Domingo 15 de
Agosto de 2004 TELEMAX
AHORA SE VE MÁS. Después de 45 años, Telemax
inauguró anoche su nueva antena repetidora en el Cerro “La Cementera” de
Hermosillo con una inversión superior a los 4 millones 250 mil pesos. Al
evento asistió el gobernador Eduardo Bours Castelo
quien ratificó el apoyo “con todo” a los medios de comunicación propiedad del
Gobierno, pero con apertura a las distintas ideas políticas y sociales. TIENE
SONORA LAS ADUANAS MÁS CORRUPTAS. Por años los oficiales de la Aduana de
México han sido los servidores públicos más corruptos en el Estado de Sonora,
reveló un estudio de Transparencia Mexicana. La investigación de la
Organización No Gubernamental dio a conocer que por cada 100 personas que
cruzaron por una aduana durante el 2002 un promedio de 38.5 dieron “mordida”.
Y aunque hubo un descenso, las cosas no cambiaron mucho en el 2003, cuando
otro estudio de esta misma organización reveló que el 25.8% seguía dando
sobornos para poder internar artículos por los puertos fronterizos. Estas
cifras muestran a Sonora como la aduana de ingreso a México más corrupta a
nivel nacional, y analistas estiman que en esta región alrededor del 40% de
los ingresos que se deberían obtener vías impuestos van a parar a los
bolsillos de funcionarios corruptos. De 14 mil 19 personas entrevistadas 3
mil 616 dijeron haber sobornado durante el 2003 a un policía fiscal. Se dice
que los mexicanos gastan anualmente en “mordidas” 23 millones de pesos. AFECTA
DEPRESIÓN A 180 MILLONES. La depresión es una enfermedad frecuente que causa
discapacidad, afecta a 7.5% de la población general, 180 millones de personas
en el mundo, de acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud. Para
el médico siquiatra Héctor Dueñas Tentori, hay 6 hombres
deprimidos por cada 11 mujeres, lo cual representa números muy preocupantes. El
miembro de la Asociación Siquiátrica Mexicana, destaca que la depresión no
sólo acarrea malestares emocionales, sino también corporales. Por ejemplo, en
México 74% de los pacientes deprimidos presenta síntomas físicos dolorosos
asociados con la depresión: Dolores de cabeza, lumbalgia y desórdenes
estomacales, entre otros, los cuales no responden a tratamientos médicos
convencionales. CELEBRAN
ANIVERSARIO DEL CANAL DE PANAMÁ. La presidenta Mireya Moscoso invitó ayer a
su colega colombiano Álvaro Uribe a inaugurar el segundo puente sobre el
canal de Panamá que cumple hoy 90 años. El puente es la obra de
infraestructura más grande que deja el gobierno de Moscoso que termina el 1
de septiembre. Lo construyó la empresa alemana Bilfinger
Berger a un costo de 103 millones de dólares. Uribe y Moscoso sostendrán una
entrevista en la casa presidencial panameña, previa a la inauguración del
puente, construido cerca de las esclusas Pedro Miguel, en el Pacífico de la
vía marítima y a unos 15 kilómetros al Noroeste de la capital. LANZAN
AUTOMOVILE MULTICOMBUSTIBLE. La filial brasileña de la compañía multinacional
automotriz estadounidense General Motors (GM) lanzó en el mercado local su
primer automóvil multicombustible (gasolina, gas
natural y alcohol), informó la empresa. El vehículo tipo sedán y de la línea
Astra, rotulado como Multipower 2.0, fue presentado
en la capital Brasilia al presidente Luiz Inacio ‘Lula’ da Silva, antes de su viaje a Paraguay,
donde cumplió compromisos del Mercado Común del Sur (Mercosur). El vehículo,
que fue probado por Lula en los parqueaderos del Palacio de Planalto, funciona con gasolina común y extra, alcohol
combustible y la mezcla de ambos, además de gas natural combustible. El
ministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Luiz
Fernando Furlan, en tanto, destacó el desarrollo
brasileño en materia de combustibles alternativos y el liderazgo regional con
automotores bicombustibles (gasolina-gas) y tricombustibles. Lunes
14 de Agosto de 2006 (Expreso) DON RAÚL ES EL ÚNICO SOBREVIVIENTE DE LOS BOMBEROS
QUE FUNDARON LA CORPORACIÓN. ‘Hay algo dentro de uno que te dice que debes ayudar y
apagar el fuego, es inexplicable’, expresa Piña Villa. Por Diana Loza.
HERMOSILLO.- Con dificultad, Raúl Piña Villa se acomoda en el confortable
sillón color café y se desabotona el elegante saco color gris que decidió
vestir, porque para él hoy es un día especial. Sus ojos se llenan de agua
cuando recuerda a Jahudiel Zamorano, un amigo de
tantos años quien murió el mes pasado. Confiesa que lo extraña, que le
hubiera gustado darle un fuerte abrazo y apretón de mano. Ante lo imposible,
el señor de cabellera blanca baja la mirada, pero en dos segundos la levanta,
sonríe, inclina lentamente su espalda hacia atrás y asegura estar dispuesto a
revivir viejos tiempos, aquellos de cuando era bombero. Escenas que guarda en
su memoria... Tal vez no con la misma precisión que antes, pero asegura las
conserva como uno de sus más valiosos tesoros, pues ahora él es el único
fundador del cuerpo de bomberos de Hermosillo que vive para contarlas. “Ser
bombero es una linda profesión, pero se nace con ello. Hay algo dentro de uno
que te dice que debes ayudar y apagar el fuego, es inexplicable”, comenta.
Raúl Piña Villa es padre de cinco hijos, esposo de Ema Burruel
y abuelo de una gran cantidad de nietos. Por más de 40 años de su vida fue
subcomandante del entonces Club Bomberos de Hermosillo, profesión que amó y
amará por siempre. El hombre de manos blancas y arrugadas comenta levantando
su dedo índice que el primer incendio en el que participó fue cuando tenía 12
años. Lo hizo por instinto, se trataba de una bodega muy cercana a su casa.
Él llamó a una pipa del ayuntamiento y sin la ayuda de nadie realizó acciones
con el fin de apagar el fuego. Desde ese momento supo que ser bombero era su
profesión, intuyó que había nacido para serlo y esperó la oportunidad de que
se formara un Club de Bomberos para cumplir su sueño. Era el año de 1946. El
señor de avanzada edad declara que fue testigo del incendio del Palacio de
Gobierno, aquel que se suscitó el 11 de junio de 1946. También colaboró para
que el fuego se apagara. Confiesa que resultó difícil. Él y sus compañeros
hicieron una ardua labor, pues se trataba de salvar un edificio con gran
significado histórico para él y sus paisanos hermosillenses. “Por desgracia
no se pudo hacer mucho porque el fuego se propagó muy rápido, pues el Palacio
estaba pintado con pintura de aceite. Sentí mucha tristeza de no tener los
elementos necesarios para controlar el fuego, por eso tuvimos que pedir ayuda
a gente de Nogales”, declara Raúl Piña Villa. Darle la mano a quien siempre
la necesita, saberse cuidar a uno mismo y a sus compañeros, pero lo más
importante, amar lo que uno hace, son las recomendaciones que el fundador del
Club de Bomberos de Hermosillo les brinda a los jóvenes que actualmente
pertenecen a esta institución. Raúl Piña Villa cuenta un sinfín de anécdotas,
historias que lo hacen reír a carcajadas y con otras adquiere seriedad y baja
su tono de voz, más aún cuando se trata de recordar a sus compañeros que ya
murieron. Satisfacción y una inmensa alegría es lo que asegura sentir Raúl
Piña Villa. Emociones que se incrementan cuando observa a las personas que
forman el actual cuerpo de bomberos; después, cuando se acercan aquellos
bomberos que como él decidieron retirarse en alguna etapa de la vida, viene
la nostalgia. Mientras la piel blanca del señor Raúl Piña Villa se eriza al
momento de colocarse el casco de bombero, expresa: “Lo que bien se aprende
nunca se olvida y tiene que haber bomberos toda la vida”. Raúl Piña Villa DANTE HOMERO RÍOS, ADMINISTRADOR LOCAL DEL
AEROPUERTO TIENE 31 AÑOS. Partos, llegadas de presidentes y llamadas
alertando por bombas son algunas de sus anécdotas. Por Mario Lugo.
HERMOSILLO.- Dante Homero tomó su primer viaje en avión cuando estaba en la
secundaria. Iba de vacaciones a Guadalajara con su familia. Como toda persona
que vuela por primera vez se sentía un poco nervioso; tan era así que tuvo
que hacer uso de la bolsa que dan a los pasajeros cuando están mareados. En
ese momento no imaginaba que gran parte de su vida la dedicaría a los
aviones. Dante llegó al mundo de los aeropuertos de una forma inesperada.
Estudió la carrera de Derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México y
cuando salió de ahí se encargó de manejar algunos asuntos legales de los
aeropuertos. En una ocasión lo enviaron a Torreón, Coahuila, lugar del que es
originario, para tratar el caso de unos terrenos que habían sido invadidos.
Se involucró en las actividades y cuando surgió la vacante de administrador
del aeropuerto se la ofrecieron a él. Le dijeron que sería por seis meses y
aceptó, pero en el mundo de los aviones hay un dicho que dice: “Cuando hueles
la turbosina, ya no te vas”. De alguna forma eso le pasó a Dante Homero Ríos
Concha. Por más de 31 años se ha dedicado a administrar aeropuertos de la República
Mexicana, dos de los cuales están en Sonora. En ese tiempo le ha tocado vivir
experiencias únicas, como amenazas de bomba, partos, enfermos y hasta
muertos, pero siempre ha sabido resolver el problema con el apoyo de su
equipo. Una esposa celosa Fue en mayo de 1975 cuando empezó a trabajar en el
aeropuerto de Torreón, Coahuila. 2 años después presenció una experiencia que
no ha olvidado. Una mujer embarazada iba a viajar en el vuelo 100 de
Aeroméxico por la mañana. No esperaba tener a su hijo hasta dentro de varias
semanas, pero el niño se adelantó. Afortunadamente en el aeropuerto había una
partera que junto con los bomberos y la línea aérea atendieron el parto.
Dante no pudo ayudar por el impacto que le causó la situación. También le
tocó pilotear vuelos comerciales. Una de las primeras veces que voló iba con
otro compañero. Ambos estaban aprendiendo a manejar el avión pero se
perdieron y fi nalmente aterrizaron fuera de la
terracería. “Eso me marcó porque entendí en toda su magnitud que la gente que
viaja en avión espera que los que estámos en la
tierra sepamos hacer nuestro trabajo”, comenta don Dante Homero Ríos. En el
caso del aeropuerto de Hermosillo, el 95% de las emergencias que se han
presentado no se han dado en aviones que vienen o salen de la ciudad, sino en
los que andan cerca del aeropuerto y aterrizan ahí por necesidad. Uno de los
casos más comunes son las llamadas de amenaza de bomba, que con el paso del
tiempo han disminuido por la facilidad que existe de rastrear la llamada.
Afortunadamente todas las ocasiones que le han tocado a don Homero recibirlas
han sido falsas alarmas. “En este trabajo tan sencillo manejas muchas
variables diariamente. Desde que el aire condicionado
no funciona hasta la atención de personalidades políticas como gobernadores y
presidentes de la República”, comenta don Dante Homero Ríos. Le ha tocado
atender a todos los presidentes de la República, desde Luis Echeverría hasta
Vicente Fox. “Yo digo que el aeropuerto es mi esposa, pero una esposa muy
celosa porque cuando me ve contento en mi casa y con mi familia se pone en
emergencia y me manda llamar”, comenta don Dante. Así le ocurrió un 24 de
diciembre, cuando por “celos” del aeropuerto tuvo que dejar la cena familiar
para atender un accidente automovilístico que afectó la malla del aeropuerto.
En otra ocasión tuvo que salir de la cirugía de nariz de su hijo por una
emergencia. “Ese es el aeropuerto. Yo odio el teléfono en la noche. Suena y
preguntó si es del aeropuerto y no me llaman precisamente para decir que todo
está bien”, comenta. El olor de la turbosina En 1983 don Dante Homero llegó a
Sonora para administrar el aeropuerto de Guaymas. En septiembre de 1997 se
vino al de Hermosillo, aeropuerto que ha administrado por 9 años. Espera
quedarse aquí porque ya tiene hecha su vida en este lugar. Se casó en Sonora
y aquí tuvo a sus hijos. Para él la vida en el aeropuerto es apasionante. Su
responsabilidad es muy grande porque tienen que trabajar por la seguridad de
los pasajeros. “Hay una hora mágica. Entre las 6 y las 7 de la mañana cuando
empiezas a ver cómo prueban las máquinas y preparan todo. Es muy parecido a
cuando instalan un circo. Todos saben lo que tienen que hacer. Después llegan
las crisis, pleitos y jalones”, dice el administrador del aeropuerto de Hermosillo.
A veces ha tenido que estar ahí a las 3 de la mañana o ha salido de reuniones
familiares por solucionar emergencias, pero don Dante le tiene amor a su
trabajo. Su mejor día es cuando logra solucionar en gran parte todas las
situaciones que se le presentan. Por 31 años don Dante ha trabajado en los
aeropuertos, le ha tocado vivir experiencias agradables y otras no tanto.
Espera seguir trabajado en el mundo de los aviones hasta el último día:
cuando lo corran o cuando ya no pueda seguir con la responsabilidad. “Cuando
hueles la turbosina ya no te vas”, comenta. Dante Homero
Ríos |