UN HECHO QUE NO DEBE OLVIDARSE JAMÁS Expulsan
a los jesuitas. El 14 de
julio de 1767, Juan de Pineda, gobernador de las Provincias de Sonora y
Sinaloa, emite las órdenes para la expulsión de los jesuitas, en forma retrasada
por haberse demorado las disposiciones que llegaron de la Ciudad de México. Expulsión de los
jesuitas Por esos años,
después de tantos trabajos y sufrimientos, después de tanta sangre martirial,
las misiones de la Compañía, también en las regiones más duras, como
California o la Tarahumara, vivían una paz floreciente. Sin embargo, «el
tiempo se estaba acabando para los jesuitas españoles en América, así como se
había terminado para sus hermanos portugueses y franceses. Expulsados de
Brasil en 1759 y de las posesiones francesas en América en 1762, los jesuitas
de las colonias españolas eran objeto de muchas críticas y de acre enemistad
en contra de ellos» (Dunne 321). Como había sucedido
en otras cortes borbónicas, también en la de España los favoritos de la corte
y los ministros, con las intrigas del primer ministro conde de Aranda,
determinaron que el rey Carlos III expulsara a los jesuitas en 1767 de todos
los territorios hispanos. El 24 de junio de
1767 el virrey de México, ante altos funcionarios civiles y eclesiásticos,
abrió un sobre sellado, en el que las instrucciones eran terminantes: «Si
después de que se embarquen [en Veracruz] se encontrare en ese distrito un
solo jesuita, aun enfermo o moribundo, sufriréis la pena de muerte. Yo el Rey». Cursados los
mensajes oportunos a todas las misiones, fueron acudiendo los misioneros a lo
largo de los meses. Los jesuitas, por ejemplo, que venían de la lejana
Tarahumara se cruzaron, a mediados de agosto, con los franciscanos que iban a
sustituirles allí -como también se ocuparon de las misiones abandonadas en
California y en otros lugares-, y les informaron de todo cuanto pudiera
interesarles. Llegados a la ciudad de México, obtuvieron autorización para
visitar antes de su partida el santuario de Nuestra Señora de Guadalupe. La
gente se apretujaba a saludarles en la posada en que estaban concentrados. El
jesuita polaco Sterkianowsky escribía: «Parecía
increíble el entusiasmo con que venían a visitarnos desde México. Si tratara
de exagerar, no llegaría a hacerlo». Poco antes de Navidad, cuenta Dunne, unidos a otros jesuitas que venían de Argentina y
del Perú, «partieron enfermos y tristes, abandonando para siempre el Nuevo
Mundo. Salieron de América para vivir y morir en el destierro, lejos de sus
misiones queridas y de sus hijos e hijas, sus neófitos» (330). Misioneros
ensanchadores de México Hemos recordado
aquí la inmensa labor misionera realizada en México por la Compañía de Jesús
con los indios tepehuanes, los de Sinaloa y Chínipas, los de Tarahumara, Pimería
y California; pero los jesuitas llevaron adelante, en condiciones de similar
dureza, otras muchas misiones entre laguneros, acaxees
y xiximíes, yaquis, mayas y yumas,
los indios del Nayarit y tantos otros. Por eso hemos de afirmar que todas
esas regiones son actualmente México gracias a los misioneros jesuitas, que ensancharon la patria mexicana con su grandioso
esfuerzo evangelizador. Y de franciscanos, dominicos, agustinos y otros
religiosos hay que decir lo mismo: los misioneros fueron los principales
creadores del México actual. Sin embargo, hoy vemos en las ciudades de aquella nación pesadas
estatuas, en el más puro estilo del realismo soviético, dedicadas a Juárez,
Obregón o Carranza, pero apenas hallaremos ningún recuerdo de estos santos
padres de la patria mexicana... La verdad, sin embargo, de
la historia humana está escrita con páginas indelebles, pues queda grabada en el corazón de
Dios. Concluimos, pues, con las palabras de Alfonso Trueba en su obra Ensanchadores de México (66): «Pensamos en la grandeza moral que encierran las
páginas de nuestra historia, de esa historia que el pueblo mexicano desconoce
porque se la han ocultado. Y pensamos que México
es una nación hecha por santos. Sus destructores han querido y quieren
que se la lleve el diablo, pero esos santos han de volverla a su antiguo
destino, y han de salvarla. Dios lo quiera». LA EXPULSIÓN EN SONORA Las órdenes para la
ejecución del decreto antecedente fueron comunicadas el 3 de junio por el
Virrey Marqués de Croix al Gobernador de las Provincias de Sonora y
Sinaloa, Coronel Juan Claudio de Pineda. Por las grandes distancias y las
deficiencias del servicio de Correos, no fue posible que se ejecutara el
extrañamiento de los Religiosos de la Compañía de Jesús en la fecha
señalada por el Conde de Aranda y hasta el 14 de julio el Gobernador giró las
instrucciones a los Capitanes comisionados para aprehenderlos y conducirlos
en dirección al Puerto de Guaymas. Algunos de los Misioneros Jesuitas ya
sabían que sus colegas de la Sierra Madre Occidental radicados
en la Nueva Vizcaya habían sido aprehendidos y enviados en
dirección al sur, y esperaron con calma y resignación que se hiciera lo mismo
con ellos sin haber tratado de huir o de resistir el cumplimiento de las
órdenes reales. Los Oficiales comisionados por el Gobernador Pineda fueron el
Capitán Lorenzo Cancio para los
Misioneros de la Provincia de Sinaloa y Río Yaqui; Capitan Juan Bautista de Anza para
los de San Francisco Javier (Sahuaripa); capitán
Juan José Bergoza para los de la Pimería Alta y Capitán José Antonio Vildósola para los de San Francisco de Borja (Río
Sonora) y los Santos Mártires de Japón (Región de Bacerac).
Al mismo tiempo dispuso el Gobernador que el decreto de expulsión de los
Jesuitas se publicara en todos los pueblos de su jurisdicción y que los
Misioneros hicieran presentación rigurosa de todos los bienes, propiedades y
objetos que hubiesen recibido con posterioridad al día 25 de junio, creyendo
infundadamente que podría encontrar alguna cosa desfavorable para los
afectados. Los Capitanes Bergoza, Vildósola y Anza tenían señalado al Pueblo de Mátape como punto de concentración de los Misioneros
de las zonas que se les habían señalado, y de allí fueron remitidos al Puerto
de Guaymas. El Capitán Cancio al mismo
tiempo se había trasladado con una escolta al Pueblo de Santa Cruz del Río
Mayo, en donde tenía su residencia el Visitador General de las Misiones de
Sinaloa, RP Jorge Fraiding. Allí le hizo la
notificación del decreto de expulsión; no presentó ninguna objeción y por
exigencia del mismo encargado, escribió a los Misioneros que de él dependían
citándolos al Pueblo de Camou, como
equidistante, sin explicarles el objeto del llamado. Allí se reconcentró la
mayoría de los Jesuitas habiendo quedado dos de ellos enfermos en Alamos; el Alcalde Mayor de la Provincia de
Sinaloa se presentó personalmente en Camou conduciendo
otros cuatro. Al mismo tiempo, el Capitán Cancio nombró
Comisarios que se hicieran cargo de las iglesias y de los bienes
pertenecientes a los pueblos de Misión, que indebidamente fueron considerados
como temporalidades de la Compañía de Jesús. El 25 de
agosto el mismo oficial participó desde el Pueblo de Torin al
Gobernador Pineda que las órdenes dictadas para aprehender a los Jesuitas
estaban cumplidas y que se encontraban allí todos los Misioneros, después de
haber sido arrancados por la fuerza de los lugares de su respectivas
residencias. A la vez, pidió autorización para demorar su traslado a Guaymas
en virtud de que allí no había comodidades, expresando que su súplica estaba
de acuerdo con las recomendaciones reales de que se les tratara con humanidad
y en su opinión así lo merecían por la resignación con que habían acatado el
Real Decreto de Expulsión. El Coronel Pineda dio su aprobación a la solicitud
de Cancio, disponiendo que se les trasladara
a la Misión de Huirivis, por ser de
las más próximas al Puerto y la que prestaba mayor capacidad para alojarlos.
En este pueblo y en el puerto fueron alojados en el edificio cural y en unos jacalones construidos meses antes por las
autoridades militares con motivo del arribo de la Expedición de
Sonora, y permanecieron allí largos meses por falta de transportes. Eran en total 51 de
los cuales fallecieron dos durante el tiempo de espera: los Padres: José
Palomino (Misionero de Guasave) e Ignacio González (Pueblo de Río
Sinaloa). Los 49 restantes fueron embarcados en el paquebot “Rey”
el día 20 de mayo de 1768 con destino al Puerto de San Blas, escoltados por
el Teniente Baltasar Aguirre y cuatro soldados nombrados por el Coronel
Domingo Elizondo por vía de cumplimiento a las órdenes superiores,
pues el Capitán del buque y el segundo oficial manifestaron que no
necesitaban escolta de ninguna clase para conducir a los Jesuitas a su
destino. Los Misioneros expulsados de las Misiones de Sinaloa fueron 19 y 30
los que corresponden a los de la Provinciade
Sonora, siendo los que a continuación se expresan: Sebastián Cava (Pueblo de Baca), Francisco
Javier Anaya (Tehueco), Miguel Fernández Somera (Ocoroni), José Antonio Sedano (Chicorato),
Fernando Berra (Bacubirito), Francisco Halaya (Mocorito), Antonio
Ventura (Mochicahui), José Garfias (Villa
de Sinaloa), Francisco Acuña (Pueblo de Toro), Vicente Rubio (Conicarit), José Rondero (Camoa), Lucas Atanasio Merino (Navojoa), Jorge Fraiding (Santa Cruz del Río Mayo), Francisco Ita (Batacosa), Ignacio
Javier González (Tecoripa), Manuel Aguirre y
José Liévana (Bacadéhuchi),
Jacobo Seldelmayer (Mátape),
Alonso Espinosa (San Javier del Bac),
Bartolomé Sáenz (Sahuaripa), José Wazet (Yécora), Ignacio Pfferercoa (Cucurpe),
Felipe Getzner (Sáric),
Luis Vicas (Tubutama),
Diego Barrera (Santa María de Sounca),
Miguel Almeda (Opodepe),
Francisco Javier Villarroya (Banámichi),
Juan Neuting y Ramón Sánchez (Huásabas), Bernardo Midenford (Movas), Andrés Michel (Ures),
Antonio Castro (Onapa), Benito Romero (Cumuripa), Francisco Javier Pascua (Bavispe),
José Pío Laguna (Bacerac), Pedro Díaz (Guévavi), Custodio Ximeno (Caborca), Maximiliano Leroi (Belem), Carlos Rojas (Arizpe), José Roldán (Arivechi), José Garrucho (Oposura),
Nicolás Perera (Aconchi), Enrique Kirztell (Onavas),
Alejandro Rapicani (Batuc),
Juan Lorenzo Salgado (Huirivis), Julián Salazar (Bacum), Juan Mariano Blanco (Rahum),
Francisco Paver (San Ignacio) y Lorenzo
García (Torin). La travesía de San
Blas al interior del país fue igualmente dilatada y en el tránsito
fallecieron los Padres Perera, Fernández Somera, Villarroya,
Merino, Rapicani, Pascua, Rondero, Halava, Laguna, Neuting,
Díaz, Liébana, Sánchez, Wazet, Kurztell, Cava, Leroi,
Aguirre y Berra, entre las poblaciones de Ixtlán del Río, Ahuacatlán, Magdalena y Tequila pertenecientes entonces
a la Nueva Galicia. Los supervivientes fueron embarcados en el
puerto de Veracruz con destino al extranjero en donde terminaron sus días,
excepto los españoles que volvieron a la Península. Miércoles 14 de
julio de 1948 DICTÓSE NUEVA ORDEN DE CESAR EL FUEGO. El Consejo de Seguridad
en Lake Success tomó el acuerdo y lo
envió a Arabes y Judíos.
Las tropas israelitas se posesionaron ayer de importante punto estratégico
que al mismo tiempo fuente de agua potable para Tel Aviv. Tel Aviv, Julio 14.
Fuerzas Judías capturaron ayer Razze Alein, que es una de las fuentes de aprovisionamiento de
agua potable para esta capital y venía constituyendo un serio peligro para su
seguridad desde que se apoderaron los árabes de este lugar. El mando
israelita anunció que con esa derrota de los musulmanes desaparecía toda
amenaza sobre Tel Aviv. SIGUE LA HOSTILIDAD DE LOS SOVIETS EN BERLIN Y
COREA. También en este último territorio han recurrido al extremo
de cortar las líneas que suministran energía eléctrica a la ciudad. Seoul Corea, Julio 14. El mando estadounidense en el
Sur de Corea ha presentado una enérgica reclamación al
soviético en la zona Norte, por haber suspendido las fuentes de
energía eléctrica hacia esta área, lo cual ha ocasionado grandes trastornos a
la industria lo mismo que a la vida doméstica. Las plantas más importantes en
todo Corea se hallan en el área que ocupan los rusos. CON 96 GRADOS DE CALOR LES DIO GRIPA (Por Facundo
Bernal). Mexicali, Julio 13. Hace tres días los habitantes de esta antes
sucursal del infierno disfrutamos de una temperatura primaveral; habiéndose
dado unos casos de gripa a causa del descenso en la temperatura la que en
años anteriores por estas fechas subía a 120 grados (48°C); ¡hoy marcó el
Fahrenheit apenas 96! (36°C) FUERTE INCENDIO DESTRUYÓ UNA CASA DESTINADA A ALMACÉN. Ayer de
las 15 a las 16 horas se registró un violento incendio en una casa del
antiguo Callejón Elena, que venía siendo ocupada para almacén de la Planta
Avícola de los señores Gutiérrez Hermanos, montando las pérdidas a muchos
miles de pesos pues el pequeño seguro que se tenía no alcanza ni para cubrir
una mínima parte de los daños. La conflagración se inició según se sabe, en
un poste que está enfrente a dicha casa, en donde se produjo un corto
circuito cuyas chispas se extendieron al interior del almacén en cuyo lugar
se guardaban objetos que fueron fácil pasto de las llamas. Tan pronto como el
Club de Bomberos tuvo conocimiento del incendio, sus animosos y valerosos
miembros se dieron a la tarea de sofocar el fuego contando afortunadamente
con bastantes pipas y con abundante agua. Dadas las materias que había dentro
del almacén no fue fácil salvarlas, sin embargo, los bomberos lograron cortar
el fuego que amenazaba cundir a los dominios contiguos. Gracias a la titánica
labor de los “hombres de fuego” el desastre no fue mayor. El señor Alberto
Gutiérrez, Gerente de la Planta Avícola, nos informa que las pérdidas fueron
muy considerables pues la casa destruida por el fuego, habilitada como
almacén, contaba con un costoso cuarto de refrigeración donde se conservaban
miles de huevos; se destruyó además un furgón de pasta de ajonjolí y otros
objetos. En el siniestro se comportaron a la altura de su deber Oscar López,
empleado de los señores Gutiérrez, así como Raúl Piña Villa, Allen John
Hilton, Fermín Zepeda, Everardo Ibarra, Alfredo Eguiarte,
José Luis Rentería, Ramón Blackman Lara,
Ramón Palacios, Arturo Haro Jr, Guillermo del
Raso, Filiberto Ruiz y Capullo Labrada. IMPUESTO PROBOMBEROS QUE DEROGÓ EL GOBIERNO PASADO. Los
constantes y repetidos incendios que se han originado en esta Capital, muchos
de ellos de grandes proporciones que han causado pérdidas cuantiosas, nos ha
sugerido averiguar si existe o nó en la
realidad un impuesto de dos por ciento que en años pasados decretó el
Gobierno local para formar y ayudar a los cuerpos de bomberos en el Estado.
Un alto funcionario bien enterado de estas cosas, nos informó hoy que el
referido impuesto del dos por ciento efectivamente se creó durante la
administración del General Román Yocupicio y
se destinó, como se dice en el párrafo anterior, a la formación y ayuda de
cuerpos de bomberos en la Entidad, a través de unas juntas que en esa época
se crearon. Más tarde el Gobierno del General Anselmo Macías, viendo el poco
o ningún provecho de tales Juntas, cambió el rubro del impuesto y en lugar de
seguirlo llamando “ProBomberos” lo designó “ProBeneficencia Pública”. A poco, la misma
administración del General Macías derogó tal impuesto terminando así el
citado gravamen del dos por ciento. Por los datos anteriores podrá verse
fácilmente que en ese impuesto el régimen del General Don Abelardo L.
Rodríguez nada tiene que ver. Bomberos de Hermosillo en Desfile por el
lado oriente del Jardín “Juárez” (50’s aprox) LLUVIAS EN EL SUR. Los pilotos de la Compañía Mexicana de
Aviación han reportado que anoche encontraron lluvias en Mazatlán y
Guadalajara y que hoy continúa nublado en la misma ruta; por lo que hace a
Sonora no hubo datos. ----------------------------------------------------------- Miércoles 14 de Julio de 2004 ARRASA LLUVIA 200 VACAS EN ARIVECHI. Una torrencial lluvia de 164 milímetros
azotó al Municipio de Arivechi provocando
la pérdida de 200 cabezas de ganado, 300 hectáreas de forraje y daños en 35
viviendas de la localidad. No hubo muertos ni lesionados de gravedad, pero la
fuerte precipitación tomó por sorpresa a las autoridades, habitantes y
productores, informó José Luis Cota Mendívil.
El secretario del Ayuntamiento deArivechi manifestó,
vía telefónica, que la situación ya está bajo control y que además 30
kilómetros de cercos de predios fueron dañados y otros 10 kilómetros de un
canal de riego quedaron azolvados. El ganado fue arrastrado por el nivel que
alcanzó la corriente del Río Sahuaripa, pues
se encontraba a la orilla del mismo y fue imposible recuperarlo, explicó. La
lluvia inició alrededor de las 22:30 horas del lunes y terminó cerca de las
00:30 horas de ayer, indicó. “Fue por sorpresa, no había prevención se vino
muy rápido esto, no esperábamos tanta agua desde hace años”, externó. NOMBRAN A GUAYMAS CAPITAL DEL ESTADO. “Guaymas, cuna de
héroes” fue declarada ayer como capital del Estado hasta las 21:00 horas por
lo que los tres poderes: El Ejecutivo, Legislativo y Judicial atendieron los
problemas y solicitudes de la comunidad. En representación del gobernador
Eduardo Bours Castelo, quien vacaciona
esta semana junto a su familia por Europa, asistió a la ceremonia el
secretario de Gobierno Bulmaro Pacheco
Moreno. El traslado de poderes por doce horas a este municipio se debió a la
conmemoración del 150 aniversario de la lucha de los guaymensescontra
los franceses, en defensa de la soberanía en 1854. FALLA EL AGUA EN 20 COLONIAS. Por una baja de energía
eléctrica ocurrida ayer 20 colonias de la ciudad tuvieron baja presión y
falta de agua, informó Reyna Gladys Munguía. “Fue algo ajeno a Agua de
Hermosillo que afectó a varios tanques de distribución”, explicó la encargada
de Gestión de Operaciones en Agua de Hermosillo (Aguahh).
La baja de energía sucedió ayer por la madrugada a causa de la lluvia y
fuertes vientos que provocaron que 15 equipos de bombeo en pozos de la Mesa
del Seri y La Victoria dejaran de funcionar, indicó Ileana Vargas González. |