CAPÍTULO VI

HERMOSILLO A FINALES DEL SIGLO XIX

Un tal Guillet, Capitán francés en tiempos del Imperio (1866), manifiesta en un escrito elaborado en su idioma: "Hermosillo es la única población de Sonora que merece llamarse ciudad. Cuenta con una población de 15,000 habitantes y es en realidad la capital del Estado, aunque el Gobierno se establece en otros lugares. Casi todo el comercio de Sonora está monopolizado por Hermosillo y Guaymas. El agua, la fruta, legumbres, harina, carnes, grasas, en fin, recursos de todo género abundan en Hermosillo. Un solo defecto le perjudica: la falta de buenos caminos hacia Guaymas, pues atravesar el Río Sonora en épocas de lluvia es francamente imposible y la zona pantanosa cerca de la Hacienda de la Poza intercepta la circulación durante las aguas. Un puente sobre el Río y una calzada bastante ancha en La Poza son trabajos de extrema urgencia. Hermosillo no se podría convertir en una base militar sino ocupando los flancos del cerro de la Campana, enorme bloque de mármol blanco de 60 metros de alto por dos kilómetros lo menos de circunferencia, y el cual se encuentra en buena parte dentro de la población así como bordeado en parte por el río".

Según los reportes del municipio, en el año de 1870, bajo la presidencia del señor Francisco Serna, se tenían los siguientes barrios: La Plaza de Armas, La Cohetera, Carrera, Centro, Hidalgo, Cerro, Comercio, Morelos, Parián, Alameda, Frontera, Sabanillas y Laureles.En el año de 1870 se observa el siguiente reporte:

"El Paseo de la Alameda, que años atrás era frecuentado por la gente de a pie, a caballo y en carruajes como es costumbre en todas las poblaciones civilizadas, sirviendo de un solaz agradable y de distracción, hoy está en completo abandono por lo que pocos, muy pocos, son los que la visitan. Se ha convertido en una tierra de labor con sus cercos y los árboles todos en gran parte se han secado sin reponerlos. Tenemos noticia del contrato que deberá terminar a mediados del próximo año y por él está obligado el contratista a ciertas reparaciones de tapias y banquetas, asunto de que deberá ocuparse el Ayuntamiento volviendo a abrir el paseo. La ciudad se sostiene en mucha parte de su agricultura, y los que se dedican a tan importante industria claman porque se ponga orden a tantos abusos que se cometen en el uso y distribución de las aguas, siendo escandaloso que aguas que corresponden al municipio se la llevan al pueblo inmediato de Seris, que tiene mayor caudal de agua con perjuicio de labradores que han adquirido derechos incontrovertibles para usar de ellas. Se hace preciso que se nombre una Comisión de personas ilustradas a fin de que trabajen en un reglamento. El número de escuelas es insuficiente y aunque el Gobierno ha subvencionado dos de ellas, se necesita otro establecimiento más por cuenta del municipio. Se ha notado que el número de alumnos que concurren a las escuelas no es proporcionado pues a una asisten más de 100 y a otra no pasan de cuarenta.

Es lamentable el estado de nuestra cárcel, pues no teniendo un local apropiado para tal objeto, se tiene alquilada una casa la cual no tiene las condiciones necesarias para servir de prisión; hace mucha falta un salón para detenidos, de personas acusadas de delitos políticos o para aquellos que no se han declarado bien presos, sospechosos de haber cometido algún crimen. El mercado de El Parián estaba arrendado por seis pesos y se puso en subasta pública subiendo a dieciocho. El contratista ha solicitado la tarifa para el respectivo cobro a los vendedores en el recinto de aquel mercado y está en comisión para presentar sus trabajos arreglándose a la costumbre en los pagos por los causantes. El alumbrado se ha limitado por el mal estado de los depósitos de aceite, habiendo tenido que mandarlos hacer de nuevo y pronto se extenderá hasta donde se tenía, aumentando un farol en el centro de la Plaza de la Moneda y otros que pondrán en la plaza principal. Para el aseo de la ciudad se ha contratado una carreta que transporte la basura fuera de la población. El rastro o la matanza de ganado está bien sistematizado, sólo que últimamente se ha introducido el abuso de traer carne de fuera de la población para su expendio clandestino con perjuicio de los que se dedican a la matanza, y también de los criadores de ganado. Todo mundo se queja también y es una verdadera plaga la que se ha soltado de los abigeos en los alrededores de la población, lo cual reclama un pronto y eficaz remedio".

En cuanto al renglón educativo, Don Francisco Velazco escribía:

"En el día existe en Hermosillo la enseñanza de las primeras letras en una casa alquilada de cuenta de los fondos municipales a cargo del preceptor Don Antonio de Villalpando; consta de dos departamentos: uno de niños y otro de niñas, ascendiendo ambos sexos a ciento y tanto de alumnos; su sistema es de enseñanza mutua y según los exámenes presentados cada semestre por el preceptor, son conocidos los adelantos de la juventud. En el actual pueblo de Villa de Seris, que en este año figura como Municipio del Pueblo de Seris, con 3,000 habitantes, no existía ningún establecimiento de enseñanza y sólo por temporadas solía conseguirse algún misionero que reuniera unos cuantos muchachos que luego abandonaba".

Según una memoria escrita por el Gobernador Don José Aguilar, en 1849 existían en Sonora las siguientes escuelas: En Ures, capital del Estado (3), Pueblo de Seris (1), Hermosillo (4, 2 de varones y 2 de niñas), San Miguel de Horcasitas (1), Sahuaripa (3) y en Arizpe, Aconchi, Banámichi, Bacanora, Batuc, Guaymas, Huépac y Álamos todas con una; total: 20, con un gran total de 877 alumnos impartiéndoseles los cursos de lectura, ortografía, escritura, caligrafía, aritmética, gramática castellana, doctrina cristiana, civil, moral, urbanidad e historia sagrada. Según el señor Almada, el primer establecimiento que llevó el nombre de Colegio de Sonora fue fundado en Hermosillo en 1860 por los profesores Marcelino Vignam y Alejandro Graham. Por esa época, y por iniciativa del culto gobernador Don Carlos R. Ortiz y bajo la dirección del sabio Doctor en Ciencias Naturales Don Pedro Garza, se fundó en Hermosillo el Instituto Sonorense, centro educativo moderno que contaba con un magnífico Museo Zoológico que se había pedido a Europa y con una flamante biblioteca, cuyo acervo alcanzó la cifra de 8,000 volúmenes, pero la caída del gobernador terminó con el proyecto. Mucho tiempo después, para 1888, quedó abierta al público una biblioteca con 5,000 volúmenes en un salón de la planta baja del Palacio de Gobierno.

Oficialmente el Colegio de Sonora que todos conocemos se fundó el 01 de Enero de 1889 quedando bajo la dirección del Visitador General de Escuelas, Profesor Vicente Mora, y teniendo como residencia la casa del señor Víctor Aguilar a quien se le retribuía una renta de $100 pesos mensuales; al mismo tiempo, el señor Mariano Álvarez, Director de la Escuela de Niños, estableció una escuela para adultos nocturna de carácter gratuito. Para los primeros días de 1889 las escuelas de la ciudad eran las siguientes: Colegio de Sonora, Escuela Principal de Niñas a cargo de la Directora Carlota F. Castro con 7 profesoras; Escuela Primera de Niñas, Directora Josefa Córdova con 4 profesoras; Escuela Segunda de Niñas, de la Profesor Elisa Weidner con una profesora; Escuela Primera de Varones, de Benigno López Sierra con dos profesores, Escuela Segunda de Varones, de Mariano Álvarez con un profesor; Escuela Tercera de Varones, de Luis Contreras con un profesor; Escuela del Ranchito, de José Martínez; Escuela de la Cárcel, Preceptor Rafael Salcido. Había otro plantel en la Mesa del Seri y en Villa de Seris había una de varones y otra de niñas.

Una memoria descriptiva de Hermosillo de 1893 relata a propósito del Colegio de Sonora lo siguiente:

"En Hermosillo existe el Colegio de Sonora en el que se da la Instrucción Primaria, Secundaria y Profesional. La enseñanza secundaria la constituyen los siguientes ramos: Matemáticas, Física, Química, Zoología, Botánica, Mineralogía, Geología, Cosmografía y Geografía General y de México, Historia Universal y de México, Lógica, Literatura, Dibujo Lineal, Raíces Griegas e Idiomas Español, Francés e Inglés. La enseñanza profesional consiste en las siguientes materias: Pedagogía, Antropología Pedagógica, Teneduría de Libros, Telegrafía, Galvanoplastia y Fotografía, Economía Política, Topografía y Geodesia, Astronomía Práctica, Agrimensura, Nivelación y Levantamiento de Planos, Ensaye de Metales y Análisis Químico. Existen las siguientes carreras: Tenedor de Libros y Telegrafista de dos años, Agrimensor en tres años y finalmente Ensayador y Profesor de Instrucción Primaria en cuatro. El Colegio posee una biblioteca de 800 volúmenes, buen gabinete de Física, Laboratorio de Química, Museo Zoológico, Herbario Botánico y un Museo de Geología y Mineralogía. En complemento existe la Biblioteca Pública de Hermosillo con 3,500 volúmenes. Anexo al Colegio de Sonora existe otra institución llamada "Escuela Modelo" de instrucción primaria, en la que se enseña en 6 años escolares con las siguientes materias: enseñanza objetiva, nociones de ciencias físicas, nociones de economía política, idiomas francés e inglés, ejercicios militares y música vocal”.

A la par del gran desarrollo agrícola que la ciudad tendría a finales del siglo XIX, sobre todo con el advenimiento del Ferrocarril,  medio de transporte que abría la oportunidad de vender y comprar productos a miles de kilómetros de distancia, Hermosillo habría de distinguirse indudablemente por sus espacios educativos, un sinnúmero de instituciones de prestigio construidas en la ciudad y que desde siempre han  alojado en sus aulas, generación tras generación, mentes brillantes que han dado no pocos motivos de satisfacción al pueblo de Sonora; esos muchachos han tenido que dejar su tierra natal emigrando hacia la capital en busca de la luz del saber, en busca de un futuro que los acerque al ideal de un empleo basado en el conocimiento más que en aquellas actividades rudimentarias basadas en la faena minera, agrícola o ganadera, únicas opciones que les otorga el escenario campirano. Después de prácticamente un siglo de vida educativa, hoy en día Hermosillo se dedica con un mayor vigor a la tarea de preparar a la juventud sonorense.

 

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Ejercicios en el Colegio de Sonora (~1900)

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Museo del Colegio de Sonora (~1900)

La Fiebre Amarilla en Hermosillo

 

La Fiebre Amarilla llegó procedente de Guaymas, pues en el mes de agosto de 1883 desembarcó la tripulación del barco “Newbern” y tres días después de su llegada dos de sus tripulantes fueron atacados por dicha epidemia muriendo poco después. En la ciudad se tomaron las medidas conocidas para prevenir el contagio; se suspendieron las clases en las escuelas y se les aconsejó que el paciente debía tomar un baño de pies de agua caliente, arropándose con frazadas y bebiendo de dos a tres litros de té negro lo más caliente posible, pero no muy fuerte. Las víctimas en la ciudad fueron de 190 en una población de 10,000 habitantes; en Pueblo de Seris fueron 19 de 1,500 residentes y en Guaymas llegaron a 182 de un total de 5,000. La ciudad de Tucson acudió en ayuda de los hermosillenses aportando 397 dólares para los afectados por la fiebre.

 

Nace un Héroe

 

Es de todos conocido que el Héroe de Nacozari, José Jesús García Corona, nació en esta ciudad de Hermosillo el día 02 de diciembre de 1881, en un domicilio ubicado en la Calle Rosales (hoy Revolución), siendo su padre Francisco García y su madre Rosa Corona. La familia García Corona se traslada al hoy desaparecido pueblo de Batuc en 1894 y en 1901 termina viviendo en Placeritos, actualmente Nacozari de García. El día 07 de noviembre de 1907, el joven Jesús García de 26 años de edad tuvo una cita con la gloria, pues con gran valentía condujo la Máquina 501 cargada con 7 toneladas de dinamita y a punto de explotar lejos del pueblo a fin de evitar que la ya próxima explosión acabara con el pueblo; un incendio en uno de los convoyes originó el percance fatal. Dos años después, el 7 de noviembre de 1909, se levanta un monumento al Héroe de Nacozari en la ciudad de Hermosillo en un lugar cercano al sitio de su nacimiento y al siguiente día se le otorga a la Comisaría de Nacozari el nombre de Nacozari de García por mandato del Congreso del Estado.

 

EQUIPAMIENTO DE LA CIUDAD A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX

 


Aunque el teléfono se conoció desde el 8 de septiembre de 1879 en una línea que se construyó desde la Secretaría de Gobierno hasta la Tesorería General del Estado, fue hasta el 29 de junio de 1903 que se procedió a construir una red en la ciudad según contrato celebrado entre el señor Florencio Monteverde Jr. y el Ayuntamiento.

 

Por otra parte, con relación a la energía eléctrica producida a base de generadores mecánicos, con fecha 19 de septiembre de 1896 el señor Ramón Corral hizo un contrato con el Ayuntamiento de Hermosillo para instalar una red eléctrica para el alumbrado público y privado. El contrato se aprobó el 24 de junio de 1897 pero fue hasta al año siguiente, el 15 de septiembre de 1898, cuando fue inaugurado oficialmente el servicio eléctrico en la capital. El alumbrado público que venía funcionando a base de petróleo finalmente fue cambiado un 26 de septiembre de 1899.

 

Así también, en plena incorporación de Hermosillo al mundo moderno de su tiempo, el día 31 de julio de 1900 se concedió el permiso correspondiente a la Compañía de Tranvías de Hermosillo para extender sus líneas de vía angosta por las calles Orizaba, Morelos, Tampico, Carmen, Rosales y Avenida Sur del Ferrocarril, aunque se sabe que su funcionamiento duró poco tiempo.

 

Con relación al Mercado Municipal, se observa que a través de un contrato celebrado entre el señor Simón Bley, en representación del Ayuntamiento, y el señor Abraham Goldbaum como constructor, se le otorga la facultad de construir un mercado en el lugar conocido como Plaza del Parián durante el año de 1902.

 

En cuanto al Palacio Municipal, es digno mencionar que desde el año de 1835 el sitio seleccionado para la plaza de armas tenía en su costado oriental unos edificios a modo de cuarteles antiguos; en el costado poniente aparecía la Iglesia. En tales cuarteles estaban las Casas Consistoriales, la cárcel pública y una pieza dedicada a la enseñanza de las primeras letras. Para 1859 la administración bajo la presidencia de Don Juan Robles decidió construir un Palacio Municipal. Treinta años más tarde, en 1889 se decidió construir una planta alta al edificio y remodelarlo por completo pero las obras no estuvieron completas hasta el año de 1906 en la que quedaron instalados las siguientes instancias administrativas: Tesorería General del Estado, Juzgados de Primera Instancia, Juzgados Locales, Imprenta del Gobierno, Biblioteca Pública, Tesorería Municipal, Secretaría y Salas de Sesiones del Honorable Ayuntamiento y Prefectura del Distrito. En la Planta Alta quedó instaladas las oficinas del Gobernador y de la Secretaría de Estado, el H. Congreso y el Supremo Tribunal de Justicia.

 

En cuanto a los templos religiosos, la Iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria tuvo su origen el 12 de septiembre de 1790 cuando se impartió la primera misa en la Capilla de los Seris, aunque al parecer dicho templo estuvo más o menos completo seis años más tarde. El Padre Juan Felipe Martínez escribió: “En dicha Capilla hay un altar y en él colocada la imagen de María Santísima del Pópulo traída desde Villa de Horcasitas”. Sin embargo, para el año de 1816 el Padre Dávalos informa que la iglesia se encontraba algo deteriorada y así continúa hasta 1844 cuando el Don Manuel Cabrera, secretario del Ayuntamiento informa que Aeste pueblo no tiene más iglesia que una reducida capilla escasa de paramentos eclesiásticos”. Sin embargo, ya para 1860 se logra una buena construcción dando lugar al actual templo de Nuestra Señora de la Candelaria.  


La Iglesia de San Antonio de Padua tiene su primer antecedente en noviembre de 1772, cuando el Padre Matías Gallo se hizo cargo de la misión de los seris en el Pitic, aunque la llamó San Antonio de Padua contraviniendo la orden oficial de titularla Nuestra Señora de Guadalupe. Estaba colocada en la base norte del Cerro de la Conveniencia en cuyo lugar se asentaron los seris después de haberlos traído de Cerro Prieto, cerca del río para iniciar sus labores en la agricultura; pero el proyecto no funcionó y la iglesia fue abandonada borrándose todo vestigio. La actual Iglesia de San Antonio fue construida por los esposos Manuel Medina y María de la Luz López entre 1809 y 1815, aunque se terminó con algunos sacrificios hasta 1841. Según lo expresado por antiguos moradores, la capilla fue deteriorándose a causa de la proximidad del río quedando prácticamente en ruinas. Para 1913, Don Agustín Monteverde, propietario de este terreno, donó a la Mitra de Sonora los restos de dicha capilla.

 

Por lo que concierne a la Capilla de Nuestra Señora del Carmen, esta fue construida en su totalidad por Don Pacual Iñigo terminándose el 29 de septiembre de 1841 siendo bendecida por el Padre Juan Francisco Escalante, párroco de Hermosillo. El Padre Escalante escribió: AMe consta que la obra se ha concluido y toda a expensas del señor Don Pascual Iñigo, quien no ha omitido costo alguno para dejarla a la perfección, presentando su interior un lucimiento tan precioso y agradable que se escasea por estos pueblos”. El 4 de diciembre de 1887 Doña Trinidad Anza Viuda de Iñigo legó el templo en testamento a la Tercera Orden Franciscana. Se aclara que la esbelta torre que da cuerpo a la Iglesia fue levantada posteriormente, al pasar al culto público, entre 1905 y 1917.

 

Finalmente, en este relato de templos antiguos de la ciudad, la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción tiene su primer antecedente en una pequeña capilla donde se oficiaba la misa por el año de 1796; fue en ese tiempo cuando se decide construir una Iglesia de adobe y madera siendo el capellán castrense el fraile Pascual Lucas Hernández, quedando concluida para 1800; debe reconocerse que este templo fue de reducidas dimensiones y para uso exclusivo de la tropa. Al paso del tiempo la capilla se fue deteriorando y poco se hizo por ella; no fue sino hasta el año de 1877 cuando se observan intentos serios por mejorarla a través de una carta firmada por 800 señoras de Hermosillo dirigida al Obispo de Sonora con fecha 18 de octubre que relata lo siguiente: En una gran reunión de personas de todas las clases de esta población, con el objeto de tener un acuerdo sobre la reconstrucción de la antigua parroquia, a consecuencia de la providencia dictada últimamente por la municipalidad -a cargo del Presidente Ignacio Buelna-, fijando dos meses de término para hacer las obras necesarias de reparación, y de no verificarlo mandar cerrar la Iglesia, privando con esto del culto a toda la población, se ha resuelto por unanimidad dirigir a V.S. esta respetuosa representación a fin de que acceda a su súplica para que se lleve adelante la idea de la reconstrucción de dicha parroquia bajo un plan de mayor atención, bien ventilado el edificio, elevar el piso, techos nuevos, una cúpula en el presbiterio, si es posible una torre elevada y un bonito frontispicio; todo lo que propone el pueblo se hará con los fondos que tiene colectados y a medida que se emprendan y adelanten los trabajos es seguro que con gusto le arbitrarán y conseguirán fondos hasta la conclusión”. El Obipo Herculano López de la Mora impulsó los trabajos de la Catedral entre 1887 y 1902, quedando concluida en 1908 con ambas torres; el 22 de abril de 1905 se coloca y se bendice la imagen de Nuestra Señora de la Asunción. La Catedral fue bendecida el 24 de septiembre de 1908 por el Obispo Don Ignacio Valdespino durando la construcción 31 años desde aquel primer intento en 1877.

 

 


Para abundar un poco más acerca de las condiciones en que se hallaba la ciudad a finales del siglo XIX, el informe del 01 de septiembre de 1899 de Don Ramón Corral explica lo siguiente: A... Se cambió toda la cañería del agua potable de la ciudad, que, además de ser ya muy vieja, era insuficiente y se puso cañería gruesa galvanizada; se pusieron bomba y caldera nuevas aumentando el caudal de manera satisfactoria... Actualmente se está haciendo la pavimentación de las calles por el sistema Macadam y el embanquetado de las aceras con cemento romano según contrato del 30 de mayo de 1898".

 

Otro informe de 1905 señala: “La antigua Pitic se embellece notablemente... De las ruinas de las antiguas fincas coloniales surgen continuamente gallardas fincas modernas; la vieja Pitic, antiguo presidio, histórica reservación aislada en medio de las áridas llanuras de Sonora, amagada constantemente por el sangriento apache y por el vengativo yaqui, ha surgido de las cenizas con nuevos esplendores... Transitad por las angostas calles de la capital y veréis cuán distintas aparecen de aquellas tristes y solitarias callejas que el infatigable Don Ramón Corral mandara pavimentar hace siete años. Aquellas banquetas de lajas, aquellos montones de tierra que formaban los arroyos, aquellas casas desteñidas y mugrientas han desaparecido... La piqueta del progreso las ha minado para dar paso a otra cosa mejor... Las avenidas principales cuentan con una magnífica pavimentación, con baquetas de cemento romano, con servicio de agua par riego con suficiente cantidad de luz artificial; las casas constantemente se reparan y muchas de ellas dejan paso a espléndidos edificios, pequeños palacios donde reinan el lujo y la comodidad... De pronto surgen edificios como la Cervecería de Sonora, el Molino Hermosillense, el Hotel Arcadia, el Palacio de Gobierno, la Catedral, la Penitenciaría; casas elegantes como la de los señores Fermín Camou, Filomeno y Manuel I. Loaiza, Lic. Guillermo Domínguez, Rafel Ruiz Geo Gruning, entre otras.... Ved por ejemplo el edificio del Banco de Sonora, institución que tan rápidamente ha hecho progresar la esfera de los negocios; el Teatro Noriega, destartalado gallinero de antaño que se ha convertido en una sala correcta y elegante donde es posible gozar las emociones del arte... ¿Querer respirar aire puro?... id al parque; allí la opulencia oriental de los naranjos entre haces de flores que borran los prados como antiguos mosaicos, tendréis un paisaje bello y apacible... Cruzad en la noche las calles por donde se precipita el movimiento comercial, veréis los almacenes henchidos de personas que aprovechan el último movimiento de la tarde para ir a sus compras; veréis encenderse la potente luz de los focos, las calles se inundarán de luz y os haréis de cuenta que estáis presenciando un cuento de las mil y una noche”.

 

Con respecto a la Industria podemos añadir que para el año de 1910 la ciudad contaba con ciertos molinos de importancia entre los cuales destacan los siguientes:

A) “El Hermosillense”, propiedad de Ramón Corral situado en la línea del Ferrocarril de Sonora cerca de la Estación de Hermosillo; es uno de los más importantes de la Costa del Pacífico; produce harinas de trigos sonorenses y americanos que gozan de mucha demanda en Sonora, Sinaloa, Baja California y otros puntos; anexa a esa propiedad hay una planta de luz eléctrica para el alumbrado público y particular de la Capital del Estado; ocupa 75 operarios.

B) “Europa”, molino harinero perteneciendo al señor Rafael Izábal ubicado en la hacienda de aquel nombre, muele gran parte de los trigos que se recogen en el Valle de Hermosillo y produce tambilén excelentes harinas; cuenta con una maquinaria moderna movida por un motor de 50 caballos.

C) “San Isidro”, molino harinero de los señores ACamou” situado en el punto conocido con el nombre de AEl Molino” que produce harinas de buena calidad y dotado de fuerza hidráulica.


Respecto a otros renglones de la actividad industrial, podemos enumerar las siguientes:

A) “La Sonorense SA”, fábrica de galletas al estilo americano ocupando 20 hombres y 25 mujeres en los procesos,

B) “La Industria”, fábrica de ropa de todas clases de los señores James y Cía, ocupando 20 mueres y 5 hombres en la fabricación de sus productos con telas de todo el país,

C) “La Fama”, fábrica de velas propiedad del señor Bonifacio de la Puente ocupando 10 hombres,

D) “Cervecería de Sonora”, perteneciente al os señores Geo Gruning y socios, produce cerveza, soda y hielo; cuenta con edificio propio y con maquinaria de primera clase; ocupa un buen número de operarios,

E) “Fundición de Sonora”, del señor Víctor Aguilar, que cuenta con una magnífica instalación de toda clase de obras de herrería, fundición, carpintería, entre otras,

F) “Destilería Sonorense”, fábrica de wiskey de la sucesión del señor John A. Symonds,

G) “La Empacadora”, de los señores Felizardo Verdugo y Compañía, explota el ramo de las carnes refrigeradas ocupando 10 hombres,

H) Existen varias fábricas pequeñas de ropa, zapatos, soda, dulces, artefactos de vaqueta, cigarros, fósforos, empaque de futas, panaderías, etcétera.