Tienes que estar ahí, a las 04:30PM, de regreso hasta aquel año mágico de 1981, para ver la larga cola de automóviles esperando a que abrieran las puertas del estacionamiento del Estadio y ver a Valenzuela iniciar su partido tres horas después; tienes que encender la radio en esa tarde para escuchar el feliz sonido del mariachi y la “Balada de Fernando” sonando por todos lados… yo sé de eso porque yo estuve ahí” …

 

Steve Bisheff, Columnista del Orange County Register

 

 

 

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Capítulo I

FERNANDO Y LA MAGIA DEL BEISBOL

 

Los deportes forman parte muy importante en el acontecer cotidiano de todas las ciudades del mundo, y en nuestra región, el béisbol es practicado en cada rincón de la entidad y en todas las edades ya sea como aficionados y también en su carácter profesional. En el invierno, es tradicional esperar la nueva temporada con la ilusión de tener un campeón en la ciudad cuando cada año en el mes de octubre se inaugura la Liga Mexicana del Pacífico; en el verano, en el mes de abril aparece la Liga Mexicana, donde participan ciertas ciudades del norte, centro y sur del país manteniendo vivo el interés de la afición por el “Rey de los Deportes”. Desde las primeras décadas del siglo pasado hasta nuestros días, la práctica de este deporte se ha consolidado en el gusto del público ya sea en las tribunas, en el campo, en los escritorios de la Administración de los equipos, y por supuesto, en los medios de comunicación que alaban las grandezas de los héroes deportivos y aquellos hechos de interés ocurridos en los diversos campos de pelota del mundo; muchos dicen que en México, fue Sonora el lugar donde por primera vez rodó una pelota en un campo de 4 bases.

 

Al paso del tiempo, infinidad de jugadores han salido de los campos sonorenses comenzando desde las ligas de aficionados en épocas infantiles y juveniles hasta hacer realidad el sueño dorado de todo pelotero: jugar en Las Grandes Ligas, esto es, la liga profesional de máxima calidad en el mundo asentada en Los Estados Unidos.  Uno de esos muchachos que puso muy en alto el nombre de Sonora en las Ligas Mayores fue Fernando Valenzuela Anguamea, un joven brillante que con la pelota en su mano izquierda lanzada desde el montículo del pitcher lograba despertar la admiración incluso de Jefes de Estado, de jóvenes y adultos de todo el mundo, de cronistas de radio y televisión de varias partes del planeta que de pronto se interesaron en saber más de aquel humilde jovencito que cautivaría a millones de aficionados.

 

Pocas veces en la historia del béisbol ha ocurrido un caso tan excepcional. Un jugador que apenas pisaba los 20 años de edad de repente se enfrentó a los mejores peloteros de Grandes Ligas y de forma fascinante lograba dominarlos, mostrando en la loma de los lanzadores un desempeño que lo transformó de la noche a la mañana en ídolo nacional, y por supuesto, de todos los sonorenses.

 

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Primera Victoria en Valenzuela en GL (El Imparcial, 10 de Abril de 1981)

 

¿Cómo empieza la historia?

 

Vayamos al año de 1960 y pongamos nuestra mirada en un pueblito pequeño localizado entre Obregón y Navojoa, casi sobre la carretera que une a estas dos ciudades y que lleva por nombre Etchohuaquila, nombre con el que se identifica también a una planta desértica tipo cactácea que abunda en la región. La pequeña comunidad de trabajadores agrícolas se ubica a 30 kilómetros hacia el sur de Obregón, o bien a 40 kilómetros hacia el norte de Navojoa medidos por la carretera. Con más precisión, el poblado se encuentra muy cerca hacia el oeste de Fundición, Comisaría que se localiza sobre la Carretera Federal de Cuatro Carriles, eje caminero central de Sonora. El poblado pertenece al municipio de Navojoa aunque curiosamente se encuentra más cercano a Obregón.

 

El martes 01 de Noviembre el llanto de un niño empezó a viajar por el ambiente; era el hijo número doce de una familia de muy escasos recursos económicos creada por el señor Avelino Valenzuela y doña Hermenegilda Anguamea; se dice que ambos provienen de la fuerte raza Mayo que vive en esta árida tierra del valle costero de Sonora desde épocas milenarias. En nuestro Estado, al hijo menor se le conoce como  “el zocoyote” y por lo regular es el consentido de la familia  cuando da los primeros pasos.

 

Los llanos de Etchohuaquila, como el de todos los pueblos de la región, se llenan de jóvenes divirtiéndose con el beisbol que es el pasatiempo preferido de Sonora; y principalmente en aquellos años 60’s, cuando Fernandito crecía bajo los vientos cálidos del Valle, era tradición diaria llevar un buen palo de madera y una pelota hecha con tirones de tela vieja pacientemente cosida haciendo la esfera perfecta. Siempre había suficientes niños para “acompletarse” y hacer el juego; Fernandito era el más pequeño y seguramente se entretenía tirando piedras al monte mientras sus hermanos jugaban un buen partido por las tardes, cuando el sol lo permitía.

 

En la Costa del Pacífico existe beisbol profesional desde 1945 en una liga que mantiene vivo el gusto por el Rey de los Deportes; los “Yaquis” de Ciudad Obregón y los “Mayos” de Navojoa siempre han sido furiosos rivales y Etchohuaquila entera es de los Mayos. Cada año la historia se repite; hay un campeón eufórico y un subcampeón afligido por la derrota, y como siempre, los locutores de radio le imprimen ese sello característico en las narraciones beisboleras. Regresemos la vista hacia aquel año de 1973,

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precisamente cuando Fernando recién cumplía los 12 años en plena adolescencia, cuando creemos descubre la magia del beisbol. En esa ocasión los Yaquis quedan campeones venciendo en la serie final a los Mayos 4 juegos a 1 para desconsuelo del pueblo; la serie por el campeonato consiste en 7 partidos a ganar 4. Muy atentos por la radio todos escuchaban las incidencias del quinto partido, que sería el último  de la serie celebrado en Navojoa; en Obregón habían sido los primeros dos:

 

“… Estamos transmitiendo desde la Perla del Mayo este emocionante encuentro; Navojoa solo ha ganado un partido mientras que Obregón ya lleva tres; será el último juego en Navojoa y de ganar los mayos la serie podría trasladarse a la casa de los Yaquis… pero estamos seguros que Obregón quiere terminar todo aquí… hay una entrada regular en el estadio donde se observan muchos aficionados que hicieron el viaje desde la antigua Cajeme… no hay mucha confianza del público de Navojoa con la novena pero todo puede suceder… el reto es difícil… El equipo de casa tiene que ganar tres partidos en fila si quiere ser campeón y debe comenzar venciendo en este duelo. Lanzará Dyer Miller por los Mayos, el excelente derecho norteamericano de gran velocidad teniendo como rival a otro igualmente poderoso serpentinero, el también norteamericano Dick Troedson…”

 

Fernando seguramente estaba atento a la radio… nervioso se comía las uñas esperando el milagro…

“… hay dos outs en la pizarra; Miller lanza y…. strike tres… ponche para Matt Alexander… primer out de esta parte alta de la tercera entrada… A batear viene  Tony Scott… Miller se impulsa y manda sobre el pentágono… sale un pequeño globo al short stop y fácilmente cae el segundo out en manos del parador en corto Rodolfo Hernández… A continuación viene el difícil Derrell Thomas, norteamericano material de Grandes Ligas precisamente proveniente de los Padres de San Diego que este año recibió la gran oportunidad; bateó para los “frailes” apenas un 0.230 la temporada pasada pero estamos seguros que brillará en el mejor beisbol del mundo… Miller lanza… segunda bola; dos bolas con dos strikes… dos outs en la pizarra, no hay gente en los senderos… el pitcher toma un poco de brea y la deja caer sobre la loma… se pone de acuerdo con el cátcher... acepta hasta la tercera señal… inicia sus movimientos… viene sobre la goma… y…. está saliendo tremendo batazo por el jardín derecho la pelota sigue… sigue… sigue… y… de un bote choca contra la barda… el corredor va por primera… sigue por segunda… y llega parado a la colchoneta… es el primer hit que acepta Miller… un doblete de Thomas”.

 

El jovencito Fernando no se despegaba de la radio…

 

“… viene al bat Jim Campanis, cátcher de los Yaquis… Miller se prepara… se impulsa… lanza y… está saliendo un elevado al short stop… le baila un poco Hernández… y… pierde la esférica en los reflectores…  hay error en la jugada…  mientras tanto Thomas llega a la registradora con la primera carrera; el inteligente jugador moreno no dejó de correr habiendo dos outs en la pizarra y out seguro…  Obregón toma la delantera en el partido con una carrera que será sucia… pero que cuenta al fin.”

 

Fernando se molesta y mira la radio poniendo la barbilla descansando en las manos que están sobre la mesa;  desconsolado expresa:

“… mmm… van a perder…”

 

El juego avanza y las carreras no llegan; es la última entrada; las manos sudan, la angustia está al máximo:

 

“… es la novena entrada, dos outs… los Yaquis a un paso de alcanzar la gloria de un campeonato… Jorge Orta y Ward han sido retirados; Jack Pierce está en primera base por boleto gratis; el zurdo Troedson quiere completar la blanqueada… un jonrón y Navojoa gana; un out y Obregón es campeón… Presenta el pitcher… al bat se encuentra Chris Ward… Troedson lanza y… sale una rola por primera base… Campanis toma la pelota y pisa el cojín… esto se acabó…señores… la locura para Obregón… ¡los Yaquis son Campeones!... Hemos sido testigos de un juego histórico; el pitcher Dyer Miller de Navojoa solo permite un hit en 8 entradas y un tercio y termina perdiendo el juego… es algo increíble… esto va para la historia del beisbol de la Liga de Mexicana del Pacífico. Obregón gana el juego con un solo hit y Troedson lanza una blanqueada sensacional  para el triunfo de los valerosos Yaquis”.

 

La esperanza murió; la radio se apaga y todos se aprestan a dormir… Fernando busca una cobija y le pide “campito” a su hermano en el catre donde diariamente duermen;  un nudo en la garganta le estorba al niño de 12 años… Mañana será otro día… y empieza su sueño… “algún día seré pitcher de los Mayos”.

 

 

 

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Yaquis de Obregón, Campeón en la Liga Mexicana del Pacífico venciendo en la final a los Mayos (1972-1973)

 

Los Comienzos

 

Para una persona que usa mayormente el brazo izquierdo en todas sus actividades ciertamente  el béisbol no le proporciona muchas oportunidades para intervenir en el campo; un “zurdo” no puede jugar de cátcher, ni de tercera base, ni de short stop o segunda base ya que se les dificulta tirar a primera para sacar los outs cuando siempre el corredor avanzará de derecha a izquierda; hay algunos beisbolistas zurdos que aprenden a tirar con la derecha a fin de corregir eso, pero no es el caso de Fernando, un zurdo total. Seguramente sus amiguitos le asignaron una posición poco riesgosa reservada para los gorditos o a los técnicamente deficientes: el jardín derecho.

Sin embargo, el inquieto Fernando no podía quedarse tan al margen del juego… quería más acción… así es que optó por pedir oportunidad en el sitio que siempre estará disponible para todos, derechos o izquierdos: la loma de lanzar.

 

¿Me prestas el guante?, le pide Fernando a su compañerito rival en un juego esos de tantos que se pactan en el llano, donde por las tardes el sol inclemente, la tierra seca llena de choyas, matorros espinosos y lagartijas decoran el escenario;  el viento también participa con los remolinos vertiginosos que no son pretexto para interrumpir un buen partido de beisbol… hay que esperar que pasen y “playball”…

 

- Es derecho… le contesta al tiempo que se lo tira a corta distancia.

- Ya se… no le’a hace... responde Fernando al tiempo que se lo acomoda y arranca al jardín.

 

En el campo, Fernando voltea al cielo… agarra una piedra y la tira para el monte enfadado esperando el batazo que no le llega.

 

En el juego, los jardineros se ven asoleados de tanto batazo y por fin el jovencito de 13 años se anima y lanza un grito desesperado:

-¡Yo picheoooo!,

 

De pronto todos aceptan el ofrecimiento; total más o menos carreras el partido ya se perdió.

 

- Dale la bola a Fernando a ver que pasa, Sugiere el primera base al abatido lanzador.

-Ta’bueno pues… vente!, le gritan desde el cuadro y rápidamente el jovencito arranca emocionado; de ser un espectador más de repente se convierte en el centro de la acción en el improvisado diamante. Silenciosamente los outs empezaron a caer y por fin el equipo de Fernando tomaría turno al bat.

 

Los lanzadores zurdos suelen ser difíciles para batearles si acomodan bien la pelota; la trayectoria que sigue la bola es diferente a la que los bateadores están acostumbrados por la mayor cantidad de lanzadores derechos que hay… eso lo dijo Ted Williams, el inmenso jugador de los Medias Rojas de Boston de mediados del siglo pasado. Fernando descubrió eso y empezó a sacarle provecho; destacó en los juegos llaneros y hasta le consiguieron un guante para zurdos, el que va en la mano derecha. El tiempo pasó; sus avances en la loma poco a poco se fueron dando a tal grado de que   representó a su tierra en un torneo de estrellas en Ciudad Obregón ya sobre los 17 años resultando ser el Jugador Más Valioso; su brazo empezaba a pulirse y despertó la atención de muchos entrenadores y por supuesto de algunos dueños de equipos, quienes generalmente tienen buscadores que les informan de los talentos que van saliendo de los llanos y que pueden ser apartados para años futuros. 

 

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Valenzuela (15 o 16 años)

 

Tuzos de Guanajuato era un modesto equipo de béisbol adscrito a la antigua Liga Central de México por allá en el año de 1978; fue el primer equipo profesional que firmó a Fernando y que le ofreció su primer sueldo: $250 dólares, muy buenos para comenzar una aventura que lo llevaría por senderos inimaginables en el Rey de los Deportes.  Sentado en el autobús, seguramente avanzó ante sus ojos aquel llano arreglado como campo de beisbol que nunca ha tenido pasto, y recordó con melancolía la vez que le tocó cuidar el jardín derecho, cuando sintió ese zumbido en el oído que los peloteros escuchan cuando ocurre “el llamado del Diamante”.

 

Don Avelino consolaba a la madre de Fernando:

- Es lo que quiere hacer el muchacho… que le vamos a hacer?. Todo va a salir bien… ya no llores… Dios lo cuidará… .

 

Pero, ¿Qué madre se consuela al ver partir a su hijo dejando la incertidumbre de que quizás jamás pueda volver a verlo?...

 

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- Ay Avelino… parece que no sabes… hay muchos peligros por allá… si se va estoy seguro que ya no lo volveremos a ver… le contesta Doña Hermenegilda secándose las lágrimas, esa agüita que se confundía con lo mojado del delantal que seca los trastos.

 

De Navojoa a Guanajuato hay unos 1400 kilómetros; seguramente el viaje debió exigirle a Fernando unos dos días sentado en el autobús hasta entrevistarse con el dueño de los Tuzos por allá en el año de 1978. Este club participaba en la entonces Liga Central que tenía  equipos en los Estados de Tamaulipas (4 novenas), Veracruz (1), San Luis Potosí (1), Zacatecas (2), Jalisco(3) y Guanajuato (1). De buenas a primeras, nuestro Fernando empieza a conocer la República Mexicana saturada de montañas y valles, de cañadas y ríos turbulentos en tormentas y chaparrones que son lo común en el verano sobre la región media del país.

 

El beisbol profesional en el verano nunca ha funcionado en Sonora; por allá en los años 80´s  se intentó conformar un circuito costero pero fracasó; jamás se ha intentado de nuevo. El Beisbol de las Grandes Ligas acapara por completo a la afición sonorense que por cierto es muy exigente y gusta poco de ver novatos en un diamante; sin embargo, existe una liga semiprofesional de muy buena calidad denominada “Liga Norte de Sonora”, que ha sido semillero de muchos jugadores brillantes y donde al parecer Fernando también incursionó alguna vez en 1977 o 78. Valenzuela no tiene más remedio que aventurarse a la Liga Central a fin de desarrollar sus habilidades en la loma de pitcheo en aquel año en que cumpliría la mayoría de edad.

 

A pesar de su juventud, Fernando tiene buenos números al terminar la temporada; el equipo batea poco y logra un récord de 5 ganados con 6 perdidos pero con un excelente promedio de carreras limpias admitidas de 2.23; esto significa que por cada juego de 9 entradas aceptará menos de 3 carreras en promedio, estadística considerada como muy sobresaliente ya que con tres carreras su equipo podía ganar un juego. El año pasado (2006) en Grandes Ligas, Johan Santana alcanzó un promedio de 2.77 para ser el mejor  con los Mellizos de Minnesota.

 

Para 1979 Valenzuela es contratado por los Angeles de Puebla aunque es enviado en calidad de préstamo al Leones de Yucatán, un equipo que hacía su ingreso por primera vez en la Liga Mexicana que estaba en proceso de expansión; ese año la Liga Central desapareció por lo que a Fernando le tocó esa última edición de un circuito que se mantuvo por dos décadas. Como en todo equipo nuevo, las victorias no llegan muy seguido pues regularmente se forma con jugadores ya veteranos o muy novatos; Fernando alcanza un récord de 10 ganados y 12 perdidos pero con un excelente promedio de carreras limpias de 2.49 que impresionó a muchos buscadores de talentos.

 

En aquel entonces la Liga Mexicana contaba con equipos en los siguientes Estados: México (2), Veracruz, Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila y Jalisco. Es así como Fernando terminó por conocer prácticamente todos los rincones de la República Mexicana por medio del béisbol; los continuos y largos viajes le dieron oportunidad de manejar un turismo inevitable. Es ahí en Yucatán donde también conoce a dos personas que serían de gran importancia en su vida poco tiempo después: el buscador de talentos para los Dodgers de Los Angeles de las Ligas Mayores Mike Brito, y Linda Burgos, la novia que se convertiría en su esposa tres años después.

 

En una ocasión cuando Valenzuela lanzaba para los Tuzos de Guanajuato en 1978, el buscador Mike Brito se presentó a un juego en Silao, comunidad del centro de la República Mexicana. Mike llevaba la encomienda de investigar al prospecto Alí Uzcanga, un excelente parador en corto de aquel entonces, pero se quedó asombrado con la actuación de Fernando; en esa ocasión ponchó a 12 bateadores en una excelente demostración sobre la loma de los disparos. Brito se lo llevó anotado… ¡iba por plata y encontró oro!. Para 1979 Valenzuela hizo su aparición en el estadio de los Leones de Yucatán, equipo para el que jugó de abridor por toda la temporada; había llegado ya a la mayoría de edad y Mike le siguió la huella al zurdo sonorense. Convencido de su talento, el 6 de Julio de este año lo firma para Dodgers después de tener una temporada con 10 victorias por 12 derrotas y un excelente 2.49 de efectividad con 141 ponches. El Presidente de esta organización, Al Campanis, voló hasta Yucatán para ver lanzar a aquel jovencito y de inmediato quedó también convencido que era material para Grandes Ligas.

El contrato fue por $120,000 dólares, $20,000 para Fernando y el resto para el club dueño de su contrato; la cantidad para él fue mínima pero no importaba: había emprendido el camino hacia los grandes salarios, y por supuesto, jamás regresaría a vivir a Echohuaquila… su mamá tuvo razón. Se dice que los Yanquis de Nueva York también andaban tras sus servicios pero Brito les ganó la carrera; Jaime Pérez Avella era el directivo de los Angeles de Puebla y acordó con Brito el traspaso de Fernando; tiempo después, Valenzuela se quejó de que solo llegaron a su bolsillo la mitad del dinero mencionado.

 

Linda Burgos era una joven maestra de Mérida que trabó amistad con Fernando; llegaron al noviazgo durante la campaña en que Valenzuela jugó para los Leones y aunque los continuos viajes del sonorense por los estadios de México los separaban, poco a poco el cariño entre ambos llegaría lejos; en un futuro no muy lejano formarían una bonita pareja, y por supuesto, la relación ayudó bastante a combatir la soledad de un jovencito que estaba enfrentando retos de gente grande. Al firmar contrato para los Dodgers de los Angeles, Valenzuela se despedía de Mérida y de Linda; sus números en la Liga Mexicana fueron suficientes para llevar al muchacho a otros espacios de la pelota profesional… al sueño dorado… ¡Estados Unidos!.

 

Decidido a todo, llega al equipo Dodgers Lodi en la Liga de California en una corta estancia de tres juegos: gana uno y pierde dos aunque con un minúsculo 1.13 en carreras limpias admitidas. Al año siguiente, los Dodgers envían al mexicano a la Liga de Texas con los Misioneros de San Antonio; termina la campaña con 13 ganados y 10 perdidos y un porcentaje de carreras limpias de 3.10 ocupando el tercer puesto; sin embargo, fue líder en la liga con la mayor cantidad de ponches: 162. El equipo estaba bajo la dirección de Donald Evertt LeJohn (Ducky, fallecido en 2005). El team quedó en tercer lugar del torneo con 69 ganados y 62 perdidos  y por supuesto, nuestro Valenzuela sigue de turista conociendo las ciudades de Amarillo, Midland, Shrevenport, El Paso y por supuesto San Antonio, todos en el Estado de Texas donde empezó a tener seguidores  en el ambiente latino.

 

Es oportuno mencionar que uno de los peloteros que más ayudó a Valenzuela en la técnica de lanzar fue Robert “Bobby” Castillo, pelotero de origen latino que años antes jugaba en 1975 para Sarasota en La Florida, sucursal de los Reales de Kansas City de la Liga Americana; su posición en aquel entonces era la tercera base pero los expertos no le vieron mucho futuro. Al año siguiente este joven emigró entonces al equipo de los Broncos de Reynosa de la Liga Mexicana y se dedicó a otra posición que también jugaba de colegial: la de pitcher.  En este club mexicano logró un récord de 5-5 pero con un minúsculo promedio de carreras limpias: 1.75.

 

Para 1976 Castillo pasó a los Sultanes del Monterrey ganando 19 juegos con un promedio de carreras limpias de 2.22; esto fue suficiente para despertar el interés de los Dodgers de Los Angeles quienes procedieron a contratarlo llegando a ser para el año de 1980 el mejor lanzador de relevo del club con 8 ganados, 6 perdidos y 5 rescates. “Babo” Castillo basaba su pitcheo en una pelota sumamente difícil de lanzar: el “tirabuzón” o “screwball”, aprendiéndolo de un estupendo pitcher mexicano que también llegaría a Grandes Ligas: Enrique Romo. Años más tarde, Castillo declaraba: “lo miraba todo el tiempo… lo estudiaba… aprendí mirándolo”. Romo jugaba con el México de donde pasó a Seattle en 1976 y después a Pittsburg en Grandes Ligas retirándose en 1982. El hermano de Vicente Romo, otro monstruo del pitcheo, ganó 44 juegos y perdió 33 con 52 salvados en las Ligas Mayores. A petición de los directivos de Dodgers, Castillo recibió la encomienda de enseñarle a Fernando Valenzuela “el  tirabuzón”,  un lanzamiento que le estaba dando buenos resultados. Fernando no podría sostenerse en Grandes Ligas teniendo una velocidad en sus disparos nada impresionante y requería de otro recurso apropiado para un perfil zurdo y que combinara con el valor que siempre ha exhibido en el montículo.

 

Uno de los mayores exponentes de este tipo de lanzamiento fue Carl Hubbell, quien ganó 253 juegos y perdió 154 con un PCLA de 2.98 jugando de 1928 a 1943 siempre con los Gigantes de Nueva York en la Liga Nacional. Su mejor año fue en 1936 cuando ganó 26 y perdió 6 con un PCLA de 2.31. Se hizo famoso en 1934 cuando ponchó consecutivamente a Baby Ruth, Lou Gehrig y Jimmie Foxx en el juego de Estrellas. Fue electo al salón de la fama en 1947. El jovencito deseoso de aprender siguió los pasos de su maestro al pié de la letra logrando controlar a la perfección un lanzamiento que viaja en contra de lo normal. El manager de los Dodgers en 1981, Tom LaSorda, declaró alguna vez: “Bobby le enseñó a Valenzuela a lanzar el tirabuzón; ahora Valenzuela lo hace mejor que Bobby”.

 

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Valenzuela con el San Antonio, 1980.

 

Capítulo II

VALENZUELA EN  1980

 

En el mes de Septiembre de 1980 al terminar la Liga de Texas, Fernando recibe una noticia sorprendente; debe reportar con los Dodgers de los Angeles quienes tenían serie en Atlanta… ¡inesperadamente las Ligas Mayores estaban abriéndole las puertas!. El corazón latió fuerte en el sonorense; tomó las maletas, el viaje ya no sería en camión, ahora Fernando estaba conquistando las nubes… estaba materialmente en las nubes, era el 15 de septiembre de 1980.

 

El primer estadio de Grandes Ligas que pisó el zurdo mexicano fue el Fulton de Atlanta; había pocos espectadores que serían testigos de ese día histórico para el beisbol mexicano: solo 8025 personas. Atlanta estaba en cuarto lugar en la división oeste ya lejos de la competencia, pero Dodgers tenía fuerte pelea con los Astros de Houston en la lucha por el banderín y por eso llamaron a Valenzuela, a fin de reforzar el staff de pitcheo y descansar a la rotación que para septiembre ya está agotada en un circuito tan largo. Solo faltaban 18 días para terminar la temporada y prácticamente faltaba un juego en cada día.

 

Ese primer partido de la serie con Atlanta fue pésimo para Dodgers que perdieron por blanqueada 9 por 0 en un excelente triunfo del lanzador derecho de Bravos Thomas Winton Boggs que cubrió toda la ruta; por los Dodgers abrió el zurdo Burt Hooton, estelar del equipo. El tercera base Bob Horner disparó jonrón productor de dos carreras sumando los Bravos tres anotaciones en la misma primera entrada; para la tercera ya ganaban 5 a 0 cuando en ese inning pisan la goma dos veces dejando la loma el zurdo Hooton para ser reemplazado por Joe Beckwith. Valenzuela no se perdía momento alguno del juego; estaba disfrutándolo como nadie desde el “bullpen”… ¿debutaría?, ¿sabrían en Sonora que él estaba ahí?... quien sabe. Esperaba su momento; su corazón seguía latiendo. Por un momento recordó todo su peregrinar desde que salió de Sonora… los Tuzos de Guanajuato, los Leones de Yucatán, California, los Misioneros de San Antonio… y ahora Los Dodgers, el equipo tradicional de todos los tiempos… ¡era un sueño!... y todavía no cumplía los 19 años.

 

El teléfono sonó y Valenzuela volteó rápido… el corazón latió más fuerte… era la sexta entrada en su parte alta y LaSorda grita al bullpen… “Que caliente Fernando… es momento para probarlo”. Le temblaron las piernas… su debut se estaba cocinando… tomó el guante y una pelota que empezó a frotar como es su costumbre. Los primeros lanzamientos salieron tímidos en aquel jovencito que nadie miraba, el bullpen está demasiado lejos del diamante… ¿cómo no emocionarse?... ¿alguien puede imaginar que las Grandes Ligas están de repente enfrente de ti por primera vez y permanecer estoico, sin sentir los nervios, la angustia del primer día?. En una entrevista Valenzuela muchos años después manifestó: “guardo especial cariño por aquel primer día que me dieron la oportunidad de lanzar en Grandes Ligas”.

 

Los Dodgers fueron retirados en la parte alta del sexto sin anotar carreras: Derrel Thomas roleteó a primera, Davalillo sustituyendo al pitcher Beckwith fue ponchado, el primer bat Dave Lopes sacó hit sencillo al igual que Jay Johnstone, pero la entrada terminó cuando Dusty Baker elevó al short stop. Fernando volteó al campo; miró que los jardineros se retiraban a la caseta y respiró profundo… tomó algo de agua… se santiguó, volteó al cielo por primera vez… y sale de la caseta dándose valor. Los compañeros le gritan: … ¡suerte muchacho… el juego es tuyo!

 

Los primeros lanzamientos del entrenamiento previo a la entrada eran recibidos por Mike Scioscia, quien también vivía su campaña de novato; se acercó a Fernando… le entregó la bola… una palmadita… y a lanzar… Valenzuela bajó un poco de la loma y enfrentó al primer bateador: Bruce Benedict, también catcher en su segunda campaña dentro del beisbol mayor. Benedict fue el primer out de Fernando en Grandes Ligas: un elevado al jardín central custodiado por Rudy Law… ¡el cascarón estaba roto… un nuevo ligamayorista había nacido!...

 

Curiosamente el siguiente bateador fue el mexicano de Guadalajara Luis Gómez, parador en corto de los Bravos que fue dominado en rola a tercera para el segundo out. Gómez no se distinguió por ser buen bateador aunque su defensiva fue muy respetable. Finalmente el pitcher Boggs termina el inning siendo dominado por Fernando con  otra rola al tercera base. Esa fue su primera entrada retirada en la Gran Carpa aquel memorable día 15 de septiembre de 1980, fecha del tradicional “Grito de Independencia”.

 

En la siguiente entrada Valenzuela permite dos anotaciones que fueron consideradas como sucias, es decir, inmerecidas y por eso no cuentan en el cálculo del porcentaje de carreras limpias admitidas. Las cosas sucedieron así: Jerry Royster fue ponchado (el primero en Grandes Ligas para Fernando), Hubbard se embasó en error del tercera base Ron Cey; bateando ahora Gary Matthews, el juez principal decreta un “balk” a Valenzuela al hacer un movimiento ilegal en la loma, por lo que Hubbard se instala en segunda base; quizás algo de nervios en el zurdo que le hizo perder la concentración. Mathews conecta sencillo arriba del short stop (el primero contra Fernando en Grandes Ligas) pasando Hubbard a tercera base. El siguiente bateador Bob Horner roletea al cuadro y en error de Derrel Thomas anota Hubbard pasando Matthews hasta tercera. Seguidamente Chris Chambiliss eleva al jardín derecho permitiendo que Matthews anote la segunda carrera de la entrada en “pisa y corre”; el inning termina cuando el cuarto bat Dale Murphy eleva al central. Para el octavo inning Fernando es reemplazado por Jack Perconte en su turno al bat.

 

El short stop Derrel Thomas era un viejo conocido de Fernando; era el mismo que en aquella fría noche de Enero los Mayos de Navojoa caían vencidos 1 por 0 para perder el campeonato en el último juego de la temporada de 1972-73, Thomas anotó esa carrera para los Yaquis de Obregón después de haber conectado un doblete, el único hit del partido que recibió el pitcher Dyer Miller. En esa ocasión Jim Campanis conecta un elevado al short stop que pierde increíblemente Rodolfo Hernández anotando Derrell la valiosa carrera; otro hecho interesante es que Campanis era hijo de Al Campanis, el Gerente General de los Dodgers en aquel tiempo y quien autorizó el contrato para Valenzuela, el mismo muchachito de 12 años que miraba la radio desconsolado por la derrota de los Mayos de Navojoa. Thomas y Fernando fueron excelentes amigos en el equipo; fue  transferido en 1984 a Montreal y luego a California para despedirse ese año después de 15 temporadas en la Gran Carpa; actualmente tiene 56 años (2007).

 

Al siguiente día los Dodgers vuelven a perder ahora 2 por 1 y Fernando fue un espectador más en el estadio… no participó. El miércoles 17 de Septiembre el equipo inicia en casa una serie de dos juegos ante los Padres de San Diego; después de un largo viaje sin descanso, los jugadores saltan al terreno para llevarse una victoria de 2 carreras por 1 con excelente labor en el montículo de Don Sutton,  su victoria 12 a cambio de 4 reveses; fue ayudado por  “Babo” Castillo y Fernando continuó en la banca.

 

El jueves 18 inicia por los Dodgers Bob Welch sumando otra victoria a su récord al ganar los de casa 7 por 3; Welch suma su victoria 13 y Castillo su quinto juego salvado; Valenzuela seguía calentando el pino en un estadio con 30,000 aficionados; jamás había visto algo igual.

 

La oportunidad por fin llegó el viernes 19 y nada menos que ante los Rojos de Cincinnati; la “gran máquina roja” estaba ante sus ojos; aquellos grandes peloteros que hicieron época en la década de los 70´s, de los que tanto leyó y admiró en periódicos y revistas, ahora los tenía como rivales y compañeros de Grandes Ligas; el sueño iba creciendo. El público ahora era mucho mayor: 46,609 aficionados; prácticamente una población equivalente a la ciudad de Navojoa estaba en el Estadio… era el monstruo de mil cabezas… ¿podría lanzar ante tanta multitud?... No se cansaba de mirar… gente por todas partes llenaba el estadio… el ruido era increíble… es el beisbol en su máxima expresión… ahí quería estar Fernando… y ahí estaba a sus 19 años apenas.

 

Abrió el partido Jerry Reuss ante una fila de grandes bateadores como  Griffey, Concepción, Foster, Bench, Driessen, Knight, Oester… sí… ¡era la gran Máquina Roja!. Reuss aceptó una carrera en el primer inning y 7 en el segundo; antes del primer tercio del partido Dodgers ya perdía 8-0; era el momento oportuno para que Valenzuela hiciera su debut en casa. Generalmente a los lanzadores reservistas se les utiliza en esta clase de juegos para descansar a los relevistas importantes. Tom Lasorda hizo lo adecuado; después de medio componer el juego a 8 por 5 al finalizar la tercera entrada, vemos a Fernando Valenzuela calentar en el bullpen para entrar a lanzar en el cuarto capítulo. La emoción al máximo; por primera vez se presentaría en la loma de Los Angeles; el primer bateador: Dave Concepción, a quien domina en rola al short stop para el primer out. Seguidamente viene George Foster y es retirado en elevado al cátcher para el segundo out; viene al bat el inmenso Johnny Bench, el popular receptor  quizás el más completo de todos los tiempos en el beisbol de Grandes Ligas y Fernando lo enfrenta con singular valentía… “David contra Golliat”. Afortunadamente las cosas salieron brillantes para el muchacho de Etchohuaquila: Bench es ponchado ante el alarido indescriptible del fanático de Los Angeles; el mexicano ha ponchado al inmenso Bench que había pegado sencillo en el primer inning y jonrón con casa llena en el segundo episodio sobre el estelar Jerry Reuss, y ahora, un jovencito de menos de 19 años lo retiraba por la vía de los strikes. Todo el mundo pregunta maravillado… ¿quién es… the one who is?... Fernando caminó al dogout y sus compañeros estaban felices… ansiosos por felicitarlo. Fue un debut de estrella para un lanzador pues estaba retirando al tercero, cuarto y quinto en el orden al bat del equipo más grande de la década de los setentas en la Liga Nacional.

 

En el quinto la gente empieza a mirar con más detenimiento a este jovencito; el partido toma un interés adicional. Dan Driessen se para en la caja de bateo e intenta tocar la pelota aprovechando su rapidez; Valenzuela recoge la bola y manda “un riflazo” a primera; cayó el cuarto out en fila… la gente aplaude frenéticamente. Sigue Ray Knight y el encanto se rompe… la pelota sale hacia el césped del jardín izquierdo para un sencillo y se coloca un hombre en primera base… los fanáticos de los rojos también se escuchan aplaudiendo a Knight. Pero Fernando se crece y retira por la vía del ponche a Ron Oester así como al pitcher Pete LaCoss desatando otra andanada de aplausos; la gente quería saber más de ese novato; ¿quién es?... ¿the one who is?.

 

Ya más asentado en la loma, en el sexto Valenzuela sigue su camino y poncha al primer bat Dave Collins… es el cuarto. Sigue Ken Griffey, quien hábilmente le encuentra la bola al zurdo sonorense y la pelota se va de hit al jardín central; hay hombre en primera. Finalmente el parador en corto  Dave Concepción es obligado a una rola fácil al pitcher, Valenzuela manda a segunda base Dave Lopes quien remata para el primera Garvey en un brillante doble play que acapara la atención del respetable. Fernando ha colgado tres ceros magistrales en su debut en el Estadio  de los orgullosos Dodgers y ya para el séptimo es reemplazado por un bateador emergente.

 

En esa década de los 80’s Fernando sería el pitcher más trabajador y más famoso lanzando en ese diamante. Cincinnati se llevó este partido 10 a 7, pero queda para la historia como el primer juego donde participaría Fernando Valenzuela en Los Angeles. Los más de 46,000 fanáticos se llevarían una tarea: ¿quién era Fernando Valenzuela?

 

Al día siguiente el zurdo de Etchohuaquila no salió a la loma y los Dodgers continúan perdiendo ahora 10 a 2 con excelente pitcheo de otro de los inmortales del béisbol: Tom Seaver; al abridor de los Dodgers Burt Hooton le hacen 7 carreras en la primera entrada. El domingo de nueva cuenta los Dodgers caen con marcador ahora de 7 por 2 siendo barridos en la serie ante más de 50,000 aficionados; esta ocasión también es oportuna para una nueva aparición de Valenzuela. Perdiendo Los Angeles 2 por 1 en la novena, Fernando entra a lanzar y el primer bat Mejías conecta un doblete; Ken Griffey roletea al short para el primer out avanzando corredor a tercera. A continuación Dave Concepción conecta una línea al tercera base para el segundo out y Cey rápidamente pisa la almohadilla consumando un doble play milagroso, lo cual permite mantener en ceros el casillero de Cincinnati; nuevamente Fernando salía entre aplausos y el jovencito de Sonora seguía cautivando. El partido fue ganado por los Rojos en la entrada número once haciendo 5 carreras, llevándose el descalabro el relevista zurdo norteamericano Steve Howe. La máquina roja todavía funcionaba bien.

 

Los Dodgers habían perdido 5 de sus últimos 7 juegos; eso no era muy bueno para un equipo peleando el liderato. La siguiente serie sería contra los Bravos de Atlanta en casa… y el lunes 22 de septiembre volvieron a perder 7 a 2 con derrota para Don Sutton; Valenzuela se quedó en el bullpen de nueva cuenta. El martes 23 de septiembre el jovencito tampoco jugó y los Dodgers cortaron su mala racha: por fin ganan 4 a 2 con excelentes lanzamientos de Bob Welch.

 

El miércoles 24 de Septiembre Fernando vuelve a la loma; Jerry Reuss explota en la séptima ante los Gigantes de San Francisco en casa. Por aquellos años San Francisco no tenía un equipo competitivo y ya estaba descartado del primer lugar en la división. El partido estaba empatado a 4 carreras en la séptima cuando el abridor Jerry Reuss se mete en problemas: después de ponchar a Herndon,  Darrell Evans conecta doblete por el jardín derecho y Jack Clark es pasado intencionalmente; LaSorda decide probar a Fernando y lo trae a la loma para enfrentarlo con Wohlford; éste se sale con la mejor parte recibiendo la base por bolas para que las almohadillas se congestionen y al bat viene Rich Murray, hermano de Eddie Murray, este último excelente pelotero de los Orioles de Baltimore en aquel entonces. Fernando domina a Murray en rola a tercera base siendo Evans forzado en home para el primer out; la casa sigue repleta de Gigantes pero Fernando termina la entrada cuando Strain batea por Sularz y es dominado en elevado al primera base. Nuevamente en la caseta brincan de alegría y Fernando es esperado para el abrazo… Reuss en primera fila por supuesto.  Valenzuela cierra la octava ponchando a Pettini, domina en rola a Sadek y retira con ponche al lanzador Tom Griffin; el jovencito seguía impresionando a los más de 35,000 fanáticos que asistieron aquel día al Estadio. Finalmente Los Angeles gana el partido en la entrada número doce cuando Manny Mota conecta el hit de la victoria anotando Garvey la de la diferencia en un sensacional encuentro de 3 horas 44 minutos de duración.

 

El jueves 25 de septiembre Gigantes gana 3 a 2 a Los Angeles a pesar del gran juego lanzado por Hooton; Fernando descansó en el bullpen. Al día siguiente los Dodgers hacen maletas y viajan a San Diego para abrir una serie de tres partidos; ese viernes Los Angeles caen 3 a 2 ante los lanzamientos de Larry Mura y salvamento del legendario Rollie Fingers; Valenzuela estaba atónito admirando a este superestrella desde el callejón de entrenamiento; otro partido se les iba de entre los dedos ante unos 15,000 aficionados.

 

El sábado 27 de septiembre Valenzuela logra su primer juego salvado. El partido llega a la octava entrada ganando Los Angeles 6 a 1 con excelentes lanzamientos de Don Sutton, quien ya no sale para la octava siendo reemplazado por Howe; este zurdo permite dos carreras, saca un out y deja corredores en primera y segunda cuando es reemplazado por Stanhouse quien  domina a Tenace pero permite hit de Salazar para la tercera anotación de la entrada y LaSorda no lo piensa mucho y “jala” por su “as” Valenzuela. El zurdo viene al rescate con hombres en primera y segunda y dos outs; enfrenta primeramente a Barry Evans y le otorga la base por bolas para que las almohadillas se congestionen; Paul Dade sustituye a Lucas con el madero y es obligado a roletear al short stop siendo forzado Evans en segunda para concluir la entrada. El manager Jerry Coleman se quedó extrañado: ¿the one who is?... ¿y ese quién es?.

 

 La última  entrada es retirada fácilmente por Valenzuela: Gene Richards es out de tercera a primera, Smith se embasa en error de Lopes, Mumphrey es out de short a primera y el inmortal Dave Winfield es dominado por el jovencito de 19 años en rola a primera base. Valenzuela logra así su primer juego salvado en Grandes Ligas y Don Sutton debió haberlo abrazado muy efusivamente… fue el gran beneficiado;  era en aquel entonces un veterano 16 años mayor que Valenzuela y con una antigüedad de 14 en Ligas Mayores con etiqueta de superestrella, y ese jovencito logró preservarle el triunfo. Al año siguiente Sutton dejaría a los Dodgers y eso propició la entrada de Fernando al cuerpo de abridores.

 

Al día siguiente domingo 28 de Septiembre, San Diego se lleva la serie derrotando a los Dodgers 7 a 5. Ganando Los Angeles 5 a 3 en la octava, entra al relevo Steve Howe reemplazando a Castillo; ya habían lanzado el abridor Welch y los relevistas Suttclife y Beckwith. Después de ponchar a Mumphrey, Howe permite doblete a Winfield, sencillo de Bass (reemplazado por Dade) y Salazar entrando la cuarta de San Diego; Stimac recibe la base por bolas y las almohadillas se congestionan, momento en que el nervioso LaSorda no permite más cosas a Howe y viene con Stanhouse para lanzarle a Perkins, que entra en sustitución de Tenace con el madero.  Stanhouse otorga una  base por bolas muy dolorosa que permite a Dade la anotación del empate ante la algarabía de los aficionados aquella tarde soleada. Con la  casa llena, LaSorda decide jugársela con Valenzuela y el zurdo domina a Evans en fly a segunda base que Lopes pierde precisamente por el sol, entrando Salazar con la tercera carrera del inning y la del desempate. Todavía el peligroso Gene Richards conecta de hit a Fernando por el prado izquierdo anotando Stimac la cuarta de la entrada, aunque el mismo Richards es puesto out tras intento de robo en segunda base momentos después. La victoria se les va de las manos a los Dodgers, un triunfo que después necesitarían angustiosamente y Fernando nuevamente es víctima de errores. Al terminar este juego, Los Angeles estaba a dos juegos del líder Astros de Houston y LaSorda tiraba la gorra al piso… aprendería la lección de intentar primero con Valenzuela.

 

El lunes hubo descanso; había tiempo para meditar. Después de 17 juegos seguidos desde el 11 de septiembre para Los Angeles, en el standing de la zona oeste de la Liga Nacional Astros iba en primer sitio y Dodgers lo perseguía a dos juegos de distancia; San

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Valenzuela, 1980

 

Francisco era la siguiente escala para el equipo en la última semana de competencia. Ese martes 30 de septiembre Valenzuela conquista su primer victoria en la Gran Carpa en labores de relevo; las acciones estuvieron así:

 

Ganando San Francisco 3 a 1 en la novena entrada, Dodgers logra dos anotaciones para mandar el juego a extrainnings. Jerry Reuss había iniciado y Stanhouse lanzó la séptima y octava. LaSorda puso a Valenzuela en el noveno… la prueba de fuego para el zurdo sonorense. Empieza con Darrell Evans y logra dominarlo en fly al central; Jack Clark recibe la base por bolas al igual que Venable; dos hombres en base… un hit y el partido está perdido… LaSorda permaneció estoico… sabía que el muchacho podía y lo demostró con creces: Murray fue ponchado y Sularz también. Un gran abrazo recibió el muchacho de sus compañeros al llegar a la caseta. Hit de Hatcher y Frías con jonrón de Guerrero en la parte alta de la décima dieron ventaja a Los Angeles 6 por 3; faltaba la parte baja y Fernando no estaba dispuesto a perder: ponchó a Strain y a Bill North y dominó al panameño Rennie Stennett en rola a segunda para llevarse su primera victoria en Ligas Mayores. Ahora LaSorda estaba convencido de quién era su pitcher estelar en los momentos difíciles; ese día Houston le ganó a Atlanta y el standing no se movió.

 

El día primero de octubre Dodgers vence a San Francisco 8 a 4 con lanzamientos de Hooton y “Babo” Castillo; Valenzuela no jugó. Finalmente, el último partido de la serie lo pierde Dodgers 3 a 2, una dolorosa derrota que los aleja 3 juegos del primer lugar pues Houston seguía ganándole juegos a Atlanta. La última serie sería contra los mismos Astros en Los Angeles; Dodgers tenía que ganar la serie para empatar el standing y obligar a un juego que definiría al campeón de la división; difícil pero no imposible.

 

El viernes 03 de octubre Dodgers y Fernando Valenzuela logran la victoria en 10 peleados episodios; perdiendo Los Angeles en la novena frente a Ken Forsch 2 a 1, Fernando entra en la parte alta relevando al abridor Don Sutton que se mantuvo durante ocho capítulos. Valenzuela domina a Forsch en línea a segunda, poncha a Rafael Landestoy; Cabell y Puhl le conectan hit sencillos pero finalmente domina a Cruz en rola al short stop. En la parte baja de la novena, Ron Cey produce la del empate con sencillo después de que Rich Monday se embasara con hit sencillo y Dusty Baker alcanzara primera en error de Landestoy. La décima es retirada por Valenzuela con ponche a Cedeño, línea de Bergman a segunda y ponche a Ashby. La carrera del gane fue producto de oportuno cuadrangular de Joe Ferguson sobre el perdedor Forsch, que sorprendentemente salió a lanzar ese décimo capítulo. La asistencia al parque fue de 49162 espectadores y aquel jovencito de 19 años se llevaba su segunda victoria de la temporada.

 

Pitcheo magistral de Jerry Reuss que lanzó el juego completo permitió a Dodgers llevarse la victoria el sábado 04 de octubre con marcador de 2 por 1; jonrón de Steve Garvey fue la diferencia. Al día siguiente, Los Angeles iba por el milagro: ganar el tercer juego seguido a los líderes… y el milagro se hizo…  Dodgers se lleva el triunfo 4 por 3. Inició el partido Burt Hooton pero salió en la segunda permitiendo dos carreras, siguió Castillo durante cuatro episodios permitiendo una y a continuación entra Valenzuela en el sexto. Retira a Howe en elevado al centro; poncha a Ashby y Reynolds es out en primera sin asistencia; en la siguiente entrada Sambito eleva a tercera en terreno de foul: Puhl recibe base por bolas y se roba segunda; Cabell eleva al derecho y Morgan al centro para concluir la entrada… los aplausos a su máxima expresión para el muchachito de Etchohuaquila. En la octava Fernando sale por un bateador emergente.

 

Todo quedó preparado para el juego de desempate que se celebraría en Los Angeles el 6 de octubre… las Ligas Mayores en pleno se detuvieron para gozar de este partido, el único que se celebraba, raro y obligado por la circunstancia de que el casillero de victorias y derrotas eran iguales para Astros y Dodgers: 92 ganados por 70 perdidos. El duelo sería Goltz contra Joe Niekro, excelente lanzador que acumulaba 19 victorias por 12 derrotas en la temporada. Para desconsuelo de los 51,127 espectadores Houston hace dos en la primera, dos en la tercera y 3 en la cuarta para acabar con el sueño de Los Angeles que tuvieron que lamentar tan triste derrota de 7-1 después de ligar tres triunfos al hilo. Valenzuela entró en la sexta ponchando a Cruz, domina a Cedeño en elevado al central y Howe es out en línea a tercera. En el séptimo Ashby eleva al izquierdo, Reynolds conecta de hit, Niekro se sacrifica con toque al pitcher pero Puhl eleva al centro para eliminar el problema. Sería el último out para Fernando en la temporada y los Dodgers se retirarían a esperar el largo invierno para las acciones de 1981 que serían inolvidables. Valenzuela tenía sentimientos encontrados ya que estaba feliz por su llegada a las Grandes Ligas aunque  triste porque el equipo sería espectador en la postemporada.

 

 El joven sonorense termina su participación dejando un grato sabor de boca: no permitió carrera limpia en 17 entradas y 2/3; recibió 8 hits, otorgó 5 bases por bolas, ponchó a 16, salvó un juego y ganó  dos en los 10 partidos que intervino.  El público empezó a conocer a Fernando… y LaSorda también.

 

Filadelfia finalmente doblegaría a Houston 3 juegos a 2 en la serie que comenzaría al día siguiente y también se lleva la serie mundial sobre los Reales de Kansas City en 6 emocionantes partidos.

 

DE REGRESO A CASA

 

Fernando ya había debutado desde 1978 con los Mayos en una esporádica participación de relevista aquel martes 10 de octubre, ocasión donde Navojoa cae ante Obregón 5 por 1 en el partido inaugural celebrado en el Valle del Yaqui. Pero ahora, más hecho y con experiencia de Ligas Mayores tenía su lugar asegurado en el equipo y venía a refrendar su incipiente fama como relevista de los Dodgers. El sueño de Fernando se hace realidad: lanzar de abridor para sus queridos Mayos. 

 

Rápidamente se pone el uniforme y se sube a la loma en su propio terreno el día 16 de Octubre en contra de los Naranjeros y Héctor Espino en la primera serie del torneo; el resultado simplemente fantástico: lanza una blanqueada de 2 por 0 aceptando 3 hits con 12 ponches y 2 bases por bolas conduciendo a Navojoa a su primera serie ganada de la temporada 1980-81. Permitió dos sencillos de Héctor Espino, uno de Carlos Ríos y ningún corredor pasó de segunda base; el lanzador derrotado fue Luis Fernando Guzmán. Fernando Camargo conectó un cuadrangular solitario y la otra carrera fue impulsada con elevado de sacrificio de Carlos Soto. El momento más difícil para Fernando en este juego ocurrió en la novena cuando después de un out Altar Greene recibe pasaporte; Espino disparó su segundo sencillo pero Valenzuela obligó después a Rod Allen a batear una línea al short stop que se convirtió en doble play terminando el juego de manera dramática; el jovencito de casi 20 años lograba así su primer triunfo en la Liga Mexicana del Pacífico diez días después de haberse presentado en el partido de desempate Dodgers contra Houston en las Grandes Ligas.

 

La siguiente apertura de Valenzuela no fue menos admirable aunque pierde el partido: el 22 de octubre lanza contra los Yaquis de Obregón por quienes abrió Frank Dipino, siendo este último el ganador en una victoria de 3 a 1 manteniéndose en el montículo durante 7 entradas y un tercio para 6 hits y 7 ponchados; lo relevó José Antonio Limón. Pero Valenzuela aún con la derrota lució más impresionante: ponchó a 12 yaquis, 8 de ellos en tres entradas aceptando 8 hits terminando Mark Miggins sin problemas. Fernando ponchó a los tres del primer inning pero abriendo el segundo Don Whitting le disparó un cuadrangular de 400 pies por el jardín central al primer lanzamiento. El partido se fue 1-0 hasta la octava, cuando Yaquis fabrica dos carreras impulsadas por Bobadilla y Rigoberto Robles. DiPino llegaría a jugar en Grandes Ligas con los Astros de Houston de 1982 a 1986, pasando después a Cachorros de Chicago y Cardenales de San Luis terminando con Reales de Kansas City.

 

Fernando llevaba 24 ponchados en dos aperturas; la tercera salida fue el día 26 de octubre contra los Aguilas de Mexicali en Navojoa alcanzando la victoria con marcador de 2 por 1; en esta ocasión ponchó a 14 llegando a 38 en la campaña permitiendo 6 hits, siendo el derrotado Will McEnaney que toleró 9 imparables con 6 abanicados. Fernando permite la única carrera en la novena entrada siendo producida por Carlos “El Chaflán” López. Para Navojoa, Kevin Bass produjo la primera en la quinta y Carlos Soto la de la diferencia en la séptima. McEnaney había jugado en Grandes Ligas para los Rojos de Cincinnati, Expos, Piratas y Cardenales de 1974 a 1979. Es oportuno mencionar también que Kevin Bass llegaría a Grandes Ligas en 1992 jugando varias temporadas hasta 1995 principalmente con Houston y San Francisco; esta Liga era una verdadera prueba de fuego para el jovencito de Etchohuaquila y la estaba superando con altas calificaciones.

 

En el día de su cumpleaños, 01 de Noviembre, Fernando festeja con una excelente apertura al ganar nuevamente un partido muy cerrado de 2 carreras a 1 contra los Venados de Mazatlán en el puerto sinaloense. Ponchó a 13 llegando a 51 en la temporada; diseminó 6 hits con dos bases por bolas, una de las cuales le ocasionó la carrera. En la tercera entrada comienza Lupe Valle recibiendo pasaporte; Alvarez es dominado en rola al pitcher avanzando Valle; Villela conecta hit dentro del cuadro y con otro del mismo tamaño de David Villagómez Venados anota su única rayita. Mayos empata en la séptima cuando después de dos outs, Kevin Paris, Alfonso Paredes  y Ken Boddin ligan sencillos. Ya en la novena después de un out, Paredes conecta doblete, Boddin sigue con  un “texas leaguer” quedando hombres en primera y tercera. Acto seguido, Joel Pérez toca en temeraria jugada de “squeeze play” anotando Paredes la de la diferencia. Alfredo Ortiz lanzó por los Venados en su intento de conseguir su triunfo 101 de la Liga cargando con su primera derrota de la temporada a cambio de 3 victorias, cubriendo toda la ruta para 11 hits y 3 ponches.  Valenzuela termina el juego pasando ciertos apuros en la parte baja de la novena entrada cuando Ramiro Guzmán se embasó en infield hit; Jeff Leonard recibió la base por bolas;  Cage es ponchado para el primer out sin intentar el Manager Pilo Gaspar el obligado toque; Ringleman sí intenta el toque pero es ponchado también; el siguiente bateador Jesús Sommers se embasa en error del short stop llenándose las almohadillas pero Valenzuela termina el encuentro sacando el tercer ponche del inning al dominar a Guadalupe Valle.

 

Ya en el Manuel “Ciclón” Echeverría, Fernando vuelve a la loma el día 6 de Noviembre con otra victoria ahora de 6 por 3 lanzando 8 entradas sobre los Algodoneros de Guasave; continuó con su recital de ponches al otorgar 10 chocolates alcanzando los 61 abanicados en 43 entradas lanzadas en la temporada. Permitió una carrera sucia en el primer inning y dos cuadrangulares en la novena salidos de los bats de Mark Funderbunk y Willie Norwood. Mark Miggins se hizo cargo de los últimos dos outs. Valenzuela retiró a 20 bateadores en orden después de la primera entrada.

 

El lanzador sensación de los Mayos se enfrenta en su siguiente apertura a los Tomateros de Culiacán el día 12 de noviembre también en Navojoa; después de 9 entradas sin permitir anotación, poncha a 8 tomateros y acepta 4 hits con 4 bases por bolas. Mark Miggins continúa la labor hasta la entrada número once cuando los mayos logran la única carrera del partido sobre el lanzador Tom Turber en pésimo relevo a Salomé Barojas; con dos outs y casa llena, Kevin Bass recibe el boleto gratis de Turber dejando tendidos en el terreno a los visitantes de la capital sinaloense. Barojas llegó a lanzar en Grandes Ligas entre 1982 y 1985 con Medias Blancas de Chicago y Seattle con un breve retorno en 1988 con Filadelfia. Ganó 18 y perdió 21 en la Gran Carpa con 3.95 en carreras limpias admitidas.

 

En Guaymas, Fernando también mostró sus cualidades en la loma. El día 19 de Noviembre venció a los Marineros con score de 6 por 1 lanzando las nueve entradas para 4 hits, 1 carrera, 2 pasaportes, 9 ponches y 2 wild pitch; la derrota fue para el experimentado serpentinero George Brunett que fue relevado por Abraham Rivera, exmayo por cierto. La única carrera de Guaymas empezó con hit de Figueroa, después pasó a segunda y en wild pitch de Valenzuela llega a tercera; de igual forma, otro lanzamiento descontrolado y Figueroa termina finalmente en la registradora. Brunet lanzó en Grandes Ligas para 9 equipos desde 1956 a 1971; murió el 25 de octubre de 1991 a la edad de 56 años en Poza Rica, Veracruz.

 

Ya en Navojoa, nuevamente Valenzuela vence a Tomateros al iniciar la segunda vuelta aquel día 28 de Noviembre en su propio patio. En esta ocasión ponchó a 12 enemigos teniendo de rival en el montículo a Fernando Arroyo quien lanzó 6 entradas; le siguió Sid Monge para el resto aceptando 3 carreras y siendo el perdedor. Valenzuela lanzó todo el juego regalando 5 bases por bolas y 8 hits con una carrera producto de cuadrangular salido del bat de Gary Gray en la segunda entrada. Perdiendo entonces Navojoa 1 por 0 en el cierre de la séptima, “Paquín” inicia con hit, Joel Pérez y Kevin Bass lo secundan llenando las almohadillas. Fernando Villaescuza forzó a Estrada en la goma en un intento de “Squeeze play”, pero Kelly Paris conecta doblete para producir dos; la última fue producto de cuadrangular de Mike Soubras. El lanzador zurdo Sid Monge estuvo en Grandes Ligas desde 1975 a 1984 con California, Cleveland, Filadelfia, San Diego y Detroit; ese año de 1980 había salvado 14 juegos para los Indios de Cleveland en la Liga Americana.

 

El miércoles 03 de diciembre Fernando hace su presentación por vez primera como abridor en Hermosillo lanzando un estupendo partido, aunque su equipo no pudo hacerle carreras al abridor naranjero Reggie Patterson en una especie de venganza de aquella blanqueada propinada por el zurdo de Etchohuaquila en Navojoa a comienzos de la temporada en el mes de octubre.  Patterson aceptó solo dos imparables en las nueve entradas: de Fernando Villaescuza en la primera y Fernando Camargo en la séptima, completando su labor con 5 bases y 3 ponches. Valenzuela por su parte aceptó 9 imparables ponchando a tres y regalando una base por bolas. Alejandro Treviño conecta imparable en la segunda entrada, avanza a segunda en fly de sacrificio de Nelson Barrera, pasando a tercera en otro fly profundo de Altar Greene para que con sencillo de Sergio Robles entrara la carrera. En la cuarta, Espino inicia con hit, Treviño es out en rola a segunda, Nelson Barrera conecta triple impulsando a Espino, Altar Greene es ponchado pero Sergio Robles nuevamente produce con sencillo la tercera anotación. Seguidamente Ray Torres batea un triple y en la jugada Robles es puesto out en home en gran tiro de Fernando Camargo al short stop Kelly Paris y éste a Paquín Estrada. De ahí en adelante Valenzuela no permitió más libertades pero el daño ya estaba hecho.  Conviene anotar el comentario de que Alejandro Treviño sería receptor por un tiempo de Fernando Valenzuela cuando ambos jugaron para Dodgers de Los Angeles en 1986 y 1987.

 

Después de una salida desafortunada visitando a los Yaquis de Obregón el día 10 de diciembre, que a la postre ganan los Mayos 7 a 6, Valenzuela sube a la loma contra los Aguilas de Mexicali y logra una victoria de 5 por 2 en el segundo juego del día 14 de diciembre, aceptando 6 hits, otorgando 3 pasaportes y 4 bases por bolas. Perdió el desafío Will McEnaney.

 

Descripción: fernandomayos80

Valenzuela, Hermosillo (Dic 03 de 1980)

 

De regreso a Navojoa, los mayos superaron a los Marineros de Guaymas con anotación de 5 por 0 en una excelente blanqueada de Fernando Valenzuela el día 18 de diciembre; el zurdo sonorense ponchó a 7 y dio una base por bolas en toda la ruta venciendo en gran duelo a José Peña que lanzó para 7 hits y las 5 carreras. En la cuarta Mayos hace dos carreras con base a Jim Obradovich, doble de José Cardenal que avanzó a tercera y anotó en wild pitch; en la séptima tres más con doble de Paquín Estrada que produjo una, triple de Fernando Villaescusa y rola productora de Kevin Bass.

 

El 28 de diciembre Naranjeros de Hermosillo se enfrenta a Navojoa en doble cartelera siendo derrotado por Fernando Valenzuela en el primer partido con marcador de 5 por 1 con pitcheo de tres hits; Fernando lanzó las primeras 5 entradas en fila india hasta que Ray Torres abrió la sexta con sencillo después de una seguidilla de 13 outs en línea para el zurdo sonorense. Luis Fernando Guzmán fue el pitcher abridor por Hermosillo y en la cuarta permite dos anotaciones con bases por bolas a Von Joshua, Jim Obradovich y José Cardenal; Fernando Camargo sigue con sencillo impulsando las dos. En la quinta, cuando Guzmán permite hit de Villaescusa, y tras error del tercera base Nelson Barrera a toque de Kevin Bass,  Joshua sigue con doble impulsando dos y Obradovich se trae la tercera con sencillo ya con dos outs. Valenzuela solo había aceptado un hit hasta el octavo; en la novena, con dos outs, Altar Greene dispara doblete y Héctor Espino con sencillo se trae al plato la única anotación. Este mismo día por la noche después de 15 entradas, los Naranjeros se llevaron el triunfo 2 por 1 con sencillo productor de Nelson Barrera bateando de emergente por Chico Rodríguez; Sergio Robles anotaría la carrera desde segunda tras un error del tercera base Joel Pérez. Hermosillo terminaría llevándose la serie celebrada en el valle del Mayo y la victoria de Fernando sería el único triunfo para los de casa.

 

Para el 2 de Enero de 1981 el zurdo de Etchohuaquila comienza el año con otra victoria sobre Aguilas de Mexicali con marcador de 4 carreras a 1, lanzando todo el partido con 8 ponches y regalando solo 2 pasaportes. El exmayo Randy Niemann fue el derrotado en esa ocasión  lanzando toda la ruta para 9 hits, 8 ponches y 4 bases por bolas.

 

El 8 de Enero, nuevamente Valenzuela pierde otro desafío en contra de los Yaquis de Obregón en una serie clásica más celebrada en Navojoa; su oponente fue el derecho Arturo González que recetó una blanqueada de 3 a 0 a los del Valle del Mayo aislando 3 hits, ponchando a 6 y retirando en línea a 22 bateadores. Con esta victoria Obregón tomaría el primer lugar en la tabla de posiciones y según el sistema seguido en esta competencia, los Mayos de Navojoa quedarían fuera de los juegos de postemporada por no haber alcanzado los puntos suficientes; con este juego Valenzuela daba por terminada su participación en la Liga que fue catalogada como sensacional al ganar 11 y perder 5 desafíos apenas a los 20 años de edad.

 

Entrenamientos Primaverales de 1981

 

Muy entusiasmado, Fernando llega a los entrenamientos de los Dodgers en Florida; después de los fuertes ejercicios de preparación, en Grandes Ligas se organizan una serie de partidos de pretemporada entre equipos tanto de la Liga Nacional como de la Americana en la famosa “Liga de la Toronja”. Fernando fue probado como pitcher abridor dadas sus referencias y el escaso pero impresionante currículo que había levantado en las Ligas del año anterior.

 

El día 17 de marzo en un juego de entrenamiento celebrado en Vero Beach en contra de los Rangers de Texas, se combinó con Burt Hooton que fue el abridor en un triunfo de Dodgers 2 por 0.  Permitió solo un hit desde la séptima hasta concluir el partido. El  26 de marzo, Fernando abre un juego en contra de los Astros de Houston en Vero Beach, Florida lanzando 5 entradas sin permitir anotación, llevando a los Dodgers a un triunfo de 7 por 0; permitió cuatro hits y fue relevado por Bobby Castillo y Steve Howe.

 

El manager Tom LaSorda se convencía cada vez más de que estaba viendo el nacimiento de un gran lanzador en el equipo de los Dodgers; en alguna ocasión comentó: “… ahora sé lo que sintió Walter Alston cuando tuvo a Sandy Koufax”. En 1966, año en que se retiró tras una lesión, el también zurdo Sandy Koufax ganó 27 juegos y perdió 9 con 1.73 en carreras limpias admitidas, terminando las 9 entradas en 27 juegos por segundo año de manera consecutiva. En 1963 alcanzó 11 blanqueadas con 306 ponches y 25 ganados por 5 perdidos con 1.88 en efectividad. Fue elegido como miembro del Salón de la Fama de Grandes Ligas en 1972. Ningún otro zurdo había despertado tanto interés como Fernando Valenzuela después de Koufax en el equipo de los Dodgers.  Alston fue manager de los Dodgers de 1954 a 1976 habiendo fallecido en octubre de 1984, y tuvo la oportunidad de ver “la magia de Valenzuela”.

 

Capítulo III

TODOS LOS HONORES EN 1981

 

El año de 1981 comenzaba como todos; entrenamientos primaverales en el mes de marzo y la inauguración en abril; Fernando ya tenía un puesto asegurado en la rotación de abridores pues realizó una excelente pretemporada y lo iban a probar iniciando juegos. Después de su gran actuación como relevista en septiembre de 1980, tras la derrota ante los Astros de Houston, los Dodgers de los Angeles  tenían a Burt Hooton, Jerry Reuss, Bob Welch, Fernando Valenzuela y Dave Goltz en el cuerpo de abridores. El excelente pitcher derecho Don Sutton dejaba al equipo para irse precisamente con los Astros siendo reemplazado por Fernando en el staff; la juventud del muchacho de 20 años creaba incertidumbres… ¿era lo correcto?... Tom LaSorda asumía la responsabilidad.

 

El día jueves 9 de abril de 1981 se inauguró la temporada; un día antes de comenzar el encuentro surgió un problema inesperado para el manejador LaSorda, pues de pronto Reuss sufre un tirón en uno de sus músculos y Hooton aún no estaba totalmente listo; los abridores programados para el primero y segundo juego estaban imposibilitados para lanzar este partido contra los Astros de Houston, los campeones de la División después de aquel día dramático de desempate en octubre. Ese día miércoles 8 de octubre vemos a Valenzuela pasando la bola en el entrenamiento de bateo cuando LaSorda lo cita a la oficina y le comunica que abrirá el partido inaugural. El jovencito acepta el reto y LaSorda debió tener pesadillas esa noche.

 

Antes de lanzar, un pitcher debe hacer movimientos de estiramiento de piernas, brazos, espalda, cuello, manos, y demás. Después toma la pelota y empieza a lanzarla suavemente aumentando la velocidad en forma gradual; algunos lanzan con una distancia más larga que la normal y  después se acercan para calentar a la distancia reglamentaria. Esta rutina dura media hora aproximadamente. El estadio lucía en todo su esplendor… lleno completo…50,511 personas fue la asistencia a la inauguración, una cantidad equivalente a la ciudad de Guaymas en aquellos años. El jovencito sería el centro de la atracción; robusto, de baja altura y pelo largo, contrastaba con la figura de los lanzadores Welch, Hooton o Reuss, norteamericanos corpulentos de sangre anglosajona; Fernando en cambio, mexicano del Valle del Mayo de Sonora… de Etchohuaquila… de un pueblo que nunca ha pasado de 1000 habitantes; indudablemente que fue un momento muy especial para quienes hemos tenido la costumbre de seguir al beisbol de Grandes Ligas, sobre todo porque generalmente el partido inaugural se lo dan al mejor lanzador y jamás nunca a un mexicano lo habían distinguido con eso.

 

Descripción: REUSS

Jerry Reuss (1981)

 

Después de la ceremonia de rigor, el zurdo camina al diamante; el público aplaude… está ansioso de ver pelota… hace medio año que no disfruta de las incidencias del Rey de los Deportes. Va contra los campeones del año pasado… contra los verdugos de los Dodgers el año pasado.

 

Se canta el play ball…

 

Houston entra al terreno con Puhl (rf), Reynolds (ss), Cedeño (cf), Cruz (lf), Howe (3b), Roberts (1b), Thon (2b), Pujols (ca), Joe Niekro (p). Los Angeles con: Lopes (2b), Landreaux (cf), Baker (lf), Garvey (1b), Cey (3b), Guerrero (rf), Scioscia (ca), Russell (ss), Valenzuela (p).

 

El primer bateador, Terry Puhl es retirado con rola al short; Reynolds conecta de hit; Cedeño muere en rola a segunda y Cruz eleva al izquierdo… primera entrada en orden y el público ovaciona al muchacho. En la segunda, Howe recibe la base por bolas, Roberts eleva al centro y Howe pasa a segunda; Thon es out en rola a segunda (Howe pasa a tercera), y Pujols es out en primer a sin asistencia… Fernando recibe la segunda gran ovación.

 

En la tercera entrada Niekro recibe base por bolas; Puhl sigue con rola a primera para doble play y la entrada termina con rola de Reynolds a segunda… Valenzuela sigue en plan grande. La cuarta es retirada en perfecto orden por Fernando, la quinta en 4 con un hit de Pujols, pero en la sexta las cosas se complican un poco. Después de retirar a Puhl en elevado de foul al cátcher, Reynolds consigue su segundo hit del partido; Cedeño conecta doblete por el izquierdo quedando hombres en tercera y  segunda con un out… ¿se derrumbaría el muchacho?... ¿el público empezó a vivir la emoción del beisbol en su máxima expresión… LaSorda confiaba en el jovencito… si lo hizo una vez, lo puede hacer dos. Valenzuela enfrenta ahora a Cruz quien logra ser retirado en una línea al short stop; ya con dos outs Sciosia y Fernando se concentran en Howe quien es dominado de pitcher a primera… la ovación en el Estadio es indescriptible.

 

La séptima es retirada en perfecto orden así como el octavo episodio ante la algarabía del público. Dodgers ganaba ya 2 por 0; un triple de Garvey y elevado de sacrificio de Cey en la cuarta había hecho la primera y un doblete de Pedro Guerrero con Garvey en segunda embasado por hit en el sexto hacían la diferencia. La novena se iba a disfrutar al máximo; Cedeño toma su turno al bat, era el tercero en el orden; ¿se iba a dejar que un muchacho lo retirara una vez más?; el año anterior bateó para 0.306 y fue el líder del equipo. Fernando se impone y logra que el dominicano eleve de foul al tercera base Cey para el primer out; a Cruz lo domina en rola a tercera; Howe conecta sencillo al centro pero Fernando cierra magistralmente su labor con un inolvidable ponche a Dave Roberts para que la alegría invada por completo al Estadio; Fernando saluda con su gorra y la historia queda escrita… Primera blanqueada de Valenzuela en el juego inaugural… Esta vez LaSorda no se equivocó…

 

Todos los periódicos deportivos resaltaron la noticia; ni el mismo Fernando imaginó siquiera la conmoción que causó su blanqueada en el mundo del beisbol; los sonorenses disfrutamos al máximo esta joya de pitcheo realizada por un paisano en el mejor beisbol del mundo.

 

¿Fue una casualidad?; es el primer partido de la temporada… todos están aún en búsqueda de su mejor nivel… ¿podría repetirse?

 

El lunes 14 de abril Dodgers visita a San Francisco para iniciar una serie de tres juegos; a Fernando le tocó lanzar el segundo partido; Dodgers no había perdido aún en la temporada y Valenzuela podría continuar la buena racha. Se dieron cita en el Estadio “de los Candelabros” poco más de 23 mil fanáticos y el joven sonorense enfrentó el desafío con valor. Su contrincante fue nada menos que el zurdo Vida Blue, el mismo que de niño Fernando seguramente admiró con los Atléticos de Oakland a principios de los años 70’s.

 

Y Fernando no defraudó a la fanaticada; continuó su racha de ceros en su temporada de novato blanqueando a los Gigantes hasta la entrada número 8, en la que Herndon batea un doblete después de dos outs; a continuación Cabell liga un sencillo al izquierdo anotando después Herndon la única carrera de San Francisco; Valenzuela aceptaba así la primera carrera limpia en Grandes Ligas. El partido terminó 7 a 1. Los aficionados al beisbol empezaban a paladear el nacimiento de una estrella; y se grabaron muy bien el nombre: Fernando Valenzuela. Muchos norteamericanos confundían el apellido Valenzuela con el país de Venezuela, y así lo llegaron a nombrar, Fernando Venezuela. Las entrevistas no se hicieron esperar pero el sonorense no hablaba inglés; necesitó del auxilio del comentarista en español de los Dodgers, Jaime Jarrín, para ser el interlocutor para las cadenas de habla inglesa; se mantuvo durante todo el año colaborando con el asediado Fernando.

 

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Fernando y Tom La Sorda (1981)

 

El zurdo de Etchohuaquila continuó con su racha ganadora: el día 18 de abril en el estadio Jack Murphy de San Diego, ante 19,775 espectadores, blanqueó a los Padres 2 por 0 aceptando 5 hits. En su primer turno al bat en el tercer inning, Valenzuela conecta su primer hit en Grandes Ligas contra el pitcher Rick Wise; por supuesto, la pelota le fue entregada en la tradicional ceremonia. En el primer episodio, Ozzie Smith fue atrapado por Fernando en intento de robo, una excelente habilidad que desarrolló también con el tiempo el zurdo sonorense. En este partido, Valenzuela ponchó a 10 bateadores por segunda vez consecutiva.

 

Los Dodgers viajan después a Houston y el miércoles 22 de Abril Fernando blanquea  1 por 0, creando una verdadera conmoción en el ambiente beisbolero… ¿alguien va a parar a Fernando?; acepta 7 hits y poncha a 11 por primera vez en su carrera. Su rival fue Don Sutton, el mismo con quien Fernando lanzó de compañero el año anterior. La carrera fue anotada por Pedro Guerrero después de conectar doblete, avanzar a tercera en  pisa y corre y pisar la registradora con sencillo de… Fernando Valenzuela…. ¡la única carrera del partido fue impulsada por el zurdo de Sonora!... Más reflectores empezaban a perseguir al nuevo astro de Grandes Ligas.

 

El siguiente reto: contra los Gigantes de San Francisco en Los Angeles. Casí 49,500 espectadores presenciaron otra joya de pitcheo de Fernando Valenzuela el día lunes 27 de abril de 1981 en el Dodger Stadium; otra blanqueada aparece en los periódicos del siguiente día: 5-0 teniendo al pitcher Tom Griffin de rival. En este juego Fernando conecta tres hits y produce una de las carreras; noche redonda para el jovencito de Sonora. Al terminar el mes  llevaba 5 ganados, 0 perdidos y cuatro blanqueadas en su haber acumulando 28 entradas sin permitir anotación. México entero brincaba de gusto y el beisbol se puso de moda.

 

El día 03 de mayo Fernando enfrenta a los Expos de Montreal; ahora nuestro Fernando conocía Canadá dentro de su peregrinar deportivo. Un total de 46,405 espectadores en el Estadio Olímpico fueron a constatar la grandeza del nuevo ídolo del beisbol… tampoco salieron defraudados. El pitcher rival fue Bill Gullickson y el desafío se fue empatado a una carrera hasta la décima entrada; Dodgers ganaba 1-0 pero Montreal anotó la del empate hasta el octavo; de este modo Fernando acumuló una serie de 35 innings sin permitir anotación. La carrera fue producida por Spier impulsando a Cromartie que había conectado hit, siendo avanzado a segunda con toque de sacrificio. Dodgers anotó la carrera en la primera entrada con sencillo de Landreaux después de base por bolas a Lopes y robo de segunda; en la parte alta de la décima pisan el plato 5 veces para ganar, salvando el juego Steve Howe.

 

Dodgers visita ahora Nueva York y las sorpresas continúan; Fernando lanza otra blanqueada de 1 por 0 el día viernes 8 de mayo poniendo de cabeza al beisbol de las Grandes Ligas; nuevamente poncha a 11 bateadores en un recital de pitcheo sensacional y en la catedral misma del beisbol del Este de los Estados Unidos. Todo México no lo puede creer: 5 blanqueadas y 7 victorias consecutivas iniciando temporada. Cada día que pasaba la pregunta era la misma: ¿Cuándo iba a perder?

 

Dodgers regresa a casa para una serie de tres juegos contra Montreal; a Fernando le toca lanzar el tercer partido y se anota sensacionalmente el octavo triunfo en fila 3 por 2 el día jueves 14 de mayo ante una asistencia de 53,906 espectadores, más alta que el día de la inauguración. Ganando Dodgers 2 por 1 en la novena entrada, André Dawson le conecta el segundo cuadrangular del juego a Fernando estando a un solo out de terminar el encuentro; el primero se lo pegó Spier en la tercera. Sin embargo, el primer bateador de la novena, Pedro Guerrero, le conecta oportuno cuadrangular a Steve Ratzer quien relevó a Gullickson, dejando en el terreno a los sorprendidos Expos que habían sido doblegados por segunda vez por el joven zurdo mexicano.

 

Pero el día de la primera derrota tenía que llegar y esa cayó en manos de los Filis de Filadelfia en el Estadio de los Dodgers el lunes 18 de mayo. Mike Schmidt le conecta cuadrangular en el primer inning y en el tercero abre con base a Pete Rose y Mike Schmidt, hits consecutivos de Moreland y Mathews hacen dos y fly de sacrificio de Madox produce la tercera de la entrada. Los Angeles estuvieron silenciados pues Marty Bystrom lanza una blanqueada que rompería la cadena de victorias histórica para el zurdo de Sonora. En esa ocasión Fernando lanza 7 entradas para 3 hits, 4 carreras, 2 bases por bolas y 6 ponches; Stewart fue su relevo.

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Pero la “Fernandomanía” estaba en su máximo punto. El sábado 23 de mayo de 1981, Valenzuela enfrentó a los Rojos de Cincinnati en el River Front, un juego diurno; su contrincante fue otro pitcher latino: Mario Soto. Fernando mantuvo a raya a los Rojos hasta la entrada número 5 donde le hacen tres carreras: Oester y O’barry ligan hit sencillos sin out; Mario Soto toca rumbo al pitcher pero una serie de errores incluyendo uno de Valenzuela, permiten la anotación de los tres corredores en una rara secuencia; el partido iba 3 a 2 a favor de Rojos. Dodgers hace dos carreras en la parte alta del sexto yéndose arriba 4 a 3; pero en la parte baja del séptimo los Rojos logran el empate con un fly de sacrificio de Griffey y en el noveno se van adelante 5-4 con una carrera producida por Vail en rola a tercera, teniendo Fernando la casa llena sin out. Valenzuela corrió con suerte pues en el noveno Dodgers empata sensacionalmente con cuadrangular de Johnstone y sale sin decisión. De cualquier modo Los Dodgers ganan el partido en la décima anotando 4 carreras llevándose el veredicto el relevista Dave Stewart.

 

El jueves 28 de mayo en Atlanta Valenzuela recibe una paliza; el partido termina 9 a 4 y Fernando explota por primera vez en su carrera lanzando apenas tres entradas y dos tercios. Después de un out, a Valenzuela le conectan de hit Murphy y Chambliss; Hubbard recibe la base por bolas; Benedict liga sencillo productor; Ramírez forzó a Chambliss en home (segundo out); Perry liga sencillo productor de dos; Linares sigue con hit productor también y Fernando termina su labor en el montículo golpeando a Pocoroba, entrando al relevo Forster dando una base por bolas con la casa llena para otra carrera más; todavía Murphy conecta de hit anotándose las últimas dos de la entrada para Bravos acumulando las 7, todas a la cuenta de Fernando.

 

El lunes 01 de junio Valenzuela enfrenta de nuevo a los Bravos de Atlanta en casa. Ya más relajado con algunos días de descanso después de dos meses de ardua labor,  retoma la forma manteniendo sin anotaciones a Bravos hasta la séptima entrada, cuando permite dos carreras producidas por Chambliss y Nahorodny con sencillos; pero Dodgers haría 5 carreras en el partido y la novena victoria se acumula a la cuenta a cambio de dos derrotas; continuaba siendo la sensación del año.

 

Cinco días después, Fernando enfrenta ahora a los Cachorros de Chicago por primera vez en su historia con una salida desafortunada en juego diurno; acepta una carrera en la segunda entrada y explota en la cuarta cuando Jerry Morales le abre con triple; Cruz recibe base por bolas; Lezcano produce con hit sencillo; Davis conecta de hit produciendo otra; Tyson conecta jonrón productor de tres; Iván de Jesús recibe base por bolas y hasta ahí llega el zurdo; lo releva Castillo permitiendo un doblete que hizo anotar a De Jesús la sexta del inning. ¿Valenzuela estaba fatigado?... algo había de eso. Dodgers pierde 11 a 5 finalmente.

 

El 11 de junio Dodgers visita al Cardenales de San Luis en el Estadio Busch; Valenzuela recibe su cuarta derrota del año con un marcador adverso de 2 por 1. Después de dos outs en la primera entrada, Hernández recibe la base por bolas y Hendrick conecta jonrón dentro del parque produciendo las únicas dos carreras de los Cardenales. Los Angeles anota una en el sexto producida por Dusty Baker y es todo lo que permitió el abridor Silvio Martínez con excelente relevo de Bruce Sutter. Valenzuela salió en el séptimo lanzando Howe el octavo episodio.

 

Al día siguiente se interrumpen las acciones en Grandes Ligas, pues el Sindicato de Peloteros de las Grandes Ligas se declara en huelga provocando un receso de dos meses; la temporada se reinicia el 10 de agosto con una serie contra Cincinnati en Los Angeles. Fernando lanza el segundo de la serie y se va sin decisión después de dejar el partido en la quinta perdiendo 3 por 2. Finalmente los Rojos ganan 7 por 6.

 

El domingo 16 de Agosto los Dodgers reciben a los Bravos y Fernando lanza 5 episodios en otro partido sin decisión; le anotan dos carreras en la segunda con sencillo de Murphy y jonrón de Chambliss; en la tercera Horner conecta sencillo y Murphy le vuela la barda para otras dos carreras; en la quinta Horner se lleva la barda para acumular cinco anotaciones. Valenzuela sale por un bateador designado en el quinto. Finalmente los Dodgers ganan  6 a 5 con victoria para Tom Niedenfuer, su primera en Grandes Ligas.

 

Valenzuela por fin logra su décima victoria de visita el día 22 de Agosto en el Estadio Bush en contra de Cardenales con el marcador ajustado de 3 a 2. Las únicas dos anotaciones de San Luis se produjeron en la segunda entrada cuando Herr conecta de hit estando Tenace y Ramsey en tercera y segunda. Fernando sale en la novena habiendo retirado a Hernández y a Hendrick; Lezcano recibe la base por bolas y LaSorda va por el mexicano cediéndole la loma a Stewart quien poncha a Iorg para el último out del partido. Por San Luis lanzó Ken Forsch.

 

Las blanqueadas regresan al brazo de Valenzuela el 27 de agosto en una victoria de los Dodgers 6 por 0 en casa contra Cachorros de Chicago; el zurdo mexicano recibe 4 hits otorga 2 bases por bolas y poncha a 10 ante una asistencia de 48,191 espectadores. El cuarto bat Bobby Bonds se lleva 3 chocolates y el zurdo de Etchohuaquila conecta dos hits produciendo una carrera en una noche de venganza, pues a principios del mes de junio fue apaleado por los mismos Cachorros explotando en la cuarta entrada.

 

El 01 de septiembre Los Dodgers enfrentan a los Piratas de Pittsburg en un maratónico partido que se alargó hasta la entrada número 14; Valenzuela lanzó 10 episodios dejando el juego empatado a una carrera; la carrera de los Piratas fue producida por Bill Madlock quien conectó un doblete estando Foli en segunda. En la doceava ambos equipos anotaron una carrera continuando con el empate hasta la catorceava cuando después de doblete de Landreaux, Ron Cey disparó sencillo productor. En este juego Fernando se fue sin decisión.

 

Cinco días después, el día 6 de septiembre Valenzuela lanza una blanqueada más ahora contra los Cardenales de San Luis en una victoria de 5 por 0 con un brillante pitcheo de solo 4 hits, 8 ponches y 1 base por bolas. El zurdo había encontrado de nuevo su paso.

 

El 12 de septiembre en Cincinnati, Fernando enfrenta de nuevo a los Rojos. Fue un emocionante partido que se prolongó hasta la entrada número once perdiendo Los Angeles 5 por 4. Aceptó 4 carreras, otorgó 5 bases por bolas con 4 ponches, algo inusual en él, explotando en la séptima. Su rival fue nada menos que Tom Seaver. Los rojos le hicieron una carrera en el tercero, otra en el quinto y dos más en el séptimo. En este inning, ganando Dodgers 4 a 2, le abrió Griffey con doblete, retiró a Dave Concepción en rola al short stop pasando Griffey a tercera, Foster recibió base por bolas y fue todo para el mexicano. Tom Niedenfuer entra al relevo y retira en rola a segunda a Bench anotando Griffey, Knight conecta sencillo y anota Foster empatando el partido; Oester sigue con triple anotando Knight la tercera de la entrada para que explote Niedenfuer entrando Stewart al relevo, retirando rápidamente a Nolan con rola a primera. Curiosamente Fernando nunca tuvo mucha suerte con los relevistas que pocas veces le salvaron juegos. El partido se empató dramáticamente en la novena con doblete productor de Pedro Guerrero, pero los Dodgers pierden en la onceava con elevado de sacrificio de Concepción teniendo la casa llena sin out. Tanto Seaver como Valenzuela salieron sin decisión en el duelo.

 

 Valenzuela vuelve por sus fueros otra vez y el 17 de septiembre vence a los Bravos de Atlanta en Los Angeles 2 por 0. Fue una blanqueada de 3 hits, 2 bases por bolas y 6 ponches produciendo una de las carreras en la sexta entrada con un sencillo sobre el abridor Mahler, ya con dos outs; fue la victoria número 13 para el gran pitcher sonorense. En este momento, Los Angeles estaba a 2 juegos de distancia de los líderes Astros de Houston.

 

Cinco días después, el martes 22 de septiembre ante 28,046 aficionados, Fernando enfrenta a los Gigantes de San Francisco en el Estadio de los Candelabros, un parque que siempre se le dificultó. Lanza 6 entradas, acepta 7 hits,  4 carreras con 3 bases por bolas y 6 ponches dejando el partido en la séptima por un

 

bateador desgnado y Dodgers perdiendo 4 a 2; el partido termina finalmente 5 a 2 siendo la quinta derrota para Valenzuela.

 

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La siguiente apertura sería en Houston el día domingo 27 de septiembre; Dodgers estaba a 5 juegos de los Astros y debajo de San Francisco y Cincinnati; esta segunda parte de la temporada después de la huelga no pintaba bien para los pupilos de Tom LaSorda. Un día antes, Nolan Ryan les había lanzado un sin hit ni carrera en una formidable demostración del “expresso” de Texas ante 32,115 aficionados. El partido lo pierde Valenzuela 4 por 1 en un juego también muy emocionante ante 41,686 espectadores teniendo como rival al excelente Don Sutton. Fernando aceptó una carrera de los Astros en la tercera cuando Thon abre con sencillo, Sutton toca en sacrificio, Thon se roba tercera y anota en fly de sacrificio de Puhl. En la séptima se le viene el mundo encima al zurdo mexicano aceptando tres anotaciones: Cruz recibe base por bolas, Cedeño conecta doblete, Howe sencillo productor y es out en segunda, Pujols sencillo productor, Thon sencillo al centro, Sutton forzó a Pujols en tercera, Puhl sencillo productor y Puhl es out en segunda. Valenzuela es relevado por Niedenfuer pero el daño ya estaba hecho; sexta derrota para Fernando por 13 victorias.

 

El día 01 de octubre en Los Angeles, Fernando pierde dramáticamente un juego por la mínima anotación de 1 por 0 ante los Padres de San Diego en soberbia actuación del pitcher hawaiano Fred Kuhaulua. Lanzó para 8 entradas con 5 hits, 2 bases por bolas y 7 ponches, pero su ofensiva no pudo suministrarle carreras; fue el último partido de la temporada para el novato que sorprendió a todo el mundo. De cualquier modo, la carrera fue sucia y eso ayudó al promedio de Valenzuela que terminó la campaña con un Porcentaje de Carreras Limpias de 2.48 anotaciones por encuentro; participó en 25 juegos, completó 11, lanzó 192 entradas y un tercio y ponchó a 180 con 8 blanqueadas para ser el mejor en todos estos departamentos.

 

Debido a los problemas generados con la huelga, las autoridades de Grandes Ligas acordaron que el líder de la división antes del paro se enfrentaría al líder existente en la misma división después de la huelga. En la primera parte los Dodgers quedaron medio juego arriba de los Rojos de Cincinnati; en la segunda parte, los Astros de Houston quedaron 1.5 juegos arriba de los mismos Rojos, de tal forma que Dodgers y Astros nuevamente se verían las caras para sacar al líder divisional, algo como ocurrió en año anterior.

 

La serie comenzó el 6 de octubre en Houston con una victoria de los Astros 3 por 1 y estupenda labor en el montículo del estrella Nolan Ryan que solo aceptó dos hits, teniendo como rival al zurdo mexicano Fernando Valenzuela que aguantó el duelo hasta la octava. La carrera de Houston cayó en la sexta después de dos outs cuando Puhl conectó hit, Gardner recibe la base por bolas y Tony Scott produce con sencillo. Dodgers por su parte empata en el séptimo con soberbio cuadrangular de Steve Garvey. Fernando sale por un bateador designado en la novena entrada y Stewart entra en su relevo recibiendo cuadrangular de Ashby con uno en bases para la felicidad de los 44,836 aficionados que se dieron cita en el Astrodome de Houston.

 

Al día siguiente miércoles 7 de octubre, nuevamente los Astros superan a Dodgers en un sensacional duelo de 1 por 0 con victoria para Joe Sambito en un partido que se decidió hasta la entrada número 11; el abridor fue Joe Niekro que se mantuvo por espacio de 8 entradas sin permitir anotación. Inició por los Dodgers Jerry Reuss que blanqueó durante 9 innings  con 7 hits, 3 bases y 4 ponches. Sencillo de Walling con la casa llena fue el batazo final que adelantó a Houston en la serie 2 por 0 ante 42,398 aficionados.

 

La serie se traslada a Los Angeles el día viernes 9 de octubre y Dodgers se lleva el veredicto 6 a 1 con victoria para Burt Hooton. El siguiente desafío es responsabilidad de Valenzuela teniendo como rival en el montículo a Vernon Ruhle, y el jovencito mexicano no defrauda a la afición lanzando un soberbio partido de solo 4 hits aquel sábado 10 de octubre. Los Angeles empata la serie en un cerrado duelo de pitcheo con marcador de 2 por 1; la carrera de Houston cayó en un noveno inning por demás tenebroso: después de un out, Puhl conecta doblete; Phil Gardner es out en rola a segunda pero Tony Scott conecta sencillo mandando a Puhl a la registradora rompiéndose así la cadena de 16 ceros de Fernando en la serie; finalmente Cruz eleva al catcher y la alegría vuelve a los aficionados de Los Angeles. Jonrón de Guerrero en la quinta y hit productor de Russell en la séptima daban la precaria ventaja a Dodgers 2 por 0 hasta llegar esa cardiaca novena entrada que fue presenciada por 55,983 aficionados. La hazaña del año pasado podía repetirse: ganarle tres juegos al hilo a Houston.

 

Todo se definiría en este quinto partido celebrado el día domingo 11 de octubre; el “as” de Houston Nolan Ryan se enfrentaría a Jerry Reuss y Los Angeles hace el milagro; vence a los Astros por tercera vez consecutiva con marcador de 4 a 0 en una magnífica y oportuna blanqueada de Reuss ante 55979 aficionados. La escena está lista para el siguiente paso: la serie por el campeonato contra los Expos de Montreal que habían vencido en la serie divisional a los Filis de Filadelfia en cinco juegos también.

 

 

La Serie por el Campeonato

 

El martes 13 de octubre Los Angeles empieza la serie por el título con una victoria de Burt Hooton 5 por 1 sobre Gullickson y los Expos de Montreal; relevaron Bob Welch y Steve Howe. Al día siguiente, Montreal vence a Valenzuela y los Dodgers 3 por 0 ante 53,463 aficionados siendo  Ray Burris el autor de la blanqueada. Doblete de Cromartie y sencillo de Raines produjeron carrera para Expos en la segunda y en la sexta otra más con error de Baker.

 

Con la serie empatada, el equipo de Los Angeles viaja a Canadá y el día viernes 16 de octubre los Expos toman la delantera  2 por 1 en la serie; Steve Rogers lanza las nueve entradas permite una carrera y su equipo le ayuda con cuatro para acercarse al campeonato; Jerry Reuss se lleva la derrota lanzando 7 entradas siendo relevado por el novato Alejandro Peña. Al día siguiente, sábado 17 de octubre, un total de 54,499 aficionados se dieron cita para asistir a la probable coronación de los Expos; pero el milagro estuvo de parte de los Dodgers que ganaron el juego 7 por 1. El partido iba empatado a 1 carrera hasta la octava entrada en excelente duelo de pitcheo entre Burt Hooton y Bill Gullickson; en el octavo Steve Garvey conecta jonrón con Baker embasado con sencillo y Dodgers toma la delantera en el juego 3 a 1 ante el desconsuelo de los fanáticos; otras 4 carreras en el noveno apoyan al pitcheo del relevista Steve Howe para que todo quedara listo y se verificara el juego por el campeonato.

 

El juego sería el domingo 18 de octubre, pero fue pospuesto por lluvia para el día siguiente; LaSorda planeó la serie de tal forma que Valenzuela lanzara dos partidos; el segundo  en Los Angeles y el último en Montreal de ser necesario… y así sucedió… Nuevamente el duelo sería contra Burris; ambos serpentineros aceptan una carrera, Fernando en el primer inning cuando Raines abre con doblete, Scott se sacrifica y en rola para doble play de Dawson anota Raines. Burris por su parte acepta su carrera en la quinta producida por Valenzuela en rola a segunda;  Monday y Guerrero habían conectado hits sencillos sin out. Y así se fueron hasta el noveno. En un afán de utilizar lo mejor de su pitcheo, el manager de los Filis Jim Fanning decide remover a Burris trayendo a Rogers para que lanzara la novena entrada; el derecho retira a Garvey en elevado a segunda y a Cey en elevado al izquierdo; el siguiente bat Rich Monday conecta dramático cuadrangular poniendo adelante 2 por 1 a Los Dodgers y a Fernando. Quedaba la novena entrada:  empieza dominando a Scott en rola a primera; Dawson eleva al jardín derecho; Gary Carter consigue la base por bolas y Lance Parrish hace lo mismo. Dos hombres en base, uno en posición anotadora a tiro de hit; la emoción en su punto más alto en el partido… LaSorda visita a Fernando al montículo… no hay más para el zurdo… luce cansado… y el robusto manejador decide traer del “calentadero” a Bob Welch, un movimiento que resultó acertado pues Jerry White es out en rola a segunda concluyendo la esperanza de los Expos; Montreal jamás estuvo tan cerca de un campeonato; actualmente la franquicia es de los Senadores de Washington desde 2003 y ahíl ya no hay beisbol de Grandes Ligas, lugar al que llegó por primera vez en 1969. Jim Fanning manejó solo a los Expos y había entrado en sustitución de Dick Williams el 8 de septiembre.

 

El festejo de los Dodgers no se hace esperar; Fernando Valenzuela, el jovencito de 20 años de Etchohuaquila ocupa los encabezados de los periódicos de la Unión Americana: ha vencido a los Expos en el juego final. Ahora la meta final: Ganar La Serie Mundial contra los Yankees de Nueva York… ¿algo mejor para soñar?. Los Angeles está en fiesta continuada… las emociones corren a raudales y Fernando es el Rey del Beisbol en toda California para orgullo de México y de los indocumentados.

 

La Serie Mundial de 1981

 

El clásico anual comienza en Nueva York el día martes 20 de octubre: Jerry Reuss contra Ron Guidry. Un total de 56,470 aficionados son testigos de la primera victoria de los Yankees 5 por 3. Guidry había tenido una estupenda temporada ganando 11 y perdiendo 5 con 2.76 en carreras limpias admitidas y era el pitcher estrella de Nueva York.  Al día siguiente los Dodgers son blanqueados por Tommy John, el zurdo biónico que ganó 9 y perdió 8 con 2.63 en CLA; su rival fue Burt Hooton que lanzó estupendo partido pero sus compañeros no cooperaron pisando el plato.

 

El viaje fue largo y en silencio de Nueva York a Los Angeles. En el patio de los Californianos, de sol y palmeras contra el frígido invierno que ya se asomaba en Nueva York, habría más oportunidades para los Dodgers que nuevamente necesitaban de su varita mágica de Sonora: Fernando Valenzuela. Tocaba el turno al zurdo sonorense soportar la presión de un juego de vida o muerte; una derrota los pondría contra la pared; una victoria los ponía en la pelea. Su rival sería el otro zurdo sensación de la Liga Americana de casi 23 años: Dave Righetti. Ganó 8 y perdió 4 con un promedio de efectividad  de 2.01 en la temporada.

 

Una impresionante entrada de 56,236 aficionados se dieron cita para presenciar este encuentro histórico entre dos novatos que brillaron con luz propia  aquel año de 1981. Fue el viernes 23 de octubre. Fernando comienza otorgando base por bolas a Willie Randolph, y tras un out, regala  pasaporte a Dave Winfield para poner a tiro de hit la primera de los Yankees. Pero el zurdo se crece y domina a Piniella en rola al short para doble play y el estadio se cae de la emoción y la alegría.

 

Los Angeles atacó rápido a Righetti y fabrica dos carreras en la parte baja de la primera; después de dos outs y con hombres en primera y tercera, Ron Cey descargó un oportuno cuadrangular que ponía adelante a Los Angeles 3 a 0. Pero la alegría duró poco cuando Yankees fabrica dos anotaciones en la parte alta de la segunda: Watson abre con jonrón la entrada, el cátcher Cerone conecta sencillo, el mexicano Aurelio Rodríguez eleva al derecho y Melbourne produce con sencillo la segunda de Nueva York; Righetti se sacrifica para el segundo out, Randolph vuelve a recibir boleto gratis pero Mumphrey es retirado con rola al pitcher para terminar esta dramática entrada.

 

En la tercera Yankees vuelve a atacar y Fernando se tambalea. Después de ponche a Winfield, Piniella conecta sencillo, Watson eleva a segunda pero Cerone se vuela la barda para modificar el marcador 4 por 3 a favor de Yankees. LaSorda voltea al bullpen… pero confía en su estrella y no se convence todavía de mover al zurdito del Valle del Mayo… es su año… es su temporada.

 

En la parte baja de la tercera Los Angeles amenaza: Garvey comienza con sencillo y Cey recibe la base por bolas; el manager Gene Michael no resiste más y manda al relevo al derecho George Frazier quien retira en perfecto orden a Guerrero, Monday y Scioscia que bateó por Yeaguer. Curiosamente, Michael cambia a su pitcher y LaSorda cambia a su catcher… el movimiento de LaSorda tiene algún sentido: Fernando no se llevaba con Yeaguer como con Scioscia y eso mejoró su trabajo en la loma… el partido comenzaba para esta batería.

 

En la quinta los Dodgers logran dos valiosas carreras: Garvey conecta sencillo y Cey recibe base por bolas. Pedro Guerrero pone a brincar al Estadio con tremendo doblete empatando el partido a cuatro… Fernando era el más feliz en la caseta; seguidamente Rich Monday es pasado intencionalmente llenándose las almohadillas; en este momento sale Frazier y entra el zurdo Rudy May. El siguiente bat Mike Scioscia batea rola para segunda productora de un vistoso doble play para Yankees pero Cey anota la del despegue: Los Angeles 5, Nueva York 4.

 

El octavo episodio sería  uno de los más difíciles para Fernando en su vida deportiva. Empieza la entrada con hit sencillo el gran tercera base mexicano Aurelio Rodríguez (ya finado, septiembre 23 de 2000), Milbourne lo secunda con otro sencillo al jardín derecho. Todo el mundo voltea al bullpen… ¿sacará LaSorda a Fernando?... al bat viene Bobby Murcer de emergente por May, que también es zurdo. No hay out. LaSorda se mueve nervioso; tiene un ejército de lanzadores a su disposición. Decide darle un bateador más a Valenzuela…  al fin de cuentas la jugada es de toque de sacrificio para avanzar corredores… LaSorda lo sabía… y Murcer no es bueno para tocar… es bateador largo… y sucedió. En el intento de sacrificio Murcer batea para doble play de tercera-segunda-primera, enloqueciendo a los espectadores y al numeroso público mexicano que se mantenía pegado al televisor en todo el país. Finalmente Randolph batea una rola a tercera forzando a Rodríguez para el milagroso tercer out; el abrazo más emocionante recibió el zurdo de Etchohuaquila al bajar las escaleras del dogout por parte de sus compañeros. La novena entrada resultó de rutina para Fernando retirando a Mumphrey, Winfield y Piniella, este último con un sonoro ponche que fue coreado toda la noche… una noche inolvidable para la historia del beisbol mexicano.

 

Al día siguiente, sábado 24 de octubre, Dodgers vence a Yankees 8 por 7 con victoria en relevo para Steve Howe, otro novato sensación con Los Angeles. Para el domingo, ya los Dodgers tomarían la ventaja en la serie 3 juegos a 2 con una victoria de Jerry Reuss sobre Ron Guidry 2 carreras a 1; ganando Yankees 1 por 0 en la séptima, Guerrero y Yeaguer conectan sendos cuadrangulares para una victoria de escándalo.

 

Ahora a volar hacia Nueva York para completar el milagro; Hooton contra John. Ni los Yankees podrían parar a esos crecidos Dodgers; el espíritu de campeón lo traían consigo… se les veía desde lejos y con un zurdito mexicano de talismán, un as bajo la manga que inteligentemente LaSorda guardó para el último juego, un séptimo juego que ya no fue necesario pues ante 56,513 espectadores Los Angeles obtiene la Serie Mundial apaleando a Yankees 9 a 2 con estupenda labor de Hooton y Howe en el montículo ; todos respiramos tranquilos… ya no sería necesario que Fernando nos hiciera sufrir en la loma de los disparos.

 

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Festejando el Campeonato (Octubre 28 de 1981)

 

Los Honores

 

Tras la conclusión de la Serie Mundial se otorgan los reconocimientos a lo más destacado en Grandes Ligas; el 11 de noviembre de 1981, Fernando Valenzuela se convierte en el Primer Novato en todos los tiempos en alcanzar el premio Cy Young, galardón que se otorga al mejor pitcher tanto en La Liga Nacional como en la Liga Americana; superó en la votación de los cronistas calificados a Tom Seaver con números de 70 a 67; Seaver tuvo un desempeño excelente con los Rojos de Cincinnati ese año al acumular 14 victorias por solo 2 derrotas en 23 juegos iniciados con un porcentaje de Carreras Limpias de 2.54, 87 ponches, 1661/3 de innings lanzados, 6 juegos completos y una blanqueada. Fernando por su parte tuvo récord de 13 ganados y 7 perdidos en 25 aperturas, 11 juegos completos, 8 blanqueadas, 1921/3 de entradas lanzadas con 180 ponches y un promedio de carreras limpias admitidas de 2.48. El 2 de diciembre de este mismo año 1981, Fernando fue premiado también  como “El Novato del Año”  superando al jardinero de los Expos de Montreal Tim Raines, que tuvo 0.304 en porcentaje de bateo y se robó 71 bases. Por si fuera poco, Valenzuela obtuvo también el “Bat de Plata” por su desempeño en la caja de bateo para un lanzador: 0.250 con 7 producidas y 6 sacrificios.

 

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Valenzuela en el Pacífico

 

Después de las presentaciones públicas, elogios al por mayor y hasta una serie de comerciales de televisión en California, Valenzuela decide venir al Pacífico a lanzar para los Mayos. Gran expectación causó entre los aficionados deseosos de ver lanzar el niño prodigio del Beisbol Mayor.  Fernando sube a la loma por primera vez en la temporada 1981-82 lanzando 5 entradas en contra de los Venados de Mazatlán llevándose el triunfo 8 por 1 ante más de 8 mil aficionados que se congregaron en el Estadio Manuel “Ciclón” Echeverría. Admitió 3 imparables, ponchó a 5 y no admitió carreras; fue relevado por Kelvin Hagen con derrota para Herminio Domínguez.

 

 

El 21 de diciembre, de nueva cuenta sube a la loma ahora contra los Potros de Tijuana ahí mismo en Navojoa ante otro lleno en el Estadio local. En 6 entradas recibió 6 hits con 6 ponches regalando una base y aceptando dos carreras; lo relevó Pablo Estrada para tres hits siendo el pitcher triunfador. Un toque de hit de Marco Antonio Leal con las bases llenas en la novena entrada impulsó a Willie Norwood con la carrera del gane perdiendo Porfirio Salomón. Valenzuela lanzó las primeras 5 entradas sin permitir anotación hasta la sexta cuando aceptó sencillo de Albert Hall y cuadrangular de Johnny Alvarez.

 

Cinco días después, el 26 de diciembre Fernando pierde el partido ante los Aguilas de Mexicali 4 carreras por 1 ante otro lleno a reventar en el Manuel “Ciclón” Echeverría. Lanzó 5 entradas para 4 hits, 7 ponches y 7 bases por bolas admitiendo tres carreras de las cuales dos de ellas fueron limpias; lo relevó Mario Núñez y terminó Sid Monge. Ganó Freddy Martínez con relevo de Wright. En el quinto, un doblete de Alí Uzcanga después de bases por bolas a Kuski, Cervantes y Jesse Baez por parte de Valenzuela permitieron dos anotaciones; la primera también fue producida por Uzcanga en el cuarto episodio.

 

Después de la boda celebrada en Mérida Yucatán el día 28 de diciembre de 1981, Valenzuela retorna a Navojoa y el día 03 de Enero enfrenta a los Naranjeros de Hermosillo en el “Ciclón” Echeverría perdiendo el juego 4 por 1. Maximino León con ocho episodios y Carlos Ibarra en el resto lanzaron por Hermosillo mientras que Valenzuela se sostuvo todo el encuentro ponchando a 11 y regalando 5 bases por bolas con 4 hits. Ray Torres impulsó la primera carrera en el mismo primer inning; Jerry Hairstone produjo la segunda en el tercero y el mismo Hairstone anota la tercera en el sexto después de doblete y un error del inicialista Fernando Camargo; la última cayó en el octavo impulsada por Ray Torres con doblete, anotando Treviño que se embasó en error del mismo Valenzuela. Derek Bryant conectó cuadrangular para Navojoa en el primer episodio para ser la única carrera que admitió el pitcheo naranjero.

 

Pero Valenzuela se sacó la espina; el día 8 de Enero lanza un juego sin hit ni carrera en contra de los Tomateros de Culiacán en una victoria de 1 por 0 ante la algarabía de los aficionados que nuevamente abarrotaron el estadio de Navojoa. Fernando ponchó a 6 y otorgó una base por bolas siendo Acosta el derrotado. La carrera fue impulsada por Fernando Camargo con fly de sacrificio en la segunda entrada de un juego pactado a 7 capítulos.

 

El último partido de la temporada regular para Valenzuela con los Mayos fue el día 13 de enero cuando los guió a un triunfo de 2 por 0 en contra de los Marineros de Guaymas en el estadio Manuel Ciclón Echeverría. Aceptó cuatro hits, ponchó a 9 y regaló cuatro bases por bolas llegando a 15 entradas sin permitir anotación. Las carreras entraron en la sexta por conducto de José Bojórquez y Juan Treviño, donde se combinaron errores del shorstop Guadalupe Valle y un wild pitch de Bob Fallon, lanzador derrotado que mantuvo el duelo en contra de Valenzuela al tú por tú.

 

Pero Navojoa no pudo alcanzar el pase a los juegos de postemporada, quedando finalistas los Yaquis de Obregón, Naranjeros de Hermosillo, Potros de Tijuana y Aguilas de Mexicali. Como refuerzo, Valenzuela acepta integrar la novena de Obregón y rápidamente se sube a la loma el día 18 de Enero en el cuarto juego. Teniendo como rival al derecho Carlos Ibarra, el zurdo de Etchohuaquila lanzó por espacio de 6 entradas y 2 tercios sin permitir anotación en el triunfo de los Yaquis 1 por 0 sobre Hermosillo en el Estadio Tomás Oroz Gaytán, victoria que permitió empatar la semifinal a 2 juegos por bando. Valenzuela dejó el partido en el séptimo con dos outs y la casa llena, entrando al relevo Bob Gibson para no permitir mayores libertades al cuadro naranja. Fernando ponchó a 5 en los primeros tres episodios y a 7 en total con 3 bases por bolas y tres hits. En la primera entrada empezó con base por bolas a Tolleson quien  avanzó en toque de Joe Bruno,  ponchó a Jerry Hairstone y dominó a Alvin Moore para salir sin daños. En la cuarta inicia Bruno con hit; es avanzado por Hairstone en toque de sacrificio y se roba la antesala quedándose congelado ahí cuando Moore es dominado en elevado corto al central y Espino entrega el tercer out en rola al short stop. Finalmente en la séptima las cosas se le complicaron al brillante lanzador mexicano: empieza la entrada con base a Hairstone; Moore intenta un toque de sacrificio que sale de infield hit quedando hombre en primera y segunda sin out. A continuación viene a batear Héctor Espino y sorprendentemente el manager Tom Harmon ordena el toque al “bambino” de Chihuahua. Espino saca una rola indefensa hacia el pitcher quien inteligentemente dobla a tercera para sacar a Hairstone. A continuación Ray Torres recibe su tercer ponche del juego para el segundo out pero Chico Rodríguez toma la inicial por bolas malas. Es entonces que el manager Jim Williams jala por Gibson quien logra un relevo escalofriante: lanza tres bolas malas a Mario Mendoza y luego le pasa tres sonoros strikes para un ponche de alarido. La carrera del gane fue impulsada por John Dave Hilton tras un sencillo y robo de base de Darryl Sconnier con dos outs. Valenzuela se lleva la victoria en un juego de grandes emociones y mucho nerviosismo; el mismo Fernando comentaría después del juego: “ni en la serie mundial he sentido tanto nerviosismo como hoy antes de este juego; teníamos que ganar para empatar la serie… era mucha responsabilidad”.

 

Pero Obregón cae finalmente en la serie y Hermosillo pasa a la final llevándose el campeonato al vencer a los Aguilas de Mexicali a finales de Enero de 1982; los Naranjeros ganan el pase para representar a México en la Serie del Caribe que se celebraría en Hermosillo a principios del mes de febrero. Nuevamente Valenzuela es invitado como refuerzo enfundándose el número 34 en la franela naranjera. Le toca abrir el primer partido ante los Leones de Ponce de Puerto Rico llevando a Hermosillo a una victoria aplastante de 14 por 0; Fernando mantuvo sin hit ni carrera al equipo de la Isla Caribeña hasta la entrada número 8 en la que le conectaron un doblete y un sencillo, terminando el juego Marty Decker con un relevo excelente. El primer hit se lo conectó Candy Maldonado, actualmente comentarista de partidos de béisbol por televisión; en esta ocasión Valenzuela se mantuvo por 7 innings y 1 tercio. Nuevamente se sube a la loma el último día de la competencia el martes 09 de febrero y lanza 5 entradas sin permitir anotaciones antes de que Tony Peña enviara la pelota detrás de la barda en el sexto; la séptima fue retirada en orden por el valioso zurdo y para la octava fue reemplazado por Ernesto Escárcega. Al salir Valenzuela dejó el partido empatado a una carrera, aceptó 8 hits y ponchó a 7. Escárrega por su parte no pudo con el compromiso aceptando 3 anotaciones que finalmente le darían la derrota a México 7 a 2, ocupando así el último lugar de la competencia junto con Dominicana.

 

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Valenzuela y su bat de plata (1981)

En el mes de enero y parte de febrero, Valenzuela consiguió una seguidilla de 341/3 entradas sin permitir anotación antes del cuadrangular de Tony Peña de Dominicana: 1 1/3 con Hermosillo cuando caminó las nueve entradas el 3 de Enero, 7 entradas ante Culiacán el 8 de Enero; 7 entradas ante Marineros de Guaymas el 13 de Enero; 6 2/3 el 18 de enero contra Hermosillo en Obregón, 71/3 entradas contra Puerto Rico el 4 de febrero y 5 entradas el día 9 de febrero ante Dominicana.  La cantidad de entradas sin anotación equivalen a casi 4 blanqueadas consecutivas … simplemente fantástico.

 

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Aquella Serie del Caribe de 1982 en Hermosillo

 

CAPITULO IV

FERNANDO Y LA DÉCADA DE LOS AÑOS 80’s

 

El año de 1982 sería muy importante para Valenzuela; era el año de la consagración; el año en el que había que demostrar que lo sucedido no fue casualidad; que el joven era una real promesa del beisbol. Pero por mientras empezaba la nueva temporada, había que arreglar el salario. Sucedió que durante 1981 el contrato de Fernando se pactó en $42,500 dólares; su representante Tony Demarco pide la estratosférica suma de un millón de dólares para 1982, lo cual causó indignación en los escritorios de los Dodgers. Después de varios días de negociación, que se comieron algunos más de la pretemporada, el arreglo se hizo por $300,000 billetes norteamericanos y Valenzuela reportó al campo de entrenamiento en Vero Beach, Florida para el 24 de marzo, dos semanas antes del juego inaugural; es por ese motivo que no fue elegido para lanzar el primer partido de la temporada siendo programado hasta el cuarto encuentro contra San Diego. Tocando este punto salarial, se ventiló también que Valenzuela solo había recibido $10,000 dólares de los $20,000 que le correspondían por su transacción de los Angeles de Puebla de Pérez Avella a los Dodgers de Los Angeles.

 

Para comenzar el año, el sábado 10 de abril de 1982 Valenzuela lanza 6 sólidas entradas sin permitir anotación y los Dodgers vencen a los Padres de San Diego 6 por 0 siendo relevado por Dave Stewart (2 entradas) y Dave Goltz (1); aceptó 5 hits y ponchó a 4 ante 46,700 aficionados en Los Angeles que vieron por primera vez en la temporada al mexicano más consentido de California. En ese año el zurdo de Etchouaquila de 21 años logró 19 victorias a cambio de 13 reveses con un promedio de carreras limpias de 2.87 en un total de 37 juegos iniciados, de los cuales en 18 ocasiones cubrió la ruta completa de las 9 entradas, algo sencillamente fabuloso. Lanzó 285 episodios, obtuvo 4 blanqueadas y conviene aclarar que de esas 13 derrotas en 5 de ellas perdió por una carrera y hubo aparte una blanqueada de 2-0 en contra.

 

Este año fue su primera aparición en un juego de estrellas; sucedió aquel martes 13 de julio de 1982 obteniendo el triunfo la Liga Nacional 4 por 1 en el Estadio Olímpico de Montreal. Lanzó en el octavo: retiró a Winfield en rola a tercera; otorgó base por bolas a Murray; Yount forzó en segunda a Murray quedando quieto en primera; otorgó base por bolas a McRae, momento en el que es relevado por Minton quien retira a Parrish para el tercer out.

 

Valenzuela no pudo ganar los 20 juegos a pesar de que tuvo dos oportunidades para lograrlo pero no corrió con suerte; el miércoles 29 de septiembre lanza 7 innings y permite solo dos carreras pero el juego se va a entradas extras con empate a dos perdiendo Los Angeles en 12 capítulos 4 por 3; Atlanta iba de líder y Dodgers estaba en segundo lugar a dos juegos. El último partido de la temporada lo lanzó Valenzuela el domingo 03 de octubre durante 6 entradas para 9 ponches y 5 bases por bolas, pero Dodgers pierde 5 por 3 y Valenzuela se va sin decisión. Los Angeles quedan un juego abajo del líder Atlanta que se enfrenta a Cardenales por el título de la Liga sin lograr ganar un juego de la serie final.

 

 

Un Duelo con Tom Seaver

 

Uno de los mejores lanzadores en Grandes Ligas de todos los tiempos lo es sin duda el derecho de Fresno California, George Thomas Seaver, electo al Salón de la Fama de Cooperstown en 1992 y retirado en 1986; ganó 311  perdió 205 con un sorprendente 2.86 en carreras limpias admitidas en su estancia en el mejor beisbol del mundo. Una de esas 205 derrotas fue contra Valenzuela el día 10 de agosto de 1982 en el estadio de Los Angeles. El partido concluyó con el abultado marcador de 11 por 3, aunque Seaver sostuvo buen duelo con Fernando en las primeras 6 entradas. Cincinnati anotó en el primer capítulo cuando Lawless conectó doblete; Milner es retirado en rola al pitcher, Concepción se poncha pero Johnny Bench conecta sencillo para enviar a la goma la primera rayita roja. Seaver también tiene problemas en el primer inning y cede una carrera a los de casa con cuadrangular de Rich Monday para que el partido se empate a 1 carrera. El “Gran Tom” permitiría una en la tercera y dos más en la quinta saliendo en el séptimo con 6 anotaciones, 5 de ellas limpias; fue relevado por Joe Price y Harris.

 

Después del último out en el primer inning, Fernando retira en línea a 15 rojos antes de permitir el segundo hit de la noche salido del bat de Dave Concepción, aunque la entrada finaliza retirando a Johnny Bench con rola a tercera. Después de un hit de Cedeño al jardín derecho en la séptima, las cosas se complican para Fernando en la octava. Rafael Landestoy abre con sencillo, Lawless eleva al central para el primer out, John Milner sigue con sencillo al derecho y la casa se llena con base por bolas a Dave Concepción viniendo al bat el siempre peligroso Johnny Bench. El valiente sonorense enfrenta al superastro de la receptoría miembro del Salón de la Fama desde 1989, y le receta un oportuno “chocolate”. Al bat sigue César Cedeño y choca la bola con rumbo al short stop, pero desafortunadamente  Bill Russell no puede hacer la jugada permitiendo dos anotaciones sucias; Dan Driessen termina la entrada en elevado al jardín. Fernando termina el juego retirando la novena en tres hombres para una brillante victoria, la número 15 por 8 derrotas sobre el inmenso Tom Seaver y ante más de 50,000 aficionados. Al bat, conectó un hit y anotó una carrera. Seaver se retiró de la Gran Carpa el 19 de septiembre de 1986 llevándose tres premios Cy Young en los años de 1969, 1973 y 1975 jugando por espacio de 20 años en Grandes Ligas con los Mets de Nueva York, Rojos de Cincinnati, Medias Blancas de Chicago y terminando con los Medias Rojas de Boston.

 

Una blanqueada sobre Pittsburg

 

El 20 de agosto de 1982, Valenzuela logra un juego de dos hits en contra de los Piratas en el “Estadio de los Tres Ríos” ganando el juego por anotación mínima de 1 por 0 en gran duelo con el zurdo Larry McWilliams. Dale Berra le conectó hit en la primera entrada y Johnny Ray en el quinto otorgando 3 bases por bolas sin permitir mas cosas. El zurdo sonorense logró 6 ponches del sexto al octavo y 9 en total; la carrera de los Dodgers se anotó en el segundo inning con oportuno cuadrangular de Ron Cey.

 

Un Juego Dramático en San Francisco

 

El día domingo 3 de octubre Valenzuela lanza el último partido de la temporada en contra de los Gigantes de San Francisco en el parque de “Los Cadelabros”. Sucedió que Atlanta iba de líder con un juego de ventaja sobre los mismos Dodgers en la tradicional División Oeste de la Liga Nacional. La estadística decía 89 ganados y 73 perdidos para Atlanta y 88-73 para Dodgers, quienes con una victoria combinada con una derrota de Atlanta tendrían oportunidad de un partido de desempate para decidir el título de la División, como sucedió en aquella ocasión dos años atrás. Pero la suerte no favoreció esta vez a los Dodgers y ambas escuadras cayeron derrotadas ganando Atlanta su Título Divisional, aunque perdió en tres juegos ante Cardenales de San Luis que nuevamente serían Campeones Mundiales venciendo a los Cerveceros de Milwaukee.

 

En este domingo negro para Dodgers, Valenzuela lanzó 6 entradas permitiendo dos carreras, ponchó a 9 y otorgó 5 bases por bolas. Fernando empezó fuerte la primera entrada sacando los tres outs por la vía de los strikes otorgando una base por bolas, pero en la segunda las cosas se complicaron: Darrell Evans conecta sencillo y Jeff Leonard doblete para colocar hombres en tercera y segunda sin out; para colmo, Bob Brenly recibe base por bolas y las almohadillas se congestionen de Gigantes ante la algarabía de los más de 47547 asistentes al parque. Johnny Lemaster recibe otro boleto gratis de Fernando y la primera carrera entra “de caballito” para San Francisco. A continuación el pitcher Bill Laskey es dominado por Valenzuela en  rola al short stop para un valioso doble play, permitiendo anotar de todas formas a Leonard la segunda carrera de San Francisco; Fernando termina esa entrada de “nervios saltarines” ponchando a Venable. En la tercera, Valenzuela retira a Morgan con elevado al short stop y a Clark con ponche, pero otorga bases a Reggie Smith y a Evans, ponchando finalmente a Jeff Leonard para sacar la entrada ileso.

La cuarta, quinta y sexta entradas son retiradas por el zurdo de Etchohuaquila en riguroso orden saliendo por un bateador designado en la séptima. Jonrón de Ron Cey en la segunda entrada después de sencillo de Garvey tenía el juego empatado a dos. En esa séptima entrada, Dodgers llena las bases con un out, pero Greg Minton retira a Bill Russell con ponche y al mexicano Jorge “Charolito” Orta que entró de emergente por Valenzuela para mantener el partido empatado a dos. En la parte baja de esa entrada, Niedenfuer deja el partido con dos hombres en bases y dos outs para que Joe Morgan conecte un dramático cuadrangular sobre los lanzamientos del relevista Terry Forster  para enterrar definitivamente a los Dodgers y al pitcheo valiente y brillante de Valenzuela durante 6 peleadas entradas… así es el béisbol. De todas formas, este año de 1982 Fernando ratificó su calidad de gran pelotero bigleaguer, acallando muchas voces que vaticinaban una corta vida al fenómeno del tirabuzón; los años siguientes serían testigos de grandes hazañas de este mexicano inmortal de los diamantes.

 

Los Años de 1983 a 1991

 

Para 1983 Fernando sigue haciendo historia; el 19 de Febrero gana el arbitraje salarial convirtiéndose en el primer jugador de Grandes Ligas que logra un contrato de $1 millón de dólares; Tony De Marco era su representante y muy bien capitalizó los logros de Valenzuela en el montículo; Dodgers ofrecía $750,000 dólares pero los jueces dijeron otra cosa. Ese año gana 15 y pierde 10 juegos con un porcentaje de carreras limpias de 3.75;  los Dodgers quedan en primer lugar en la división oeste a 3 juegos de distancia de los Bravos de Atlanta. Filadelfia es el líder de la otra división y ambos equipos se enfrentan en la serie final por el campeonato. Filis gana el primero en Los Angeles 1 a 0 con excelente trabajo en la loma de Steve Carlton; el segundo es una victoria de Valenzuela 4 carreras a 1 lanzando durante 8 episodios; permite un jonrón de Gary Mathews en el primer inning. Filadelfia gana el tercer juego 7 por 2 en casa y termina la serie con otro triunfo con el mismo marcador para llevarse el campeonato. Esta vez no hubo milagros.

 

Al año siguiente de 1984, Fernando tiene una temporada contrastante; gana 12 y pierde 17 aunque con un excelente promedio de carreras limpias de 3.03, de los mejores en la Liga; además otorga 106 bases por bolas para ser líder a cambio de 240 ponches, este último el mayor número de su carrera de tres años. Dodgers termina en cuarto lugar a 13 juegos de San Diego que resulta ser el Campeón de la Liga ganando la serie ante Cachorros de Chicago. En esta ocasión Fernando lanza solo 2 blanqueadas en los 34 juegos que comenzó con 12 juegos completos sin perder un turno en la rotación de abridores, algo que siempre se le reconoció. Fernando fue invitado a lanzar por la Liga Nacional en el juego de estrellas que se celebró en San Francisco el día 10 de Julio. Se mantuvo por dos entradas; al abrir la tercera Thornton  y Whitaker conectan sencillos pero Rod Carew batea para doble play con rola a primera base, Garvey pisa la almohadilla y tira a home para sacar a Thornton en una emocionante jugada; termina la entrada Ripken con rola a tercera. En la cuarta Fernando hace una excelente demostración con ponche a Dave Winfield, Reggie Jackson y George Brett, un hecho que fue  muy comentado  por la prensa.

 

Carlton y Fernando Valenzuela

 

El día 16 de mayo de 1984 los Dodgers se enfrentan en el tercer partido de la serie  a los Filis de Filadelfia; tocó el turno que se vieran las caras dos de los más famosos lanzadores zurdos de la década de los años 80: Steve Carlton y Fernando Valenzuela. El equipo Angelino había perdido dos juegos y buscaba el del honor; ambos serpentineros no llevaban récord positivo: Carlton tenía una victoria por dos derrotas mientras que Fernando gozaba de números negativos también: tres victorias a cambio de 4 reveses. Las primeras tres entradas fueron retiradas por Valenzuela sin carreras con 4 ponches, una base por bolas y un hit conectado por Maddox estos dos últimos en el primer inning. Pero la cuarta estuvo fatal: inició Mike Schmidt con sencillo, Lezcano elevó al central, Wilson se embasa en error de Valenzuela y en mal tiro a primera llegan ambos a segunda y tercera respectivamente; Matuszek eleva al izquierdo para el segundo out pero el siguiente bateador Virgil es golpeado por Fernando llenándose las almohadillas de filis. Iván de Jesús recibe la base por bolas entrando Schmidt con la primera carrera empatándose el encuentro; en el inning anterior Baylor produce con sencillo después de un doblete de Reynolds. Así las cosas el siguiente en turno es Steve Carlton, y para sorpresa de Valenzuela, le pesca un lanzamiento y lo deposita tras la barda para un cuadrangular con casa llena. El inning termina con ponche a Juan Samuel. Todavía en la séptima Filadelfia hace dos más producidas con sencillo de Maddox después de un incogible de Carlton y doblete de Samuel. Valenzuela pierde el quinto partido del año aunque solo dos carreras fueron limpias de las siete anotadas por el equipo visitante, ponchando a 7 y otorgando 2 bases por bolas. Carlton conectó 13 jonrones en sus 24 años en la pelota grande.

 

Pero Fernando se vengaría con mucho estilo de aquel jonrón del “Gesticulador”. El día 23 de mayo de 1984 los Dodgers se enfrentan en el segundo partido de la serie a los Filis llevándose la única victoria de tres encuentros con marcador de 1 por 0, lanzando Fernando Valenzuela  estupenda blanqueada en contra de su oponente jonronero; acepta 3 hits, uno de los cuales es de Steve, y poncha a 15 contrarios aunque otorga 6 bases por bolas. Esos ponches estuvieron así: 2 en la primera (Samuel y Schmidt), 3 en la tercera (De Jesús, Carlton y Samuel), 2 en el cuarto (Lezcano y Wilson), 3 en el quinto (Matuszek, Virgil y De Jesús), 1 en el sexto (Schmidt), 2 en el séptimo (Matuszek y Virgil) y 2 en el octavo (Wockenfuss y Samuel). La carrera fue anotada por Mike Sciosia que conectó doblete en el quinto capítulo, producida también por Fernando con una rola al short stop… cosas del beisbol. En la novena con un out, Valenzuela otorga dos bases por bolas pero retira a Wilson en línea al segunda base y a  Matuszek en elevado al centro para concluir su obra maestra.

 

 

 

En el año de 1985 Valenzuela hace un excelente regreso ganando 17 y perdiendo 10,  blanquea en cinco juegos y alcanza un porcentaje de carreras limpias de 2.45 que fue el mejor de su carrera; este puede ser considerado como el año donde exhibió madurez sobre la loma funcionando como un verdadero y consolidado jugador de Grandes Ligas. Su equipo termina en primer lugar de su división a 5.5 juegos de ventaja de su más cercano competidor, Rojos de Cincinnati de Pete Rose. Dodgers se enfrenta con los Cardenales de San Luis por el título de la Liga Nacional quedándose en manos de estos últimos 4 juegos a 2. El día miércoles 09 de octubre Valenzuela abre la serie divisional por los Dodgers  ganando 4 carreras a 1 en un duelo contra John Tudor; sale en la séptima al permitir la única carrera del encuentro para San Luis, recibiendo enorme ayuda de Niedenfuer para juego salvado; acepta 7 hits, 2 bases por bolas y 6 ponches. Al día siguiente Los Angeles vence de nueva cuenta a Cardenales 8 a 2 con excelente trabajo en la loma de Orel Hershiser, aunque las buenas noticias se acabaron de repente. La serie se traslada a San Luis y ahí las cosas no caminan bien para los Dodgers. Pierden el tercer juego 4 carreras a 2, el cuarto 12 a 2 y el quinto 3 a 2 de forma dramática, cuando un cuadrangular de Ozzie Smith en la parte baja de la novena entrada sobre Niedenfuer deja en el terreno a Los Angeles. En este partido Fernando lanzó 8 capítulos permitiendo 2 carreras, 4 hits, 8 bases por bolas y 7 ponches. Finalmente en Los Angeles, de forma sorprendente, los Cardenales le dan la vuelta al marcador en la novena entrada cuando Dodgers ganaba 5 por 4 con un oportuno cuadrangular de Jack Clark ya con dos outs; otra vez el relevista Niedenfuer caminaría cabizbajo a la caseta soportando con valentía ese par de fatídicos toletazos.

 

Este año de nueva cuenta Fernando es invitado a participar en el juego de estrellas; lanzó la séptima entrada teniendo la siguiente actuación: otorga la base por bolas a Jim Rice quien avanzó a segunda en wild pitch; Ward fue dominado en línea a primera; Mattingly elevó al central y Molitor se ponchó estando Rice en tercera.

 

Si hemos de buscar el mejor año de Valenzuela, dejando por un lado 1981, 1986 sin lugar a dudas es el más completo. Ganó 21 juegos, perdió 11, tuvo 3 blanqueadas, un promedio de carreras limpias de 3.14, ponchó a 242 (el más alto de su carrera), regaló 85 bases por bolas en 269 1/3 de entradas lanzadas con 34 juegos iniciados y 20 completos para ser el mejor de Grandes Ligas en este último departamento. Sin embargo, lamentablemente su equipo no carburó quedando en penúltimo sitio en su división solo delante de los Bravos de Atlanta a 23 juegos del primer lugar. Curiosamente otro zurdo mexicano daba el estirón definitivo de superestrella al alcanzar también 20 victorias: Teodoro Higuera. Este pelotero oriundo de Los Mochis Sinaloa ganó 20 juegos perdiendo 11 con los Cerveceros de Milwaukee; lanzó durante 248 1/3 entradas, completó 15 juegos, ponchó a 207 con 74 bases por bolas y 4 blanqueadas concluyendo con un porcentaje de carreras limpias excelente de 2.79. Al igual que Fernando, el zurdo Teodoro Higuera perteneció a un equipo con poco rendimiento quedando los Cerveceros de Milwaukee a 15 juegos de distancia de los Medias Rojas de Boston al caer el último out.

 

Fernando abrió el partido inaugural por primera vez desde aquel afortunado 1981 ganando el juego 2 carreras a 1 sobre su rival Eric Show. Contrario a lo que se acostumbra en este tipo de partidos, aquel lunes 7 de abril de 1986 el brazo de hierro de Valenzuela terminó el juego buscando una blanqueada, sin embargo, en la novena entrada los Padres de San Diego le hacen una carrera con hits sencillos de McReynolds y su excompañero Garvey sin out; seguidamente John Kruk debuta en Grandes Ligas corriendo por Garvey y en intento de robo queda out en segunda; Martínez es ponchado pero Templeton conecta de hit para estropearle las cosas, anotando McReynolds que estaba en tercera. Finalmente Bruce Bochy es retirado en rola al pitcher concluyendo el partido ante 49,444 asistentes al Estadio.

 

En el mes de mayo Fernando brilló como nunca. Derrotó a los Cardenales 3 carreras por 0 el día 3, el 20 de mayo a los Expos de Montreal con anotación de 4 por 0 aceptando solo 2 hits y cuatro días después, el 24 de mayo, otra blanqueada ahora sobre los Filis de Filadelfia con marcador de 2 carreras a 0 aceptando de nuevo solo dos hits. El sábado 6 de septiembre en Filadelfia, Fernando logra 14 ponches en una victoria de 3 por 2; acepta 6 hits y otorga 2 bases por bolas además de que participó con dos sencillos en sus 3 turnos al bat.

 

La victoria 20 fue sobre los líderes Astros de Houston 9-2 en un partido de 2 hits cubriendo como siempre la ruta completa ponchando a 5 y otorgando 3 bases por bolas; fue el día lunes 22 de septiembre; 5 días después cae derrotado ante Vida Blue 8 por 3 pero el sábado siguiente, 4 de octubre, gana el partido 21 ante los Gigantes de San Francisco 2 carreras a 1 lanzando las 9 entradas, aceptando 5 hits, con una base por bolas y 7 ponches en el Estadio de Los Angeles. Para redondear la temporada, ganó en esa ocasión el Guante de Oro de la Liga Nacional, premio que se le otorga al mejor filder como lanzador, es decir, el que menos errores cometió al momento de manejar una pelota bateada sobre la loma de los disparos.

 

Valenzuela asistió como era costumbre en los últimos años al juego de Estrellas tocándole el turno al Astrodome de Houston el día 15 de julio; ahí poncha a 5 de manera consecutiva empatando una vieja marca de Carl Hubell: a Mattingly, Ripken y Barfield en el cuarto inning; a Whitaker y Teo Higuera en el quinto mientras que el tercer out fue una rola a primera de Puckett. Ese juego ha sido considerado histórico por esa marca que Fernando no pudo romper y que data desde 1934; de cualquier modo fue un buen empate donde otro mexicano se vio involucrado. De todas formas la Liga Americana gana el juego 3 a 2. A pesar de tan buenos números, Valenzuela no pudo ganar el Cy Young, galardón que le fue entregado a Mike Scott de los Astros de Houston en cerrada votación.

 

La siguiente temporada de 1987 fue muy difícil para Valenzuela aunque gozaba de un contrato por tres años y 5.5 millones de dólares. Su brazo empezó a dar muestras de cansancio y la pelota ya no viajaba lo suficientemente rápido al pentágono. Ese año fue líder en lanzamientos de wild pitch, esto es, de pelotas descontroladas fuera de las manos del receptor totalizando 14; también fue el que más bases por bolas regaló con 124 por 190 ponches, una relación bastante pobre cuando lo aconsejable es 1 base por 2 ponches. Los bateadores se dieron cuenta de que Valenzuela tendía mucho al descontrol; esperaban los dos strikes para sacar el bat y en muchas ocasiones se iban a la cuenta máxima que lo hacía muy vulnerable a los batazos grandes. Esta temporada fue líder también en hits recibidos con 254 en 251 entradas y aceptó 25 cuadrangulares, la cifra mayor en su caminar por Grandes Ligas; su porcentaje en carreras limpias subió a un 3.98 y ganó 14 juegos a cambio de otras 14 derrotas; de todas formas se las ingenió para ser líder en juegos completos con 12 y solo consiguió una blanqueada ante los Piratas de Pittsburg el 16 de julio en Los Angeles. De cualquier forma los Dodgers estuvieron fatales quedando nuevamente rezagados a 17 juegos de los Gigantes de San Francisco; esta vez Fernando no fue invitado al juego de estrellas.

 

En 1988 los Dodgers regresan a los primeros lugares en el standing, tanto que quedan Campeones en la Liga Nacional y en la Serie Mundial. El estupendo lanzador Orel Hershiser alcanza su maduración y gana 23 juegos, pierde 8 y redondea la temporada con un porcentaje de carreras limpias sorprendente de 2.26. Por supuesto que ganó el Cy Young y todos los premios asignados al mejor lanzador. Fernando quedaría rezagado como líder del pitcheo en la organización Angelina resignándose a mirar desde la caseta los juegos de postemporada; su hombro entraba en rehabilitación después de tanto trabajo en la loma en años más malos que buenos para los Dodgers, y ahora que estaba el equipo funcionando él no podía gozar las carreras que impulsaba Kirk Gibson, la nueva adquisición. Este año, Fernando perdería por primera vez un turno en la loma de pitcheo acumulando 255 aperturas consecutivas durante 7 años y medio.

 

El último juego que lanzó Valenzuela antes de entrar en rehabilitación fue el 30 de julio de 1988 en una derrota ante Houston 14 a 6. Fernando explotó en el quinto después de dos outs permitiendo hit a Ramírez y jonrón de su compatriota Alejandro Treviño. Desesperados, los Dodgers envían a Pedro Guerrero a los Cardenales a cambio de John Tudor y dan de alta también al viejo conocido Don Sutton ya en su año de retiro; Tudor gana 4 y pierde 3 mientras que Sutton gana 3 y pierde 6 siendo de alguna ayuda para los Dodgers. Fernando queda en lista de incapacitados por el resto de la temporada después de haber ganado 5 con 8 perdidos en 22 juegos que comenzó, cubriendo la ruta de los 9 innings en tres ocasiones. Su porcentaje de carreras limpias fue igual de malo que el año anterior: 4.24. De cualquier forma, Valenzuela siempre estuvo alentando a sus compañeros en la caseta durante los juegos de postemporada, y por supuesto, se hizo acreedor al anillo de serie mundial que los Dodgers ganaron en contra de los Atléticos de Oakland 4 juegos a 1.

 

El año de 1989 era toda una incógnita para los Dodgers; ¿podrá recuperar Fernando su anterior forma?... Había una opinión generalizada de que el zurdo de oro de la década de los 80 ya no sería el mismo… y así fue. Después de 5 derrotas y varios juegos sin decisión, pasó el mes de abril, mayo y hasta el 7 de junio es cuando Fernando logra su primera victoria 5 por 4 de visita ante los Bravos de Atlanta lanzando 6 innings y un tercio con 9 hits, las 4 carreras, 2 ponches, 4 bases por bolas y un cuadrangular. En junio 13 Valenzuela logra otra victoria ahora sobre los Astros 3 carreras a 1 ganando el duelo a Mike Scott;  el 18 suma otro triunfo a costillas de los Bravos de Atlanta 5 por 3 en 7 1/3 de entradas aceptando 6 hits, uno de ellos cuadrangular con 1 base y 3 ponches. El 24 de junio pasa sobre los Rojos de Cincinnati 10 a 3 lanzando 6 episodios y las 3 carreras. La siguiente victoria la logra un mes después sobre Pittsburg lanzando 7 entradas con 6 bases por bolas y 2 ponches. .. pero había una verdad en el ambiente… ya no era el mismo Fernando.

 

La temporada terminó para él con récord de 10 ganados y 13 perdidos con un porcentaje de carreras limpias de 3.43 que después de todo no está tan mal, aunque la relación de ponches y bases seguía poco agradable: 98 pasaportes por 116 ponches en 196 y 2/3 de entradas; las blanqueadas ya habían quedado atrás. Finalmente el equipo quedó a 14 juegos del primer lugar muy lejos de los días de gloria del año anterior.

 

Valenzuela llegaba animoso en 1990 al décimo año con los Dodgers de Los Angeles y con el mismo manejador: Tom LaSorda. Igual que el año anterior, tarda para ganar su primer partido; recibe un revés ante San Diego y ante San Francisco por idéntico marcador de 3 a 1 aunque lanzando en buena forma. El 21 de de abril estuvo a punto de ganar el primero pero Astros hace dos carreras en la novena ganando el juego 6 por 5 saliendo sin decisión.  Fernando sorprende a todos el día 27 de abril y recordando viejos tiempos lanza una blanqueada contra los Cachorros de Chicago en una victoria de 5 por 0 en la ciudad de Los Angeles; permitió 4 hits sin otorgar bases por bolas y ponchó a 5.

 

Valenzuela llegaba con récord de 5 ganados y 6 perdidos al Estadio de Los Dodgers el 29 de junio de 1990; por televisión había visto lanzar a su excompañero Dave Stewart un partido sin hit ni carrera jugando para los Atléticos de Oakland y deseó imitarlo… “voy a lanzar uno también”, se dijo. Las cosas se fueron dando poco a poco y cumplió su vaticinio en una victoria de 6 por 0 sobre los Cardenales de San Luis que no andaban muy bien por cierto; quedaron en el sótano ese año de la División Este. En el mejor partido de su carrera, Fernando llegó a la novena ansioso; había otorgado 2 bases por bolas con 6 ponches lanzando ante 38,583 espectadores aquel día viernes de verano. Enfrenta primero a Joe Coleman y lo domina con ponche; Willie McGee recibe base por bolas; luego viene su amigo y excompañero Pedro Guerrero; de su bat sale una peligrosa línea que llevaba etiqueta de hit al prado central, pero Fernando logra desviarla de tal forma que le queda a las manos de Alfredo Griffin quien rápidamente pisa la base para completar en primera una doble matanza increíble. Así termina el único partido Sin Hit Ni Carrera en las Ligas Mayores lanzado por el sonorense en otro momento histórico para el beisbol mexicano. Fue el tercer latino en lograr la hazaña; el primero había sido Juan Marichal en 1963 y el puertorriqueño Juan Nieves en 1987.

 

 

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Finalmente, este año Valenzuela termina la temporada con récord de 13 ganados y 13 perdidos pero con un porcentaje muy elevado de carreras limpias de 4.59, paradójicamente, en la temporada que se sublima con un partido sin hit ni carrera. Pero así estuvo de contrastante su comportamiento en la loma… ganaba un partido, perdía otro, lanzaba bien pero se iba sin decisión y ya no tenía la fuerza para sostener su propio juego hasta el final. Ese año sin embargo, se las ingenia para lograr 2 juegos completos, uno por blanqueada y el sin hit, cuando en otros años pudo hacerlo hasta en 20 ocasiones. Fue líder en dobletes recibidos y en carreras limpias aceptadas, algo nada bueno para un equipo. Los Dodgers quedaron a 5 juegos del primer lugar a pesar de una buena racha de victorias de final de temporada; los Rojos de Cincinnati ganarían la División, el Campeonato de la Liga Nacional y de paso también la Serie Mundial.

 

Aquel año difícil de 1990 para Valenzuela estaba llegando a su fin. Los Angeles abrían una serie de dos partidos contra los Padres de San Diego en casa y a Fernando le tocó abrir el primero aquel miércoles 19 de septiembre. Su récord en ese momento era de 13 ganados y 12 perdidos con un porcentaje de carreras limpias  que no andaba nada bien;  superaba las 4.5 carreras por partido. Los Dodgers estaban a 4.5 juegos de Cincinnati en el segundo lugar del Standing seguidos por San Francisco que ocupaba el tercer lugar a 7.5 juegos. Su lanzador oponente era el también zurdo Derek Lilliquist con una campaña peor que Valenzuela: 3 ganados y 10 perdidos.

 

Fernando permitió hit al primer bateador Roberts, pero logró sacar a Alomar en fly al centro y aunque otorgó base por bolas a Jack Clark, retiró a Carter y a Benito Santiago en elevados al jardín. En el segundo capítulo retira a Templeton y a Jackson en rolas al cuadro pero permite hit a Abner quien sale del partido por lesión; Fernando domina al pitcher Lilliquist en línea al central para concluir el inning. En el tercero se ve muy bien; domina a Roberts en rola al short stop y poncha a Alomar y Clark para salir airoso de la entrada. En la cuarta Carter conecta sencillo al izquierdo; Santiago fuerza a Carter en segunda con rola a tercera; Templeton es retirado en línea a tercera base, Jackson conecta de hit pero Jerald Clark es dominado en rola a tercera para que saliera ileso. Pero la quinta entrada sería su calvario: el pitcher Lilliquist  abre la entrada con sencillo; Roberts conecta otro imparable; Alomar eleva al short stop para el primer out pero Jack Clark conecta de hit al izquierdo llenándose las almohadillas; Carter sigue con un imparable al central produciendo dos carreras avanzando hasta segunda en el tiro al pentágono; Santiago eleva al izquierdo para el segundo out; Templeton sigue con otro hit al izquierdo anotando Clark y Carter. El siguiente bateador Darrin Jackson recibe la base por bolas y sería el último en la cuenta para Fernando, entrando al relevo Darren Holmes. Aunque Padres anota tres carreras en la entrada, los Dodgers seguían ganando 4 por 3 de tal forma que Valenzuela sale sin decisión dejando el montículo con un tímido aplauso de los 27,000 asistentes al parque, espectadores que sin quererlo, estaban asistiendo al último partido de Valenzuela con los Dodgers. Un jonrón con casa llena de Benito Santiago en la sexta y otro de Pagliarulo con uno en bases en la séptima dan la victoria finalmente a San Diego 9 por 4. En aquel año, el lanzador estrella de Los Angeles era Ramón Martínez, un derecho dominicano que ganó 20 juegos por 6 derrotas con 2.92 de Carreras Limpias Admitidas.

 

Por lo sufrido en la loma, evidentemente Fernando sabía que las cosas no andaban bien; era un poco más de 10 años con el equipo y lo conocían bastante; los pasillos guardaron silencio al verlo salir cuando el juego apenas llegaba a la mitad; LaSorda lo miró de reojo… el sí sabía que estaba viendo los últimos días de Fernando en su equipo; debió sentir nostalgia… como no hacerlo; ya no había admiradores, la Fernandomanía era un recuerdo. El próximo juego será otra prueba; para brazos jóvenes y viejos, septiembre es la parte más difícil de la cuesta que empezó en abril, y solo los fuertes de corazón pueden aguantar el recorrido como lo hizo Valenzuela una y otra vez, pero el instrumento para lanzar mostraba signos de agotamiento.

 

La siguiente fue una excelente salida el lunes 24 de septiembre en Houston, Texas. Salió en la séptima por un bateador emergente dejando el partido perdido 3 carreras a 2 lanzando para 9 hits, una base por bolas y un ponche. El juego se alarga hasta el onceavo inning ganando Dodgers 7 por 5, de tal forma que ahora corre con suerte y tampoco tiene que ver en el conteo de victoria o derrota.  Los Angeles aún seguía a 4.5 del primer lugar Cincinnati.

 

La última vez que Fernando se pone el uniforme de los Dodgers para defender los colores azulados del equipo fue el domingo 30 de septiembre en la ciudad de San Francisco; se enfrentó a Rick Reuschel y le tocó perder su juego número 13  con marcador de 8 por 2. Valenzuela solo llegó hasta la cuarta entrada y desde el primer Inning tuvo problemas. Butler toca y se embasa en batazo contado como imparable; Thompson liga sencillo al derecho y Butler se va hasta tercera; Thompson se roba la segunda y en mal tiro de Scioscia anota Butler y Thompson llega a tercera; Jack Clark recibe la base por bolas; Williams forzó a Clark en segunda y se embasa en bola ocupada anotando Thompson. Kevin Bass eleva al izquierdo y después de un wild pitch, Valenzuela poncha a Decker para terminar la entrada. En la segunda Litton batea una rola al primera base; Benjamín eleva al derecho y Reuschel es ponchado.

 

En la tercera entrada nuevamente  Fernando se mete en problemas: Butler conecta de hit sobre el shortstop y se roba segunda; Thompson se embasa en toque de hit por tercera base pasando Butler a tercera; Thompson se roba segunda; Clark recibe la base por bolas para llenar la casa; Williams se embasa en error del tercera base Harris anotando Butler y Thompson llegando Clark hasta tercera; Kevin Bass también se embasa en error de Scioscia anotando Clark; Decker conecta hit al derecho anotando Williams. El siguiente bateador, Litton es ponchado, Benjamín eleva a tercera y Reuschel conecta rola a tercera para concluir esta horripilante demostración de pésima defensiva de Dodgers.

 

En la cuarta Butler sigue la fiesta con hit y Thompson se lleva la barda para dos carreras más; los siguientes bateadores Clark, Williams y Bass son retirados en jugadas sobre el cuadro. En la quinta entrada Valenzuela sale a batear y es dominado en elevado al shortstop, sin embargo, el manager LaSorda cambia de opinión y Holmes viene al relevo; el partido estaba en la bolsa para San Francisco 8 carreras por 0 y Valenzuela sale después de aceptar 7 hits, 8 carreras una de ellas sucia, otorgó 2 bases por bolas con 3 ponches. Un total de 46,932 aficionados fueron testigos del adiós de Fernando con los Dodgers aunque nadie lo supo hasta el año siguiente. El 28 de marzo de 1991, unos días antes de iniciar la temporada, Valenzuela lanza en Monterrey un excelente partido de exhibición en contra de los Cerveceros de Milwaukee llevándose la victoria. Pero no fue suficiente pues los Directivos de Dodgers ya tenían una decisión… salía del equipo. El manager Tom LaSorda fue elegido para comunicarle a Valenzuela la noticia después de haber mostrado malos resultados en la pretemporada. Otro pelotero llevaría el número 34 de los Dodgers, el que durante poco más de 10 años cargó con orgullo el zurdo sonorense.

 

Todos advertimos que el astro del pitcheo salía decepcionado de la organización por la que luchó incansablemente sobre la loma infinidad de ocasiones, quizás por el poco tacto en la forma como enfrentaron su despido pues esperaron hasta el final de la pretemporada para decidirlo, lo cual evitó que lograra acomodarse en algún otro club. Tom La Sorda fue el encargado de darle la desagradable noticia. Pero nada es para siempre y el día llegó, aunque Fernando demostraría que el beisbol aún seguía corriendo fuerte por sus venas en los años por venir.

 

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CAPITULO V:

BUSCANDO EL REGRESO

 

Todavía era un joven de 30 años y para muchos un veterano fuera ya de Grandes Ligas; Fernando, competitivo en alto nivel, no se dio por vencido. Buscó acomodo en otro club ese año de 1991 y tuvo su oportunidad con los Angelinos de California en la Liga Americana, firmando como agente libre el día 20 de mayo. El 7 de junio debuta enfrentando a los Tigres de Detroit y a 49,977 espectadores que querían saber como estaba el superastro de los años 80´s. Su rival en el montículo fue Frank Tanana y le tocó perder por anotación de 5 a 0.  Valenzuela pudo manejar bien el juego hasta la cuarta aunque en la primera le hacen una carrera sucia: acepta un doblete de Phillips, sencillo de Whitaker, Trammell eleva a segunda, Fielder es ponchado pero Incaviglia logra embasarse en error de Sojo entrando la primera para los Tigres. La quinta entrada resulta bastante rara: inicia ponchando a Shelby y Allanson pero Phillips y Whitaker le conectan jonrón espalda con espalda terminando la entrada con elevado de Trammell al jardín. En el sexto Valenzuela no saca out: Fielder inicia con doblete e Incaviglia sigue con sencillo, momento en que es removido por el manager Doug Rader.

 

Fernando recibe otra apertura ahora contra Milwaukee y enfrentando a su compatriota Teodoro Higuera aquel día 12 de Junio de 1991 en Anaheim; las cosas se ponen peor: solo lanza una entrada y dos tercios aceptando 5 carreras limpias, 3 bases por bolas y un cuadrangular además de un wild pitch. Higuera gana el juego 8 por 0 lanzando durante 6 entradas para 4 hits y 10 ponches con dos bases por bolas.

 

Ya no habría otra oportunidad en Anaheim y Fernando fue dado de baja del equipo mayor asignándole un club de Ligas Menores días después, aunque finalmente fue dado de baja definitivamente el 10 de septiembre de 1991.Pero el beisbol era su pasión; el estadio y la loma de los disparos son su vida; si no era Grandes Ligas tendrá que ser alguna otra.

El asunto era jugar; es entonces cuando la Liga Mexicana le abre las puertas de nuevo a ese brazo zurdo, y gustoso Valenzuela empaca maletas y regresa al país que lo vio crecer 13 años antes. El contrato quedó en manos ahora de los Charros de Jalisco.

 

Para 1992 lo vemos enfundado en el uniforme del tequila y las canciones rancheras; ahí sus números fueron de 10 ganados por 9 perdidos y un porcentaje de carreras limpias de 3.86, nada malo por cierto. Sus primeros 3 partidos fueron sendas derrotas de 11-4, 13-0 y 17-1; hasta el sexto juego empezó a ganar y compuso el paso de tal modo que para finalizar la campaña estaba en mejor forma… había encontrado el pentágono de nuevo y se sintió listo para Grandes Ligas otra vez. Los Orioles de Baltimore se fijaron en él y obtuvo un contrato modesto el 27 de febrero de 1993.

 

El Ansiado Regreso

 

Después de una pretemporada muy trabajadora, su primer partido en la segunda etapa de Grandes Ligas  fue en labores de relevo lanzando una entrada el día 9 de abril en Seattle en una derrota de Baltimore 6 por 0. La primera salida sin embargo no fue muy agradable para Fernando: explotó en la segunda entrada después de sacar un out en un juego contra los Rangers de Texas. Aceptó 5 hits, 7 carreras, 2 bases por bolas, 1 ponche y un cuadrangular. Fue el 13 de abril en Arlington, Texas teniendo de rival a Kenny Rogers; Texas terminó ganando el juego 8 por 3. El 26 de abril nuevamente sube a la loma ahora contra los Medias Blancas y solo dura 4 entradas para 6 hits, 4 carreras, 2 bases, un ponche y otro cuadrangular. Chicago gana el juego 7 a 0 con estupenda labor de Wilson Alvarez.

 

La tercera oportunidad viene el día 01 de mayo en Baltimore, cuando lanza 7 sólidas entradas aceptando 4 hits y tres carreras que se anotaron en la primera entrada en contra de los Reales de Kansas City. Orioles pierde 5 por 4 pero Fernando sale sin decisión. En esa entrada McRae conecta triple; Brooks eleva al short; Brett un sencillo productor; McReynolds recibe la base; Joyner eleva al izquierdo, McFarlane doblete productor de dos y Hiatt es retirado en elevado al derecho para concluir la entrada. El manager Johnny Oates enmudeció en la caseta; ¿tenía algún caso seguir aguantando a Fernando?.  De ahí en adelante el zurdo de Sonora empieza a acumular entradas en blanco hasta llegar a la séptima dejando el partido empatado y sin decisión en el resultado; esa fue su primera buena actuación en esta segunda etapa como pelotero de Grandes Ligas.

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Fernando con Orioles (1993)

 

El día 7 de mayo enfrenta ahora a Toronto y lanza 8 entradas para 2 carreras, 6 hits, 2 bases y 3 ponches con un cuadrangular de Joe Carter; Oates estaba más que satisfecho con Fernando aunque todavía no ganaba un partido después de un mes de actividad. El 12 de mayo en Baltimore, Valenzuela enfrenta a los Medias Rojas de Boston y nuevamente recorre una larga distancia llegando hasta la novena entrada siendo relevado después de un out. Permite 2 carreras que a la postre significaron su tercera derrota pues Orioles se fue en blanco en ese casillero con excelente pitcheo de Danny Darwin que fue removido en la octava. Permitió 7 hits, 1 base y 5 ponches con un jonrón de Fletcher en la misma primera entrada y siendo el primer bateador del juego. Pero Oates seguía convenciéndose de la valentía de Fernando.

 

Por fin obtiene el primer triunfo lanzando 8 entradas sin permitir anotación; fue un partido suspendido por lluvia el martes 18 de mayo celebrado en Baltimore ante 43,710 espectadores y contra los Indios de Cleveland. Los aficionados y Oates salieron complacidos con la actuación del mexicano; por fin Valenzuela demostraba que estaba de regreso. El juego terminó 7 por 0. Después de estas buenas demostraciones en la loma, Fernando cae nuevamente en un bache y pierde ante Milwaukee 9-1 y con California 8-4; pero vuelve a la senda de la victoria en Oakland ganando el juego 5 a 2 permitiendo 2 carreras en 6 1/3 de entrada el 02 de junio.

 

Uno de los duelos más interesantes que tuvo este año fue contra los Medias Rojas y Roger Clemens en el Fenway Park aquel domingo 13 de junio y ante 33536 espectadores. Fernando recibe 4 carreras en la primera entrada y todo parecía que se desmoronaba para el sonorense; pero, como siempre, Fernando tomó las cosas con calma y de ahí en adelante pintó de blanco a los Medias Rojas hasta salir en la octava; Baltimore pierde 4 a 2 pero Fernando demuestra su calidad de Grandes Ligas; en la séptima se lució: inició retirando a Peña en rola al shortstop, Rivera fue ponchado, Hatcher recibe base por bolas pero es puesto out en estupendo revire de Fernando a primera base, jugada en la que siempre se le reconoció su inteligencia para atrapar ladrones. Clemens  no salió para la novena lanzando un juego de 9 ponches y una base por bolas.

 

Con poco bateo los equipos no pueden ayudar a los lanzadores con victorias; el 19 de junio lanza muy buen juego en Cleveland pero pierde 3 por 0; parecía que la única forma de ganar sería blanqueando. El viernes 25 de junio Fernando se enfrenta a los Yankees en Baltimore pero sufre un traspiés muy severo; explota en la cuarta entrada permitiendo 6 carreras con 2 jonrones; su rival fue aquel lanzador de Jim Abbot de brazo inválido por cierto.

 

El 30 de junio en el Estadio de Baltimore y ante 46,409 aficionados, Valenzuela logra un partido sin anotaciones en una victoria de 6 por 0 sobre los Blue Jays de Toronto teniendo de rival a su excompañero Dave Stewart; admite 6 hits sin bases por bolas y con 2 ponches cubriendo toda la ruta. Oates seguía satisfecho con el zurdo mexicano que debió sentirse feliz; era su tercera victoria a cambio de 7 reveses.

 

En la siguiente salida el día 5 de julio en Kansas City pintó de blanco a los Reales durante 6 entradas y 2 tercios, aunque finalmente Orioles pierde 7 a 1. Solo admite 3 hits con 4 bases y 3 ponches; en ese momento era uno de los más consistentes lanzadores de los Orioles. Y continuando con su buena racha el 10 de julio derrota a Chicago 6 por 0 blanqueando durante 8 entradas, recibiendo el relevo de Williamson; permitió 2 hits con 4 bases y 3 ponches ante 45,368 aficionados de casa … ¿alguien puede pedir más?. Para ese entonces Baltimore estaba a 1.5 juegos de Toronto y aún tenía oportunidades.

 

El día 18 de julio en Baltimore contra Minnesota y ante 46208 aficionados, Fernando logra su quinta victoria 7 por 2; en la segunda entrada permite esas dos anotaciones quedando la seguidilla de innings sin carreras en 24 y 2/3; fue un partido completo de 6 hits, 2 bases y 2 ponches. Las sorpresas continúan y Fernando lanza otro juego completo el 23 de julio en Minnesota ganando 5 por 1 permitiendo 6 hits, 1 base y dos ponches. Se va sin decisión en Toronto el día miércoles 28 de Julio ante 50523 aficionados que ven como el zurdo permite 4 carreras en 7 entradas y 2/3; el partido se decide en la parte baja de la décima cuando Tony Fernández se embasa en error de Carl Ripken estando la casa llena, anotando la del gane Paul Molitor embasado por bolas malas.

 

De pronto las cosas no pintaron muy bien; sale sin decisión el día 2 de Agosto explotando en la sexta aceptando 5 carreras; el día 7 explota en la cuarta ante los Indios de Cleveland aceptando 4 carreras y el día 12 solo saca dos outs, corriendo con suerte pues no tuvo decisión en los encuentros.  Fernando compone el paso y el día 17 de Agosto en Seattle lanza hasta la octava entrada permitiendo a los Marineros solo una carrera en la cuarta, manteniendo una victoria de Orioles de 3 carreras a 1.  En el octavo recibe dobles consecutivos de Turang y Griffey que a la postre llegaron al pentágono saliendo finalmente sin decisión en un partido desafortunado. Toronto gana el encuentro 5 por 3. La siguiente apertura sería en Baltimore ante Texas el día 23 y Fernando solo lanza 1 entrada y 2 tercios aceptando 7 carreras para su octava derrota; el día 28 en Texas nuevamente explota temprano en la segunda admitiendo otras 5 carreras. Parecía que el zurdo iba rumbo al colapso de nuevo.

 

El 3 de septiembre en Oakland, Valenzuela sale en el quinto episodio aceptando 4 carreras en un juego que ganan los Orioles 5 por 4 en trece entradas; nuevamente se salva de una derrota. El día 8 en Baltimore acepta 3 carreras en 61/3 con una base y 4 ponches pero nuevamente se va sin veredicto. En Boston el zurdo mexicano se reivindica y sorprende con un juego completo llevándose la victoria 11 por 3 el día martes 14 de septiembre, llevando como rival en el montículo a Danny Darwin, el mejor de los Medias Rojas.

 

Valenzuela pierde su décimo partido en Cleveland permitiendo 4 carreras en el mismo número de entradas el día 20 de septiembre; Cleveland gana 6 por 4. El 26 en Baltimore, el zurdo explota en la segunda entrada admitiendo 4 carreras en una derrota de Orioles 6 por 5 saliendo sin decisión. Fernando se despediría de la temporada en Baltimore lanzando durante 6 entradas y dos tercios para 2 carreras, 4 bases y dos ponches aquel día 01 de octubre.

 

El 29 de octubre de 1993 el zurdo de Sonora es dejado en libertad por los Orioles. Sus números con esta organización durante la temporada completa de 1993 fueron de 8 ganados, 10 perdidos, un porcentaje de carreras limpias de 4.94, 79 bases por bolas, 78 ponches, 5 juegos completos y 2 blanqueadas en 31 aperturas.

 

 

 

La Aventura con los Filis

 

Al no tener contrato con equipo alguno de Grandes Ligas, Valenzuela de nueva cuenta se incorpora a los Charros de Jalisco en la primavera de 1994; ahí logra 10 victorias con 3 reveses y un espectacular promedio de carreras limpias de 2.67. De nueva cuenta llama la atención de los clubes norteamericanos y el día  24 de junio firma con los Filis de Filadelfia regresando nuevamente a la Liga Nacional; entra en actividad curiosamente ante sus excompañeros Dodgers de los Angeles el día domingo 3 de julio ante una entrada de 54167 espectadores que lo ven durante 6 capítulos permitiendo dos carreras y 6 hits; su rival Orel Hershisher gana el duelo 3 por 1 en el Estadio Californiano. El día 8 ante San Francisco sale del partido en la sexta permitiendo tres carreras con sendos cuadrangulares de Williams en la cuarta y de Bonds y Williams en la sexta. De regreso al Estadio de los Veteranos, logra una victoria lanzando 8 entradas sin permitir anotación en contra de los Dodgers el 17 de julio, pero en la novena Webster le conecta cuadrangular, Mondesí recibe Base por bolas y Hernández le truena otro vuelacercas para mandar al zurdo a las regaderas; al partido asistieron 50,993 aficionados. Aunque Dodgers hace 7 carreras en esa entrada, de cualquier forma Fernando se lleva la única victoria vestido de Fili.

 

El día 22 de julio enfrenta a San Diego y sale en la quinta aceptando 3 carreras con 7 hits sin bases por bolas y un ponche; los Padres ganan 7 a 4. El día 31 de julio vemos a Fernando en labores de relevo lanzando la quinta entrada en una victoria de Atlanta 9 por 5. Valenzuela recibe otra oportunidad de abrir partidos el 6 de Agosto en el Estadio de los Veteranos, manteniéndose por 5 entradas y 2 tercios permitiendo 5 hits con 3 bases, 5 ponches y dos cuadrangulares ante 41,699 aficionados; gana Montreal 4 a 3 en once emocionantes episodios. El 11 de Agosto en el Estadio de los Veteranos, Filis le gana a los Mets un maratónico partido de 15 entradas 2 carreras a 1; Fernando inicia por Filadelfia y se mantiene durante 8 capítulos aceptando solo una carrera con una base y 7 ponches. La anotación fue un jonrón en la cuarta de Lindeman y la carrera del gane fue impulsada por Jordan. Este fue el último partido de la temporada para Filadelfia y para todos los clubes de Grandes Ligas por la histórica huelga de jugadores que se arregló hasta el 2 de abril de 1995. Al iniciar el paro laboral, los filis andaban a 20.5 juegos de distancia de los Expos de Montreal por lo que prácticamente estaban descartados de toda posibilidad de campeonato.

 

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Con los Filis en 1994

 

La Aventura con los Padres

 

Aún cuando la estadística con Filadelfia no fue del todo mala para Fernando con 1 ganado y 2 perdidos y 3.00 en carreras limpias permitidas, 7 bases y 19 ponches en 45 entradas, los Filis dejan en libertad a Valenzuela el día 24 de octubre de 1994. Nuevamente el zurdo de Sonora buscaba una buena opción para seguir en Grandes Ligas, pero tenía que esperar a que terminara el asunto de la huelga. El 5 de abril de 1995 los Padres de San Diego se fijan en él y le extienden su contrato por la temporada que iniciaría tarde tras el arreglo sindical, exactamente el 26 de abril.

 

La primera aparición de Fernando en el montículo de los Frailes fue el 5 de mayo en una derrota de 9 a 2 ante los Gigantes de San Francisco, un equipo que siempre se le indigestó. Salió en el quinto inning con 6 carreras, 7 hits y 3 cuadrangulares: de Williams, Clayton y Hill. El 10 de mayo en San Diego, Fernando camina 5 entradas y acepta 2 carreras a los Dodgers en un juego que pierde San Diego 3 por 1 con lanzamientos efectivos de Ramón Martínez. Para el 20 de mayo lo vemos en labores de relevo ganando su primer juego en una victoria de San Diego 9 por 6 sobre Piratas en el Jack Murphy. En la novena entrada, Fernando empieza aceptando un doblete de Pegues; Martin es out en intento de toque con un globo al pitcher; Bell recibe la base intencional; Merced eleva al derecho y Dave Clark es retirado de segunda a primera. El partido lo ganaba Piratas 6 por 4 pero San Diego logra 5 carreras en la parte baja donde destacó un cuadrangular de Bip Roberts con la casa llena sobre el relevista Dan Miceli.

 

Descripción: valenzuelasandiego2

Con San Diego (1995-1997)

El 27 de mayo Valenzuela abre contra los Filis de Filadelfia en el Estadio de los Veteranos y solo llega a la cuarta entrada recibiendo cuatro carreras saliendo sin decisión ya que el partido se va a entradas extras; Filis gana finalmente 5 por 4. El 30 de mayo es utilizado en relevo en una derrota de Padres 8 por 0 ante Mets en Nueva York; retira la séptima pero la octava comienza con dos bases por bolas y Valenzuela es removido. Al final de cuentas esas dos bases se convierten en carreras por mal relevo de su compatriota Andrés Berumen.

 

No es sino hasta el día 6 de junio, un mes después de iniciada la temporada, cuando Fernando logra su primera victoria en una excelente salida sin permitir carreras; San Diego y Valenzuela vencen 1 por 0 a Filadelfia lanzando para 3 hits, 1 base y 2 ponches durante 6 capítulos. En junio 11 lo vemos de relevista sin permitir hits y dos ponches en una victoria de los Padres 6 por 3 sobre Mets. Seis días después, el 17 de junio, Fernando es apaleado en la cuarta y quinta entrada recibiendo 8 carreras 5 de ellas limpias jugando en Pittsburg en una oportunidad de abridor; sale sin decisión porque San Diego gana 11 por 8. Ocho días después, en junio 25, es utilizado de relevista en Colorado y en la octava admite 4 carreras entre ellas un cuadrangular de Andrés Galárraga. Definitivamente las cosas no iban bien para el zurdo.

 

A finales de la temporada de nueva cuenta Fernando es utilizado en oportunidades de abrir partidos; San Diego aún tenía posibilidades y en una excelente actuación sobre Mets de Nueva York, Fernando logra la tercera victoria de la temporada con marcador de 4 por 1 lanzando 6 episodios con tres bases y 4 ponches. En septiembre 1 le gana a Filadelfia permitiendo 2 carreras y 8 hits en San Diego, pero el 6 de septiembre solo lanza 3 innings aceptando 5 carreras contra los Mets en el Jack Murphy. El día 12 alcanza su sexta victoria por 3 reveses de visita en  Pittsburg con marcador de 5 por 1 lanzando 5 entradas y dos tercios; la séptima llega  cinco días después, el 17 de septiembre, en una victoria de 11 por 3 lanzando en casa hasta el quinto capítulo contra los Cachorros de Chicago. En Los Angeles el día 22 de septiembre solo juega hasta la tercera entrada  y se va sin decisión en una victoria de Dodgers 6 por 5. Finalmente, el octavo triunfo llega el 27 de septiembre ante Gigantes en San Francisco con el marcador de 4 carreras a 2, lanzando hasta la séptima con 3 bases y 4 ponches con una carrera permitida. Los Padres quedan a 8 juegos del líder Dodgers.

 

Los Padres de San Diego en 1996

 

El 7 de diciembre de 1995 los Padres de San Diego firman de nueva cuenta a Valenzuela como agente libre, dándole así una nueva oportunidad de lanzar en Grandes Ligas para el próximo año de 1996. La temporada abrió el 01 de abril con una derrota de San Diego en Chicago 5 por 4 en 10 entradas; el día 03 en el segundo juego, vemos a Fernando en labores de relevo por la séptima entrada. Ganaban los Padres 7 por 3 y lanzaba el relevista Willie Blair quien después de ponchar a McRae y Sandberg permite sencillos a Grace y Sosa. El manager Bruce Bochy de San Diego decide remover a Blair y trae a Fernando a sofocar la rebelión, cumpliendo el sonorense con un sonoro ponche a Timmons que reemplazó a Luis González respondiendo a la estrategia el manager Jim Riggleman. En la entrada siguiente Valenzuela sale por un bateador designado.

 

El viernes 04 de Abril en el Astrodome de Houston participa Fernando en un relevo poco afortunado: ganando Padres 5 por 1, entra en la octava con dos outs y recibe cuadrangular de Raúl Eusebio con dos en bases, terminando el capítulo dominando a Bill Spiers en elevado a tercera. Padres ganaría de cualquier forma el partido 10 por 4 haciendo 5 carreras en la novena.

 

Valenzuela recibe la oportunidad de abrir su primer partido de la temporada en San Diego el martes 9 de abril contra los Marlines de Florida, teniendo de rival al también zurdo Al Leither; se mantiene hasta la sexta sin permitir anotaciones. En esa entrada Veras recibió base pero fue puesto out en intento de robo, White también fue pasaporteado por Fernando para lo cual Bochy prefirió remover al zurdo que había cumplido en forma extraordinaria. El partido lo gana Marlins 5 a 2 en la décima entrada; todas las carreras se fabricaron en ese inning.

 

El domingo 14 de abril sucede la primera derrota en un juego que Padres pierde por blanqueada de 4 por 0 con los Bravos de Atlanta ante 45,014 aficionados. Valenzuela se mantiene durante 5 2/3 de entrada permitiendo 3 carreras, las tres por la vía del cuadrangular: de Lemke en la primera y en la sexta y de Jones en la misma sexta; su rival en el montículo fue John Smoltz. Fernando se enfrenta nuevamente a los Bravos en su propio parque Fulton County el domingo 21 de abril en un duelo con sol y contra Steve Avery; se mantiene impecable durante 6 entradas recibiendo dos hits y ponchando a 7. El partido se fue hasta la entrada número 15 ganando Padres 2 por 1 con fly de sacrificio de Finley y la casa llena.

 

Cinco días más tarde, el 26 de abril, le toca enfrentar en San Diego a los Astros contra el también zurdo Mike Hampton; en 5 entradas permite dos carreras y 5 hits ganando Padres 3 a 2 saliendo sin decisión. Su primera victoria llega hasta el 01 de Mayo en San Diego, cuando Padres doblega a Gigantes de San Francisco 9 por 4; Fernando lanza para 5 2/3 de entrada recibiendo 8 hits y aceptando las 4 carreras, 3 de ellas limpias. En la tercera pasaría apuros increíbles y aunque salió afectado con dos carreras, demostró una vez más su valor en la loma: empieza Gardner con sencillo; Stan Javier es puesto out en elevado al derecho; Thompson es puesto out en elevado al izquierdo y llega Barry Bonds a la caja de bateo para depositar la pelota detrás de la barda produciendo par carreras. Matt Williams sigue con sencillo, Carreón conecta doblete y Hill fue pasado intencionalmente para lanzarle a Lamkin, quien fue puesto out en línea al segunda base. En la quinta Fernando se vengó de Bonds dejándolo con el bat al hombro. Valenzuela sale en la sexta habiendo sacado dos outs; permitió un cuadrangular a Rich Aurilia y después de una base por bolas, es reemplazado por Florie cerrando la entrada con ponche a Thompson.

 

El 13 de mayo en el Jack Murphy, Fernando logra su segunda victoria ante los Mets de Nueva York permitiendo una carrera en 6 entradas y dos outs de la séptima. El 18 de mayo en San Diego pierde con Montreal 3 a 2 ponchando a 8 aceptando 3 carreras en 6 1/3 de entrada. Poco a poco, el zurdo de Sonora estaba encontrando una titularidad en el staff de lanzadores de San Diego. El 24 de mayo llega hasta la octava ganando su tercer juego permitiendo una carrera que fue jonrón de Huskey, juego que ganó San Diego 13 a 1.

 

El 29 de mayo en Montreal explota rápidamente en la tercera perdiendo su tercer juego recibiendo 8 hits y 5 carreras; otra mala salida ocurrió en San Luis cuando explota en la cuarta el día 4 de junio con 10 hits y 4 carreras aunque sale sin decisión en una victoria de Cardenales 11 a 5. Fernando sabía que podía perder lo ganado y necesitaba una buena actuación. En San Diego pierde su cuarto juego el 11 de junio contra los Rojos de Cincinnati llegando hasta la sexta permitiendo las cuatro carreras con 7 hits y un jonrón de Sabo con uno en bases. Vuelve a perder en Chicago el día 16 de junio llegando a la cuarta permitiendo 7 carreras, 4 de ellas limpias y un cuadrangular de Shumpert. En verdad que las cosas no iban nada bien para el oriundo de Etchohuaquila.

 

Ya en San Diego, el 21 de junio logra una buena salida llegando hasta la séptima permitiendo un jonrón solitario de José Hernández; fue una victoria de Padres en la décima entrada que se decidió con sencillo de Jody Reed. En San Francisco, el día 27 de Junio por fin Valenzuela encuentra la senda ganadora en un triunfo de 11 por 1 sobre Gigantes, su cuarta victoria a cambio de 5 reveses; permite una carrera en 7 entradas 2/3. Pero el 2 de Julio nuevamente cae en un bache al perder ante los Dodgers 7 por 3 en San Diego; acepta 5 carreras en 5 entradas. Cinco días más tarde, el 7 de Julio, nuevamente vence a San Francisco en el Jack Murphy 10 por 3, contando con buen apoyo de sus compañeros y llegando hasta la sexta; permite un jonrón de dos carreras a Thompson.

 

Un partido muy interesante sucedió en Colorado el día domingo 14 de julio cuando le toca enfrentar al pitcher mexicano Armando Reynoso y al tercera base de los Rockies, el también mexicano Vinicio Castilla. Fernando perdió su séptimo juego en esta ocasión lanzando apenas 4 entradas y 2 outs de la quinta. El partido concluyó 8 por 4 aceptando el zurdo mexicano 9 hits y 5 carreras con un cuadrangular solitario de su paisano Castilla en la segunda entrada. En aquel año Vinicio acumuló 40 jonrones bateando para 0.304 conformando un histórico cuarteto de poder con Andrés Galárraga (47HR), Dante Bichette (34HR), y Ellis Burks (40HR). Reynoso lanzó 6 entradas permitiendo dos carreras; ese año termina con record de 8 ganados y 9 perdidos con 4.96 en carreras limpias permitidas con los Rockies; después pasaría a Mets de Nueva York terminando su carrera con Arizona a principios del 2002. Tuvo récord de por vida en Grandes Ligas de 68 ganados por 62 perdidos y 4.74 en carreras limpias admitidas.

 

Ya en San Diego, Fernando tiene la oportunidad de desquitarse y vence a los Rockies y a Reynoso 4 por 3 el día 19 de Julio; lanza para 5 hits, 2 carreras y 4 ponches; Castilla se fue en blanco en 4 oportunidades. Después de salir sin decisión en contra de Houston el día 24, Valenzuela logra su séptima victoria con un triunfo de Padres 2 por 1 en Atlanta el 29 de julio; lanzó 6 entradas y un out de la séptima sin permitir anotaciones en una excelente salida con 5 hits, 2 bases y 2 ponches. Repite con otra victoria el 4 de agosto contra los Marlins de Florida aceptando 4 carreras con 7 hits en 5 entradas.

 

El 9 de Agosto los Padres vencen en Pittsburg a los Piratas con marcador de 4 a 1; Fernando lanza durante 7 entradas y 2 outs de la octava aceptando 3 hits, uno de ellos cuadrangular de Allensworth en la tercera entrada, otorga 4 bases y poncha a 5. El 16 de agosto vuelve a ser el victorioso del partido contra Mets llegando hasta la séptima permitiendo 3 carreras, 6 hits, otorga 4 bases y poncha a 3; el partido termina 15 a 10 a favor de Padres. A estas alturas de la temporada, San Diego y Dodgers estaban empatados en primer lugar de la División Oeste y Colorado estaba cerca a 2.5 juegos. Fernando sigue su camino triunfante y logra otras 6 buenas entradas contra Montreal en San Diego el 21 de Agosto, llevándose la victoria 7 por 2; no permite carrera con 3 hits, 4 bases y 5 ponches.

 

En Nueva York mantiene el ritmo ante los Mets permitiendo 2 carreras en 6 innings, aunque sale sin decisión en un partido que gana San Diego 3 a 2 el día 28 de agosto. El irreconocible Fernando logra su triunfo número 12 ahora contra los Filis con marcador de 5 por 1 en el Estadio de los Veteranos el día 2 de septiembre, llegando hasta la séptima entrada sin permitir anotaciones con 6 hits, 2 bases y 2 ponches. Con esta victoria San Diego se mantiene en primer lugar a un juego de ventaja de Dodgers. En San Luis, Valenzuela llega a su victoria número 13 al vencer a Cardenales 5 carreras a 4 el 8 de septiembre, permitiendo dos anotaciones en la cuarta entrada con 4 bases por bolas, 2 ponches y 5 hits llegando hasta el séptimo capítulo.

 

El 14 de Septiembre Valenzuela sale sin decisión después de permitir dos carreras en 5 entradas, aunque el partido termina con victoria para Padres 3 por 2 en la entrada número 12, y donde nuevamente Jody Reed es el héroe conectando el hit de la victoria. Cinco días después, el 19 de Septiembre Fernando pierde su octavo partido ante los Dodgers en San Diego con una blanqueada de Ramón Martínez de 7 por 0; Karros le conecta jonrón en la primera entrada con uno a bordo y en la segunda deja la casa llena con dos outs. San Diego quedaba a juego y medio de Dodgers que había subido al liderato. La última salida del año sería contra los Rockies en San Diego el 24 de septiembre, saliendo sin decisión cuando el partido estaba empatado a 2 al concluir la quinta entrada, permite 5 hits con 2 ponches sin bases por bolas. El partido lo gana Colorado en 5 por 4 en once entradas.

 

Los últimos tres juegos de la temporada para los Padres serían en el Dodger Stadium en una serie de tres juegos de fin de semana; San Diego estaba a 2.5 juegos de distancia de Los Angeles que eran líderes de la División; 53,294 aficionados ven como San Diego se lleva el primer triunfo en 10 capítulos y se acerca a juego y medio. Este partido lo inició el mexicano Ismael Valdés pero sale sin decisión después de lanzar 7 entradas y un out de la octava permitiendo dos carreras. Al día siguiente los Padres logran otra victoria dramática 4 por 2 anotando 2 carreras en la octava y se acercan a medio juego, de tal forma que solo queda un partido por el liderato. Aquel domingo 29 de septiembre, los Dodgers caen en once capítulos con marcador de 2 por 0, ambas producidas por Tony Gwynn con oportuno doblete estando embasados Steve Finley y Ken Caminiti con sencillos. De este modo, Padres hace el milagro de avanzar hacia la serie por el título contra los Cardenales de San Luis. Tom LaSorda ya no estaba en el equipo al renunciar  el 23 de junio siendo sustituido por Bill Russell; el polémico manager terminaba su carrera de poco más de 20 años a cargo del equipo.

 

Fernando Valenzuela de nueva cuenta sentía la emoción de estar en una serie por el campeonato, y una posible Serie Mundial que sería la tercera en su vida profesional. Pero no hubo suerte, los Padres de San Diego pierden los tres juegos en forma consecutiva ante los Cardenales de San Luis: 3 a 1 y 5 a 4 en San Luis y 7 por 5 en San Diego. En este último juego, celebrado el 5 de octubre, Fernando participa como relevista en la octava entrada reemplazando a Tim Worrell y teniendo a Gaetti en primera embasado por error del tercera base Caminiti; se enfrentra a Mabry siendo out en toque de sacrificio de pitcher a primera; a continuación Pagnozzi es pasado intencionalmente; Alicea eleva al jardín derecho para el segundo out, Lankford recibe base por bolas, momento en que el manager Bochy le pide la bola a Fernando para que Veras retire el último out de la entrada; el partido estaba empatado a 5 y en la novena San Luis hace dos carreras para llevarse el tercer desafío 7 por 5 terminando la temporada para los Padres y Fernando Valenzuela. Este año de 1996 Fernando ganó 13 partidos y perdió 8 en 171 entradas con 2/3, otorgó 67 bases por bolas, 95 ponches y un porcentaje de carreras limpias de 3.68 en 31 juegos iniciados.  Aunque los Padres lo declararon agente libre el 5 de noviembre de ese año, el 7 de enero es firmado nuevamente dándole la oportunidad de continuar con la organización.

 

Los Padres de San Diego y 1997

 

De regreso con San Diego, Fernando abre su primer partido el 3 de abril en contra de los Mets en casa siendo derrotado 4 por 1; permite las cuatro carreras con un jonrón de dos anotaciones de Gilkey. Lanza durante 5 entradas permitiendo 5 hits, 4 carreras, 4 bases y 2 ponches.  El 8 de abril en el Jack Murphy, Valenzuela abre contra Pittsburg lanzando 6 sólidas entradas con 6 hits, 3 bases y 5 ponches sin permitir anotaciones en una victoria de Piratas 2 por 0: lanzó para ganar pero no hubo apoyo con el bat. En Pittsburg, el miércoles 16 de abril vence a Piratas 7 por 5 lanzando 7 entradas permitiendo una carrera con 2 bases por bolas y 8 ponches en una excelente salida ante una de las asistencias mas pobres ante las que ha lanzado: 6,777 espectadores. Fue su primera victoria de la temporada. De regreso en San Diego, enfrenta a los Astros de Houston en una derrota de 12 a 3 el día 22 de abril; lanza durante 5 entradas permitiendo 6 hits y 5 carreras 2 de ellas limpias.

 

El domingo 27 de abril en Atlanta teniendo como rival a Maddux, pierde 2 por 0 en un juego de 5 entradas suspendido por lluvia; permite 7 hits, 2 bases y 3 ponches. El 2 de mayo en San Diego, lanza 7 entradas para 4 carreras y recibe 2 jonrones con 3 bases y 5 ponches en una derrota de Padres 5 por 4 contra Expos, aunque sale sin decisión. El 8 de mayo pierde su cuarto juego ante Cachorros 6 por 2 saliendo en la quinta; permite 10 hits y 2 jonrones con 5 carreras. En Montreal pierde el quinto aquel martes 13 de mayo con 7 hits y 6 carreras, 2 bases, 2 ponches y otro cuadrangular. La mala racha continúa y el 18 de mayo llega hasta la tercera entrada con 5 hits, 3 carreras, 3 bases y 4 ponches ante los Rojos en Cincinnati.

 

El 23 de mayo parece componer el paso y obtiene una victoria de 6 por 3 ante Florida en San Diego sin permitir anotaciones en 5 entradas y dos outs de la sexta. Pero nuevamente en Houston vuelve a perder lanzando apenas 2 entradas y dos outs de la tercera aceptando 3 carreras aquel jueves 29 de mayo. La paciencia de Bochy y los Padres estaba llegando a su límite. Una leve mejoría se observa en Fernando en la salida ante Bravos en Atlanta aunque se va sin decisión en una victoria de Padres 5 por 2; lanza en 6 episodios completos para 4 bases y 8 ponches con 6 hits en el Turner Field el día 3 de junio.

 

Pero las cosas no se ven bien para el zurdo sonorense; el domingo 8 de junio en el Qualcomm Stadium Darryl Kyle lanza una blanqueada de 9 a 0 sobre Padres y Fernando Valenzuela. Permite 10 hits, con 2 bases, 3 ponches y 3 cuadrangulares: de Berry en la tercera, y en el sexto de Eusebio y Mounton; además lanza 2 lanzamientos fuera de la mascota del cátcher. Era la octava derrota de Fernando y se veía venir lo peor.

 

De pronto los Directivos deciden un cambio y el 13 de junio Valenzuela se ve involucrado en una transacción entre San Diego y Cardenales de San Luis; salen del club Scott Livingstone, Phil Plantier y Fernando Valenzuela por Rich Batchelor, Danny Jackson y Mark Sweeney. No queda más que aceptar y vemos a Fernando lanzando el día 17 de Junio en Milwaukee en una derrota más de 4 por 3 defendiendo los colores rojos del Cardenales. Después de llevar 5 entradas en blanco, en la sexta se le viene el mundo encima: empezó Cirillo con cuadrangular; Nilsson sencillo al izquierdo; Stinnett otro sencillo al izquierdo; Burnitz toca y Fernando comete error anotando Nilsson; error de Mabry anota Stinnett  momento en que sale del montículo. Tres de las carreras fueron limpias pero suficientes para la novena derrota.

 

El lunes 23 de junio en San Luis, Fernando enfrenta ahora a los Cachorros manteniéndose por espacio de 6 entradas perdiendo el juego 3 carreras a 0; en la primera permite dos anotaciones que fueron sucias y en el sexto Grace envía la pelota tras la barda; en total permite 5 hits con 2 ponches. Valenzuela recibe otra oportunidad de abrir juego el 28 de junio en Cincinnati ante los Rojos en un partido que se va sin decisión; explota en la cuarta aceptando 6 carreras, 4 de ellas limpias, 2 bases y 3 ponches.

 

El 3 de julio enfrenta a Piratas en San Luis teniendo como rival al también mexicano Esteban Loaiza; sale del partido sin decisión después de lanzar 5 entradas para 4 hits y 3 carreras; Loaiza se lleva el veredicto lanzando en 6 entradas, 7 hits, 2 carreras, 1 base y 5 ponches en su sexta victoria a cambio de 5 reveses en la campaña. Valenzuela en cambio acumulaba 11 derrotas que se veían bastante indecorosas en su estadística. Recibe oportunidad de abrir juego el lunes 14 de julio ante Cincinnati pero igualmente no corrió con fortuna; lanzó hasta la tercera, otorgó 6 bases por bolas a cambio de un ponche y permitió 3 carreras en su doceavo fracaso del año. Las oportunidades se acabaron y al día siguiente, 15 de julio, Fernando recibe la noticia de que está fuera de los Cardenales de San Luis y de Grandes Ligas… para siempre.

 

Los 19,405 asistentes al Estadio de Cincinnati ese lunes 14 de julio vieron como se acabaron los días de Grandes Ligas para Fernando Valenzuela, aquel niño prodigio de 1981 que transformó el mundo del beisbol; que despertó asombro y llenaba estadios en cualquier lugar que se presentaba bajo la publicidad de los medios y de la “Fernandomanía” que creó; el que salvó al beisbol en su momento del oscurantismo que producen los pleitos sindicales siempre desagradables de aquella huelga que suspendió por varios días el embrujamiento del “tirabuzón”. Aquel 14 de julio pasó casi desapercibido; estaba del lado de los derrotados, de los viejos; todos sabemos que el ocaso nunca es noticia. Pero fue un día histórico para el beisbol mexicano porque aún seguimos esperando otra estrella como la de Fernando que ponga el nombre de México bien escrito en el concierto de los máximos exponentes del Rey de los Deportes del mejor beisbol del mundo; realmente fue un día muy triste para el deporte mexicano.

 

Este último juego de Fernando celebrado en el Cinergy Field ocurrió de la siguiente manera:

 

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Estadio Cinergy Field  Cincinnati Ohio (1997).

 

Lanzando para Cardenales en contra de Cincinnati, en la primera entrada Sanders conecta hit sencillo pero Eric Owens es dominado en rola para doble play (short-segunda-primera); Mike Kelly es ponchado. En la segunda Eduardo Pérez eleva al primera base; Oliver recibe base por bolas; Bob Boone recibe base por bolas; Morris recibe base por bolas; Reese eleva al cátcher; Mercker roletea a primera para el tercer out.

 

En la tercera: Sanders es golpeado; Owens conecta rola a segunda siendo forzado Sanders; Kelly recibe base por bolas; Pérez recibe base por bolas; Oliver recibe base por bolas anotando Owens; Boone conecta rola al short stop y Pérez es forzado en tercera anotando Kelly; Morris da hit sencillo al izquierdo anotando Oliver. En este momento Petkovsek reemplaza a Fernando terminando la entrada con elevado al izquierdo de Reese.

 

Tras la noticia de su despido, Fernando empacó maletas; deseó buena suerte a sus excompañeros. Resulta curioso advertir que la mayoría de los jugadores con quienes convivió en este último mes fueron sus admiradores cuando pequeños veían en la televisión aquel número 34 lanzando maravillas al pentágono; esto que vieron la noche anterior no era lo que todos queríamos ver; sabían que estaban tratando a un inmortal de la pelota norteamericana y con respeto afrontaron juntos su adiós a los estadios de Grandes Ligas.

 

Tomó el avión que lo conduciría a casa; todo había concluido. Mirando tras la ventana hacia la inmensidad de los cielos recordaba aquel primer equipo con el que jugó; todos ya se habían retirado: Pedro Guerrero lo hizo en 1992, Steve Garvey en 1987 al igual que Ron Cey; su receptor favorito Mike Sciosia en 1992; Bob Welch en 1994, Jerry Reuss en 1990, Dave Lopes en 1987, Dusty Baker en 1986 al igual que Bill Rusell; el mismo manager Tom LaSorda se retiraba en junio de 1996. En aquellos años era el más joven y se mantuvo lógicamente más tiempo. Pero era otra generación de peloteros con los que estaba tratando en este tiempo; ya no era la suya; era otra pelota, otros estadios, otras formas de hacer beisbol y su brazo estaba cobrando la factura del tiempo; eran miles y miles de pelotas lanzadas a home en prácticamente todos los estadios de Grandes Ligas. Sí… era tiempo de reconocer que ese brazo ya no era para los esfuerzos que se piden en Grandes Ligas; el último partido fue muy claro; en el beisbol se podrá tener suerte para ganar un juego como lanzador, pero tarde o temprano habrá una prueba crucial que demostrará cuando las facultades ya no están presentes, y eso sucedió con Valenzuela aquel 14 de julio. Eso sucede en todos los deportes.

 

Muchos piensan que Fernando pudo haber tenido mejores números en su primera etapa de Grandes Ligas si hubiera estado con otro equipo, o con otro manager; nunca se sabrá. Hoy en día hay muy pocos lanzadores que terminan juegos; tomemos uno por ejemplo: Greg Maddux, “el maestro”. Comenzó a jugar beisbol en Grandes Ligas el 3 de septiembre de 1986 y aún se conserva en el mejor beisbol del mundo. En 20 años ha recorrido la ruta de las 9 entradas en 108 ocasiones habiendo tenido 673 aperturas, lo cual da un promedio de 16%; en dos temporadas completó 10 que fueron en 1994 y 1995. Fernando por su parte completó 113 juegos en 424 aperturas lo cual da un promedio de 26.6%, es decir, poco más de la cuarta parte; en una ocasión completó 20 y en 6 temporadas  terminó las 9 entradas en más de 11 veces. Terminar juegos es de lanzadores completos, porque asume la responsabilidad de todo el partido, para ganarlo y para perderlo; tener de compañeros a buenos relevistas ayuda en mucho a ganar encuentros, o más bien dicho, a medio ganarlos si hemos de ser justos.

 

 

 

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Valenzuela en Noviembre 08 de 2006

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

EPILOGO

 

El historiador deportivo Lance Linden escribió alguna vez en el 2001, a propósito de los 20 años de la Fernandomanía:  “La palabra fenómeno es utilizada pocas veces en el beisbol; los Medias Blancas una vez la emplearon para describir a Jason Bere; sin embargo,  ni a Koufax, ni a Clemens o Maddux, ni a Ryan o Seaver, ni siquiera a Friedych en 1976, o a Gooden el 94, se les asignó este calificativo con tanta abundancia  como a Fernando Valenzuela, aquel jovencito mexicano  que acaparó la atención de todos los que sabían béisbol y los que nó”.

 

Algunos jugadores que actualmente pisan los estadios profesionales crecieron soñando algún día con un pedacito de fama que Fernando vivió en aquellos maravillosos días; uno de ellos es el receptor mexicano Humberto Cota quien comenta: “… la primera vez que hice batería con él fue contra Culiacán cuando estábamos con los Naranjeros en el 2001 y Fernando ganó; agarré mi guante nuevecito y le dije: Fernando… fírmamelo y dedícamelo. Por supuesto que él no quería… Duré como tres días diciéndole que me lo firmara para ponerlo en mi cuarto de trofeos y él se negaba diciendo:… nó… yo ví como tardaste como tres semanas arreglando el guante, echándole aceite para trabajar con él…como lo vas a guardar… Pero yo le dije: … mira… ahorita estoy jugando contigo, convivimos juntos, pero  yo estaba así de chiquillo cuando iba a Los Angeles con mi banderita mexicana y mi gorrita azul, con el 34 en el pecho nomás para verte lanzar… me emocionaba y mira… ahora estamos juntos… ¿cuándo iba a imaginar que yo iba a recibirle al Toro detrás del plato?. Cota actualmente es un jugador de Grandes Ligas con Piratas de Pittsburg. Es sabido también que muchos jugadores norteamericanos que militan en equipos de la Liga Mexicana del Pacífico solicitan autógrafos de Fernando cuando para su sorpresa lo han visto calentando antes de iniciar su partido.

 

Ya han pasado 25 años desde aquel primer momento en que Valenzuela estremeció al mundo del béisbol con sus difíciles lanzamientos desde el centro del diamante; la historia de Fernando, la secuencia de hechos que le dieron ese brinco mágico al estrellato grandioso  desde la humildad de los terrenos agrestes de Sonora, no hubiera podido salir tan fantástica ni siquiera de la mente más prodigiosa de un escritor de novelas. Una vez más la realidad supera a lo imaginario. ¿Cómo pudo ser que un jovencito de Etchohuaquila, un pueblito sencillo de Sonora, llegara tan alto y tan lejos en un país con tantos y tan viejos problemas de frontera y racismo inclusive?

 

Muchos podrán decir, y con justa razón, que dominó como un maestro “el tirabuzón”, una pelota muy difícil de lanzar y de conectar; otros podrán argumentar que su mente privilegiada “sentía” el lanzamiento adecuado en el momento oportuno cada vez que sus ojos apuntaban al firmamento, y no les faltará razón. Podrán haber muchas explicaciones que los estudiosos seguirán analizando y discutiendo como todavía lo hacen; lo único seguro es que todos saben que ese año de 1981 algo estaba en el ambiente; algo pasó; el mismo Fernando se ha encargado de dar razones:

 

“Para mí  el beisbol es lo máximo y sigue siendo un pasatiempo muy divertido; me entusiasma jugar este deporte y eso es lo importante, que uno sienta los deseos de hacerlo”.

 

Hacer las cosas con verdadero gusto es una fórmula que no falla, y en el béisbol, Fernando Valenzuela puso el ejemplo. ¿y que piensa el superastro de la Fernandomanía?...¿todavía existe?: él mismo responde:

 

- “No sé, no lo he notado… Nunca he sabido qué fue o qué es… La gente lo sabe más que yo... lanzando soy feliz y si a la gente le gusta… qué bueno… que siga esto”.

 

Después de 25 años y de tantas alegrías que Valenzuela nos regaló en aquellas fabulosas décadas de los 80’s y 90’s, seguimos esperando que otro brillante mexicano mantenga viva la flama de la Fernandomanía. Nuestro país, poco afortunado en líderes deportivos a nivel mundial, tiene indudablemente en Fernando una excepción; ha quedado imborrable pues en el pasado de México y de Sonora, aquel momento mágico que se prolongó por varios años cuando apareció un pelotero que alcanzó la categoría más alta, que cautivó al mundo entero y que humildemente supo enfrentar los éxitos y los fracasos con los pies en la tierra. Algunas veces en transmisiones de televisión, de las que rápidamente el mayor consorcio mexicano acaparó para exhibir los juegos de Valenzuela, el afamado Pedro “El Mago” Septién  continuamente decía:

 

“Fernando sabe tratar a la victoria y a la derrota como lo que son… dos impostores… este es un juego y se llama béisbol”.

 

La obra de Fernando en el montículo abarrotó los estadios y dio enormes ganancias a dueños de equipos de Grandes Ligas y clubes mexicanos, estaciones de televisión y publicaciones diversas que se encargaron de tomar ventajas de una Fernandomanía que aún hasta nuestros días se ven destellos. Valenzuela no los defraudó y cada vez que se paraba en el montículo regularmente ante 50 mil almas, mostraba esa valentía muy especial, un espíritu de lucha y trabajo que empujaba al equipo hacia la victoria. Su sabiduría alcanzó la clasificación de un fenómeno del diamante como bien lo dice Linden, y como nunca se había descrito así a nadie después de leyendas como Cy Young, Ty Cobb,  Babe Ruth o Ted Williams, entre otros en la primera mitad del siglo XX.

 

Alguna vez se le preguntó al prestigiado cronista venezolano Juan Vené si Fernando tenía posibilidades de entrar al Salón de la Fama de Cooperstown; alguien pudiera pensar que las estadísticas no ayudan mucho al sonorense para convencer a los cronistas a tan honrosa distinción y  Juan lo sabe cuando comenta: “el Salón de la Fama es para los extraordinarios y Fernando tan solo fue un excelente jugador en sus años como Grande Liga”. Dicho sin apasionamientos la frase es estrictamente cierta si observamos los números y comparamos con otros superestrellas que ya se encuentran en el nicho de los inmortales; lo que a nadie le queda duda es que Valenzuela llegó a tocar las fibras más sensibles entre los aficionados y personas que no lo eran, de tal forma que respondieron con un entusiasmo increíble por el Rey de los Deportes tanto en Latinoamérica como en los mismos Estados Unidos. Fernando puso un ejemplo y señaló el camino para que a su vez otros jugadores de México y el Caribe cobraran millones de dólares en los años por venir, lo cual hoy en día es una realidad y quienes también acaparan los reflectores de la fama y el prestigio;  tan solo por eso el béisbol le debe un lugar en este recinto. Los números son fríos y no se quedan fácilmente en la mente de cualquier mortal, pero las hazañas, el coraje, la entrega, el entusiasmo, el cariño del aficionado, el agradecimiento de los directivos a un jugador, y pero por sobre todo el amor sincero que el pelotero demuestra por el Rey de los Deportes, desafortunadamente aún no viene registrado en las papeletas de votación. Ese es un error humano, no de la justicia ni del destino.

 

Es oportuno hacer mención en estas últimas líneas de este libro, el hecho de que Fernando siempre ha exhibido interés por lanzar ante los aficionados nacionales en la Liga Mexicana del Pacífico cuando la situación se lo ha permitido. Su amor por el beisbol es tal que, a sabiendas de que está tratando engañar al tiempo como él mismo lo ha externado, se presenta en los diamantes para hacer su trabajo con el cariño y el esfuerzo de siempre. Recientemente lanzó para los Aguilas de Mexicali en la temporada 2006-07 siendo el mejor lanzador de ese club en la temporada.

 

De todas formas, para nuestra fortuna aquel niño prodigio de lanzamientos indescifrables que silenciosamente se escabulló hacia la gloria en el mejor beisbol del mundo nació mexicano, es de Sonora y se llama Fernando “El Toro” Valenzuela…

 

Por aquellos fabulosos días de victorias y derrotas …  Gracias Fernando Valenzuela … Esta generación desde hace tiempo te tiene en el Salón de la Fama que todo buen aficionado siempre lleva guardado en su corazón.

 

Fin

 

FERNANDO VALENZUELA EN GRANDES LIGAS

G  GS  CG SHO   IP     BB  IB   SO   W   L    ERA
1980 LA  N   10   0   0   0   17.2    5   0   16   2   0   0.00
1981 LA  N   25  25  11   8  192.1   61   4  180  13   7   2.48
1982 LA  N   37  37  18   4  285     83  12  199  19  13   2.87
1983 LA  N   35  35   9   4  257     99  10  189  15  10   3.75
1984 LA  N   34  34  12   2  261    106   4  240  12  17   3.03
1985 LA  N   35  35  14   5  272.1  101   5  208  17  10   2.45
1986 LA  N   34  34  20   3  269.1   85   5  242  21  11   3.14
1987 LA  N   34  34  12   1  251    124   4  190  14  14   3.98
1988 LA  N   23  22   3   0  142.1   76   4   64   5   8   4.24
1989 LA  N   31  31   3   0  196.2   98   6  116  10  13   3.43
1990 LA  N   33  33   5   2  204     77   4  115  13  13   4.59
1991 CAL A    2   2   0   0    6.2    3   0    5   0   2  12.15
1993 BAL A   32  31   5   2  178.2   79   2   78   8  10   4.94
1994 PHI N    8   7   0   0   45      7   1   19   1   2   3.00
1995 SD  N   29  15   0   0   90.1   34   2   57   8   3   4.98
1996 SD  N   33  31   0   0  171.2   67   2   95  13   8   3.62
1997 SD  N   13  13   1   0   66.1   32   0   51   2   8   4.75
1997 STL N    5   5   0   0   22.2   14   0   10   0   4   5.56
1997 TOT N   18  18   1   0   89     46   0    7   2  12   4.96
Total NL    419 391 108  29 2744.2 1069  63 1991 165 141   3.43
Total AL     34  33   5   2  185.1   82   2   83   8  12   5.20
Total       453 424 113  31 2930   1151  65 2074 173 153   3.54

 

LA=LOS ANGELES; N=NACIONAL; A=AMERICANA CAL=CALIFORNIA, BAL=BALTIMORE; PHI=FILADELFIA; SD=SAN DIEGO; STL=SAN LUIS

G=JUEGOS; GS=JUEGOS INICIADOS; CG=JUEGOS COMPLETOS; SHO=BLANQUEADAS; IP=INNINGS LANZADOS; BB=BASE POR BOLAS; IB=BASES INTENCIONALES; SO=PONCHES; W=GANADOS; L=PERDIDOS: ERA=PORCENTAJE DE CARRERAS LIMPIAS ADMITIDAS=(CARRERAS LIMPIAS/IP)x9

BIBLIOGRAFÍA

http://www.retrosheet.org/

20th Century Baseball Chronicle

Periódico El Imparcial, Varios ejemplares de 1979, 1980, 1981 y 1982.