DE LA ZAPETA AL PAÑAL DESECHABLE

Por Eliseo Ramírez Alvarez

 

03 de Junio de 1984

Llegó el pañal desechable y ha hecho que las mamás sonorenses se le olviden, inclusive del nombre, de la tradicional y económica zapeta. Los niños de pañales de seda de tiempos pasados, son ahora principalmente los de uso obligado de este moderno invento. Los niños pobres seguirán usando la zapeta de lienzo o franela; de tela “pico de pájaro” o de manta. Las mamás pobres hacían antes pañales de la manta pintada de las arrobitas de harina; hoy la harina viene en costales de polietileno.

 

Comodidad es fetiche de hoy a quien muchos sacrifican su dinero. ¿Cuántos cientos de pesos al día exige el niño de pañal desechable a toda hora?; se ha generalizado de tal manera el pañal desechable que se le ve, ya desechado, por todas partes; inclusive sobre las banquetas de nuestra ciudad y a lo largo de nuestras carreteras. Quedan, no obstante, muchos niños de zapeta y pañales que se lavan y se planchas y se vuelven a usar. En enfermos incontinentes, en inválidos, ancianos y postoperados, el moderno pañal es recomendable y práctico, no así en el hogar modesto y pobre donde puede representar usados todos los días y todas las veces, un dispendio que el ama de casa consciente no puede ni debe hacer; en la gráfica, la joven señora María Luisa Laguna, mamá hermosillense que lava y plancha zapetas según la tradición.