Un Antropólogo Urbano LA SECCIÓN DE JOSE RAFAEL AGUIRRE Rafael
Aguirre (Izquierda) y Frankie (ExApson) |
Conocí a Rafael
por allá a principios del 2001. Mientras dejaba a mis hijos en la Escuela muy
temprano, solía sintonizar la radio y escuchar un programa muy ameno a cargo
del locutor de la XEDL en aquel entonces, José Rafael Aguirre; nació en
Sinaloa, pero de muy pequeño llegó a Hermosillo como tantas familias que
tomaron a la capital de Sonora como su segunda tierra, incluyo a mis padres
en ese tipo de aventura. El programa me cautivó y lo disfrutaba ampliamente,
y creo que no pocos hermosillenses teníamos este agradable despertar que
destruía la rutina de la vida diaria entre risas y añoranzas. Sucedió que en mis
obligaciones de investigador en hidráulica de la Universidad de Sonora,
surgió la idea de estudiar la historia de Hermosillo; los problemas de
escasez de agua en la capital se acrecentaron por aquel entonces ante el
escenario de una presa AL Rodríguez vacía, y el crecimiento urbano debía
analizarse con seriedad desde sus comienzos. Un buen día
coincidimos en la Hemeroteca de la Universidad de Sonora; aproveché la
oportunidad para intercambiar opiniones sobre la historia de la ciudad y de
ahí en adelante llevamos una buena amistad; intentamos incluso una revista efemérica de la cual publicamos algunos números. Varias
veces mi hermano José Alfredo y yo asistimos a su gustado programa y por
algún tiempo disfrutamos de la historia de nuestra querida ciudad ante el
micrófono. José Rafael
distribuía un pequeño folleto comercial donde incluía parte de sus
investigaciones históricas que llevaba por título “Oportunidades”; editó uno más
que se tituló “De Hermosillo” con los cuales ganaba algunos pesos, aunque al
decir de él mismo el trabajo era agotador
y la paga escasa. Muchas horas y una
pila siempre alta de periódicos eran su diario vivir en la Hemeroteca de la
Universidad; algunos nos disgustábamos incluso porque tenía “acaparados”
varios ejemplares en un afán de no perder de vista cierta nota que le
interesaba; los grandes libros de periódicos como El Imparcial, El Sonorense,
Matinal y otros, siempre tenían trozos de papel como separadores con su
inconfundible letra; con los años se presentaron las enfermedades y le fue
más difícil subir las escaleras empinadas y reducidas del Museo; en algún
tiempo subíamos una computadora para escanear notas y fotografías de interés…
trabajamos incansablemente… no hay duda de eso. La mayor parte de
su vida escribió en varios cuadernos esos trozos de historia que seleccionaba
del archivo; en alguna ocasión intenté
ayudarlo filmando el periódico a la vez Lupita Mendoza, secretaria de
Hidráulica, nos ayudaba en la tarea escribiendo texto; también hizo
grabaciones en voz para reproducirla en audífonos y pasarla a texto digital;
fueron largas horas empleadas con la pasión de dos soñadores perdidos en el
espacio de los viejos muros del Museo.
Con el tiempo Rafael alcanzó el éxito al ser nombrado “Cronista de la Ciudad
de Hermosillo”, en mi concepto un reconocimiento especial por su dedicación
al tema histórico, aunque el nombramiento llegó tarde en mi particular
opinión. Hace 12 años
Rafael me facilitó esos cuadernos que traía en la cajuela de su viejo
automóvil y logramos digitalizarlos para esperar una futura depuración y
publicar un libro que nunca llegó. Hace poco tiempo falleció, y en recuerdo a
su entusiasmo y dedicación considero oportuno divulgar esta rica fuente de
datos que día tras día fabricó calladamente con su puño y letra; la
información debe ser del dominio público, a la vez que servirá para reconocer
el esfuerzo
que el Antropólogo Urbano José Rafael Aguirre realizó en más de 3 décadas….
Gracias Rafael… Ing. Manuel
de Jesús Sortillón Valenzuela mjesus561@hotmail.com |