LA LIGA DE LA COSTA DEL PACÍFICO

IV Temporada

1948-1949

 

La cuarta temporada de la Liga de la Costa del Pacífico fue una campaña de aprendizajes, pues si bien aparecieron grandes estrellas en el firmamento deportivo, en los escritorios de las oficinas de cuando menos la mitad de los clubes las preocupaciones estuvieron a la orden del día. Las lluvias cuantiosas durante el mes de enero de 1949 obligaron a la suspensión de series completas afectando a ciertos equipos, principalmente a Guaymas y Hermosillo que tan urgidos estaban de victorias y de buenas finanzas; fallidas y costosas contrataciones contribuyeron también a producir un escenario muy complicado que quitaron el sueño a más de un directivo. La competencia tomó un calor nunca antes visto y así como las dificultades emergieron, también hay que decirlo, hubo excelentes manifestaciones de un beisbol de calidad superior a la observada en las anteriores ediciones.

 

Los Juegos Inaugurales

La temporada comenzó el penúltimo día de octubre de 1948 visitando Hermosillo a Mochis, Culiacán a Guaymas y Obregón a Mazatlán. El “caballito” de batalla de los Queliteros, el gran “ciclón” Manuel Echeverría, doblegó a los Cañeros en el partido inaugural por marcador de 6-3 aunque en el segundo de la serie “Booker” (“Balazos”) McDaniels pinta de blanco 2-0 al equipo capitalino. De nueva cuenta Echeverría acumula otra victoria más a su larga y exitosa carrera deportiva venciendo en el decisivo a Guillermo “Memo” Luna con marcador de 7 carreras a 3 con menos de dos días de descanso. Echeverría iniciaba como era su costumbre, sin embargo como se vería después, el beisbol le tenía preparados días muy ingratos que tendría que enfrentar con valor el gran atleta.

 

En el puerto sonorense de Guaymas, “la Tuza” Ramírez deja de manifiesto que vendría por una gran temporada venciendo por blanqueada a los Ostioneros 4-0 quienes aún lucían incompletos esperando la llegada de “su” Theolic Smith (que no apareció) y del “brujo” Barney Serrell (que tuvo una campaña desafortunada). Los “Tacuarineros” barren en la serie al débil equipo porteño ganando el segundo 4-2 con gran serpentina de Tomás Arroyo y el Negro Morales saca su escoba terminando el barrido por marcador de 3-2 sobre Ladislao Zamora.

 

En el puerto Mazatleco, los “Trigueros” de Obregón sólo empatan el segundo juego 2-2 en 11 entradas, perdiendo los otros dos por marcador de 3-2 con gran labor de Daniel Ríos, y 12 carreras a 1 lanzando el novato sensación de 20 años Eddie Whitey Ford, el mismo que durante la década de los cincuentas y sesentas sería un superestrella en las Grandes Ligas con los Yankees de Nueva York, estando hoy en día en el selecto grupo de los inmortales de Cooperstown.

 

Tacuarineros de Culiacán

Muy pronto el desarrollo de la campaña descubrió quienes podían llegar a ser campeones. Venados de Mazatlán y Tomateros de Culiacán, acérrimos enemigos del vecino estado de Sinaloa, empezaron a ganar partidos a dos manos empujando poco a poco hacia el sótano a las débiles novenas de Hermosillo y Guaymas. Mochis por su parte resistió un poco más el embate de las poderosas escuadras sinaloenses siendo los “Trigueros” de Obregón quienes lograron intimidarlos  fuertemente  logrando armar uno de los equipos más completos en la historia de la Liga de la Costa de Pacífico. Al concluir la penúltima serie Culiacán sacaba medio juego de ventaja a Mazatlán y Obregón; los tres equipos exhibían un empate exacto de 35 victorias, aunque los “culichis” tenían un juego pendiente con Mochis presentando 21 derrotas a cambio de 22 de los otros dos; casualmente en la última serie se enfrentarían “Cañeros” y “Tacuarineros” en un fin de semana clave para conocer al nuevo campéon.  Culiacán logró su propósito y el lunes 14 de marzo los periódicos anunciaban al nuevo rey del beisbol norteño, trofeo obtenido al lograr la victoria en los cuatro partidos ante Mochis concluyendo así una excelente campaña, iniciando una serie de triunfos excepcionales que lo llevarían a ser uno de los mejores clubes en los 13 años de vida del torneo.

 

Culiacán 1948-49. PARADOS: Chema Castro, Chorejas Bravo, Huevito Alvarez, Chino Ibarra, Manuel Arroyo, Henry Robinson, Dick Cole, Alfonso Ramírez, Hector Lara y Caliquín Gómez. HINCADOS: Ramón Vargas, Rata Vargas, Homobono de la Rocha, Moscón Jiménez, Tomás Arroyo, Negro Morales, Carlos Villarreal y batboy. Faltan: Art Pennington, Steve Gerkin, Mike García, Jack Graham y Keith Simmons.

 

Manuel Arroyo dirigió la novena una vez más teniendo dos brazos que le dieron muchas satisfacciones a su club: Alfonso “la Tuza” Ramírez que logró 15 victorias en la contienda y Tomás Arroyo, llevándose el  campeonato de pitcheo con 13-4 y un excelente promedio de 2.03 en carreras limpias permitidas. Entre ambos lograron 28 victorias de las 39 del equipo. Manuel “El Negro” Morales trabajó bastante como relevo y a veces de abridor ganando 3 sin conocer la derrota; en realidad el tercer abridor nunca estuvo fijo pues ocuparon el puesto Keith Simmons con resultados regulares, Steve Gerkin que fue dado de baja por Mochis y que con Culiacán logró triunfos muy importantes; llegó a lanzar con los Atléticos de Filadelfia en 1945 sin llegar a ganar un juego perdiendo doce. Brincó también a la loma por Culiacán el pitcher Mike García, quién después sería famoso con los Indios de Cleveland llegando a ganar 142 juegos en la Gran Carpa en poco más de 10 años de titular; en la Liga de la Costa del Pacífico ganó 2 y perdió igual cantidad; se fue antes de concluir la campaña pues los entrenamientos exigían su presencia en ese año de 1949 en que recibiría la oportunidad de ser estelar en la rotación.

 

Art “Supermán” Pennington; Jugó con Culiacán en Esta Edición 1948-49

 

En cuanto al bateo y gente de campo, Culiacán formó a un equipo muy bien equilibrado. En la receptoría tenía dos de los más experimentados de la Liga: Carlos “Caliquín” Gómez y Salvador “la Rata” Vargas. En la primera lucía Jorge “Chorejas” Bravo y el norteamericano Arthur Pennington que participó poco ahí; Dick Cole se hizo cargo de la segunda base siendo líder en triples de la Liga con 7 con muy buen ojo bateador pues solo fue ponchado 7 veces en 221 turnos. Henry Robinson continuó en la tercera repitiendo la campaña con Culiacán y despachando la mitad de los 8 cuadrangulares del club con 0.298 de promedio y 29 producciones. En el short stop la garantía estaba en las manos de Guillermo “Huevito” Alvarez, quien en 62 juegos  dejó un promedio de 0.262. Los jardines estaban cubiertos por Art Pennington, Alfredo “Moscón” Jiménez, un poco de tiempo estuvo Jack Graham aunque no fue el mismo del año anterior, José Ma. Castro y el “Chamaco” Héctor Lara.

 

Mike García (1923-1986) con Medias Blancas en 1960. Tuvo récord de 142-97 en Grandes Ligas desde 1948 a1961 con los Indios de Cleveland (12 años), Medias Blancas de Chicago y Washington

 

Culiacán estuvo en segundo sitio durante las primeras 9 series de la campaña, sin embargo tomó el liderato al concluir la número 10 y jamás lo soltó hasta el último día de la competencia; en esa serie, Culiacán aprovechó que Hermosillo le ganó dos juegos a Venados mientras que el equipo de la Capital de Sinaloa vencía en dos ocasiones a Mochis y empataba uno, partido que dejarían hasta el final “para lo que se ofrezca”. Culiacán compartió una sola vez el primer sitio con Mazatlán al terminar la serie 13.

 

 

Dick Cole (1926-). Jugó en Grandes Ligas de 1951-57 con Pittsburg (5 años), San Luis y Milwaukee. Bateó para .249; Buen Jugador de Cuadro

 

 

Venados de Mazatlán


Venados fue el más duro rival de Culiacán durante la campaña junto con Obregón. Ganó 12 partidos en fila desde el día inaugural rompiendo el récord de Hermosillo que en la II temporada había implantado con 11.  Logró mantenerse en primer lugar en el standing durante los primeros 27 juegos de la temporada pero el manager debutante Guillermo Garibay nunca pudo bajar del  primer sitio a la poderosa escuadra de Manuel Arroyo. Daniel Ríos, “Músico” Estrada, “Corazón Torres” y el novato sensación Eddie Ford llevaron el peso de abrir los juegos con excelente trabajo todos; destaca sin lugar a dudas la brillante labor del jovencito de 20 años nacido en Nueva York quién logró 7 victorias consecutivas desde el inicio de la campaña, creando gran expectación en cada parque de beisbol que se paraba. Logró ganarle a todos los equipos en ese lapso de 31 de octubre al 10 de diciembre de 1948, recetando una blanqueada a Guaymas y otra a Culiacán, repitiendo las victorias sobre Mochis y sobre el equipo Ostionero. Los Trigueros de Obregón le cortaron la racha el día 19 de diciembre jugando en el Valle del Yaqui. Al final de la campaña ganó 12 y perdió 7, y aunque deslució un poco en la segunda mitad de la temporada, se le recuerda con respeto por su gran valentía al enfrentar a los grandes cañoneros de la época. Doce años después con los Yankees ganó 25 y perdió 4 llevándose el trofeo máximo codiciado por todos los lanzadores: el Cy Young.

 

Edward Charles Ford (1926-)

 

El line-up de Mazatlán era poderoso con: Gilberto “Gilillo” Villareal en el campo corto, José Luis “Chile” Gómez en la segunda, Víctor Manuel “La Pinga” Canales en la tercera, Epitacio La Mala Torres en el jardín central; Dee Moore en el izquierdo, Clinton Courtney en la receptoría,  Pete Hughes en el right  y Memo Garibay en la primera base alternándose con J. McDonald y B. Garbey cuando estuvieron. Pete Hughes fue el gran cañón de Mazatlán con 8 cuadrangulares produciendo 33 carreras, pero en el jardín mantenía a todos “con el Jesús en la boca”. Venados quedó finalmente en tercer lugar en una campaña que puede considerarse de gran éxito.

 

Los Mochis


Los Cañeros de los Mochis participarían por segunda vez en este tipo de torneos; dispuestos a mejorar su posición en el standing hicieron contrataciones importantes, principalmente en el manager Lázaro Salazar que incluía a los lanzadores Booker McDaniels, Marion Thomas, Guillermo “Memo” Luna, Indian Torres, Juan Conde y después de la segunda mitad trajeron a “Patón” González y Wilfrido Salas. Steve Gerkin fue traído por los Cañeros pero le tuvieron poca paciencia y emigró a Culiacán, equipo al que ayudó enormemente en los juegos finales. El equipo mejoró bastante con relación al año anterior de noviciado, pero nunca fue un serio aspirante al título; la base de jugadores fue la siguiente: Raúl Navarro cumplió toda la campaña en la receptoría. La primera estaba custiodada por Felino Cárdenas, Felipe Montemayor y Lázaro Salazar; Marvin Williams se posesionó de la segunda y en la tercera Celso Zendejas y Molinero Montes de Oca se alternaban. En el short stop Felipe “Burro” Hernández cumplió de maravilla su temporada de novato. En los jardines trabajaron Mosco Reyes, Lou Novicoff (el “Ruso Loco”), Felipe Montemayor, Manuel Salvatierra (llegado de Obregón), Rodolfo “el Mulo” Alvarado y “Diablo” Núñez. Mochis fue líder en bateo colectivo pero el trabajo en la loma de lanzar nunca pudo brillar. A mitad de la temporada estaba a 11.5 juegos del primer lugar, y aunque tuvo gran mejoría en el último cuarto de la campaña, nunca pasó más allá de los 6 juegos del líder quedando finalmente en cuarto lugar a 10 juegos de Culiacán. De lo rescatable en el pitcheo podemos decir que Guillermo Memo Luna se fajó valientemente en las épicas batallas que libró con los mejores lanzadores de la liga, llegando a lanzar dos blanqueadas a Mazatlán y una a Obregón, equipos de gran estirpe en la Liga.

 

Lanzadores del Equipo de “Monarcas” de Kansas City en la Liga Negra; McDaniels lanzó para Los Mochis en 1948

 

 

Trigueros de Ciudad Obregón

En cuanto a los “Arroceros” o “Trigueros” de Obregón, su segunda temporada fue espectacular; aunque iniciaron un poco flojos el torneo llegando a estar a 8 juegos del líder Mazatlán al término de la quinta serie, el equipo comandado por Angel Castro hilvanó una cadena de 9 series ganadas al hilo acercándose a 1 juego del líder Culiacán al término de la semana 14 de juego. Los “asesinos del Yaqui” conformaron un gran trabuco siendo considerado por muchos como una de las mejores novenas que se pasearon por los diamantes de la costa del Pacífico. Castro custodió la primera almohadilla; en segunda duró algunas semanas hasta que fue cesado del equipo por indisciplina en la serie 12 el gran prospecto de Grandes Ligas Roberto “Beto” Avila. En tercera base cumplió buena temporada Eloy Barrera y en el short stop la gran atracción era ver jugar a “Mamerto” Dandridge; en los jardines había oro sólido con Claudio Solano en el izquierdo, Agustín “Pijini” Bejerano en el centro y Bill Curley en el derecho. El pitcheo era de primera línea con Procopio Herrera, Al Rodríguez, Raymond “Jabao” Brown y Walter McCoy, quien fue dejado en libertad por Hermosillo siendo de gran utilidad para Obregón al ligar 9 triunfos en fila. Lucio Olivas y el mismo Angel Castro subieron también a la loma dando excelentes exhibiciones en labores de abridor o de relevo.

 

Ray Dandridge (1940) con el Veracruz en la Liga Mexicana

 

Aún con todo su poderío, los “Arroceros” jamás pudieron bajar del primer sitio a   “Tacuarineros”; dos derrotas ante Mazatlán en la serie número 18 y otra ante Mochis en la penúltima lastimaron seriamente sus aspiraciones de título; las escasas victorias en los primeros días de la temporada cuando llegó a estar incluso con 4 ganados y 10 perdidos tuvieron que ver en el resultado final. Los “Asesinos del Yaqui” debieron  conformarse con un excelente segundo lugar en su segunda participación en el todavía joven circuito, pero sin lugar a dudas que el traje de campeón también también estaba hecho a su medida.

 

 

Queliteros de Hermosillo


Para los “Queliteros” de Hermosillo la temporada estuvo realmente de gatos negros. Después de haber quedado campeón en la segunda edición y terminando la tercera a tambor batiente, esta cuarta campaña no resultó como se esperaba. Joe Valenzuela no se puso el uniforme blanco y negro en esta ocasión, Manuel Echeverría tuvo un año desafortunado perdiendo 8 partidos por igual número de victorias, Francisco “Cochito” Sosa y Enrique “el platanito” Leduc fueron valientes en la loma pero con poca altura para enfrentar a las poderosas escuadras que se formaron; se probaron lanzadores norteamericanos como Al Yaylan, Lee Howard y Walter McCoy que no pudieron darle al equipo la estabilidad ganadora en esta posición tan determinante en el beisbol. En el caso de Walter McCoy hubo poca paciencia con él pues abrió dos partidos y los perdió antes de ser dado de baja; para el día de navidad ya estaba alineando con Obregón llegando a eslabonar una cadena de 9 victorias consecutivas quebrando la marca de 7 impuesta por Ed Ford en esta misma campaña; con los Trigueros terminó ganando 10 y perdiendo sólo uno.

 

 Art Lilly (0.161) repitió como manager pero cuando Hermosillo francamente se derrumbó Virgilio Arteaga tomó el timón. El cuadro prácticamente fue el mismo que el año anterior con Arteaga (0.256) en primera, Lilly en segunda, Uriarte en tercera (0.277) y la gran sensación  que fue en esta campaña José Bache, que como parador en corto terminó campeón bateador con 0.319. En los jardines Herman Reich repitió pero duró unas cuantas series y regresó ya casi al finalizar la campaña; al principio se contrató a Jim Sebastian pero fue un fracaso; el famoso Charlie Silvera pisó el diamante en sólo 3 partidos. En un momento de desesperación se contrató al catcher Tom Lloyd que fue un rotundo fracaso también; completaban la escuadra “Llorón” Ocampo, “Mosco” Reyes y “Cartucho” Regalado sin grandes cosas. La novedad fue la aparición de dos buenos jugadores de Sonora: Ventura Morales y Héctor “el Chero” Mayer. El equipo se vio más o menos bien las primeras dos series pero de ahí en adelante se fue alejando del standing para jamás levantarse, llegando a compartir el lúgubre sótano varias veces con los Ostioneros terminando en penúltimo lugar a 20 juegos de distancia del campeón. Tan mal estuvo el equipo que en los últimos 29 partidos de la temporada sólo ganó 6.

 

Charles Anthony Ryan Silvera (1926-)

Jugó Brevemente con Hermosillo en esta IV Temporada de la LCP

Estuvo con Nueva York (A) de 1948 a 1957 de cátcher suplente

 

Ostioneros de Guaymas

Finalmente toca el turno a los Ostioneros de Guaymas llamado también “el equipo de Don Florencio”; en forma resumida diremos que el team del puerto sonorense en esta ocasión definitivamente no pudo con el torneo. Después de brindar estupendas campañas en las primeras tres ediciones, el batallador equipo costero se desplomó desde el primer día de la competencia en una dramática caída libre. Perdió por limpia ante Culiacán y Mazatlán en las primeras dos series y hasta el octavo juego pudo ganar su primero de la temporada en Los Mochis; ganó la primera serie hasta la semana número 7 ante Mazatlán y la segunda hasta la número 15 sobre el también colero equipo de Hermosillo a quien le repitió la dosis en la penúltima confrontación; sin embargo  fue barrido por Obregón para concluir la temporada quedándose inevitablemente en la oscuridad del sótano a 21 juegos del campeón Culiacán.

 

“El béisbol en Hermosillo” de Angel Encinas Blanco

 


El cuerpo de lanzadores de Guaymas tuvo una baja sensible al quedar ausente de la temporada el “Echeverría” de los Ostioneros Theolic Smith. Sin él se fueron prácticamente 10 juegos ganados que mucho hubieran servido a la causa; Aurelio Espiricueta tuvo una floja actuación perdiendo 8 partidos aunque realizó presentaciones formidables en la loma como cuando blanqueó a Los Mochis el 13 de febrero de 1949 en un duelo con Juan Conde ganando con la mínima diferencia. Ladislao Zamora solo ganó un partido perdiendo 4, Ramón Correa ganó otro perdiendo 3 y Gilberto “Borrao” Garza que fue el más batallador perdiendo 10 a cambio de 5 victorias; Coty Leal también abrió algunos partidos perdiendo 5 a cambio de 3 victorias. Participaron también en la loma los norteamericanos Gene Smith que no ganó y perdió dos, y John Williams que ganó uno y perdió otros dos. En suma, uno de lo rubros de mayor importancia en el beisbol anduvo con muy poca fortuna en este equipo.

 

 En cuanto a los toleteros, Bill Wright fue el mejor antes de irse con 0.288; Barney Serrell no estuvo efectivo con el bat produciendo 21 carreras cuando el año anterior destrozó la Liga con 61. Laureano Camacho  tuvo un año gris cumpliendo simplemente en las labores de receptor; Manuel Magallón se olvidó de batear como sabía hacerlo y que decir de “Bacatete” Fernández que este año le dió a la pelota para un promedio de 0.200. Luis “Texano” Castro que fue el novato del año en la edición recién transcurrida bateó para un pobrísimo 0.166; Vinicio García cubrió la segunda base y también se contagió de la misma enfermedad. Con un pitcheo deficiente y un bateo mediocre el beisbol se portó cruel con Guaymas enviándolo al sótano desde los primeros días de juego concluyendo la contienda  a 21 juegos del primer lugar.

 

No cabe duda que Culiacán fue el gran equipo, el merecido Campeón. Su mejor beisbol con las grandes estrellas que brillaron en todos los diamantes de la Costa ofrecieron un espectáculo inolvidable. Junto con Mazatlán y Obregón conformaron las escuadras de primer nivel, mientras que Guaymas, Hermosillo y Mochis hicieron lo suficiente para calificarlos como novenas de mucha  menor categoría. El Club de Culiacán dejó claro en esta IV temporada que quería consolidarse como un equipo protagonista  de batallas titulares, como lo ha sido hasta nuestros días después de más de 60 años de beisbol profesional en el noroeste de México.

 

 

 

 

 

STANDING FINAL

 

20

 

EQUIPOS

 

JJ

 

JG

 

JP

 

JE

 

JV

 

CULIACÁN

 

60

 

39

 

21

 

0

 

-

 

OBREGÓN

 

60

 

38

 

22

 

0

 

1

 

MAZATLÁN

 

60

 

37

 

23

 

0

 

2

 

MOCHIS

 

60

 

29

 

31

 

0

 

10

 

HERMOSILLO

 

60

 

19

 

41

 

0

 

20

 

GUAYMAS

 

60

 

18

 

42

 

0

 

21