LOS SUBESTIMADOS LIBROS DE “LA PATRIA”.
Por Carlos Mass

Abril 09 de 1989
En múltiples
ocasiones hemos escuchado y leído, en diferentes lugares y medios, críticas y
juicios acerca de los libros de texto que se utilizan en nuestras escuelas
primarias; en virtud de ello, nos sentimos obligados a dar nuestra opinión al
respecto. Vamos a considerar algunos de sus antecedentes, características, así
como las fallas y aciertos que nuestro juicio tienen y al
final algunas sugerencias para su mejoramiento. Como el tema es extenso
y porque interesa informar y orientar especialmente a los padres de familia, lo
trataremos en dos domingos. Hoy, lo referente a los primeros libros de texto, y
la próxima semana abordaremos el análisis de los libros actuales.
Antecedentes sociohistóricos:
Desde la
creación de la
Secretaría de Educación Pública en 1921 siendo presidente el
general Álvaro Obregón, hasta 1960, nuestra educación primaria carece de libros
uniformes para todos los niños de México. En el gobierno de Lázaro Cárdenas se
imprimió la serie “SEP” libros de lectura, para usarse en las escuelas
primarias urbanas y la serie “Siguiente” para las escuelas rurales. En teoría, estos libros debían aplicarse en
todas las escuelas pero siempre hubo oposición, especialmente de las escuelas
católicas.
Entre 1940 y
1958 existieron infinidad de libros de texto, de los que la SEP era la encargada de
aprobar algunos títulos. El profesor podía utilizar el que más le gustara. Como había gran cantidad de autores y libros
se provocó una baja calidad en los textos. A pesar de los lineamientos
establecidos en los programas, era bastante difícil observar una continuidad
entre grado y grado debido a que
constantemente se cambiaba de autor y de libro. Con la creación del Consejo
Nacional Técnico de la
Educación en 1957, queda a cargo de la SEP la revisión de planes
y programas de estudio, así como la aprobación
de los textos que se deberían utilizar en todas las escuelas primarias del
país.
Los nuevos libros: el texto gratuito y obligatorio
Durante el
gobierno del licenciado Adolfo López Mateos, se crea el 13 de febrero de 1959 la Comisión Nacional
de los Libros de Texto Gratuitos. Las
consideraciones que se tomaron en cuenta fueron las de que la educación que el
Estado imparte debía ser además de obligatoria, gratuita. Que esa gratuidad
sólo sería real, si, además de la enseñanza, los educados recibían sin costo
los libros y cuadernos de trabajo necesarios, y significativamente que mientras
los libros de texto fuesen objeto de actividad comercial, en sus características
y calidad influiría siempre el interés económico de los productores.
En el artículo
2° del decreto de creación de la
Comisión, se resalta la necesidad de uniformar con apego a
la metodología y a los programas, las
características de los libros de educación primaria; que la edición de los
libros fuese mediante concurso; que no fuesen objeto de lucro salvo el legítimo
beneficio de escritores, dibujantes, etc, y que la
comisión podría acudir a la iniciativa privada en busca de ayuda. En el
artículo 3° del mismo decreto se señala
que la comisión estaría integrada por un presidente, un secretario
general y seis vocales, por un cuerpo de doce colaboradores pedagógicos y cinco
representantes de la opinión pública. Mediante
concurso se recibieron en total 78 obras, de ellas, se seleccionaron cinco
libros y cinco cuadernos de trabajo para cada uno de los grados de
primaria.
Los textos eran de lengua nacional, aritmética y geometría, estudio de la
naturaleza, historia y civismo y geografía.
Para la portada se escogió una ilustración que simboliza a la Patria, cuyo autor es Jorge
González Camarena. El 12 de febrero de 1960 se hizo entrega formal de los
primeros libros de texto al presidente López Mateos. El primer tiraje fue de 15,492,193 ejemplares. Desde un principio los libros de texto
tuvieron detractores y opositores. El
grupo más exaltado era alentado, supuestamente, por la llamada Unión Nacional
de Padres de Familia que a pesar de nombre, no representaba en realidad a los
padres de familia del país. No los únicos, pero si los primeros.
La
característica más importante de los llamados libros de “La Patria” es en el carácter enciclopédico
que a su vez originaba una supuesta tendencia a la memorización. Un análisis de contenido resalta valores como la democracia,
justicia social y hábitos de puntualidad, disciplina, ahorro y de amar a la Patria. Se aclaró que los profesores
podían utilizar otros libros complementarios, de tal forma que los padres de
familia que estuvieran en condiciones económicas de hacerlo, ofrecerían a sus
hijos perspectivas más amplias de estudio.
Los libros
de texto gratuito dan por primera vez carácter de uniformidad a los contenidos
y de justicia a los lectores de población marginados. Nunca se pretendió que
los libros fueran los únicos pero si los primeros. Sin embargo hubo en su tiempo muchas escuelas
que los excluyeron por completo alegando diversas razones. Hay que hacer
mención que la primaria tenía dos etapas: de instrucción elemental y de
enseñanza superior. En principio y hasta
mas o menos a finales de 1952, la enseñanza estaba
dividida en tres grandes áreas, Lenguaje-Cálculo, que abarcaba por separado
lengua nacional y aritmética y geometría; Ciencias Naturales que contemplaba la Botánica, Geología, Anatomía,
Física y Química; y Ciencias Sociales, con Geografía, Historia y Civismo.
De los cambios
En la década
de los años 50 se deslindan a asignaturas más aisladas, y, a las vistas
anteriormente, se agrega Dibujo, Música y Canto, Trabajos Manuales, Economía Doméstica
y Educación Física. Al parecer en los libros de texto gratuitos las asignaturas
se agrupan en siete nuevas áreas de conocimientos que son: protección de la salud
y mejoramiento del vigor físico, investigación del medio y aprovechamiento de
los recursos naturales, comprensión y mejoramiento de la vida social, actividades
creadoras, actividades prácticas, lengua nacional y aritmética y geometría. La
mayoría de quienes somos bastante adultos usamos alguna vez los libros de “La Patria”. Aún
conservo algunos de ellos. Son bonitos, Son buenos, Considero que al implantarse
la nueva Reforma Educativa simplemente se desecharon sin aprovechar lo bueno de
ellos; en muchos aspectos eran superiores a los actuales.