CAPITULO
III: Ha Nacido un Sindicato
Para el verano de 1975 las
transformaciones continuarían en la Universidad de Sonora. Después del gran
movimiento de 1973 donde la Preparatoria Central de la Universidad se convirtió
en un espacio de lucha constante entre las facciones en pro y en contra de la
Ley Orgánica, el Gobierno del Estado de Sonora en un afán de tratar de
disminuir la carga económica y política sobre la UniSon,
promulga el 8 de Julio de 1975 una Ley que crea el Colegio de Bachilleres de
Sonora. Una semana después, el Consejo Universitario se reúne para evaluar la
posibilidad de cerrar las Preparatorias que dependen de la Universidad de
Sonora. La idea del Colegio de Bachilleres fue una iniciativa que el Rector
solicitó al Presidente Echeverría “para que el gobierno federal absorbiera
las preparatorias en virtud del fuerte gasto que representan”. Para el 18
de Julio el Consejo Universitario aprueba la iniciativa de cerrar las
preparatorias de la UniSon así como la Escuela
Secundaria, quedando solo carreras profesionales en la administración
universitaria. Con ello, la Universidad perdería el control de buena parte de
la preparación académica pre-universitaria.
La inestabilidad política también
afectó al Estado de Sonora en esos años. Por el día 25 de Octubre de 1975, una
serie de hechos violentos en el sur de Sonora motivaron la renuncia del
Gobernador, Lic. Carlos Armando Biebrich Torres, bajo
el desconcierto y la incredulidad por los acontecimientos. El Lic. Alejandro
Carrillo Marcor es designado Gobernador sustituto
cuyo período habría de concluir el 13 de Septiembre de 1979; el Lic. Biebrich sostuvo su gobierno por dos años, un mes y doce
días, apenas un tercio de su mandato.
Así también, a principios de 1976 una
nueva crisis se avecinaba sobre la
Universidad de Sonora afectando de gran manera al trabajo académico de la
Escuela de Ingeniería, ello motivado por la creación del Sindicato de
Trabajadores y Empleados de la UniSon. Por esas
fechas, el rector Castellanos manejaba la situación con mucha cautela pues las
peticiones estipuladas bajo un Contrato Colectivo de los trabajadores
presentado el 25 de Febrero, eran analizadas a principios del mes de Marzo sin
contar con la presencia de los dirigentes ante el Consejo Universitario,
actitud que los mantenía inconformes. Los trabajadores exigían el
reconocimiento como Sindicato y la firma del Contrato Colectivo con un
emplazamiento a huelga para el día 11 de Marzo. Sin embargo, el día 8 el
Consejo Universitario declara improcedente las peticiones realizadas por el
supuesto Sindicato por considerar ilegales las mencionadas solicitudes. El
Consejo argumenta que “el STEUS no siguió los procedimientos legales para
emplazar a la UniSon, y que antes de exigir la firma
del contrato colectivo de trabajo debe recabar el reconocimiento del Sindicato
por parte de la Junta Central de Conciliación y Arbitraje del Gobierno del
Estado, y que, con apego a Derecho, todo emplazamiento debe hacerse a través de
la Institución”. Así también, el Consejo acusa a los trabajadores respecto
a los daños que se han causado a las instalaciones universitarias y declara que
“como forma de violencia, se ha recurrido a ensuciar los muros y recintos
universitarios con leyendas injuriosas contra las personas y los funcionarios,
hechos delictuosos que han sido denunciados a la Procuraduría General de
Justicia; se han causado daños materiales en bienes universitarios, se han
organizado mítines dentro del campus universitario, invitando a organizaciones
y a personas extrañas a la Universidad de Sonora, pronunciándose frases
injuriosas contra personas y autoridades universitarias con ánimo de ejercer
presión e intimidación, para obtener por medio de la amenaza, la injuria y el
daño, lo que debió reclamarse ajustándose a Derecho ante las autoridades
competentes, y con todos esos actos han estado violando la autonomía
universitaria”.
Pero el emplazamiento se cumplió, y el
Sindicato de Trabajadores decide paralizar a la Universidad el día 11 de Marzo
activándose la confrontación Rector y Consejo Universitario contra los
trabajadores que integraron al STEUS en ese momento. Al decir de la prensa, “una
minoría ostensible de unos 30 obreros (de un total de 430) miembros del STEUS,
apoyados por estudiantes expulsados de la Escuela de Economía y personas
extrañas a la UNISON, hizo estallar ayer (11 de Marzo) a las 12:00 horas un
movimiento de huelga como medida de presión para lograr la firma del contrato
colectivo de trabajo y el reconocimiento oficial del sindicato por parte de la
máxima institución educativa de la Entidad... la huelga, que es condenada
acremente por la sociedad hermosillense, es la culminación de un movimiento de
agitación que se vino gestando desde septiembre del año pasado”.
Pronto, el Rector acusó también a los
trabajadores huelguistas de violar la autonomía universitaria ya que, como lo
expresó: “permitieron que personas extrañas a la Universidad y venidas de
otras partes del país ejerzan control dentro del campus universitario”. En el campus se observaba desconcierto e intranquilidad, pues aunque
los estudiantes consideraban justo el derecho de integrar un Sindicato de
trabajadores universitario, no veían como conveniente el interrumpir las
labores académicas; el movimiento laboral captaba cada vez más mayor cantidad
de seguidores que estarían dispuestos a apoyar la interrupción académica...
otros no tanto. Esta inestabilidad se reflejaba en pequeños hechos violentos y
poca asistencia a las labores. Los maestros de Ingeniería se reunieron el día
15 de marzo en una asamblea en la cual tomaron la decisión de suspender las
clases; un día después publicaron el siguiente comunicado:
A la Comunidad
Universitaria
Los maestros de la
Escuela de Ingeniería de la Universidad de Sonora, reunidos en Asamblea General
realizada el 15 de Marzo del año en curso, después de analizar la situación que
atravieza nuestra Escuela, acordamos declarar lo
siguiente:
CONSIDERAMOS QUE:
a) La Universidad de
Sonora y la Escuela de Ingeniería, debido al problema que plantea un grupo de
trabajadores, ha visto completamente trastornado el ambiente académico,
b) Pese a las
declaraciones en contrario, se ha impedido el paso a maestros de esta Escuela,
llegándose a sacar a empujones a uno de nuestros profesores de tiempo completo
más respetables y de más antigüedad,
c) La asistencia a
clases ha sido muy irregular, por lo que es ilusorio continuar cubriendo el
Plan de Estudios en forma sistemática,
d) Nuestras clases
son interrumpidas por “comités de huelga” y asambleas que impiden el desarrollo
eficiente de los cursos,
e) El ambiente de
tensión impide la impartición de clases serena y eficientemente, por un lado, y
la asimilación completa por el otro.
Por las anteriores consideraciones y
al sentir que no contamos con el apoyo académico de los alumnos de la Escuela
de Ingeniería, quienes por un lado afirman querer clases, pero por el otro,
nada hacen ante una situación en que un maestro es sacado a empujones de
nuestra Escuela, hemos decidido SUSPENDER INDEFINIDAMENTE NUESTRAS ACTIVIDADES
DOCENTES HASTA QUE LA UNIVERSIDAD DE SONORA Y LA ESCUELA DE INGENIERIA
RECUPEREN EL AMBIENTE DE TRANQUILIDAD ACADEMICA QUE NECESITAMOS PARA REALIZAR
NUESTRA LABOR EDUCATIVA.
Por otra parte, acordamos manifestar
nuestro apoyo decidido a la máxima autoridad de la Universidad de Sonora, que
radica en el Consejo Universitario, quien dentro de las Leyes Estatales y
Universitarias ha definido el marco de solución del problema planteado a
nuestra Institución Educativa.
Finalmente, deseamos afirmar ante la
Comunidad Sonorense y Universitaria nuestra decisión inquebrantable de
continuar trabajando por la grandeza de México y nuestra Universidad.
ASAMBLEA DE MAESTROS
DE LA ESCUELA DE
INGENIERIA DE LA
UNIVERSIDAD DE SONORA
Para el día 16 de Marzo otras Escuelas
se suman al paro de Ingeniería, como son las de Agricultura y Ganadería (que lo
hicieron el mismo día), y las de Enfermería y Contabilidad y Administración que
lo hicieron al día siguiente. Para el día 17 el Rector Castellanos afirma: “es
injusto que todo mundo esté esperando que el problema lo resuelva solo el
Rector. Esto es un asunto que interesa a toda la sociedad: no es tarea de una
sola persona. El que tenga cariño por la Universidad debe intervenir en la
forma más positiva ,y adecuada para respaldarla”.
Esta frase evidenciaba un llamado de apoyo a la sociedad sonorense para que
contribuyera más directamente en el problema. Al día siguiente, el Consejo
Universitario se pronuncia en contra de cualquier convenio de trabajo con el
STEUS manifestando que “no solamente resulta inconveniente sino peligroso e
improcedente la celebración de un convenio colectivo de trabajo con el STEUS,
en virtud de que sus planteamientos no son formulados por la vía legal y además
nos hemos podido percatar que la finalidad que busca el grupo no es precisamente
de carácter laboral sino eminentemente político”.
El día viernes 19 de Marzo a las tres
de la tarde, el llamado del Rector se hizo efectivo y un grupo de estudiantes,
trabajadores y padres de familia en su mayoría de la Escuela Secundaria, según
se supo, integraron el denominado
“Comité Cívico Pro-Rescate de la Universidad de Sonora”, quien se hizo presente
en los terrenos de la Universidad con el fin de solicitar el desalojo de las
instalaciones a los miembros de la comunidad universitaria que se mantenían en
huelga, hecho que evidentemente significaría una riesgosa invitación a la
violencia. Con las consignas de “fuera comunistas”, “fuera los enemigos de la
Universidad”, el grupo rescatista exigió la salida de los trabajadores de una
huelga en su concepto “inexistente”, provocándose con ello el inicio de una
riña nada satisfactoria, con jóvenes corriendo por todas partes y algunas
peligrosas escaramuzas con armas de origen oriental acompañadas de las
tradicionales pedradas que aún se recuerdan
con asombro por quienes intervinieron. Los afectados miembros del STEUS
pusieron su denuncia ante el Gobernador Interino en ese momento, el Lic. Raúl
Encinas Alcántar, tomándose la decisión de instalar
la huelga en la Plaza Zaragoza frente al Palacio de Gobierno, aumentando la
impopularidad del Rector Castellanos y de sus más cercanos colaboradores, entre
los que se mencionaba al Ing. Gabriel Ibarra Félix. El denominado Frente
Estudiantil de la Universidad de Sonora (FEUS) planteó la huelga general por parte
de los estudiantes como medida de apoyo al STEUS, bajo la indignación del
desalojo al que fueron sometidos.
Tres días después del asalto a la UniSon, el CU emite un comunicado asentando que: 1. Reitera
que las autoridades universitarias se mantienen abiertas al diálogo; 2. La UniSon insiste en que las controversias que fueron
planteadas por el llamado STEUS deben resolverse conforme a las Leyes que nos
rigen; 3. La UniSon a través del CU fija como
condición para entrar al diálogo la de tratar exclusivamente con sus
trabajadores o legítimos representantes sin intromisión alguna de alumnos o
personas extrañas a la Institución; y 4. En el momento que se cumplan estas
condiciones se iniciará el diálogo.
Siguiendo con los acontecimientos, el
día 23 de Marzo se constituye oficialmente un nuevo grupo laboral denominado
“Sindicato Independiente de Empleados y Trabajadores al Servicio de la
Universidad de Sonora, SIETSUS”, mismo que solicitó su registro ante la Junta
Local de Conciliación y Arbitraje del Estado integrando a un total de 146
trabajadores de un total de 220 según se informó. Este sindicato competencia
vino a complicar aún más la ya de por sí conflictiva situación, y fue
considerado como “fantasma” por los miembros del STEUS declarando que “quienes
lo encabezan son los mismos que dirigieron y participaron directamente en la
agresión del día 19 de Marzo”.
Por cuanto a las actividades
académicas, aún éstas se encontraban interrumpidas, declarando el Rector que las condiciones eran
poco propicias para regresar a las instalaciones universitarias. Para el día
primero de abril algunos estudiantes de Ingeniería se manifiestan solicitando
la inmediata expulsión del Ingeniero Gabriel Ibarra Félix como Coordinador de
la Escuela de Ingeniería, petición que realizan a través de un comunicado que
hacen llegar al Rector A. Castellanos negándose
a volver a clases hasta que se cumpla tal solicitud. La decisión fue
tomada en una Asamblea General, elaborándose un comunicado que fue firmado por
380 estudiantes de la Escuela; en el escrito se señala al Ing. Ibarra como
“autor intelectual de muchas agresiones a universitarios”, a quien acusan
también como el “responsable de que el nivel académico haya venido a menos en
el Plantel”; el documento fue presentado al periódico Información por un total
de 70 alumnos de la Escuela, al decir por la noticia aparecida el día 2 de
abril de 1976 en el mismo rotativo. Mientras tanto, eran siete Escuelas de la UniSon las que mantenían también en un estado de huelga
académica “hasta en tanto no renuncie el Lic. Castellanos a la Rectoría”; ellas
eran: Derecho, Economía, Altos Estudios, Ciencias Químicas, Ingeniería y
Contabilidad y Administración.
El mencionado “Comité Cívico
Pro-Rescate de la UniSon” acuerda entregar
simbólicamente las instalaciones de la Universidad el último día del mes de
marzo a los representantes del SIETSUS, las cuales tenían bajo custodia desde
el 19 de Marzo. Mientras tanto, el STEUS que días antes había solicitado
registro ante las autoridades laborales recibiendo una primer
negativa, se aprestaba a cumplir nuevamente con la solicitud de autorizar
legalmente su organización. Con esta
simbólica “entrega”, el rector procede a dar instrucción para que “los
Coordinadores y Jefes de Departamento se reintegren al campus universitario a
fin de reanudar las actividades administrativas”. El Consejo Universitario, por
su parte, decide el día primero de abril citar a labores académicas para el
lunes 5, autorizando al Rector Castellanos para que integre una Comisión con amplias facultades
para entablar pláticas con el SIETSUS y eventualmente negociar un Contrato
Colectivo de Trabajo. La reanudación de clases queda a criterio de cada
Coordinador Ejecutivo, a fin de lograr los ajustes al calendario según lo
juzgue pertinente para recuperar el tiempo perdido, que a la fecha era de 20
días naturales. Por otro lado, el STEUS aún mantenía su lucha por lograr el
objetivo de un Contrato Colectivo organizando el día 2 de abril una gran
manifestación apoyado por estudiantes y vecinos de la ciudad; la manifestación
se organizó después de un mitin de información, en el que algunos estudiantes
declararon que no regresarían a clases “hasta que Castellanos y su grupo
pro-fascista salga de la UniSon”. Entre los
asistentes se encontraba el asesor jurídico de la UNAM, quien manifestó que el
salario de los trabajadores “es un salario para perros y no para los obreros”;
aunque la marcha de protesta cruzó por la Universidad, no se presentaron actos
de violencia.
Después de siete intentos, el día 6 de
abril finalmente la Junta de Conciliación y Arbitraje del Estado de Sonora
decide otorgar el registro oficial al sindicato STEUS, dándole el carácter de
“organización obrera de jurisdicción local”, ya que al decir del titular de la
dependencia, “el STEUS cumplió con los requisitos de fondo y forma que
establece la Ley Federal del Trabajo”. Para esas fechas, el Sindicato SIETSUS
ya había firmado un Contrato Colectivo de Trabajo con las autoridades de la UniSon dos días antes, dando un plazo de 48 horas para que
los trabajadores se reintegraran al campus con amenazas de despido en caso de
no hacerlo, complicando con ésto cada vez más la
situación. Un nuevo mitin y marcha del STEUS mantenía vivas y en pié de lucha sus demandas. El plazo venció y nada sucede.
Por su parte, los representantes del STEUS solicitan un amparo para protegerse
en contra de los arreglos legales y amenazas del SIETSUS y la UniSon.
Mientras tanto el Gobernador del
Estado se encontraba por esos días bastante ocupado. La creciente inestabilidad
política ocasionada por problemas de índole agrario en el Sur de Sonora aún no
se resolvía adecuadamente, situación que motivó la asistencia del Presidente
Luis Echeverría al lugar del conficto el día 19 de
abril. El problema empezó cuando un millar de campesinos invadieron el Block 407 del Valle del Yaqui el pasado 3 de Abril, quienes
armados con rifles y pistolas declararon su postura: “solo muertos dejaremos esta tierra y
estamos dispuestos a seguir peleando”. El presidente vino a calmar los ánimos e
instruyó a sus colaboradores para llegar a un arreglo satisfactorio; el
Gobernador tenía 15 días en Cd. Obregón atendiendo directamente el problema.
Ya instalado en sus oficinas del
Palacio de Gobierno, el Lic. Alejandro Carrillo Marcor
atiende el día 21 de abril la solicitud de entrevista girada por los
representantes legales del STEUS
aceptando intervenir de mediador en el problema. Por su parte, el Rector
Castellanos declara enfáticamente que todos los profesores de la Universidad
deberán de presentarse a la Universidad
e impartir la materia “así asista solo un alumno”; también asegura que
ve con buenos ojos la participación del primer mandatario del Estado en el
conflicto. Los miembros del STEUS y estudiantes en apoyo, por su parte, declaran
con igual valor la postura de no asistir a las labores hasta en tanto no se
resuelva favorablemente las demandas exigidas. Una vez más la Escuela
Preparatoria se convertiría en escenario de batallas campales el día jueves 22
de abril, participando estudiantes con posiciones políticas encontradas. Los
palos, varillas y piedras hicieron acto de presencia reafirmando una crisis que
ya tenía casi mes y medio sin resolverse.
Por otra parte, en vista de la “apatía
de los estudiantes por asistir a clases”, la Asamblea de Maestros de la Escuela
de Ingeniería acordó suspender todos aquellos cursos que no se reanudaran
satisfactoriamente para el día lunes 26 de abril, indicando en un boletín que a
continuación se reproduce:
A LOS ESTUDIANTES DE
LA
ESCUELA DE INGENIERIA
Los profesores de la Escuela de
Ingeniería de la Universidad de Sonora, reunidos en asamblea el día 20 de abril
del año en curso, considera:
a).- El nivel
académico de las cursos reclama que éstos se impartan cubriendo íntegramente
los programas de estudio. Para ello se necesita un número determinado de clases
y un ritmo de estudio adecuado,
b).- El Consejo
Universitario, máxima autoridad universitaria, hizo un llamado a los
estudiantes de la UniSon para que se presenten a
clases a partir del 29 de marzo,
c).- La iniciación de
labores de cada curso (materia), no puede prorogarse
indefinidamente, sin perturbar las labores académicas y administrativas del
próximo semestre,
d).- El sistema
académico y administrativo de la Escuela de Ingeniería está diseñado en base a
materias y créditos, no por semestres. Por lo tanto, la suspensión de un curso
en el presente período puede realizarse sin perturbar la marcha de la
Institución en ciclos posteriores.
Por lo anterior acordamos manifestar:
PRIMERO.- Que los profesores de la Escuela de
Ingeniería están en la mejor disposición de impartir sus materias a los alumnos
que se presenten a las aulas,
SEGUNDO.- Que los
cursos (materias) que no hayan iniciado sus labores el próximo LUNES 26 DE
ABRIL, tendrán que ser suspendidos, impartiéndose de nuevo el próximo semestre
a partir del 16 de agosto,
TERCERO.- Que se fije
de acuerdo a los reglamentos universitarios una fecha límite para que los
estudiantes se reincorporen a los cursos.
ASAMBLEA DE
PROFESORES
DE LA ESCUELA DE
INGENIERIA
Sin embargo, esta solicitud tuvo poco
impacto en una Escuela donde varios alumnos habían acordado con anterioridad
solicitar la remoción de su Coordinador, por lo que las cosas continuaron tal y
como estaban. Por su parte, el Comité Pro-Defensa del Orden Universitario,
facción contraria al grupo de estudiantes en apoyo a los trabajadores, emite un
comunicado después de los hechos violentos de la Preparatoria que por la
cantidad de información interesante que contiene procedemos a reproducir:
A
LA COMUNIDAD UNIVERSITARIA
A
LA OPINION PUBLICA
Respondiendo al llamado hecho a las
autoridades Universitarias para que se reanudaran las clases tras la
interrupción provocada por la intromisión del Grupo Activista que promovió la
huelga del STEUS, los compañeros preparatorianos se presentaron a clases
dándole la espalda a lo que piden los activistas de no regresar a la Escuela
hasta la renuncia de todas las autoridades universitarias.
Viendo que los preparatorianos optaron
por el estudio en lugar de hundir a la Universidad en el caos, los activistas
se dedicaron el lunes 19 a tratar de sacar a los compañeros de la Escuela
preparatoria insultándolos y obligándolos al abandono de clases.
El alumnado se negó a suspender sus
labores escolares y exigió a los activistas que abandonaran la Escuela y no
asistiendo a sus falsas asambleas.
Ayer por la mañana los activistas
comunistas asaltaron en forma violenta la Escuela Preparatoria, en número de 60
armados con garrote y varillas entraron golpeando a los preparatorianos que ahí
se encontraban, expulsándolos con violencia de la Escuela.
En el momento en que los activistas
asaltaban la Preparatoria, varias patrullas de las Policías Prefventiva
y Judicial se encontraban en el lugar y observaron como sacaron las varillas,
los garrotes y piedras de los carros que llevaban. Los activistas comunistas en
ningún momento fueron molestados por los policías Judiciales y más bién se vió que los iban
protegiendo.
Al ser arrojados los preparatorianos
por la fuerza de su Escuela, la policía judicial detuvo a varios jóvenes
simpatizantes de este Comité.
Preguntamos a la comunidad
universitaria:
¿ES LICITO QUE UN GRUPO DE
DELINCUENTES que hace dos años mataron a cuatro policías y que actualmente
tienen semiparalizada a la Unviersidad de Sonora,
reciban protección policial para golpear a los Universitarios y mantener un
estado de agitación y violencia dentro de una Escuela que estaba trabajando
normalmente?
¿Se considera normal que la policía
judicial se de tiempo para detener anticonstitucionalmente a estudiantes que
repudian al activismo comunista y no sea capaz de detener legalmente a los
delincuentes que duermen en la PLAZA ZARAGOZA y que tienen una orden de
aprehensión en su contra y otros que hace días golpearon a un estudiante de
agricultura?
Por todo lo anterior, se ve claramente
la protección de Raúl Encinas Alcántar, Secretario
General de Gobierno para los enemigos de la Universidad y del Pueblo de Sonora.
Es por eso que nuestro Comité denuncia
públicamente la agresión a nuestros compañeros preparatorianos y la detención
de nuestros simpatizantes, ya que no hay ningún cargo o acusación legal en
contra de ellos.
Hacemos un llamado a todos los
estudiantes de Preparatoria y a todos los estudiantes Universitarios y al
Público en general para que se de cuenta de que el
problema universitario fue creado por los activistas y apoyados por malos
funcionarios del Gobierno del Estado que saben perfectamente bién a donde van los comunistas.
Hacemos responsables a las Autoridades
Estatales de las detenciones arbitrarias de nuestros simpatizantes y de lo que
pueda sucederles, así como denunciamos a toda la opinión pública el descarado
apoyo económico y político de esos malos
funcionarios a los activistas del STEUS.
COMPAÑERO
PREPARATORIANO ¡NO PERMITAS QUE LOS ACTIVISTAS PARALICEN LA PREPARATORIA!
¡ASISTE
A CLASES Y CONTINUA TUS ESTUDIOS!
COMPAÑERO
UNIVERSITARIO ¡NO PERMITAS QUE LOS ACTIVISTAS COMUNISTAS ACABEN CON LA
UNIVERSIDAD!
ATENTAMENTE
COMITE
PRO-DEFENSA DEL ORDEN UNIVERSITARIO
El clima de tensión y violencia habría
de continuar, y en un nuevo movimiento el grupo trabajadores y estudiantes en
apoyo a la huelga laboral decide “tomar” de nueva cuenta las instalaciones de
la Universidad el día jueves 29 de abril, poniendo las cosas tal y como
empezaron 40 días antes. Varillas, palos y piedras hicieron acto de presencia
de nuevamente, y en treinta minutos las instalaciones universitarias cambiaron
de dueño; algunos “descalabrados” llegaron a ser atendidos por estudiantes
enfermeras de la Universidad y en las instalaciones de la Cruz Roja. Ese mismo
día, las autoridades laborales habían negado el amparo a los trabajadores
afiliados al STEUS, con lo cual la situación tomaba un sesgo más crítico para
el movimiento. No se hicieron esperar desplegados en la prensa criticando los
hechos por parte de algunos Coordinadores Ejecutivos de las Unidades Académicas
y grupos de apoyo al Rector, éstos últimos señalando además que el Secretario
de Gobierno y colaboradores apoyan con recursos económicos al movimiento
sindical. Los trabajadores abandonan la Plaza Zaragoza el día 30 de abril
después de 41 días en el “exilio”.
Posteriormente, el día domingo 2 de
Mayo el Consejo Universitario se reúne y por segunda ocasión (antes lo había
hecho en 1973), toma la decisión de autorizar al rector para “solicitar la
intervención de la fuerza pública dentro del campus universitario hasta
normalizar las actividades internas, administrativas y académicas”. Se dijo que
se daría un plazo de siete días para que los inconformes abandonen
pacíficamente la Universidad, acordando “hacer una denuncia ante las
autoridades competentes de la totalidad de los hechos que han venido
aconteciendo en la Universidad de Sonora”. Ciertos Consejeros Universitarios
que no votaron a favor de esta iniciativa se manifestaron en un valiente
escrito público:
A LA COMUNIDAD
UNIVERSITARIA
A LA OPINION PUBLICA
Los abajo firmantes asistimos a la
sesión extraordinaria del Consejo Universitario de la Universidad de Sonora
efectuada este día en el edificio Quiñones (sitio en Veracruz y Boulevard
Rodríguez) a partir de las 10 Hs., en donde se aprobó por 24 (veinticuatro)
votos lo siguiente:
“Exigir la intervención de la fuerza
pública dentro o fuera del campus universitario, otorgándole un plazo máximo de
siete días para que intervenga para legalizar la situación universitaria y
normalizarla consecuentemente”.
QUEREMOS DEJAR CONSTANCIA PUBLICA DE
QUE LOS SUSCRITOS NO VOTAMOS A FAVOR DE DICHA PROPOSICION POR CONSIDERARLA
AMBIGUA Y PELIGROSA.
Por último, observamos que por Ley el
Consejo Universitario debe estar integrado por 54 miembros (cincuenta y
cuatro), de los cuales hay actualmente 47 (cuarenta y siete) efectivos,
asistiendo 32 (treinta y dos) a dicha sesión.
Este escrito lo firmaron siete
consejeros, entre los que se encontraban distinguidos universitarios como el
Mat. Marco A. Valencia Arvizu e Hilda Benítez de Lebrún;
Silverio Cabrera F., quién representaba a los estudiantes de Ingeniería y los
respectivos de la Preparatoria de Magdalena (2), Altos Estudios (1) y Ciencias
Químicas (1) completaban la lista de firmantes.
El Secretario General de Gobierno,
Lic. Raúl Encinas Alcántar, declaró por su parte que
no consideraba que el desalojo de quienes están apoderados de la Universidad de
Sonora “solucione el problema que enfrenta esa casa de estudios, sino que
empeorará la situación”. El Gobernador A. Carrillo M. se encontraba por esas
fechas en la Cd. de México, reponiéndose de una bronconeumonía que lo mantenía
por el momento fuera de sus actividades normales, y envía un comunicado el día
5 de Mayo diciendo:
Al Pueblo de Sonora:
A la Comunidad
Universitaria:
Por encima de intereses personales, de
grupo o de facción, quiero unir mi voz a la de miles de sonorenses que estamos
empeñados en superar la actual crisis de nuestra Máxima Casa de Estudios.
Entiendo a la Universidad de nuestro
Estado como el más alto foro en el cual deben y pueden debatirse -sin
excepción- todas las ideas; la guerra de las etiquetas ideológicas no cabe en
un auténtico centro de cultura superior; los dogmas filosóficos, políticos y
religiosos no deben imponerse ahí. La discusión libre, libérrima debe ser
característica esencial
Nuestra Universidad no debe
considerarse como un bién mostrenco. Pertenece al
Pueblo de Sonora que con su esfuerzo la ha creado. No debe, por tanto, ser
botín de facciones de encontrado signo
político que se la disputen como su propiedad exclusiva, tremolando la bárbara
divisa de “la razón de la fuerza”, en lugar de la universitaria “la fuerza de
la razón”.
Inspirado en estas ideas, y con el
debido respeto a la autonomía de nuestra Casa de Estudios, deseo hacer un nuevo
y amigable intento tendiente a coadyuvar en la superación del actual conflicto,
habida cuenta de que no hubo buen éxito en nuestro empeño de abrir cauces
legales para dar solución al problema laboral, cuando las autoridades
competentes acordaron oficialmente que fuesen registrados en la Junta de Conciliaciópn y Arbitraje los dos sindicatos integrados por
trabajadores de nuestra más alta Institución Cultural, dejando así abiertas las
vías jurídicas para lograr la titularidad del respectivo convenio colectivo de
trabajo.
Animado por el más alto interés de
Sonora, formulo este llamamiento a los integrantes de la Comunidad
Universitaria para que de inmediato regresen a sus labores para salvar así, en
un esfuerzo común y solidario el actual semestre escolar.
Es seguro que reencauzadas
las tareas de docencia e investigación, se darán las condiciones necesarias
para que los universitarios definan democráticamente sus propios intereses.
De esta manera, la actividad académica
hará pronto posible que, en un clima de paz y entendimiento, el Consejo
Universitario renueve sus cuadros representativos, de acuerdo con lo que
establece la propia Ley Orgánica de la Universidad.
Lic. Alejandro
Carrillo Marcor
Gobernador del Estado
El denominado Comité Cívico de Padres
de Familia de la Universidad de Sonora envía también un comunicado al
Presidente Lic. Luis Echeverría A. para solicitar “su intervención directa,
inmediata y con la energía necesaria tendiente a resolver el conflicto
universitario de Sonora motivado por fuerzas extrañas, reaccionarias y
negativas que solo tratan de sembrar el caos y la inseguridad en nuestro
Pueblo”. Así también, un grupo de estudiantes formaron un “Comité
Pro-Reanudación de Clases”, definiéndose como una sociedad apolítica y quienes
se dieron a la tarea de realizar una encuesta de opinión entre la comunidad
hermosillense; de ahí obtuvieron el resultado de que más de 5000 padres de
familia exigen la reanudación del trabajo académico. Por su parte, el STEUS
recibe muestras de apoyo de varias Universidades del País, entre las que se
encuentran la de Hidalgo, Nayarit, Zacatecas, Sinaloa, Morelos, Oaxaca y
Veracruz, en donde se habló inclusive de un paro nacional de labores hasta de
22 Universidades.
Los trabajadores del STEUS, por su
parte, en un intento por resolver el problema invitan al Rector para el 12 de
Mayo a las 10:00 horas a fin de iniciar el diálogo. El rector acepta la
invitación de entablar las primeras pláticas de avenimiento con los líderes del
Sindicato dos meses después del estallamiento de la huelga. Se difundió también
que el día 11 el rector partió a la Cd. de México en donde se entrevistaría con
el Gobernador del Estado y con funcionarios del Gobierno Federal para plantear
la situación universitaria. En la Universidad, pequeños grupos de estudiantes
empezaron a acercarse en una tímida vuelta a clases, aunque la mayoría de los
maestros no acudieron porque se consideraban las condiciones poco propicias.
Un grupo de madres de familia se
agruparon y en una manifestación se dirigieron al Gobernador Interino Lic.
Encinas Alcántar con la finalidad de presentar su
particular ultimátum: “desalojaremos a quienes tienen paralizada la Universidad
si para el lunes 17 no se arregla el conflicto”. El Lic. Encinas Alcántar explica que el Gobierno del Estado “podría intervenir pero no con violencia, sino
buscando los medios más adecuados”. Es importante mencionar que el día 18 de
Mayo, según la agenda prevista, el candidato del PRI a la Presidencia de México
Lic. José López Portillo llegaría a Hermosillo en una gira proselitista. Ese
mismo día, públicamente el Gobernador hace una decorosa propuesta basada en el
siguiente manifiesto:
EL
GOBERNADOR DEL ESTADO PROPONE EL ARBITRAJE EN EL CONFLICTO LABORAL
DE LA UNIVERSIDAD DE SONORA
A mi regreso de la Cd. de México leí
con todo detenimiento los documentos aparecidos en la prensa local, firmados
por el señor Rector de la Universidad de Sonora y su asesores
jurídicos en relación con el conflicto laboral que encara nuestra máxima
casa de estudios.
Sabe bién la
opinión pública que la presente administración no creó ni es la causante del
actual problema laboral por el que atraviesa la Institución. Sus raíces se
remontan al año de 1973, cuando en dos ocasiones, en agosto primero y en
noviembre después, el sindicato de trabajadores y empleados de la Universidad
de Sonora (STEUS) solicitó su registro a la Junta Local de Conciliación y
Arbitraje y le fue negado. La petición se reitera en Octubre de 1974 con los
mismos resultados.
En cambio, al plantearse una demanda
similar al actual Gobierno, una vez que fueron satisfechos los requisitos que
establece la Ley Federal del Trabajo, se procedió al registro tanto del
Sindicato Independiente de Empleados y Trabajadores al Servicio de la
Universidad de Sonora (SIETSUS), como del propio Sindicato de Trabajadores y
Empleados de la Universidad de Sonora (STEUS), todo ello en un plano de
imparcialidad y con estricto apego a las normas vigentes.
Cada agrupación sindical, por una
parte, afirma que representa los intereses mayoritarios de los trabajadores de
la Institución. Por la otra, el diálogo entablado entre el Sindicato de
Trabajadores y Empleados de la Universidad de Sonora (STEUS) ha sido
interrumpido, lo que ha conducido a un estancamiento que mucho preocupa a la
comunidad sonorense.
Ante la situación que prevalece y
consciente de su responsabilidad social, el Ejecutivo a mi cargo, respetando la
libertad sindical y la autonomía universitaria, en una afán de buscar un camino
que conduzca a una solución viable, propone el arbitraje a las partes en pugna
como medio para resolver la controversia.
De aceptarse la proposición, el
Gobierno del Estado estará presto a participar. Ya quedó demostrada su
imparcialidad al facilitar las oficinas de la DIRECCIÓN DEL TRABAJO local que fue
considerado neutral por ambas partes para que se llevasen a cabo las pláticas
entre el señor rector y sus asesores con los directivos del Sindicato de
Trabajadores y Empleados de la Universidad de Sonora (STEUS).
Formulo finalmente un nuevo
llamamiento a la concordia y al entendimiento que permitan la pronta
normalización de las actividaes universitarias en un
clima de paz y de mutuo respeto.
Lic.
Alejandro Carrillo Marcor
Gobernador
del Estado
Finalmente, el día 18 de Mayo el
candidato Lic. López Portillo llega a Hermosillo y los periódicos reproducen a
8 columnas la frase: “Revifica visitar Sonora:
López Portillo”. Sonora tenía problemas bastante serios por esas fechas,
como el caso de la Universidad de Sonora, huelgas de algunas Empresas y el
peligroso lío agrario del sur que motivó la salida del Gobernador Biebrich a finales de 1975; en realidad el Lic. López
Portillo debió pensar mejor esa frase.
El llamado al referéndum fue bién visto por todos, y el Rector Castellanos responde
señalando al Gobernador que tomando en cuenta “sus encomiables propósitos de
mediación en dicho conflicto, nos permitimos manifestarle que las autoridades
universitarias aceptan gustosamente la sugerencia de su arbitraje”. Añade
además que “en virtud de que el sindicato STEUS propone a su vez
determinadas condiciones previas a dicho arbitraje, consistente en llevar a
cabo un diálogo entre las partes interesadas, con su intervención y ante su
presencia personal a fin de fijar las modalidades y los lineamientos de fondo
para un acuerdo definitivo en cuanto al recuento de los trabajadores, le
participamos que aceptamos dicho procedimiento, por lo cual esperamos que nos
comunique lugar, día y hora para iniciar esas pláticas”. Así también, el
SIETSUS se manifiesta positivamente declarando que “aceptamos su mediación y
el recuento que se sirva hacer de los trabajadores afiliados a cada grupo,
porque consideramos que su presencia será la más absoluta garantía para los
miembros de nuestro grupo de que podrán emitir libremente su voto sin coacción,
violencia o presión alguna”.
El jueves 20 de mayo, con las representaciones
del STEUS, SIETSUS y de la Universidad de Sonora, se reunieron en un clima de
tranquilidad y de respeto por más de 2
horas con el Gobernador, aceptando
comprometidamente a respetar los resultados del recuento. Después de una semana
de negociaciones bajo la mirada del Gobernador, se llega a un acuerdo acerca de
las condiciones y logística para llevar a cabo el referéndum, mismo que a
continuación se señala:
1. La Ciudad de
Hermosillo será considerada como sede principal del recuento y los trabajadores
de las Unidades Foráneas que lo deseen tendrán todas las facilidades para
trasladarse a esta capital. Quienes por alguna razón no puedan o no quieran
venir a Hermosillo, estarán en posibilidades de emitir su voto en las
poblaciones en donde laboran.
2. Quedó
definitivamente aceptado que el lugar de la votación será la Sala de Plenos del
Palacio de Justicia,
3. En señal de la
buena fé que las ha impulsado durante las pláticas y
en un gesto de comprensión a la situación familiar de muchos trabajadores, las
Autoridades Universitarias estuvieron de acuerdo en pagar los salarios
pendientes hasta la fecha del recuento.
4. Independientemente
del resultado de la votación, la Universidad otorgará todas aquellas
prestaciones que beneficien a los trabajadores, a pesar de que no se encuentren
incluidas en el contrato actualmente con el SIETSUS. Esto se refiere en
particular a las concesiones de ciertas cafeterías que funcionan en los campos
universitarios y al establecimiento de convenios con diversos comercios de la
localidad con el objeto de lograr mejores precios para sus empleados.
5. Sin importar el
Sindicato triunfador y por considerar que se trata de una legítmia
aspiración de sus servidores, la Universidad establecerá una Guardería Infantil
que comenzará a funcionar el próximo mes de septiembre.
6. Tras prolongados
intercambios de opiniones y por absoluto consenso, las partes llegaron a un
acuerdo definitivo sobre los empleados que deben ser considerados de confianza
para los efectos del recuento, y de común acuerdo se elaborarán las listas de
los trabajadores con derecho al voto.
7. Sin importar cual
de los dos sindicatos resulte con mayoría, las partes aceptaron que no habrá
represalias de ninguna especie.
8. Si como
consecuencia del recuento se llegase a discutir un nuevo convenio, el STEUS
acepta de antemano suprimir cualquier cláusula que implique alguna injerencia
en cuestiones académicas o administrativas de la Universidad.
Finalmente, un día después se acuerda
celebrar el recuento en las instalaciones del Palacio de Justicia,
mencionándose que los salarios caídos se pagarían al término de los resultados
de la votación independientemente de quien resultara ganador. Si el cómputo
favoreciera al SIETSUS, continuaría vigente el Convenio firmado con anterioridad;
en caso contrario, se permitirían adiciones por parte del STEUS. Las votaciones
se efectuaron tranquilamente el día señalado resultando ganador el Sindicato de
Trabajadores y Empleados de la Universidad de Sonora (STEUS) por 205 votos a su
favor, 146 a favor del SIETSUS y 19 abstenciones, según el conteo dado a
conocer a las 18:00 horas del día 2 de Junio de 1974. El Gobernador Carrillo Marcor declaró satisfecho: “esta es una demostración de
que todo es posible resolverlo por la vía del diálogo”. Las pláticas para
el nuevo Contrato Colectivo se iniciaron en forma inmediata.
Resolver el problema con la
implementación de un referéndum fue todo un éxito, y la idea era buena para
aplicarla ahora en favor de la búsqueda de una nueva autoridad universitaria;
al considerarse entre la comunidad la
posibilidad de realizar un prebiscito para reafirmar
la autoridad del Rector actual, la solicitud fue formulada por prestigiados
docentes de la Institución, y en su parte medular del documento publicado el 5
de Junio menciona lo siguiente:
PRIMERO.-
Considerando que en el actual conflicto ha sido cuestionada la autoridad moral
del Lic. Alfonso Castellanos I. como Rector de nuestra Universidad, se plantea
la posibilidad de conocer la opinión de las bases en cuanto a efectuar o no la
destitución del mismo,
SEGUNDO.-Ante la
situación anómala que prevalece, y considerando que el actual Consejo
Universitario no ha podido resolver la crisis actual, creemos deba procederse a
integrar la instalación de un nuevo CU, mismo que debió efectuarse en el mes de
abril del año en curso de acuerdo al Artículo XII de la Ley Orgánica 103 de la
Universidad de Sonora. En base a estos señalamientos deberán ser los miembros
de la comunidad universitaria los que decidan la conveniencia de la instalación
inmediata del nuevo CU.
TERCERO.- Teniendo en
cuenta que la actuación y designación de algunos Coordinadores de diferentes
Escuelas ha contribuido al aumento de los problemas, es necesario que cada
Escuela emita su opinión respecto a la ratificación o destitución del
Coordinador Ejecutivo de las mismas, en virtud de que tal decisión nopuede tomarse en los propios Consejos Directivos como
corresponde ya que privan las siguientes circunstancias:
a) La falta de
Consejo Directivo en algunas Escuelas,
b) Desintegración de
los mismos en otras escuelas ya que sus miembros no pertenecen ya a la
Comunidad Universitaria,
c) El Consejo
Directivo para el período escolar actual no ha sido instalado en ninguna de las
Escuelas, por lo que existen sectores de la comunidad universitaria sin
representación.
Aclarándose que quienes deseamos el
plebiscito solicitaremos la mediación del C. Gobernador Alejandro Carrillo Marcor para que con su solvencia moral actúe única y
exclusivamente en la designación de Notarios Públicos que recaben el auténtico
sentir de la comunidad universitaria.
La realización del Plebescito
deberá efectuarse con el siguiente mecanismo:
1.- Los Notarios
Públicos deberán ser los designados por el mediador del Plebiscito,
2.- Cada Escuela
emitirá un solo voto, en que estará presentada la opinión de maestros y alumnos
integrantes de la Escuela y éste será de acuerdo al mayor porcentaje de opinión
manifiesta de los votantes,
3.- Previa a la
realización del Plebiscito deberán de celebrarse asambleas de profesores y
alumnos que en sus respectivas escuelas para que designen a sus
correspondientes representantes, y sean éstos quienes certifiquen la
autenticidad de maestros y alumnos de quienes participen en el Plebiscito. A
esta comisión le corresponderá recibir las votaciones y conjuntamente con los
notarios públicos realizar el cómputo e informar del resultado.
4.- Para la
realización del Plebiscito previamente deberá lanzarse la convocatoria a todos
los miembros de la comunidad universitaria, para que asistan en sus diferentes
escuelas prefijándoles día y hora, a fin de que puedan participar en el mismo,
dándole a dicha convocatoria la más amplia difusión posible, además de la
notificación acostumbrada para la junta de profesores yalumnos
que normalmente se acostumbra en cada Escuela.
5.- El resultado del
Plebiscito comprometerá al Consejo Univesitario a
ejecutar las decisiones de quienes pertenecemos a la comunidad universitaria.
Considerando que las soluciones al
conflicto deben ser lo más rápido posible, para no continuar debilitando la
vida universitaria pedimos a ustedes den constestación
a nuestra solicitud en un plazo no mayor de 72 horas.
A T E N T A M E N T E
ESCUELA DE DERECHO Y
CIENCIAS SOCIALES
Lic. Marco A.
Encinas, Lic. Reynoso Dávila, Lic. Miguel Angel Soto
Lamadrid, Lic. Sergio Torres Gallegos, Lic. Gillermo
Torres Díaz, Lic. Luis E. Navarro, Lic. Rodolfo Díaz C., Lic. Ma. Teresa
González, Lic. Carlos Cabrera F. (y cinco más).
Respecto a las pláticas para llegar a
un acuerdo en el primer Contrato Colectivo del STEUS, ellas iban por buen
camino, aunque en un momento fue preciso que el C. Gobernador Carrillo Marcor interviniera para acelerarlas, pues había detalles
del clausulado que estaban retrasando el arreglo.
Por fin el día 10 de junio, una semana
después del referéndum, ante la presencia del Gobernador se firmó el Contrato
Colectivo dando término a una huelga que por 3 meses mantuvo paralizada a la
Universidad. Dentro de los logros más importantes, el Sindicato obtuvo la
aprobación de la puesta en marcha de una Guardería Infantil y la donación de un
terreno para construir un fraccionamiento para los trabajadores, además de
prestaciones de orden laboral.
La entrega de las instalaciones tuvo
lugar el día 12 de Junio ante la presencia de autoridades universitarias y
miembros del Sindicato, aunque dicho evento fue considerado simbólico ya que
los miembros del Frente Unido Estudiantil (FUE) afirmaron categóricos: “continuaremos
en la rectoría hasta que el Consejo Universitario dé a conocer si va a
implementar o nó el Plebiscito, que es una demanda de
la base estudiantil y magisterial... se ha cumplido una parte de las demandas
de la coparticipación de trabajadores y estudiantes, y es la que se refiere al
STEUS; pero falta otra, que es la salida de Castellanos”. La cerememonia de entrega fue algo confusa, ya que algunos de
los presentes agredieron al Ing. Gabriel Ibarra Félix y a Lauro Silva, quienes
fungían como Coordinadores Ejecutivos de Ingeniería y Economía; la ceremonia
pactada a las 10:00 horas se interrumpió debido a los acontecimientos, siendo
necesario intentar otra a las 15:00 horas sin la presencia de los antes
mencionados y bajo la supervisión del
secretario particular del Gobernador, Lic. Alfonso Molina Ruibal, condición
ésta que el Rector más tarde reprobó.
Por su parte el Frente Unido
Estudiantil tomó la decisión más tarde de abandonar también las instalaciones
universitarias, “para evitar que se diga que somos un obstáculo para la
normalización de las clases en las Escuelas que no las tienen, y para dar
cabida a la implementación del plebiscito”.
El día miércoles 16 de Junio, el Consejo
Universitario declara ilegal la implementación del mencionado plebiscito
mediante el cual se definiría la permanencia del rector A. Castellanos; la
votación fue de 26 consejeros en contra, 8 a favor y 6 abstenciones. La explicación de la
ilegalidad, al decir del entonces abogado de la Universidad Lic. José Antonio
García Ocampo, es muy sencilla: “los gobernados pueden hacer todo lo que no prohibe la Ley, mientras que las autoridades solo pueden
hacer lo que la Ley les faculte”... bastante claro.
Mientras tanto, los preparativos para
tratar de normalizar las actividades académicas ya se habían iniciado, entrando
las autoridades a la Universidad para dar una evaluación y tomar las decisiones
más convenientes. Las Escuelas de Agricultura y Ganadería, Economía,
Contabilidad y Administración e Ingeniería estaban totalmente paralizadas, no
así las de Altos Estudios, Derecho y Ciencias Sociales, Ciencias Químicas,
Enfermería y Trabajo Social, donde las actividades se desarrollaron
parcialmente, y de acuerdo a sus Coordinadores, a fines del mes de Julio
podrían concluir con el programa académico. El Consejo Universitario, por su parte,
se prepara para las elecciones de nuevos representantes, después de lo cual se
procedería a elegir a los nuevos Consejeros Directivos de cada Unidad
Académica.
Días después, el martes 29 de Junio
las autoridades de la Universidad de Sonora publican un boletín donde
manifiestan que “la Escuela de Ingeniería es de las que resintieron más las
consecuencias del conflicto, por lo que prácticamente hubo suspensión de
labores académicas. Las labores académicas para reponer el semestre que debió
iniciarse en febrero, se reiniciarán el 16 de agosto del corriente año, previa
inscripción de los alumnos en los cursos del mismo semestre, debiéndose
continuar la preparación de programas de estudio, tesis profesionales,
preparación de apuntes, etc., recomendando la planta de maestros a los
estudiantes de la Escuela de Ingeniería que deseen recuperar el tiempo perdido,
que intensifiquen sus estudios, tomando las materias que su capacidad e interés
personales les permitan”. Esta información algo confusa, trataba de suavizar
una lastimosa verdad: el semestre se perdería. Los estudiantes de Ingeniería
realizan una asamblea general
reaccionando con inconformidad, pues solicitan que se reconozcan ciertos
cursos que sí se impartieron normalmente, y en un boletín de prensa señalan: “los
estudiantes de Ingeniería Civil queremos hacer pública nuestra denuncia por el
arbitrario proceder del rector Castellanos y del Coordinador Ibarra, quienes
han declarado inválida la inscripción en nuestra Escuela, a pesar de que el 40%
aproximadamente de las materias han sido impartidas normalmente. En el
entendido de que el sistema de créditos que funciona en la Escuela posibilita
sean acreditadas materias cursadas, como es el caso de los cursos de verano que
fueron impartidos en años pasados, exigimos sean reconocidos oficialmente los
cursos, ya que por ellos ha estado pagando la población del Estado. Exigimos un
pronunciamiento público de esta situación específica en nuestra Escuela”.
Nada de ésto
sirvió, y ese año de 1976 se tuvieron las vacaciones de verano más amargas para
los estudiantes de la Escuela de Ingeniería, incrementándose el descontento en
contra de las autoridades y del Coordinador Ejecutivo que apenas iba en la
mitad de lo que sería su primer período.