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BULEVARD HIDALGO
Por
Don Gilberto Escoboza
Gámez
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La
construcción de bulevares en nuestra ciudad de Hermosillo ocasionó cambios en
la urbanización de varios sectores, lo mismo que la desaparición de calles y la
ampliación de otras. También muchas
casas hubieron de ser demolidas para la ampliación de esas vías y la construcción de nuevos edificios. Y aún
cuando la mayoría de los inmuebles desaparecidos no tenían ningún valor
histórico, si tenían valor ambiental. La construcción del bulevard
Miguel Hidalgo y Costilla, que es una de las más hermosas rúas hermosillenses,
hizo desaparecer dos calles muy antiguas: la Urrea y la Querétaro. La Calle Urrea se localizaba en el lado norte de la Plaza Zaragoza y se extendía de
la calle Allende hasta la calle Galeana, esto, en el plano de la ciudad
elaborado en 1920 y tenía un largo de 280 metros.
La Calle
Querétaro era paralela a la Urrea
por el lado norte de esta, también
orientada de este a oeste, con una longitud de poco menos de doscientos
metros desde la Comonfort hasta la Galeana. Antiguamente
la calle Querétaro, antes de la nomenclatura de 1883, fue llamada calle de la Amargura porque cada año
era el escenario de la marcha hacia el Calvario llorando todos los
espectadores. En cambio la calle Dr. Aguilar que esta ubicada en la parte
posterior del Palacio de Justicia, de doscientos metros que era su longitud
original, en la actualidad tiene un largo de 2200 metros desde su
comienzo en la calle Comonfort hasta un
fraccionamiento que todavía no tiene nombre ni casas que se localiza en el
extremo poniente de nuestra ciudad. Las calles transversales de esta, aparte de
la Comonfort,
son la Ocampo,
la Galeana, la Londres, la Campodónico,
la Francisco Salazar
Q. (anteriormente Marsella), la
Reforma, la
Nápoles, la Capri, La Madrid, la Sahuaripa,
la J. R. Cabrillo,
la Fray
J. de Zumarraga, la
Fray J. Serra, la
Dr. Domingo Olivares, y la B. de Sahagún.
La calle Dr.
Aguilar anteriormente se llamó Chiapas, y el nombre que tiene actualmente se le puso en memoria del doctor Don
Fernando Aguilar y Aguilar quien nació en la Ciudad de Hermosillo en 1856, siendo sus padres
el licenciado José Aguilar y Escobosa, ex gobernador
del Estado. Don Francisco R. Almada. Diccionario de
Historia, Geografía y Biografías Sonorenses, nos informa sobre quien fue el
doctor Aguilar, diciéndonos que se
distinguió como pianista y con notable desinterés por parte en numerosos
conciertos actos y culturales. Desempeñó en el Colegio Sonora la cátedra de Matemáticas
y fue conservador del gabinete de física
y química, varios años dirigió el Hospital Civil de esta Capital del Estado,
figuró como diputado en algunas legislaturas locales durante la administración
Torres Corral–Izábal. Fue nombrado Gobernador Interino
en varias ocasiones entre 1899 y 1906.
Fue presidente de la Sociedad
Auxiliar de la
Mexicana de Geografía y Estadística, en septiembre de 1906 salió
del Congreso retirándose de la política; se dedicó exclusivamente a su profesión y falleció en Hermosillo en abril
de 1930.
A la antigua
calle Chiapas se le impuso el nombre del doctor don Fernando Aguilar y Aguilar,
quien además fue un buen médico e impulsor del arte musical, fue un político de
la época porfiriana. Sin embargo, a
pesar de esto último, se le reconocieron sus méritos y perpetuaron su memoria poniéndole su nombre a una de las calles
céntricas de nuestra ciudad. Los hombres que gobernaron después de la época de
Porfirio Díaz tuvieron el tino de reconocer los méritos cívicos de muchos
hombres de administraciones anteriores después de que las cosas se serenaron;
tenemos calles que se llaman por ejemplo Ramón Corral, Guillermo Arreola, Simón Bley, entre otros.
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