MANUEL ECHEVERRÍA (1913-1981)
Angel
Encinas Blanco
Tomado de
“El Béisbol en Hermosillo”
Jesús “Cow-Boy” Ruiz,
Angel Encinas Blanco, Manuel Echeverría y Manuel
“Barbitas” Acuña
21 de Mayo de
1976 en el “Segundo Juego del Recuerdo” en el Estadio Héctor Espino
Idolo
grande, de los más grandes que ha tenido el aficionado local es Manuel “Ciclón”
Echeverría, y no resulta sino lógico que así haya sido dado que Echeverría
demostró más que nadie y hasta la saciedad, un amor por defender la franela
hermosillense y siempre estuvo dispuesto a subir a la loma de las
responsabilidades cuando su manager así se lo pedía en momentos de apuro, y “Mi
Cheve”, no sólo satisfacía al manager sino que en no
pocas ocasiones en las cuales éste no tenía de quien echar mano, Echeverría se
ofrecía a pesar de que ya había cumplido con su juego que le correspondía.
Manuel y su frase tan suya, que tanto satisfizo al méxico-norteamericano
Art Lilly de “yo mismo”, y
que tanto gustó al aficionado, sin apenas poner en condiciones su brazo derecho
siempre estaba dispuesto a lanzar rayos y centellas hacia el home, con aquella su elegancia en el momento de efectuar el
wind-up como no se la pudimos apreciar a nadie más.
“En infinidad
de ocasiones subí a la loma con fiebre, pero era mi turno y no iba a despreciar
ni decepcionar a la fanaticada que tanto me alentaba
y ayudaba con su aplauso”, me confío alguna vez. Gusto daba el ver calentar a
Echeverría con aquella forma característica que tenía de hacerlo; el primer
envío era una recta rápida con toda la velocidad que le daba su brazo, y ¡vaya
si tenía velocidad!. Es el pitcher de bola más rápida
que he visto. El gran cátcher Pete Arzate una vez que fue preguntado acerca del pitcher más
veloz al que le había recibido, contestó que Jesús “Cow-Boy”
Ruiz y luego un “loco llamado Echeverría”.
Como dato
curioso, y que pinta de cuerpo entero a Echeverría, lo tenemos en el hecho de
que en las cinco primeras temporadas de la Liga de la Costa, el equipo de
Hermosillo celebró 278 juegos y Echeverría lanzó en 109, el 39% de ellos; el
club tuvo récord de 135-144 en ganados y perdidos en ese lapso, y Echeverría
54-33, o sea, ganó el 40% del total del equipo.
Lanzar era
su pasión, me comentó, y resulta que estando en la loma a una avanzada edad
cuando ya no se efectúa esa actividad, le falló el corazón y cayó desplomado en
el lugar donde quería morir; en la loma de pitcheo.
Ese había sido su deseo según me lo externó años
antes. Alcanzó a saborear el gusto que le proporcionó el gesto de la afilón de
su natal Navojoa cuando le pusieron el nombre al
parque de pelota del lugar. Lo que sí no pudo ver en vida fue su entronización
al Salón de la Fama del Béisbol Mexicano con sede en Monterrey, como premio a
una larga vida dedicada a jugar el deporte que fue su vida.
DATOS DEL SALÓN DE LA
FAMA PARA MANUEL ECHEVERRÍA
Extraordinario serpentinero
derecho que durante 25 años dio todo lo que tenía en su brazo desde el
montículo. Cuando era adolescente formó parte del equipo del Colegio Talamantes, en su natal Navojoa.
En 1935 figuró en la Selección Sonora, ganando en el Distrito Federal al equipo
San Luis 5-4. Lázaro
Penagos lo llamó en 1939 para que alineara con Los Cafeteros de
Córdoba, que manejaba el cubano Lázaro
Salazar, la temporada en que el equipo resultó campeón. Al siguiente
año jugó con Monterrey y
junto con Marcos Valdés
"Bugarini", pitcheó,
el 21 de junio, en un partido de 19 innings en el
cual derrotaron al México
de Ernesto
Carmona por 3-2.
En 1941 jugó con Alijadores de Tampico; en 1942 con Azules de Veracruz; 1943 y
44 con Los Pericos de
Puebla; un año después estuvo con Cd.
Juárez de la Liga Nacional; en 1946 retornó al beisbol
de verano con Los Tecolotes de
Nuevo Laredo y en 1953, se despidió de este circuito con Los Diablos Rojos
del México. En la Liga de la
Costa sus cifras son de 82 triunfos y 54 reveses, jugando varias
temporadas con los equipos Hermosillo
y Navojoa. Destacó con el equipo Mexicali, en la Liga Sunset, obteniendo 52 victorias y 29 fracasos; en la
temporada de 1951 su éxito fue impresionante al ganar 28 juegos y perder sólo
8, con 333 ponches y 2.74 de carreras limpias. Echeverría fue designado el
"Jugador Más Valioso" de la liga. En 1954 jugó su última temporada
con el equipo Salamanca, de la Liga Central. En su honor, el estadio de beisbol de Navojoa, Sonora, lleva
su nombre desde el 9 de octubre de 1978. Murió a los 67 años de edad, cuando pitcheaba un partido de softbol
en el Estadio Municipal de La Paz, B. C.
Estadio “Manuel –Ciclón-
Echeverría”, casa de los Mayos de Navojoa
Ceremonia
de entronización al Salón de la Fama del Béisbol Mexicano; en la foto (de izq a der): Arcadio Valenzuela
(Presidente del Comité de Elección), Horacio López Díaz, Sra. Rosario G. de
Echeverría (Esposa), Mario Arioza, Panchillo “Conde” Ramírez y Burnis
“Wild” Wright. El evento
se desarrolló en junio de 1982. |