El Profesor Don Heriberto Aja Olguín

 

Hermosillo se inició como capital nuevamente en 1879 después de un fallido intento en 1828; Ures dejaría de ser el principal centro de atención estatal y todo empezaría de nuevo en el antiguo Pitic. Esto significó, entre otras cosas, que en este centro urbano tendrían que iniciarse proyectos educativos importantes propios de las grandes capitales, a fin de darle a los sonorenses la oportunidad de entrar al mundo de los libros y de la cultura de buena calidad; nace entonces para orgullo de nuestra entidad en 1889 el Colegio de Sonora.

 

Algunos profesores de otras partes del país echaron raíces en esta ciudad para darle cuerpo al plan trazado, entre los cuales destaca particularmente la presencia de Don Heriberto Aja Olguín , quien desempacó sus maletas en Hermosillo hace un siglo, en el año de 1905, invitado por el Ingeniero Felipe Salido a la sazón Director de Educación Pública en la Entidad bajo el Gobierno de Don Rafael Izábal. El Ingeniero Salido se encontraba en Torreón donde laboraba el maestro Aja cuando de este afortunado encuentro surge la idea de su traslado a Sonora.

 

El profesor Aja nació en el rancho de Teanguistengo del Municipio de Acatlán del Estado de Puebla el 4 de enero de 1876; sus padres fueron  Don José María Aja y Doña Eugenia Olguín de Aja. De origen humilde, el joven Heriberto logra a los 21 años, y después de muchos sacrificios, el preciado título de maestro en la Escuela Normal de la misma Puebla. Antes de llegar a Sonora, dedica sus primeros pasos como mentor en la Escuela Primaria “Gabino Barrera” de Puebla; tiempo después se desplaza al Colegio “Torreón” en Coahuila donde recibe la invitación del Ingeniero Salido. Ya en Sonora, el maestro Aja es asignado a la Escuela Superior para Varones de Guaymas donde ejerció la labor docente de 1904 a 1907;  el 10 de octubre de este mismo año es nombrado Subdirector del Colegio Sonora, cargo que ocupa hasta 1910 cuando es designado Director de la Escuela “Fenochio” de Magdalena. Es en 1914 cuando el profesor Aja decide abrir una Escuela Comercial particular que le daría fama y prestigio en todo el Estado, pues incluía también un internado para estudiantes foráneos.  De 1917 a 1918 ocupó el puesto de Director General de Educación Pública.

 

El lunes 06 de Enero de 1947 se le ofreció un gran banquete al maestro Aja en conmemoración de sus 50 años como maestro de innumerables generaciones de sonorenses. El relato periodístico decía: “CÁLIDO TRIBUTO DE CARIÑO EN HONOR DEL PROFESOR HERIBERTO AJA. Con motivo de sus bodas de oro como maestro. Sus exalumnos le ofrecieron un banquete y le impusieron una medalla de oro en los amplios y elegantes salones del Casino Aliancista. La mesa de honor estuvo integrada por el profesor Aja y señora Luz Carranza de Aja, Profr. Félix Soria y señora Concepción L. De Soria, señor Matías Cázares y señora María Luisa S. De Cázares, señor Carlos G. Balderrama y señora Leonor N. De Balderrama, señor Raúl Suárez y señora Quina Gómez de Suárez, Profra. Ignacia E. Viuda de Amante, Profesora Rosario Paliza Viuda de Carpio, Señora Enriqueta de Parodi y señores Don Agustín Martínez de Castro y Dr. Ignacio Mendívil Tirado. Cerca de la mesa de honor vimos también a los siguientes hijos del señor Aja; señor Cipriano P. Lucero y su esposa, la ceñora Celia Aja de Lucero, señoritas María y Josefina y jóvenes Heriberto y Enrique. El resto de las mesas estaban ocupadas por algo más de cien personas. El primer caballero en colocarse ante los micrófonos de la XEBH instalados a control remoto fue el señor Matías Cázares, quien virtió hermosos conceptos entorno del homenajeado; habló después la conocida escritora señora Enriqueta de Parodi a nombre del Gobernador del Estado. A continuación la señorita Consuelo Soria interpretó muy bien al piano dos selecciones de Chopin; acto seguido el señor Francisco R. Canale habló a nombre de los jóvenes exalumnos. La señorita Meche Ibarra entonó dos canciones de moda y después recitó la señorita Esperanza Fabela. A nombre de la Universidad de Sonora habló el profesor Aureliano Corral.  Correspondió al señor Carlos G. Balderrama, uno de los alumnos más distinguidos y predilectos del señor Aja, imponer a éste la medalla de oro. Pronunció al efecto cortas pero bellas frases, todas llenas de cariño e inspiración. El momento fue de lo más solemne. A nombre del Profesor Aja dio las gracias por tan cumplido homenaje su hijo de catorce años, Enrique Aja. Al final y a nombre del Club de Leones dirigió unas cuantas palabras el Doctor Ignacio Mendívil Tirado. Después de esta emotiva ceremonia se improvisó un baile para finalizar el evento”.

 

El Congreso del Estado aprobó para el profesor Aja una pensión vitalicia de $400 pesos mensuales desde el mes de septiembre de 1949; sin embargo, el 15 de octubre de ese mismo año pasa a mejor vida dejando una profunda huella en la historia de la educación en Sonora. Se casó en 1910 con la señorita Luz Carranza con quien procreó 5 hijos: Luz Celia, Josefina, María, Heriberto y Enrique Alonso. Durante el mes de Enero de 1945 el profesor Aja Olguín es declarado “Profesor Ilustre de Sonora”, siendo homenajeado al otorgarle su nombre a una escuela de reciente creación por el rumbo norte de la ciudad. En mayo de este mismo año, el Gobierno del Estado de Puebla también se unió al homenaje de este hijo brillante. El profesor Heriberto Aja Olguín será recordado como uno de los mejores profesores que contribuyeron a formar aquellas primeras generaciones de brillantes sonorenses que llenarían los espacios empresariales y de la política durante buena parte del siglo XX.