el montículo a Danny
Darwin, el mejor de los Medias Rojas.
Valenzuela pierde su décimo partido en
Cleveland permitiendo 4 carreras en el mismo número de entradas el día 20 de
septiembre; Cleveland gana 6 por 4. El 26 en Baltimore, el zurdo explota en la
segunda entrada admitiendo 4 carreras en una derrota de Orioles 6 por 5
saliendo sin decisión. Fernando se despediría de la temporada en Baltimore
lanzando durante 6 entradas y dos tercios para 2 carreras, 4 bases y dos
ponches aquel día 01 de octubre.
El 29 de octubre de 1993 el zurdo de
Sonora es dejado en libertad por los Orioles. Sus números con esta organización
durante la temporada completa de 1993 fueron de 8 ganados, 10 perdidos, un
porcentaje de carreras limpias de 4.94, 79 bases por bolas, 78 ponches, 5
juegos completos y 2 blanqueadas en 31 aperturas.
La
Aventura con los Filis
Al no tener contrato con equipo alguno
de Grandes Ligas, Valenzuela de nueva cuenta se incorpora a los Charros de
Jalisco en la primavera de 1994; ahí logra 10 victorias con 3 reveses y un
espectacular promedio de carreras limpias de 2.67. De nueva cuenta llama la
atención de los clubes norteamericanos y el día
24 de junio firma con los Filis de Filadelfia regresando nuevamente a la
Liga Nacional; entra en actividad curiosamente ante sus excompañeros Dodgers de
los Angeles el día domingo 3 de julio ante una entrada de 54167 espectadores
que lo ven durante 6 capítulos permitiendo dos carreras y 6 hits; su rival Orel
Hershisher gana el duelo 3 por 1 en el Estadio Californiano. El día 8 ante San
Francisco sale del partido en la sexta permitiendo tres carreras con sendos
cuadrangulares de Williams en la cuarta y de Bonds y Williams en la sexta. De
regreso al Estadio de los Veteranos, logra una victoria lanzando 8 entradas sin
permitir anotación en contra de los Dodgers el 17 de julio, pero en la novena
Webster le conecta cuadrangular, Mondesí recibe Base por bolas y Hernández le
truena otro vuelacercas para mandar al zurdo a las regaderas; al partido
asistieron 50,993 aficionados. Aunque Dodgers hace 7 carreras en esa entrada,
de cualquier forma Fernando se lleva la única victoria vestido de Fili.
El día 22 de julio enfrenta a San
Diego y sale en la quinta aceptando 3 carreras con 7 hits sin bases por bolas y
un ponche; los Padres ganan 7 a 4. El día 31 de julio vemos a Fernando en
labores de relevo lanzando la quinta entrada en una victoria de Atlanta 9 por 5.
Valenzuela recibe otra oportunidad de abrir partidos el 6 de Agosto en el
Estadio de los Veteranos, manteniéndose por 5 entradas y 2 tercios permitiendo
5 hits con 3 bases, 5 ponches y dos cuadrangulares ante 41,699 aficionados;
gana Montreal 4 a 3 en once emocionantes episodios. El 11 de Agosto en el
Estadio de los Veteranos, Filis le gana a los Mets un maratónico partido de 15
entradas 2 carreras a 1; Fernando inicia por Filadelfia y se mantiene durante 8
capítulos aceptando solo una carrera con una base y 7 ponches. La anotación fue
un jonrón en la cuarta de Lindeman y la carrera del gane fue impulsada por
Jordan. Este fue el último partido de la temporada para Filadelfia y para todos
los clubes de Grandes Ligas por la histórica huelga de jugadores que se arregló
hasta el 2 de abril de 1995. Al iniciar el paro laboral, los filis andaban a
20.5 juegos de distancia de los Expos de Montreal por lo que prácticamente
estaban descartados de toda posibilidad de campeonato.
Con los Filis en 1994
La
Aventura con los Padres
Aún cuando la estadística con
Filadelfia no fue del todo mala para Fernando con 1 ganado y 2 perdidos y 3.00
en carreras limpias permitidas, 7 bases y 19 ponches en 45 entradas, los Filis
dejan en libertad a Valenzuela el día 24 de octubre de 1994. Nuevamente el
zurdo de Sonora buscaba una buena opción para seguir en Grandes Ligas, pero
tenía que esperar a que terminara el asunto de la huelga. El 5 de abril de 1995
los Padres de San Diego se fijan en él y le extienden su contrato por la
temporada que iniciaría tarde tras el arreglo sindical, exactamente el 26 de
abril.
La primera aparición de Fernando en el
montículo de los Frailes fue el 5 de mayo en una derrota de 9 a 2 ante los
Gigantes de San Francisco, un equipo que siempre se le indigestó. Salió en el
quinto inning con 6 carreras, 7 hits y 3 cuadrangulares: de Williams, Clayton y
Hill. El 10 de mayo en San Diego, Fernando camina 5 entradas y acepta 2
carreras a los Dodgers en un juego que pierde San Diego 3 por 1 con lanzamientos
efectivos de Ramón Martínez. Para el 20 de mayo lo vemos en labores de relevo
ganando su primer juego en una victoria de San Diego 9 por 6 sobre Piratas en
el Jack Murphy. En la novena entrada, Fernando empieza aceptando un doblete de
Pegues; Martin es out en intento de toque con un globo al pitcher; Bell recibe
la base intencional; Merced eleva al derecho y Dave Clark es retirado de
segunda a primera. El partido lo ganaba Piratas 6 por 4 pero San Diego logra 5
carreras en la parte baja donde destacó un cuadrangular de Bip Roberts con la
casa llena sobre el relevista Dan Miceli.
Con San Diego (1995-1997)
El 27 de mayo Valenzuela abre contra
los Filis de Filadelfia en el Estadio de los Veteranos y solo llega a la cuarta
entrada recibiendo cuatro carreras saliendo sin decisión ya que el partido se
va a entradas extras; Filis gana finalmente 5 por 4. El 30 de mayo es utilizado
en relevo en una derrota de Padres 8 por 0 ante Mets en Nueva York; retira la
séptima pero la octava comienza con dos bases por bolas y Valenzuela es
removido. Al final de cuentas esas dos bases se convierten en carreras por mal
relevo de su compatriota Andrés Berumen.
No es sino hasta el día 6 de junio, un
mes después de iniciada la temporada, cuando Fernando logra su primera victoria
en una excelente salida sin permitir carreras; San Diego y Valenzuela vencen 1
por 0 a Filadelfia lanzando para 3 hits, 1 base y 2 ponches durante 6
capítulos. En junio 11 lo vemos de relevista sin permitir hits y dos ponches en
una victoria de los Padres 6 por 3 sobre Mets. Seis días después, el 17 de
junio, Fernando es apaleado en la cuarta y quinta entrada recibiendo 8 carreras
5 de ellas limpias jugando en Pittsburg en una oportunidad de abridor; sale sin
decisión porque San Diego gana 11 por 8. Ocho días después, en junio 25, es
utilizado de relevista en Colorado y en la octava admite 4 carreras entre ellas
un cuadrangular de Andrés Galárraga. Definitivamente las cosas no iban bien
para el zurdo.
A finales de la temporada de nueva
cuenta Fernando es utilizado en oportunidades de abrir partidos; San Diego aún
tenía posibilidades y en una excelente actuación sobre Mets de Nueva York,
Fernando logra la tercera victoria de la temporada con marcador de 4 por 1
lanzando 6 episodios con tres bases y 4 ponches. En septiembre 1 le gana a
Filadelfia permitiendo 2 carreras y 8 hits en San Diego, pero el 6 de
septiembre solo lanza 3 innings aceptando 5 carreras contra los Mets en el Jack
Murphy. El día 12 alcanza su sexta victoria por 3 reveses de visita en Pittsburg con marcador de 5 por 1 lanzando 5
entradas y dos tercios; la séptima llega
cinco días después, el 17 de septiembre, en una victoria de 11 por 3 lanzando
en casa hasta el quinto capítulo contra los Cachorros de Chicago. En Los
Angeles el día 22 de septiembre solo juega hasta la tercera entrada y se va sin decisión en una victoria de
Dodgers 6 por 5. Finalmente, el octavo triunfo llega el 27 de septiembre ante
Gigantes en San Francisco con el marcador de 4 carreras a 2, lanzando hasta la
séptima con 3 bases y 4 ponches con una carrera permitida. Los Padres quedan a
8 juegos del líder Dodgers.
Los
Padres de San Diego en 1996
El 7 de diciembre de 1995 los Padres
de San Diego firman de nueva cuenta a Valenzuela como agente libre, dándole así
una nueva oportunidad de lanzar en Grandes Ligas para el próximo año de 1996.
La temporada abrió el 01 de abril con una derrota de San Diego en Chicago 5 por
4 en 10 entradas; el día 03 en el segundo juego, vemos a Fernando en labores de
relevo por la séptima entrada. Ganaban los Padres 7 por 3 y lanzaba el
relevista Willie Blair quien después de ponchar a McRae y Sandberg permite
sencillos a Grace y Sosa. El manager Bruce Bochy de San Diego decide remover a
Blair y trae a Fernando a sofocar la rebelión, cumpliendo el sonorense con un
sonoro ponche a Timmons que reemplazó a Luis González respondiendo a la
estrategia el manager Jim Riggleman. En la entrada siguiente Valenzuela sale
por un bateador designado.
El viernes 04 de Abril en el Astrodome
de Houston participa Fernando en un relevo poco afortunado: ganando Padres 5
por 1, entra en la octava con dos outs y recibe cuadrangular de Raúl Eusebio
con dos en bases, terminando el capítulo dominando a Bill Spiers en elevado a
tercera. Padres ganaría de cualquier forma el partido 10 por 4 haciendo 5
carreras en la novena.
Valenzuela recibe la oportunidad de
abrir su primer partido de la temporada en San Diego el martes 9 de abril
contra los Marlines de Florida, teniendo de rival al también zurdo Al Leither;
se mantiene hasta la sexta sin permitir anotaciones. En esa entrada Veras
recibió base pero fue puesto out en intento de robo, White también fue
pasaporteado por Fernando para lo cual Bochy prefirió remover al zurdo que
había cumplido en forma extraordinaria. El partido lo gana Marlins 5 a 2 en la
décima entrada; todas las carreras se fabricaron en ese inning.
El domingo 14 de abril sucede la
primera derrota en un juego que Padres pierde por blanqueada de 4 por 0 con los
Bravos de Atlanta ante 45,014 aficionados. Valenzuela se mantiene durante 5 2/3
de entrada permitiendo 3 carreras, las tres por la vía del cuadrangular: de
Lemke en la primera y en la sexta y de Jones en la misma sexta; su rival en el
montículo fue John Smoltz. Fernando se enfrenta nuevamente a los Bravos en su
propio parque Fulton County el domingo 21 de abril en un duelo con sol y contra
Steve Avery; se mantiene impecable durante 6 entradas recibiendo dos hits y
ponchando a 7. El partido se fue hasta la entrada número 15 ganando Padres 2
por 1 con fly de sacrificio de Finley y la casa llena.
Cinco días más tarde, el 26 de abril,
le toca enfrentar en San Diego a los Astros contra el también zurdo Mike
Hampton; en 5 entradas permite dos carreras y 5 hits ganando Padres 3 a 2 saliendo
sin decisión. Su primera victoria llega hasta el 01 de Mayo en San Diego,
cuando Padres doblega a Gigantes de San Francisco 9 por 4; Fernando lanza para
5 2/3 de entrada recibiendo 8 hits y aceptando las 4 carreras, 3 de ellas
limpias. En la tercera pasaría apuros increíbles y aunque salió afectado con
dos carreras, demostró una vez más su valor en la loma: empieza Gardner con
sencillo; Stan Javier es puesto out en elevado al derecho; Thompson es puesto
out en elevado al izquierdo y llega Barry Bonds a la caja de bateo para
depositar la pelota detrás de la barda produciendo par carreras. Matt Williams
sigue con sencillo, Carreón conecta doblete y Hill fue pasado intencionalmente
para lanzarle a Lamkin, quien fue puesto out en línea al
segunda base. En la quinta Fernando se vengó de Bonds dejándolo con el bat al
hombro. Valenzuela sale en la sexta habiendo sacado dos outs; permitió un
cuadrangular a Rich Aurilia y después de una base por bolas, es reemplazado por
Florie cerrando la entrada con ponche a Thompson.
El 13 de mayo en el Jack Murphy,
Fernando logra su segunda victoria ante los Mets de Nueva York permitiendo una
carrera en 6 entradas y dos outs de la séptima. El 18 de mayo en San Diego
pierde con Montreal 3 a 2 ponchando a 8 aceptando 3 carreras en 6 1/3 de
entrada. Poco a poco, el zurdo de Sonora estaba encontrando una titularidad en
el staff de lanzadores de San Diego. El 24 de mayo llega hasta la octava
ganando su tercer juego permitiendo una carrera que fue jonrón de Huskey, juego
que ganó San Diego 13 a 1.
El 29 de mayo en Montreal explota
rápidamente en la tercera perdiendo su tercer juego recibiendo 8 hits y 5
carreras; otra mala salida ocurrió en San Luis cuando explota en la cuarta el
día 4 de junio con 10 hits y 4 carreras aunque sale sin decisión en una
victoria de Cardenales 11 a 5. Fernando sabía que podía perder lo ganado y
necesitaba una buena actuación. En San Diego pierde su cuarto juego el 11 de
junio contra los Rojos de Cincinnati llegando hasta la sexta permitiendo las
cuatro carreras con 7 hits y un jonrón de Sabo con uno en bases. Vuelve a
perder en Chicago el día 16 de junio llegando a la cuarta permitiendo 7
carreras, 4 de ellas limpias y un cuadrangular de Shumpert. En verdad que las
cosas no iban nada bien para el oriundo de Etchohuaquila.
Ya en San Diego, el 21 de junio logra
una buena salida llegando hasta la séptima permitiendo un jonrón solitario de
José Hernández; fue una victoria de Padres en la décima entrada que se decidió
con sencillo de Jody Reed. En San Francisco, el día 27 de Junio por fin
Valenzuela encuentra la senda ganadora en un triunfo de 11 por 1 sobre
Gigantes, su cuarta victoria a cambio de 5 reveses; permite una carrera en 7
entradas 2/3. Pero el 2 de Julio nuevamente cae en un bache al perder ante los
Dodgers 7 por 3 en San Diego; acepta 5 carreras en 5 entradas. Cinco días más
tarde, el 7 de Julio, nuevamente vence a San Francisco en el Jack Murphy 10 por
3, contando con buen apoyo de sus compañeros y llegando hasta la sexta; permite
un jonrón de dos carreras a Thompson.
Un partido muy interesante sucedió en
Colorado el día domingo 14 de julio cuando le toca enfrentar al pitcher
mexicano Armando Reynoso y al tercera base de los Rockies, el también mexicano
Vinicio Castilla. Fernando perdió su séptimo juego en esta ocasión lanzando
apenas 4 entradas y 2 outs de la quinta. El partido concluyó 8 por 4 aceptando
el zurdo mexicano 9 hits y 5 carreras con un cuadrangular solitario de su
paisano Castilla en la segunda entrada. En aquel año Vinicio acumuló 40
jonrones bateando para 0.304 conformando un histórico cuarteto de poder con
Andrés Galárraga (47HR), Dante Bichette (34HR), y Ellis Burks (40HR). Reynoso
lanzó 6 entradas permitiendo dos carreras; ese año termina con record de 8 ganados
y 9 perdidos con 4.96 en carreras limpias permitidas con los Rockies; después
pasaría a Mets de Nueva York terminando su carrera con Arizona a principios del
2002. Tuvo récord de por vida en Grandes Ligas de 68 ganados por 62 perdidos y
4.74 en carreras limpias admitidas.
Ya en San Diego, Fernando tiene la
oportunidad de desquitarse y vence a los Rockies y a Reynoso 4 por 3 el día 19
de Julio; lanza para 5 hits, 2 carreras y 4 ponches; Castilla se fue en blanco
en 4 oportunidades. Después de salir sin decisión en contra de Houston el día
24, Valenzuela logra su séptima victoria con un triunfo de Padres 2 por 1 en
Atlanta el 29 de julio; lanzó 6 entradas y un out de la séptima sin permitir
anotaciones en una excelente salida con 5 hits, 2 bases y 2 ponches. Repite con
otra victoria el 4 de agosto contra los Marlins de Florida aceptando 4 carreras
con 7 hits en 5 entradas.
El 9 de Agosto los Padres vencen en
Pittsburg a los Piratas con marcador de 4 a 1; Fernando lanza durante 7
entradas y 2 outs de la octava aceptando 3 hits, uno de ellos cuadrangular de
Allensworth en la tercera entrada, otorga 4 bases y poncha a 5. El 16 de agosto
vuelve a ser el victorioso del partido contra Mets llegando hasta la séptima
permitiendo 3 carreras, 6 hits, otorga 4 bases y poncha a 3; el partido termina
15 a 10 a favor de Padres. A estas alturas de la temporada, San Diego y Dodgers
estaban empatados en primer lugar de la División Oeste y Colorado estaba cerca
a 2.5 juegos. Fernando sigue su camino triunfante y logra otras 6 buenas
entradas contra Montreal en San Diego el 21 de Agosto, llevándose la victoria 7
por 2; no permite carrera con 3 hits, 4 bases y 5 ponches.
En Nueva York mantiene el ritmo ante
los Mets permitiendo 2 carreras en 6 innings, aunque sale sin decisión en un
partido que gana San Diego 3 a 2 el día 28 de agosto. El irreconocible Fernando
logra su triunfo número 12 ahora contra los Filis con marcador de 5 por 1 en el
Estadio de los Veteranos el día 2 de septiembre, llegando hasta la séptima
entrada sin permitir anotaciones con 6 hits, 2 bases y 2 ponches. Con esta
victoria San Diego se mantiene en primer lugar a un juego de ventaja de
Dodgers. En San Luis, Valenzuela llega a su victoria número 13 al vencer a
Cardenales 5 carreras a 4 el 8 de septiembre, permitiendo dos anotaciones en la
cuarta entrada con 4 bases por bolas, 2 ponches y 5 hits llegando hasta el
séptimo capítulo.
El 14 de Septiembre Valenzuela sale
sin decisión después de permitir dos carreras en 5 entradas, aunque el partido
termina con victoria para Padres 3 por 2 en la entrada número 12, y donde
nuevamente Jody Reed es el héroe conectando el hit de la victoria. Cinco días
después, el 19 de Septiembre Fernando pierde su octavo partido ante los Dodgers
en San Diego con una blanqueada de Ramón Martínez de 7 por 0; Karros le conecta
jonrón en la primera entrada con uno a bordo y en la segunda deja la casa llena
con dos outs. San Diego quedaba a juego y medio de Dodgers que había subido al
liderato. La última salida del año sería contra los Rockies en San Diego el 24
de septiembre, saliendo sin decisión cuando el partido estaba empatado a 2 al
concluir la quinta entrada, permite 5 hits con 2 ponches sin bases por bolas.
El partido lo gana Colorado en 5 por 4 en once entradas.
Los últimos tres juegos de la
temporada para los Padres serían en el Dodger Stadium en una serie de tres
juegos de fin de semana; San Diego estaba a 2.5 juegos de distancia de Los
Angeles que eran líderes de la División; 53,294 aficionados ven como San Diego
se lleva el primer triunfo en 10 capítulos y se acerca a juego y medio. Este
partido lo inició el mexicano Ismael Valdés pero sale sin decisión después de
lanzar 7 entradas y un out de la octava permitiendo dos carreras. Al día
siguiente los Padres logran otra victoria dramática 4 por 2 anotando 2 carreras
en la octava y se acercan a medio juego, de tal forma que solo queda un partido
por el liderato. Aquel domingo 29 de septiembre, los Dodgers caen en once
capítulos con marcador de 2 por 0, ambas producidas por Tony Gwynn con oportuno
doblete estando embasados Steve Finley y Ken Caminiti con sencillos. De este
modo, Padres hace el milagro de avanzar hacia la serie por el título contra los
Cardenales de San Luis. Tom LaSorda ya no estaba en el equipo al renunciar el 23 de junio siendo sustituido por Bill
Russell; el polémico manager terminaba su carrera de poco más de 20 años a
cargo del equipo.
Fernando Valenzuela de nueva cuenta
sentía la emoción de estar en una serie por el campeonato, y una posible Serie
Mundial que sería la tercera en su vida profesional. Pero no hubo suerte, los
Padres de San Diego pierden los tres juegos en forma consecutiva ante los
Cardenales de San Luis: 3 a 1 y 5 a 4 en San Luis y 7 por 5 en San Diego. En
este último juego, celebrado el 5 de octubre, Fernando participa como relevista
en la octava entrada reemplazando a Tim Worrell y teniendo a Gaetti en primera
embasado por error del tercera base Caminiti; se enfrentra a Mabry siendo out
en toque de sacrificio de pitcher a primera; a continuación Pagnozzi es pasado
intencionalmente; Alicea eleva al jardín derecho para el segundo out, Lankford
recibe base por bolas, momento en que el manager Bochy le pide la bola a
Fernando para que Veras retire el último out de la entrada; el partido estaba empatado
a 5 y en la novena San Luis hace dos carreras para llevarse el tercer desafío 7
por 5 terminando la temporada para los Padres y Fernando Valenzuela. Este año
de 1996 Fernando ganó 13 partidos y perdió 8 en 171 entradas con 2/3, otorgó 67
bases por bolas, 95 ponches y un porcentaje de carreras limpias de 3.68 en 31
juegos iniciados. Aunque los Padres lo
declararon agente libre el 5 de noviembre de ese año, el 7 de enero es firmado
nuevamente dándole la oportunidad de continuar con la organización.
Los
Padres de San Diego y 1997
De regreso con San Diego, Fernando
abre su primer partido el 3 de abril en contra de los Mets en casa siendo
derrotado 4 por 1; permite las cuatro carreras con un jonrón de dos anotaciones
de Gilkey. Lanza durante 5 entradas permitiendo 5 hits, 4 carreras, 4 bases y 2
ponches. El 8 de abril en el Jack
Murphy, Valenzuela abre contra Pittsburg lanzando 6 sólidas entradas con 6
hits, 3 bases y 5 ponches sin permitir anotaciones en una victoria de Piratas 2
por 0: lanzó para ganar pero no hubo apoyo con el bat. En Pittsburg, el
miércoles 16 de abril vence a Piratas 7 por 5 lanzando 7 entradas permitiendo
una carrera con 2 bases por bolas y 8 ponches en una excelente salida ante una
de las asistencias mas pobres ante las que ha lanzado: 6,777 espectadores. Fue
su primera victoria de la temporada. De regreso en San Diego, enfrenta a los
Astros de Houston en una derrota de 12 a 3 el día 22 de abril; lanza durante 5
entradas permitiendo 6 hits y 5 carreras 2 de ellas limpias.
El domingo 27 de abril en Atlanta
teniendo como rival a Maddux, pierde 2 por 0 en un juego de 5 entradas
suspendido por lluvia; permite 7 hits, 2 bases y 3 ponches. El 2 de mayo en San
Diego, lanza 7 entradas para 4 carreras y recibe 2 jonrones con 3 bases y 5 ponches
en una derrota de Padres 5 por 4 contra Expos, aunque sale sin decisión. El 8
de mayo pierde su cuarto juego ante Cachorros 6 por 2 saliendo en la quinta;
permite 10 hits y 2 jonrones con 5 carreras. En Montreal pierde el quinto aquel
martes 13 de mayo con 7 hits y 6 carreras, 2 bases, 2 ponches y otro
cuadrangular. La mala racha continúa y el 18 de mayo llega hasta la tercera
entrada con 5 hits, 3 carreras, 3 bases y 4 ponches ante los Rojos en
Cincinnati.
El 23 de mayo parece componer el paso
y obtiene una victoria de 6 por 3 ante Florida en San Diego sin permitir
anotaciones en 5 entradas y dos outs de la sexta. Pero nuevamente en Houston
vuelve a perder lanzando apenas 2 entradas y dos outs de la tercera aceptando 3
carreras aquel jueves 29 de mayo. La paciencia de Bochy y los Padres estaba
llegando a su límite. Una leve mejoría se observa en Fernando en la salida ante
Bravos en Atlanta aunque se va sin decisión en una victoria de Padres 5 por 2;
lanza en 6 episodios completos para 4 bases y 8 ponches con 6 hits en el Turner
Field el día 3 de junio.
Pero las cosas no se ven bien para el
zurdo sonorense; el domingo 8 de junio en el Qualcomm Stadium Darryl Kyle lanza
una blanqueada de 9 a 0 sobre Padres y Fernando Valenzuela. Permite 10 hits,
con 2 bases, 3 ponches y 3 cuadrangulares: de Berry en la tercera, y en el
sexto de Eusebio y Mounton; además lanza 2 lanzamientos fuera de la mascota del
cátcher. Era la octava derrota de Fernando y se veía venir lo peor.
De pronto los Directivos deciden un
cambio y el 13 de junio Valenzuela se ve involucrado en una transacción entre
San Diego y Cardenales de San Luis; salen del club Scott Livingstone, Phil
Plantier y Fernando Valenzuela por Rich Batchelor, Danny Jackson y Mark
Sweeney. No queda más que aceptar y vemos a Fernando lanzando el día 17 de
Junio en Milwaukee en una derrota más de 4 por 3 defendiendo los colores rojos
del Cardenales. Después de llevar 5 entradas en blanco, en la sexta se le viene
el mundo encima: empezó Cirillo con cuadrangular; Nilsson sencillo al
izquierdo; Stinnett otro sencillo al izquierdo; Burnitz toca y Fernando comete
error anotando Nilsson; error de Mabry anota Stinnett momento en que sale del montículo. Tres de
las carreras fueron limpias pero suficientes para la novena derrota.
El lunes 23 de junio en San Luis,
Fernando enfrenta ahora a los Cachorros manteniéndose por espacio de 6 entradas
perdiendo el juego 3 carreras a 0; en la primera permite dos anotaciones que
fueron sucias y en el sexto Grace envía la pelota tras la barda; en total
permite 5 hits con 2 ponches. Valenzuela recibe otra oportunidad de abrir juego
el 28 de junio en Cincinnati ante los Rojos en un partido que se va sin
decisión; explota en la cuarta aceptando 6 carreras, 4 de ellas limpias, 2
bases y 3 ponches.
El 3 de julio enfrenta a Piratas en
San Luis teniendo como rival al también mexicano Esteban Loaiza; sale del
partido sin decisión después de lanzar 5 entradas para 4 hits y 3 carreras;
Loaiza se lleva el veredicto lanzando en 6 entradas, 7 hits, 2 carreras, 1 base
y 5 ponches en su sexta victoria a cambio de 5 reveses en la campaña.
Valenzuela en cambio acumulaba 11 derrotas que se veían bastante indecorosas en
su estadística. Recibe oportunidad de abrir juego el lunes 14 de julio ante
Cincinnati pero igualmente no corrió con fortuna; lanzó hasta la tercera,
otorgó 6 bases por bolas a cambio de un ponche y permitió 3 carreras en su
doceavo fracaso del año. Las oportunidades se acabaron y al día siguiente, 15
de julio, Fernando recibe la noticia de que está fuera de los Cardenales de San
Luis y de Grandes Ligas… para siempre.
Los 19,405 asistentes al Estadio de
Cincinnati ese lunes 14 de julio vieron como se acabaron los días de Grandes
Ligas para Fernando Valenzuela, aquel niño prodigio de 1981 que transformó el
mundo del beisbol; que despertó asombro y llenaba estadios en cualquier lugar
que se presentaba bajo la publicidad de los medios y de la “Fernandomanía” que
creó; el que salvó al beisbol en su momento del oscurantismo que producen los
pleitos sindicales siempre desagradables de aquella huelga que suspendió por
varios días el embrujamiento del “tirabuzón”. Aquel 14 de julio pasó casi
desapercibido; estaba del lado de los derrotados, de los viejos; todos sabemos
que el ocaso nunca es noticia. Pero fue un día histórico para el beisbol
mexicano porque aún seguimos esperando otra estrella como la de Fernando que
ponga el nombre de México bien escrito en el concierto de los máximos
exponentes del Rey de los Deportes del mejor beisbol del mundo; realmente fue
un día muy triste para el deporte mexicano.
Este último juego de Fernando
celebrado en el Cinergy Field ocurrió de la siguiente manera:
Estadio
Cinergy Field Cincinnati Ohio (1997).
Lanzando para Cardenales en contra de
Cincinnati, en la primera entrada Sanders conecta hit sencillo pero Eric Owens
es dominado en rola para doble play (short-segunda-primera); Mike Kelly es
ponchado. En la segunda Eduardo Pérez eleva al primera
base; Oliver recibe base por bolas; Bob Boone recibe base por bolas; Morris
recibe base por bolas; Reese eleva al cátcher; Mercker roletea a primera para
el tercer out.
En la tercera: Sanders es golpeado;
Owens conecta rola a segunda siendo forzado Sanders; Kelly recibe base por bolas;
Pérez recibe base por bolas; Oliver recibe base por bolas anotando Owens; Boone
conecta rola al short stop y Pérez es forzado en tercera anotando Kelly; Morris
da hit sencillo al izquierdo anotando Oliver. En este momento Petkovsek
reemplaza a Fernando terminando la entrada con elevado al izquierdo de Reese.
Tras la noticia de su despido,
Fernando empacó maletas; deseó buena suerte a sus excompañeros. Resulta curioso
advertir que la mayoría de los jugadores con quienes convivió en este último
mes fueron sus admiradores cuando pequeños veían en la televisión aquel número
34 lanzando maravillas al pentágono; esto que vieron la noche anterior no era
lo que todos queríamos ver; sabían que estaban tratando a un inmortal de la
pelota norteamericana y con respeto afrontaron juntos su adiós a los estadios
de Grandes Ligas.
Tomó el avión que lo conduciría a
casa; todo había concluido. Mirando tras la ventana hacia la inmensidad de los
cielos recordaba aquel primer equipo con el que jugó; todos ya se habían retirado:
Pedro Guerrero lo hizo en 1992, Steve Garvey en 1987 al igual que Ron Cey; su
receptor favorito Mike Sciosia en 1992; Bob Welch en 1994, Jerry Reuss en 1990,
Dave Lopes en 1987, Dusty Baker en 1986 al igual que Bill Rusell; el mismo
manager Tom LaSorda se retiraba en junio de 1996. En aquellos años era el más
joven y se mantuvo lógicamente más tiempo. Pero era otra generación de
peloteros con los que estaba tratando en este tiempo; ya no era la suya; era
otra pelota, otros estadios, otras formas de hacer beisbol y su brazo estaba
cobrando la factura del tiempo; eran miles y miles de pelotas lanzadas a home
en prácticamente todos los estadios de Grandes Ligas. Sí… era tiempo de
reconocer que ese brazo ya no era para los esfuerzos que se piden en Grandes
Ligas; el último partido fue muy claro; en el beisbol se podrá tener suerte
para ganar un juego como lanzador, pero tarde o temprano habrá una prueba
crucial que demostrará cuando las facultades ya no están presentes, y eso
sucedió con Valenzuela aquel 14 de julio. Eso sucede en todos los deportes.
Muchos piensan que Fernando pudo haber
tenido mejores números en su primera etapa de Grandes Ligas si hubiera estado
con otro equipo, o con otro manager; nunca se sabrá. Hoy en día hay muy pocos
lanzadores que terminan juegos; tomemos uno por ejemplo: Greg Maddux, “el
maestro”. Comenzó a jugar beisbol en Grandes Ligas el 3 de septiembre de 1986 y
aún se conserva en el mejor beisbol del mundo. En 20 años ha recorrido la ruta
de las 9 entradas en 108 ocasiones habiendo tenido 673 aperturas, lo cual da un
promedio de 16%; en dos temporadas completó 10 que fueron en 1994 y 1995.
Fernando por su parte completó 113 juegos en 424 aperturas lo cual da un
promedio de 26.6%, es decir, poco más de la cuarta parte; en una ocasión
completó 20 y en 6 temporadas terminó
las 9 entradas en más de 11 veces. Terminar juegos es de lanzadores completos,
porque asume la responsabilidad de todo el partido, para ganarlo y para
perderlo; tener de compañeros a buenos relevistas ayuda en mucho a ganar
encuentros, o más bien dicho, a medio ganarlos si hemos de ser justos.
Valenzuela en Noviembre 08 de 2006
EPILOGO
El
historiador deportivo Lance Linden escribió alguna vez en el 2001, a propósito
de los 20 años de la Fernandomanía: “La palabra fenómeno es utilizada pocas
veces en el beisbol; los Medias Blancas una vez la emplearon para describir a
Jason Bere; sin embargo, ni a Koufax, ni
a Clemens o Maddux, ni a Ryan o Seaver, ni siquiera a Friedych en 1976, o a
Gooden el 94, se les asignó este calificativo con tanta abundancia como a Fernando Valenzuela, aquel jovencito
mexicano que acaparó la atención de
todos los que sabían béisbol y los que nó”.
Algunos
jugadores que actualmente pisan los estadios profesionales crecieron soñando
algún día con un pedacito de fama que Fernando vivió en aquellos maravillosos
días; uno de ellos es el receptor mexicano Humberto Cota quien comenta: “… la primera vez que hice batería con él
fue contra Culiacán cuando estábamos con los Naranjeros en el 2001 y Fernando
ganó; agarré mi guante nuevecito y le dije: Fernando… fírmamelo y dedícamelo.
Por supuesto que él no quería… Duré como tres días diciéndole que me lo firmara
para ponerlo en mi cuarto de trofeos y él se negaba diciendo:… nó… yo ví como
tardaste como tres semanas arreglando el guante, echándole aceite para trabajar
con él…como lo vas a guardar… Pero yo le dije: … mira… ahorita estoy jugando
contigo, convivimos juntos, pero yo
estaba así de chiquillo cuando iba a Los Angeles con mi banderita mexicana y mi
gorrita azul, con el 34 en el pecho nomás para verte lanzar… me emocionaba y
mira… ahora estamos juntos… ¿cuándo iba a imaginar que yo iba a recibirle al
Toro detrás del plato?. Cota actualmente es un
jugador de Grandes Ligas con Piratas de Pittsburg. Es sabido también que muchos
jugadores norteamericanos que militan en equipos de la Liga Mexicana del
Pacífico solicitan autógrafos de Fernando cuando para su sorpresa lo han visto
calentando antes de iniciar su partido.
Ya han pasado 25
años desde aquel primer momento en que Valenzuela estremeció al mundo del
béisbol con sus difíciles lanzamientos desde el centro del diamante; la
historia de Fernando, la secuencia de hechos que le dieron ese brinco mágico al
estrellato grandioso desde la humildad
de los terrenos agrestes de Sonora, no hubiera podido salir tan fantástica ni
siquiera de la mente más prodigiosa de un escritor de novelas. Una vez más la
realidad supera a lo imaginario. ¿Cómo pudo ser que un jovencito de Etchohuaquila,
un pueblito sencillo de Sonora, llegara tan alto y tan lejos en un país con
tantos y tan viejos problemas de frontera y racismo inclusive?
Muchos podrán
decir, y con justa razón, que dominó como un maestro “el tirabuzón”, una pelota
muy difícil de lanzar y de conectar; otros podrán argumentar que su mente
privilegiada “sentía” el lanzamiento adecuado en el momento oportuno cada vez
que sus ojos apuntaban al firmamento, y no les faltará razón. Podrán haber
muchas explicaciones que los estudiosos seguirán analizando y discutiendo como
todavía lo hacen; lo único seguro es que todos saben que ese año de 1981 algo
estaba en el ambiente; algo pasó; el mismo Fernando se ha encargado de dar
razones:
“Para mí el
beisbol es lo máximo y sigue siendo un pasatiempo muy divertido; me entusiasma
jugar este deporte y eso es lo importante, que uno sienta los deseos de
hacerlo”.
Hacer las cosas
con verdadero gusto es una fórmula que no falla, y en el béisbol, Fernando Valenzuela
puso el ejemplo. ¿y que piensa el superastro de la
Fernandomanía?...¿todavía existe?: él mismo responde:
- “No sé,
no lo he notado… Nunca he sabido qué fue o qué es… La gente lo sabe más que
yo... lanzando soy feliz y si a la gente le gusta… qué bueno… que siga esto”.
Después de 25
años y de tantas alegrías que Valenzuela nos regaló en aquellas fabulosas
décadas de los 80’s y 90’s, seguimos esperando que otro brillante mexicano
mantenga viva la flama de la Fernandomanía. Nuestro país, poco afortunado en
líderes deportivos a nivel mundial, tiene indudablemente en Fernando una
excepción; ha quedado imborrable pues en el pasado de México y de Sonora, aquel
momento mágico que se prolongó por varios años cuando apareció un pelotero que
alcanzó la categoría más alta, que cautivó al mundo entero y que humildemente
supo enfrentar los éxitos y los fracasos con los pies en la tierra. Algunas
veces en transmisiones de televisión, de las que rápidamente el mayor consorcio
mexicano acaparó para exhibir los juegos de Valenzuela, el afamado Pedro “El
Mago” Septién continuamente decía:
“Fernando sabe tratar a la victoria y a la derrota como
lo que son… dos impostores… este es un juego y se llama béisbol”.
La obra de
Fernando en el montículo abarrotó los estadios y dio enormes ganancias a dueños
de equipos de Grandes Ligas y clubes mexicanos, estaciones de televisión y
publicaciones diversas que se encargaron de tomar ventajas de una Fernandomanía
que aún hasta nuestros días se ven destellos. Valenzuela no los defraudó y cada
vez que se paraba en el montículo regularmente ante 50 mil almas, mostraba esa
valentía muy especial, un espíritu de lucha y trabajo que empujaba al equipo
hacia la victoria. Su sabiduría alcanzó la clasificación de un fenómeno del
diamante como bien lo dice Linden, y como nunca se había descrito así a nadie
después de leyendas como Cy Young, Ty Cobb,
Babe Ruth o Ted Williams, entre otros en la primera mitad del siglo XX.
Alguna vez se le
preguntó al prestigiado cronista venezolano Juan Vené si Fernando tenía
posibilidades de entrar al Salón de la Fama de Cooperstown; alguien pudiera
pensar que las estadísticas no ayudan mucho al sonorense para convencer a los
cronistas a tan honrosa distinción y
Juan lo sabe cuando comenta: “el
Salón de la Fama es para los extraordinarios y Fernando tan solo fue un
excelente jugador en sus años como Grande Liga”. Dicho sin apasionamientos
la frase es estrictamente cierta si observamos los números y comparamos con
otros superestrellas que ya se encuentran en el nicho de los inmortales; lo que
a nadie le queda duda es que Valenzuela llegó a tocar las fibras más sensibles
entre los aficionados y personas que no lo eran, de tal forma que respondieron
con un entusiasmo increíble por el Rey de los Deportes tanto en Latinoamérica
como en los mismos Estados Unidos. Fernando puso un ejemplo y señaló el camino
para que a su vez otros jugadores de México y el Caribe cobraran millones de
dólares en los años por venir, lo cual hoy en día es una realidad y quienes
también acaparan los reflectores de la fama y el prestigio; tan solo por eso el béisbol le debe un lugar
en este recinto. Los números son fríos y no se quedan fácilmente en la mente de
cualquier mortal, pero las hazañas, el coraje, la entrega, el entusiasmo, el
cariño del aficionado, el agradecimiento de los directivos a un jugador, y pero
por sobre todo el amor sincero que el pelotero demuestra por el Rey de los
Deportes, desafortunadamente aún no viene registrado en las papeletas de
votación. Ese es un error humano, no de la justicia ni del destino.
Es oportuno hacer
mención en estas últimas líneas de este libro, el hecho de que Fernando siempre
ha exhibido interés por lanzar ante los aficionados nacionales en la Liga
Mexicana del Pacífico cuando la situación se lo ha permitido. Su amor por el
beisbol es tal que, a sabiendas de que está tratando engañar al tiempo como él
mismo lo ha externado, se presenta en los diamantes para hacer su trabajo con
el cariño y el esfuerzo de siempre. Recientemente lanzó para los Aguilas de
Mexicali en la temporada 2006-07 siendo el mejor lanzador de ese club en la
temporada.
De todas formas,
para nuestra fortuna aquel niño prodigio de lanzamientos indescifrables que
silenciosamente se escabulló hacia la gloria en el mejor beisbol del mundo
nació mexicano, es de Sonora y se llama Fernando “El Toro” Valenzuela…
Por aquellos
fabulosos días de victorias y derrotas … Gracias Fernando Valenzuela … Esta generación
desde hace tiempo te tiene en el Salón de la Fama que todo buen aficionado
siempre lleva guardado en su corazón.
Fin
FERNANDO VALENZUELA EN GRANDES LIGAS |
G GS CG SHO IP BB IB SO W L ERA 1980 LA N 10 0 0 0 17.2 5 0 16 2 0 0.00 1981 LA N 25 25 11 8 192.1 61 4 180 13 7 2.48 1982 LA N 37 37 18 4 285 83 12 199 19 13 2.87 1983 LA N 35 35 9 4 257 99 10 189 15 10 3.75 1984 LA N 34 34 12 2 261 106 4 240 12 17 3.03 1985 LA N 35 35 14 5 272.1 101 5 208 17 10 2.45 1986 LA N 34 34 20 3 269.1 85 5 242 21 11 3.14 1987 LA N 34 34 12 1 251 124 4 190 14 14 3.98 1988 LA N 23 22 3 0 142.1 76 4 64 5 8 4.24 1989 LA N 31 31 3 0 196.2 98 6 116 10 13 3.43 1990 LA N 33 33 5 2 204 77 4 115 13 13 4.59 1991 CAL A 2 2 0 0 6.2 3 0 5 0 2 12.15 1993 BAL A 32 31 5 2 178.2 79 2 78 8 10 4.94 1994 PHI N 8 7 0 0 45 7 1 19 1 2 3.00 1995 SD N 29 15 0 0 90.1 34 2 57 8 3 4.98 1996 SD N 33 31 0 0 171.2 67 2 95 13 8 3.62 1997 SD N 13 13 1 0 66.1 32 0 51 2 8 4.75 1997 STL N 5 5 0 0 22.2 14 0 10 0 4 5.56 1997 TOT N 18 18 1 0 89 46 0 7 2 12 4.96 Total NL 419 391 108 29 2744.2 1069 63 1991 165 141 3.43 Total AL 34 33 5 2 185.1 82 2 83 8 12 5.20 Total 453 424 113 31 2930 1151 65 2074 173 153 3.54
|
LA=LOS ANGELES; N=NACIONAL; A=AMERICANA CAL=CALIFORNIA, BAL=BALTIMORE; PHI=FILADELFIA; SD=SAN DIEGO; STL=SAN LUIS
G=JUEGOS; GS=JUEGOS INICIADOS; CG=JUEGOS
COMPLETOS; SHO=BLANQUEADAS; IP=INNINGS LANZADOS; BB=BASE POR BOLAS; IB=BASES
INTENCIONALES; SO=PONCHES; W=GANADOS; L=PERDIDOS: ERA=PORCENTAJE DE CARRERAS LIMPIAS
ADMITIDAS=(CARRERAS LIMPIAS/IP)x9
BIBLIOGRAFÍA
http://www.retrosheet.org/
20th Century Baseball Chronicle
Periódico El
Imparcial, Varios ejemplares de 1979, 1980, 1981 y 1982.