Miércoles
09 de mayo de 1945 RATIFICARON
LOS NAZIS ANTE RUSIA RENDICIÓN DE TODOS SUS EJÉRCITOS. Keitel firmó en Berlin ante Zhukov. El
presidente Kalinin y el Primer Ministro Stalin proclamaron el día de hoy
miércoles como Día de la Victoria después de haberse ratificado la rendición
de Alemania anoche en Berlín ante los jefes del Ejército. La ratificación de
la firma fue llevada a cabo en forma espectacular en la derruida capital
alemana en el edificio que sirve de cuartel general al mariscal Zhukov, una antigua escuela militar de infantería.
Después de la firma ante los generales americanos y británicos en Rheims, el primer ministro Stalin exigió a los alemanes
que ratificaran la firma ante el mando rojo, lo cual se hizo ayer a la media
noche. Intervinieron por Rusia el mariscal Gregory Zhukov,
por Inglaterra el Mariscal Sir Arthur Tedder, por
Estados Unidos el General Spaats y por Francia el
General Tasigny; el mariscal Wilheim
Keitel llevó la representación del ejército alemán,
acompañándolo en la misión el Almirante Hans Von Friedeburg
y el Coronel General de Aviación Stunck; fueron
transportados a Berlin en un avión americano. Los
tres plenipotenciarios germanos se presentaron de uniforme y luciendo sus
condecoraciones, pero Keitel además portaba su
bastón de mariscal y lucía una gran suástica nazi. Después de saludar
militarmente, Keitel firmó sin leer los documentos;
en seguida, por medio de un intérprete, pidió 24 horas para poder notificar a
todas las tropas, pero cuando el intérprete habló a los jefes aliados en ese
sentido, estos se negaron a contestar. Keitel y sus
compañeros entonces se pusieron de pie, saludaron militarmente y salieron del
salón. (Izquierda a derecha): General Hans-Juergen
Strumpff, el Mariscal de Campo Wilhelm Keitel, y el Almirante Hans-George von Friedburg JAPÓN
SEGUIRÁ EN LA GUERRA AFIRMA TOKIO. La radio de Tokio dio a conocer los comentarios de los
principales periódicos japoneses a propósito de la rendición de Alemania y
por ello se ve que en aquel país hay el propósito de continuar la guerra a
toda costa. CÓNSUL
DE FRANCIA EN SONORA.
El señor Don Emilio Béraud, quien por largos años
fue Cónsul de Francia en Sonora, ha recibido nuevamente el nombramiento que
lo acredita con ese carácter. Como es bien sabido, el señor Béraud renunció al puesto honorario de que se trata
después de la caída de París y al formarse el Gobierno de Vichy.
Posteriormente, el Comité de Liberación Francesa lo designó su representante
en esta región y después el Gobierno de París presidido por el Gobernador
Charles de Gaulle, le reiteró su anterior nombramiento como Cónsul en Sonora.
Con ese carácter ha recibido la notificación oficial de la rendición de
Alemania y en esta ciudad sus muchas amistades lo han felicitado por este
histórico suceso. ÉXITO
EN EL HOMENAJE A LAS MADRES. Con la asistencia de centenares de personas, anoche se efectuó
con marcado éxito la función extraordinaria dedicada a todas las madrecitas
de Hermosillo, habiéndose impuesto las medallas de oro y plata a las madres
triunfadoras como la más anciana, la más prolífica y la más joven,
correspondiendo dichos premios a las señoras María P. de Bernal (108 años),
María V. de Parra con 15 hijos vivos y Rosa Bujanda
Muñoz de 14 años de edad. Todos los elementos artísticos estuvieron a la
altura de su deber sobresaliendo “Los Viejitos” y la cantante Isabel.
Actuaron como maestros de ceremonia los locutores Raymundo Miranda Ojeda,
Ricardo Valencia y Manuel Botello Ramírez. NUESTROS
INDIOS SERIS (Por el Profr. Manuel Sandomingo). Vamos a decir algo sobre esa pobre tribu, ligeramente nómada,
tal vez una de las más antiguas del Estado, que se ha refugiado en la Isla
del Tiburón y en las costas adyacentes de Sonora; nos referimos a los pobres Kunkaaks que aún nos quedan, practicando las costumbres
de sus abuelos y con la fe de sus deidades en el alma. Esos indios tuvieron
lares queridos, creencias, hogar; y todo lo hemos tomado para nosotros en
nombre de la civilización. Eran bárbaros y crueles, pero los nuestros fueron
más crueles, por lo menos, en ciertas ocasiones en que levantábamos como un
derecho sagrado el pendón de la Conquista y el de la expoliación más inicua.
Hubo sí, almas grandes y buenas entre nosotros, que lloraron con los Indios
sus amargas desventuras, pero no fueron muchas. ¿Quienes
eran y de dónde procedían estos Indios?. Han pasado
muchos siglos desde que se hace esta misma pregunta, y hasta hoy nadie ha
podido contestarla satisfactoriamente. Que es autóctono, que procede de Asia,
tal vez de la Atlántida o de Polinesia. La autoctonía tiene bases endebles;
si la procedencia de Asia está favorecida con argumentos más sólidos, nuestro
parentesco con los polinesios, si los hay, es remoto o muy ligero y la teoría
de la procedencia Atlántica no ha podido comprobarse, según los dicen muchos
etnólogos e historiadores respetables. ¿Que podemos
decir entonces de nuestros Seris?.
Los Kunkaaks tienen una filiación étnica bien
definida y si admitimos la clasificación de nuestras naciones aborígenes en
nómadas, agricultores y pescadores, pues la costumbre de cazar la tuvieron
todos, entonces la nación seriana quedaría
clasificada como una agrupación humana principalmente dedicada a la pesca.
Los que admiten como aceptable esta clasificación la sostienen con los hechos
rigurosamente históricos de que el Seri, los Upanguaymas,
los Salineros y los otros indígenas vivieron siempre en la costa y buscaron
su alimento principal en los productos marinos. Queda fortalecida esta
división con el hecho de que el Seri no se aclimata fácilmente a grandes
alturas sobre el nivel del mar, y a la vez, por los depósitos de conchas
acumuladas en diversos lugares de la costa las cuales se fueron haciendo
durante las visitas temporales a los manantiales y tinajas de la región Seriana. Aseguran algunos etnólogos que visitaron la isla
que estos depósitos son importantísimos y que tienen una antigüedad de medio
centenar de siglos. Aunque los Seris dominaban una
buena parte de Sonora durante la inmigración Pimana,
generalmente no se admite que llegaron a Sonora por el Estrecho de Behring, es decir, efectuando una peregrinación terrestre
más o menos dilatada, puesto que el hombre Seri no pudo resistir la
prolongada estación invernal de las regiones Yukonianas,
ni separarse del mar que era su amado elemento. Según una tradición recogida
por el Rectorado de los Santos Mártires del Japón de Huásabas,
los Seris tuvieron un vago recuerdo de que habían
llegado por mar en grandes balsas de carrizo y esto se confirma con el
parentesco que se les reconoce con los primitivos habitantes de Kamchatka y
con una creencia Kunkaak que asegura que
el primer pelícano hizo emerger de las aguas la Isla Shósne
creando al Padre de todos los Seris, lo que vino a
ser según ese documento, parte de una herencia mnemónica de estos indígenas
traída de las regiones del Norte. Tal es en síntesis la tradición hallada en
uno de los archivos más interesantes que ha tenido nuestro querido Estado de
Sonora. Nota: El Rectorado de los Santos Mártires del Japón se encontraba en Huásabas durante la Conquista y recibió este nombre en
honor de los mártires cristianos que fueron crucificados en Nagasaki el 5 de
febrero de 1597. |